The Tempest Night Dragon

No me pertenece Highschool DxD, Mahou Sensei Negima, ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes

Capitulo 1

[….]

-Tu petición es un total sin sentido, Sekiryutei. Es más puedo decir que tu idea es la locura más grande que he escuchado en mi vida.

-[Reconozco que mi apuesta es arriesgada en más de un sentido, pero al mismo tiempo puede ser una solución al mal que aqueja a mis portadores.]

-Tú no puedes combatir una maldición que corrompe el alma con una que la destruye.

-[Pero al menos el costo de la tuya lo vale.]

-Yo no diría eso.

-[¿Acaso me vas a decir que no te atrae la idea?]

-Seria egoísta de mi parte responderte.

-[¿Entonces porque te niegas?]

-No quiero condenar a alguien a mi maldición.

-[Una vida larga está lejos de ser una maldición para aquellos que me portan.]

-Lo pensare, Sekiryutei. Pero no te garantizo nada.

-[En ese caso hasta entonces. Espero que es el destino pueda reunirnos de nuevo.]

[….]

-¿Qué piensan sobre esos dos? ¿Deberíamos aprovecharlos para nuestro plan?

-…..

-Lo mismo pensé. No deberíamos pasarlos por alto. Lo que esos dos tienen entre manos es demasiado osado como para que una persona normal lo tolere, pero seguramente nuestro peón lograra soportarlo y obtendrá el poder que requiere para ser útil. Este no puede depender de nuestras bendiciones.

-…..

-¿Por qué involucrar algo ajeno a nuestro mundo? Ya es suficiente con lo que le daremos.

-….

-No es necesario que nos guiemos bajo la regla que siguen los otros, pero ciertamente eso le cuidara las espaldas de aquellos que quieran manipularle.

-….

-Tienes razón. No tiene sentido permitir que su crecimiento sea igual. Es imposible cambiarlo por completo, pero podemos modificar algunas cosas.

-….

-Entonces te dejo a ti los detalles. Yo me ocupare de encontrar a nuestro siguiente peón.

[Tiempo Presente]

-Oye, Issei-dijo un adolecente de cabeza rapada a alcanzar al mencionado, un chico de la misma edad, solo que de cabello corto de color castaño. -¿Vendrás a mi casa para ver la película que conseguí?-dijo el chico sin ocultar la sonrisa lasciva que daba una clara idea del contenido del mencionado material audiovisual.

-Hoy no, Matsuda-dijo Issei sin mucho ánimo.

-Vamos, hombre. Es el nuevo volumen de Kaben Rider Pinky-dijo un chico de lentes, quien como los otros dos, se encontraba en un aula de clases.

-Si recuerdan que día es hoy, ¿verdad?

-¿Y que tiene hoy de especial?-dijo Matsuda mostrándose confundido por unos momentos, para entonces darse un golpe en la frente, tal como lo hizo su otro compañero. -¡Maldición! ¡Lo había olvidado!

-Lo siento, Issei. Se me había pasado que hoy era ese día-dijo el de lentes sintiéndose apenado.

-No te preocupes, Motohama. No es necesario hacer un alboroto por el asunto.

-Si tú lo dices.

-¿Y acaso tiene planes para hoy?-pregunto Matsuda.

-No lo sé aun, pero lo más probable es que simplemente me quede en casa.

-Pensé que irías a un templo o algo por estilo-comento Motohama.

-Cualquier oración prefiero hacerla en mi hogar. El templo de la ciudad no es un lugar adecuado al cual ir.

-Buen punto. En todo caso, si necesitas algo, no dudes en pedirlo.

-Sí, cuenta con toda nuestra atención-dijo el pelón, a la vez que la puerta del salón se abría y todos los presentes quedaban en silencio.

La razón era simple. La estricta presidenta del Consejo Estudiantil, Souna Shitori, había hecho acto de presencia en el aula y dado que ella no formaba parte de esa clase, era obvio que había venido con una noticia importante.

-Buenos días, clase 2-B. Sean bienvenidos a otro día de clases en la academia Kuoh-dijo la chica de mirada seria, mientras se acomodaba los lentes que portaba. –Hoy he venido para informarles que tendrá un nuevo tutor para el área de Ingles-dijo la chica, provocando reacciones de sorpresa en toda la clase.

-¿A qué se debe tan repentino cambio, Kaichou?-pregunto una estudiante.

-Su antiguo profesor presento su renuncia tras explicar que tenía asuntos personales que resolver. No se puede permitir que se retrasen con sus clases por lo que ya se ha conseguido a un sustituto para la tutela de esta asignatura-dijo la presidenta para señalar a la puerta.

Acto seguido el nuevo instructor de la clase ingreso al salón y las mandíbulas de casi todos cayeron al suelo. Se trataba de una mujer de no más de treinta años, con un evidente origen extranjero, pues su inmaculada piel blanca, cabello rubio claro y ojos azules le delataban. Más que una profesora, la mujer parecía más una modelo debido a que tenía un cuerpo despampanante. Portaba un camisa manga larga de color blanco en conjunto con un chaleco negro y una falda del mismo color. En resumen, era la profesora de ensueños de cualquier chico.

-Ella es Yukihime McGregor y a partir de hoy será su nueva profesora de ingles-dijo la presidenta.

-Gracias por la presentación, señorita Shitori-dijo la mujer rubia, haciendo ver el acento británico que poseía. –Agradezco esta oportunidad que se me está dando. Sera un gusto poder compartir mis conocimientos con ustedes. Espero que podamos llevarnos bien-dijo Yukihime con cortesía.

-¡No se preocupe, Yukihime-sama! Ya mi corazón está con usted-dijo Motohama.

-No sé porque, pero el mío dice que ella es perfecta para mí-dijo Matsuda.

-¡Oye! Se supone que tú eres un autoproclamado lolicon. Yukihime-sama está muy fuera de tu área-reclamo el chico de lentes.

-Je. Mis instintos no pueden estar equivocados y si acaso lo están, simplemente tendré que abandonar mis principios.

-¡Así no se vale!

Mientras la discusión de esos dos se hacía más acalorada, Issei no puedo evitar emitir una risa nerviosa, para luego suspirar pesadamente. Tenía que reconocer que la nueva profesora era realmente hermosa, pero aquel no era el día idea para apreciar el cuerpo que se gastaba la mujer.

El resto de la clase transcurrió sin mayores sorpresas, eso si no se tomaba en cuenta el hecho de que Yukihime demostró un ser poseedora de un muy fuerte carácter. La profesora cayó inmediatamente en la gracia de las estudiantes femeninas del salón cuando ella derribo a Motohama y Matsuda con unos certeros lanzamientos de tizas a las frentes de los mismos.

El par había estado hablando demás y la profesora dejo muy en claro que las únicas conversaciones que aceptaría en su clase debían estar en el idioma que ella impartiría.

En otra ocasión Issei hubiera agradecido el no ser una de las victimas de Yukihime, ya que tenía que admitir que el también habría actuado como sus amigos de no ser por su desanimo, sin embargo la razón de este no era algo que se pudiera apreciar.

En ese día se conmemoraba un aniversario. Uno que era del tipo que no se podía celebrar con bombos y platillos, pues ya eran tres los años que habían pasado desde el fallecimiento de sus padres.

Una avería en la tubería de gas. Esa era la causa oficial que habían dado las autoridades al incendio que se llevo consigo la vivienda en la que residían él y su familia.

En una pequeña ciudad como la de Kuoh, aquel accidente fue una autentica tragedia. Solo el milagro que implicaba la supervivencia del único hijo de la pareja, aliviaba la gran pena que causaba tal evento.

Issei se encontraba en el piso superior de la vivienda, por lo que no se llevo la peor parte de la explosión. Si salió despedido por esta, pero no se vio atrapado en el infierno que arropo el lugar momentos después.

Para muchos, la ubicación del chico no era suficiente razón para explicar cómo es que él había salido con vida de tal accidente. Especialmente si se tomaba en consideración que el Hyoudou solo obtuvo heridas menores del evento.

Claro que eso no implicaba que las personas asediaran al chico con ese hecho. Era completamente irrespetuoso cuestionar su supervivencia cuando él había perdido a sus familiares más cercanos.

Estaba demás decir que el incidente fue un duro golpe en la vida de Issei. Aparte de su abuela paterna, sus padres eran la única familia que poseía. Sus metas para el futuro eran más que difusas, por lo que la pérdida de sus seres queridos le dejo en un estado bastante desorientado. Pasaron unos cuantos meses antes de que el chico pudiera reintegrarse a lo que pudiera describirse como una vida normal.

Dicho tiempo lo había pasado con su abuela, en el pueblo donde esta vivía. Ella le propuso a su nieto que se mudara al lugar, pero Issei decidió que lo mejor era volver a Kuoh, pues no se sentía en posición de dejar atrás a sus amigos.

La mujer en principio se mostro reacia a la idea, mas termino aceptando luego de que un antiguo amigo de su esposo prometiera echarle un ojo a Issei mientras se encontrara en la ciudad. Ella era demasiado mayor como para trasladarse a la ciudad, por lo que opto por esa alternativa que era en favor de su nieto.

Existía un dinero en favor de Issei, debido al seguro de vida de los señores Hyoudou, por lo que no hubo problemas para que este consiguiera un pequeño apartamento a su nombre. No fue algo muy grande, pero al menos le garantizaba una completa independencia.

Sin embargo, el regreso a la ciudad no estuvo exento de complicaciones. La idea de vivir solo en un lugar resulto ser demasiado para Issei. El sentimiento de soledad que experimento el chico tras su mudanza fue mayor a la que esperaba. Falto poco para que el joven regresara al pueblo de abuela, pero alguien evito que esto fuera necesario.

El amigo de su abuelo demostró que iba muy en serio con la promesa que hizo a la anciana Hyoudou. Cuando el dijo que le echaría un ojo, no se refería a simplemente vigilarlo. El hombre más bien proponía ser un tutor para el chico.

Issei en principio no entendió muy bien la propuesta, pero con el pasar del tiempo, no pudo evitar agradecer que tal cosa se le presentara. Principalmente por que el amigo de su abuelo demostró ser una persona con muchas particularidades, unas que oportunamente le beneficiaron bastante.

Sin embargo, ese era tema para otro momento. Si bien habían muchas cosas interesantes en su vida, Issei no podía evitar llenarse de melancolía en aquel día. Él prefería estar solo con sus pensamientos y evitar cualquier cosa que pudiera perturbar la paz que trataba de conseguir.

Por ello, el día de clases transcurrió sin que el chico fuera consciente del mismo. El Hyoudou simplemente se movió inercialmente de clase en clase, hasta el momento en que se hizo la hora para que los estudiantes volvieran a sus respectivos hogares.

No fue hasta que se dio un particular encuentro que el joven cambio un poco su semblante.

-Por favor, sal conmigo-dijo una joven de cabello, con el uniforme de otra preparatoria, quien repentinamente se acerco a Issei con una tarjeta en forma de corazón. -¡Te amo, Hyodou-chan! ¡Por favor sal conmigo!

El desconcierto de Issei ante tan repentina invitación fue grande. Su fama entre las chicas más bien rayaba en la infamia. No era tan descarado como sus amigos, quienes vociferaban a todas voces que eran unos pervertidos, pero si les había acompañado en varias ocasiones a espiar. Por ello el que una chica le propusiera una cita era algo que, para su desgracia y pena, era realmente improbable.

En otro momento el Hyoudou hubiera aceptado sin rechistar. Sin embargo, aquella oportunidad había llegado en un mal momento. Además de que era extraña, no el día adecuado para aceptarla. Aun cuando a sus padres le hubiera gustado que consiguiera una novia.

-Lo siento. Tengo que rechazar tu invitación. Hasta luego-dijo el castaño para entonces seguir su camino como si nada.

-¿Disculpa?-dijo la chica, quien había quedado en una pieza por el rechazo sufrido.

-No estoy de humor para una cita.

-No tiene que ser hoy. Podemos dejarla para mañana-dijo la chica nerviosamente.

-De todas formas, no gracias-dijo Issei, para entonces retirarse de forma definitiva. Dejando a la chica estática.

No fue hasta que su "flechazo" salió de su rango de visión que la joven reacciono. Más que decepción, la chica puso una expresión de absoluta rabia. Una que le llevo a seguir a quien era su objetivo.

Issei en principio no se dio cuenta de ello. Su nuevo hogar estaba algo distante de la academia y era mucha la gente con la que topaba en el camino. Sin embargo, todas esas personas no tenían la misma intención asesina que dejaba a relucir aquella chica.

Si bien las chicas del club de kendo ya le habían dado una probada de aquella sensación, esta no tenía un punto de comparación frente a las malas intenciones que ejercía esa chica.

Dudaba que solo fuera una acosadora, por lo que no podía simplemente ignorarle y ya. Debía de ocuparse de ella inmediatamente. Por esa razón cuando logro ubicar un callejón retirado, Issei no dudo en ingresar en el. Técnicamente era el peor lugar a que podía ir, pero eso evitaba la presencia de testigos innecesarios.

El mal presentimiento de Issei se hizo realidad cuando al avanzar por el callejón la atmosfera se torno pesada. El atardecer que estaba presente se hizo raro, pues el cielo adquirió un inusual aspecto abstracto.

-Fuiste un tonto, Hyoudou Issei-dijo la perseguidora, quien aprovecho el momento para acortar su distancia con el chico. –Te di la oportunidad de darle algo de sentido a tu miserable vida, pero decidiste desperdiciarla-dijo ella para entonces sufrir una especie de transformación.

La modesta imagen de una estudiante de secundaria fue sustituida por la sensual Ángel oscura, cuya atrevida vestimenta dejaba poco a la imaginación. A la vez que desplegaba un par de alas de plumas negras, ella materializo una lanza luminiscente, cuya punta inmediatamente se posición hacia el castaño.

En un abrir y cerrar de ojos el arma se vio incrustada en el estomago de Issei, en una herida que a todas luces era letal.

-Tu muerte era inevitable, Hyoudou Issei. No solo eres una amenaza para nosotros, si no que tuviste el descaro de rechazarme-dijo la mujer de negro cabello, con un dejo de burla. –Pero no me malinterpretes. Si deseas guardarle rencor a alguien por tu desdicha, entonces odia a Dios que puso el Sacred Gear dentro de ti.

-Son muchos los rencores que guardo en mi interior, pero ser poseedor de un Sacred Gear no es uno de ellos-escucho la pelinegra a sus espaldas.

La portadora de la alas negras entonces se dio la vuelta y encontró al chico castaño sano y salvo, sin ninguna señal de estar herido. Perpleja por tal cosa, ella de nuevo volvió su mirada sobre el "chico" al que había empalado.

El "Issei" que tenía una lanza en su estomago estaba frio. Literalmente. De alguna forma se había transformado en una estatua de hielo purpura, la cual se deshizo en pedazos momentos después.

-Debo decir que me sorprende el que los Ángeles Caídos fueran los primeros en descubrirme. Pensé que serian los Demonios los que tendrían ese honor-dijo Issei con pesadumbres, a la vez que en sus manos se materializaba una capa de escarcha purpura. –Pero bueno. Eso no significa que no tenga un mensaje para ustedes, los Ángeles Caidos-dijo el chico formando una guadaña.

-¿Mensaje?-dijo la caída, tratando de entender el porqué toda la inteligencia que tenia sobre el Hyoudou estaba equivocada. Se suponía que era un estudiante normal de secundaria, no debía tener ninguna habilidad mágica como la que mostraba en esos momentos.

-Ustedes mostraron que tienen la clara intención de asesinarme, aun cuando no les he hecho nada. Es justo que muestre que el sentimiento es mutuo-dijo el chico blandiendo su arma.

La caída intento ponerse en guardia, pero antes de que pudiera percatarse o hacer algo al respecto, la filosa cuchilla de medialuna del arma del hizo paso a través de ella. De una forma precisa y mortal.

-Si quieres maldecir alguien por tu desdicha, cúlpate a ti por aceptar atentar contra mí-dijo Issei, a la vez que el cadáver de la Ángel Caído se derrumbaba en el suelo y se disolvía en la nada.

-[Bien hecho, compañero. Hubiera sido un riesgo dejarla con vida y como dijiste, era necesario dejar un mensaje]-escucho Issei en su mente.

-Eso no cambia el hecho de que fuera algo desagradable, Ddraig- respondió el chico con una mano en la cabeza, por una aflicción que entonces experimento. –Es un hecho que no fue una víctima inocente, pero el coronel se molestara porque use esta magia tan a la ligera.

-[Bien pudiste usarme.]

-Si lo hubiera hecho, todos en el pueblo se hubieran dado cuenta que soy tu portador.

-[Te doy la razón. Sin embargo, me parece que pronto alguien se dará cuenta de tu identidad.]

-¿Por qué lo dices?

-[Es solo una corazonada que tengo.]

-Pues podrás compartirla en otro momento. Ahora mismo no tengo ganas de hablar-dijo Issei para emprender entonces el regreso a su hogar, esta de forma definitiva.

-[Como gustes.]


Ya había comentado con anterioridad que tenía intenciones de hacer un fic de HS DxD y es precisamente este. A diferencia de los anteriores, Issei esta vez tiene el completo protagonismo. Con algunos cambios en su personalidad que espero estén bien justificados y estructurados.

Advertencia: De una digo que Issei tiene dos poderes/habilidades (uno de los cuales ya fue mostrado) que como tal no tienen ni pies ni cabeza en HS DxD o Negima (aunque considero que se les pueden dar cabida, pues esas son dos series que presentan un gran abanico de "poderes" en sus propios universos). A simple vista parecerá que se los di solo porque si, pero están allí porque siguen una cierta regla y persiguen un plan mayor.

El desarrollo de los romances no es mi fuerte, pero tampoco crean incluiré un harem masivo. No diré mucho de ese aspecto, mas allá de hacerle una consulta. ¿De casualidad saben si hay algún vampiro femenino que en su abanico de habilidades controle la tierra o el fuego? No es algo estrictamente necesario, pero me gustaría saber si las hay.

Sin más que decir por el momento, me despido. Espero que el primer capítulo de esta historia hay sido de su agrado.