Antes de comenzar, quisiera aclarar que esta historia la he publicado en otra pagina, tengo el mismo nombre, para que no halla confusiones.

Esta historia es una adaptación mia de la novela Patito Feo, con mucho mas drama y problemas adolescentes a todo dar xD. Bueno, sin mas ni menos, aquí les dejo el prologo de la historia.

Glam Girls
Prologo

Nunca podré olvidar tu risa no-no…
Nunca podré olvidar el día en que te conocí; Como duele saber…
Que no voy a poder ser parte de tu vida alguna vez...

Aquella voz sonaba tan armoniosa como de costumbre, precisa, sin que una sola nota desafinada saliera de su garganta. La talentosa chica de largos cabellos negros había logrado conquistar aquel público en cuanto salió a escena, era innegable, poseía un gran don.

Y ahora que…
No hay luna, no hay estrellas.
Y ahora que…
Tu nombre de la arena se borró…
Y ahora que para calmar mis penas. Las cosas que vivimos
Las dejo en un rincón...
Y las cosas que vivimos, las dejo en un rincón.

La música culmina con una sincronización sublime, todo el público presente en aquel estadio rompió en aplausos y ovaciones. La joven responsable de las aclamaciones radiaba de alegría, sentía orgullo de causar tales sensaciones en su público. El humo emprendió desde arriba del escenario creando un ambiente casi mágico, mientras la canción llegaba a su fin…

—No tienen idea de cómo me hacen sentir — habló por el micrófono, mientras la multitud aclamaba con más euforia—. Estas chicas que les presentaré ahora, son las mejores… han sido mis mejores amigas y estoy segura les gustaran a todos ustedes.

La joven hizo una pausa.

—¡Las populares, unidas, jamás serán vencidas! —Aquél estribillo se oyó retumbar por todo el escenario, la joven cantante sonrió, y seguidamente se dirigió al público—: Para todos ustedes, ¡Las Populares!

Dejó el escenario a cargo de las Populares, y fue a toda prisa a su camerino.

—¿!Si los oíste? —preguntó la joven a su madre, quien la esperaba "tras bambalinas", muy alegre —¡Fue mucho mejor de lo que creí!

—Te lo dije. —Eri la tomó de los hombros —Te dije que era solo cuestión de seguir tus sueños.

La pelinegra asintió graciosamente, y volteó, para encontrarse con su reflejo en aquel gran espejo, fue un momento un tanto surrealista. Aquella chica que solo usaba trencitas con lazos de colores, anteojos de lectura y ropa hippie había quedado en el pasado.

Su pomposo vestido fucsia enfundado en purpurina, sus largos cabellos negros y ligeramente rizados, el maquillaje perfecto… Ahora se sentía orgullosa de su exterior y aquello no era arrogancia, mucho menos vanidad. Era ahora una chica glamurosa, radiante. Sin embargo, su camino a ser una verdadera Glam Girl, fue muy extenso. La travesía comenzó pocos años antes, allí mismo, en la galante ciudad de Londres...