Hola gracias por tomarse la molestia de leer mi fic, es el primero de la serie Inuyasha que hago, así que no sean muy exigentes y malos conmigo ok? es una historia como pocas pues es un SesshoxRinxKouga ( si estoy loca lo se) pero denle una oportunidad si?

Bueno como bien saben Inuyasha no me pertenece, ni sus personajes ni nada, solo el tema de la historia que desarrollo con ellos. Bueno disfrutenla XD


Sola en una oscura habitación, sentada en un rincón, esperaba paciente, uno de ellos traería una bandeja de comida indicando que era hora de comer, el cuarto era espacioso, y oscuro a excepción de los cuantos rayos de luz que entraban de la pequeña ventilación sabía mas o menos que hora era por las visitas de uno de esos sujetos hacía la traerle alimentos.

Oyó unos pasos a l otro lado de la pesada puerta que la confinaba, unos sonidos metálicos seguidos por la abertura de la puerta, y dejar pasar a uno de ellos, era para ella, el más afeminado tenía una manera de ser aparentemente despiadada pero debajo de esa cara cuidadosamente maquillada se escondía la personalidad sádica y cruel que siempre salía cuando se dirigía a ella.

-Aquí esta tu comida niña – dijo ese sujeto con mirada de superioridad y desprecio en su tono de voz dejando la bandeja de comida sobre la pobre mesita que estaba a un costado.

Después se volvió hacia ella y su mirada de desprecio se intensificó

-No entiendo porque tantas molestias sólo por ti, como quisiera deshacerme de ti en este momento – hizo una pequeña pausa por un pequeño momento. Rin lo observó con resignación a su destino pero también molesta por sus continuos comentarios de desprecio. Esto no pasó desapercibido por él y acercándose a ella sujetándola por la barbilla le dijo con voz fría y rasposa.

- No me veas con esos ojos porque para la próxima vez que lo hagas te los voy a quitar de tu lindo rostro con mis propias manos ¿entendiste? – aventándola ligeramente e incorporándose por completo. Rin desvió su mirada que poco a poco se volvió borrosa a causa de las lagrimas que se rehusaba a dejar salir. Pronto oyó que se abría y cerraba la puerta de nueva cuenta dejándola sola de nuevo en su llanto silencioso en la oscuridad.

Unos días después, Rin se encontraba paciente sentada al borde de su pequeña cama, esperando la visita que la hacía cada 3 días su amigo Kohaku observaba pasiva la pequeña flor que crecía en la esquina de la pequeña ventilación por la que hablaba con su amigo

- Rin!! Rin!!

-Kohaku!! – respondió la niña con una sonrisa saltando de su cama.

- Rin, esto es serio – decía el joven - oí a esos sujetos decir que pronto te llevarían con un tal Naraku!

La felicidad que tenía Rin de hablar con Kohaku se desvaneció y un tremendo pánico se apoderó de la pequeña, "Naraku" por alguna razón ese nombre le causaba mucho miedo. Acercándose a la ventanilla casi como si quisiera trepar hasta ella habló

- Kohaku! Por favor no permitas que me lleven

Kohaku podía notar la voz de miedo de su desafortunada amiga y le dolía escucharla así – pero los oí decir que sería muy pronto, estarás ya muy lejos para cuando yo logre hacer algo- respondió preocupado

- no Kohaku, por favor no te rindas, he soportado todo este tiempo en la oscuridad gracias a el rayo de esperanza que me has brindado, por favor no te rindas ayúdame a salir de aquí, no quiero que me lleven con esa persona- le rogaba a Kohaku con voz quebrada, sentía que si no salía de ese lugar, entonces llegaría su fin.

Kohaku con miedo de perder a Rin, que por su culpa aquella vida se desvaneciera, juntó todo su valor y respondió – No te abandonaré, Rin, te prometo que te sacaré de aquí cuésteme lo que me cueste! Te liberaré.

Esas palabras incrementó esa luz de esperanza en el pequeño, oscuro y solitario mundo en el que Rin se encontraba, dándole después de mucho tiempo, nuevas fuerzas para seguir.


Rin estaba muy sumamente preocupada, esos momentos tan largos de angustia y soledad la perturbaban, tenía todas sus esperanzas puestas en Kohaku

Kohaku no perdió el tiempo, sabía lo que debía de hacer, y sabía quienes podrían ayudarlo y a su pequeña amiga. Su hermana trabajaba en uno de los departamentos de investigación y seguridad más importante del país, ellos podrían hacer algo, pero por la situación familiar en la que se encontraban estos hermanos, no era mucho el tiempo que tenían para verse. Sus padres estaban divorciados y Kohaku y su hermana solo se podían ver una vez cada mes y ese poco tiempo no era suficiente para contarle todo y cuando por fin lograba contarle algo, Sango no lo tomaba muy en serio. Pero ahora sería diferente.

Se dirigió hacia su oficina con lago de dificultad y en cuento estuvo frente a frente a ella, le contó todo acerca de Rin. Al llegar al nombre de Naraku, Sango supo que su pequeño hermano no estaba inventando todo, Inmediatamente fue a comunicarle todo a la superior Kikyo desplegando así todo un equipo de rescate y detención con 3 de sus mejores agentes.


Ya era de noche al llegar el equipo de ASISS (Agencia Secreta de Investigación y Seguridad Sagrada) empezaron a movilizarse en una maniobra de atracamiento, la casa señalada por Kohaku estaba totalmente rodeada por miembros del Escuadrón Youkai.

Dentro de la casa de los hermanos Kotsu se oyó un estruendo, sus puertas principales fueron derribadas por un sujeto de cabello negro sujetado por una coleta.

- Los tenemos rodeados!! Salgan hermanos Kotsu!! – gritó aquel agente mientras sus compañeros entraban en la morada.

- Kouga eres un estúpido! No tenias que entrar así! – decía otro sujeto con orejas de perro y cabello largo plateado – que demonios pasó con el elemento sorpresa!? – alegó éste mientras otro de ellos se abría paso entre ellos, era más alto y tenía cierto parecido con el de orejas de perro pero pues poseían igual una mirada color ámbar y el mismo color de cabello pero a diferencia del otro, éste era más alto, no tenía orejas de perro y en su rostro habían unas extrañas marcas, la más sobresaliente era una luna menguante en la frente de éste sujeto.

Aquí esta tu elemento sorpresa! Prepárense!! – ordenó a los otros dos con voz autoritaria.

De repente fueron embestidos por unos cuchillos muy grandes, los 3 agentes enseguida se movieron para esquivarlos, Yakotsu y Bankotsu estaban listos para sus contraataques importándoles poco los destrozos que causaran con eso.

Yakotsu inmediatamente embistió a Inuyasha no quedándole de otra más que atacar, por suerte la casa e la que se efectuaba la pelea era bastante amplia y mientras Inuyasha peleaba con Yakotsu, sus 2 compañeros se adentraron más a la casa, hasta que Bankotsu les tapó el paso.

Hasta aquí llegaron entrometidos!- , gritó éste al momento de blandir su gran espada y atacaba a los dos Youkais, claro que siendo éstos dos de los mejores agentes de la Agencia, fácilmente lo esquivaron y al mismo tiempo los dos atacaron, uno con sus garras venenosas y el otro con un torbellino causando un gran desastre.

- Oye recuerda que tenemos a un rehén que rescatar!!- gritó el demonio lobo a su compañero, pero Bankotzu al escuchar lo que dijo, inmediatamente le tapó el paso "como sabe eso??" se preguntaba éste.

Sesshomaru al ver que Bankotzu estaba muy ocupado con Kaouga, decidió infiltrarse y dirigirse hacia una puerta que emanaba una extraña energía.

Dentro de su prisión, Rin pensando en su rincón, desde que Kohaku le dijo que esos sujetos la llevarían con Naraku, una incertidumbre la invadió, se puso a pensar en todo el tiempo en que estuvo encerrada, recordando poco o nada de sus días de libertad, antes de que la encontraran, no...de echo no recordaba ni cómo la habían encontrado, los únicos recuerdos que tenía eran borrosos y confusos, nunca supo porque la mantuvieron cautiva todo ese tiempo, tanto tiempo...

De repente escucho muchos estruendo del otro lado de la puerta, su corazón se sobresaltó, y unas palabras poblaron su mente "ya viene por mi" estaba petrificada los sonidos se hacían más intensos , entonces abruptamente la gran puerta se abrió de un golpe causando que Rin, quien estaba acurrucada en una de las esquinas de la habitación se pusiera de pie con una mirada de terror pero...la persona que estaba delante suyo...este hombre emanaba una energía que era todo lo contrario a lo que esperaba, tenía un largo y brillante cabello plateado, pudo apreciar unos bellos ojos color oro que destellaban un brillo a contra luz de la habitación, parecía que todo su cuerpo brillara con una luz tenue, parecía un ángel enviado del cielo. Pudo notar que aquel ser divino se le acercaba pero entonces todo su alrededor quedo cubierto por la oscuridad y no supo más de ella.

Sesshomaru al abrir rápidamente la pesada puerta de la cual se podía sentir una extraña fuerza, pudo ver una pequeña figura que se sobresaltaba ante el repentino movimiento, al verla pudo sentir que esa extraña energía provenía de aquella niña, era pequeña, muy delgada, y sus ropas ya estaban gastadas, lucia desaliñada con el rostro lleno de un temor profundo, pero cuando miró sus ojos su expresión cambió totalmente, instintivamente, caminó con cautela hacia la pequeña pero al estar a un paso vio como la delicada figura cerraba sus ojos, Rin se desmayó, cayendo suavemente en los brazos de Sesshomaru, quien la miraba con una intriga profunda¿quien era esta jovencita? Que hacía en las garras de los hermanos Kotsu? Y que era esa extraña energía que sentía en ella? Estas eran las preguntas que venían como un torrente a la mente del Inuyoukai, al observar su frágil rostro parecía un pequeño ángel caído.

Kouga embestía de nuevo a Bankotsu, era un enemigo muy aguerrido, fue entonces cuando oyó un fuerte golpe en ese instante sintió una energía desconocida pero no tuvo tiempo para analizarlo, pues Bankotsu seguía atacándolo. Inuyasha y Yakotsu se habían desplazado hacia donde ellos estaban, Inuyasha usó sus Garras de Acero para evitar que pasaran otro lado.

- Hermano, estos sujetos son demasiado fuertes- decía entre dientes Yakotsu –donde esta el otro?

- Diablos! Estos entrometidos ya descubrieron a la niña- maldijo Bankotsu por lo bajo.

- ya basta de resistencia y entregense de una buena vez – les ordenó Inuyasha.

- Me lleva!! hermano, que haremos ahora? – preguntaba muy molesto Yakotsu, aun en posición de ataque pero guardando su distancia.

Bankotsu algo desesperado y molesto por la intromisión del escuadrón Youkai dijo – ni crean que hemos acabado!! - y con un movimiento de su gran espada, levantó una estela de polvo y escombros impidiéndoles la vista a Inuyasha y a Kouga, dándoles tiempo para escapar por uno de los ventanales de la casa.

haaaa! Malditos hermanos Kotsu!!! – exclamó exasperado el hanyou

- debímos de haberlos noqueado!! ahora se han escapado – gruñó Kouga girándose para ir a donde estaba Sesshomaru pero al momento vio salir a éste con una niña entre sus brazos. Por alguna extraña razón sintió un pinchazo en su pecho al ver la escena, y aquella energía que había sentido en la pelea con Bankotsu al instante incrementó al pasar sus azules ojos sobre ella, igual que Sesshomaru instintivamente quiso acercarse y apartar un mechón de cabellos que caían sobre el angelical rostro de la joven, pero la voz de Sesshomaru lo sacó del transe .

- la misión ha terminado, volvamos. – con tono seco y frío a sus compañeros se volteó para dirigirse a la salida.


En el departamento de sanación, Kikyo fue avisada del cumplimiento de la misión y estaba en ese momento observando a la niña que habían rescatado, no pudieron sacar muchos datos sobre ella, no tenía familia, ni parientes o conocidos , "era de esperarse", lo que pudieron deducir de ella era que tenía entre 13 o 14 años, pero debido a la mala nutrición y maltrato por el que pasó se veía débil e incluso más pequeña.

- que es lo que te han hecho pequeña? - susurró Kikyo con ojos tristes – que es lo que haremos? Te hemos esperado tanto tiempo y ahora... Naraku – terminó estas ultimas palabras con un tono de odio – cómo haré para protegerte de él?

CONTINUARÁ...

que les pareció?? porfavor dejen reviews, diganme si si o no la hago, soy nueva, dense chanze de leer cosas nuevas tambien. bueno gracias de antemano

Artemis