Michiru y Hotaru se habían marchado hace menos de diez minutos, por lo que, desde ese momento el departamento se había visto sumido en un profundo silencio, ignorando el concierto No.2 en F menor de Chopin que seguía reproduciéndose en el fondo.

Setsuna estaba sentada en el piso, usando una camisa que claramente era de un hombre, con todo su largo cabello recogido en una coleta mientras que con un papel de lija trataba de emparejar el yeso que habían utilizado para tapar el agujero que había provocado cuando le lanzó a Haruka un sartén.

La rubia se había salvado por menos de un centímetro.

En ese momento, se encontraba sentada en una silla; mordiendo una manzana verde y con su teléfono celular en la mano. Ignorando totalmente como la mayor trabajaba.

—A Michiru realmente le va a gustar saber que arregle yo sola este muro.

—Puedes hacer lo que quieras. La solución de un enojo de Michiru por mi culpa está sólo a dos dedos de distancia.— Haruka le guiño el ojo y la otra gruño molesta, lanzando el papel hasta la otra; manchandola con el polvo blanco que la pared había liberado.

Setsuna se siente orgullosa de no ser una persona violenta, pero Haruka siempre tuvo un don para acabar con su infinita paciencia. En un par de segundos, la recién mencionada estaba a su lado, con esa actitud de chico malo pero seductor.

Setsuna sabía a que estaba jugando y ella también podía.

A Haruka se le olvidaba que Plutón no sólo era uno de los planetas más poderosos, sino que también del sexo, algo que realmente se le daba muy bien a su protegida ya que incluso sin tratarlo, podría ser más sensual que cualquier persona del universo.

La mayor acabó con la muy pequeña distancia que existía entre ambas, rozando sus narices.

—Deberías terminar tú, Haruka…—Setsuna hablo con un tono más bajo del normal, modulando lo suficiente para que sus labios lucieran regordetes, totalmente seductores. HAruka no podía quedarse atrás así que alzó su diestra dejándola sobre la mejilla de la otra mientras esta hablaba.— He trabajado durante mucho tiempo y si tu me ayudas podríamos hacer algo muchísimo más entretenido.

—¿Algo como esto?— La rubia junto sus labios durante menos de dos segundos y se alejó, bastante perturbada porque había sentido igual como si besara a su hermana.

Ambas pegaron su mirada en el muro, volviendo al silencio inicial. Había sido un juego y deben tomárselo así pero la situación se volvía cada vez más tensa.

Haruka comenzó a emparejar la muralla, sin mirar a Setsuna; la cual notó un pequeño sonrojo en el rostro de la rubia, así que decidió hablar.

—A Seiya no le gustaría saber esto.—Murmuró la mayor, sacando algo de polvo del rostro.

—Todavía me sorprende que estés saliendo con él.— Un pequeño toque de celos se escuchó en la voz de Haruka, pero sabía que era porque se preocupaba muchísimo por ella y le gustaba protegerla, como a Michiru y Hotaru.— ¿No crees que eres un poco mayor para ese chico?

—¿No crees que eres un poco mayor para tener una coleccion de Hot Wheels?— Contrarresto Setsuna con una sonrisa.

Por más que Michiru se esforzara para que esas pequeñas peleas no ocurrieran, no podría evitarlo; Así era su relacion ademas, sinceramente, a ninguna le molestaba que juntas fueran incluso más infantiles que Serena y Rei discutiendo.

N/A: Lo de Setsuna y Seiya fue un momento de creatividad absoluta, a lo mejor escribo la historia de cómo se conocieron(?)