Bien, aquí traigo otra cosa que tenía que subir desde hacía mucho xD, pero nunca me acordaba xD
Así que.. Aquí esta:
Chocolate, nata y un ruso aburrido.
Iván se aburría. Se aburría mucho.
Por eso Toris no quería ir a verle, quería ser egoísta por una vez y enviar a Eduard a llevarle el chocolate que había pedido. Un chocolate bien calentito, con nata encima y galletas de canela.
A veces eso le hacía pensar que estaba al servicio de un país amable y cálido, como el País del sol, o uno con un gran sentido de la justicia, como Alfred.
Esos pequeños detalles caprichosos propios de un niño pequeño en invierno, no parecían propios de la Gran Región de Hielo.
Tocó la puerta intentando no temblar.
Había calentado el chocolate, fundiendo una tableta de chocolate puro con leche a fuego lento, había preparado unas galletas danesas echándoles pequeños toques de canela y las acababa de sacar del horno, y la nata la había preparado con el suave toque de aroma de vainilla que a él le gustaba. A parte también había llevado una botella de Vodka por si a su señor le apetecía juntarla con el chocolate.
Tocó la puerta con los nudillos dos veces, para anunciarle que era él. Sus golpes eran los únicos serenos y tranquilos.
—Pasa~ —Sonó la voz ligeramente aniñada y dulce de Rusia al otro lado de la gruesa puerta de oscuro roble. La calma antes de la tormenta, pensó el castaño al ver el manillar dorado y girarlo para empujar levemente la puerta y entrar.
La cerró y depositó la bandeja en el escritorio.
Al mirar alrededor que no eran los únicos en la sala.
Al parecer el pequeño Eduard andaba temblando en un rincón, con los ojos llenos de lágrimas, y Raivis andaba cerca del ruso para mostrarle unos documentos.
Vaya, así que no habría podido mandar al estoniano ni aunque hubiera decidido ser egoísta.
— Iros. —Ordenó a los dos países bálticos de cabello rubio, que huyeron deprisa ante el sádico rostro del ruso. Toris se dio la vuelta con intención de irse a cerrar la puerta, pero oyó la emoción del rubio y sonrió para sí un poquito. Cerró la puerta y se acercó a él, para preparar el chocolate. Pero unos brazos le sujetaron por la cintura.
—¿Señor?
—Hm… —El ruso tomó el tazón y tomó un poco de un contenido, luego se relamió. —¿Toris, sabes como está mejor el chocolate?
—¿Con Vodka? —susurró lentamente. No le gustaba nada el roce de esas manos por su cadera, debajo de la cintura del pantalón.
El ruso negó con la cabeza, y mientras se deshacía de la ropa del lituano susurró:
—No, con Toris.
Cerró la puerta del despacho con un sentimiento parecido a la felicidad y se dispuso a ir a ducharse.
Al final parecía que el que Iván se aburriera no era tan malo.
Al menos… no cuando se entretenía de aquella forma.
Y... xD Eso es todo xD
Al menos de aquí.
Me encanta Iván, y se que he echo mucho OoC xD
