Este es el primer fic que intento escribir de SPN, y la verdad es que seguramente sea una mierda :). Pero me da igual, me apetece escribir sobre los chicos, les echo de menos T_T . Aviso, el fic puede contener (y contendrá) algo de wincest, así que si la idea te incomoda, es mejor que busques otro fic.
Disclaimer: Ni los Winchester ni ningún otro personaje me pertenecen, son cosa de Kripke. Si fueran míos... =D
Te echo de menos.
Es difícil saber cuánto. Han pasado dos meses desde que saltaste a aquel agujero, de cabeza al infierno. Dos meses, cuatro días y siete horas. Y yo no consigo conciliar el sueño.
Te echo de menos tanto que cuando me despierto por las mañanas, aún giro la cabeza para buscarte, en la cama gemela de al lado, en alguna habitación de algún motel perdido. Pero no estás, desde luego, está Lisa sonriendo como si no pasara nada. Como si no te hubiera perdido. Eso, cuando consigo dormir.
Y si consigo dormir… están las pesadillas. Constantemente, desde que cierro los ojos hasta que los abro, te veo encadenado, con el hierro atravesándote la carne, gritando, llorando, suplicándome que te ayude, y yo nunca consigo llegar hasta ti. Lo peor es eso, que ni siquiera te veo morir, solo puedo ver cómo te consumes. Poco a poco. Noche a noche.
Todos los días estoy a punto de romper mi promesa. Todos. No quiero quedarme aquí, no quiero fingir que no pasa nada y desde luego no quiero intentar ser feliz, no así. No voy a conseguirlo, ¿lo entiendes? No me puedo creer que te lo prometiera. Que te prometiera que no intentaría buscarte. Es lo peor que podrías haberme pedido, y aquí estoy yo, viendo como los días pasan, como Lisa sigue sonriendo y Ben se va a jugar al parque y yo solo quiero morirme.
No es por su culpa. Intenté explicárselo, en la medida de lo posible. Intenté que entendiera como me siento, pero no sirvió de nada. Vi en su cara una mueca de falsa comprensión, vi que intentaba consolarme de algún modo, como si hubiera consuelo posible, y supe que no lo entendía ni lo podría entender nunca.
Te echo de menos, Sam, como nadie puede echar de menos a otra persona. Como nadie puede comprender siquiera.
Bobby sigue llamándome de vez en cuando, pero tampoco sirve de mucho. Él ha vuelto a cazar y, a pesar de todo, se siente casi rejuvenecido. Piernas nuevas, Lucifer fuera de combate, solo tiene que hacer un poco de limpieza y asegurarse de que los pocos demonios que quedan por ahí vuelven pronto al infierno. A veces me insiste en que vaya a cazar con él. Piensa que me sentaría bien. Pero yo siempre le digo lo mismo, por supuesto, que no. ¿Cómo iba a ir a cazar con él? Con él y sin ti. Cazar sin ti. No quiero ni pensarlo.
Además, te hice una promesa. Que intentaría vivir mi vida de tarta de manzana. Y lo intento, Sammy, joder, te juro que lo intento.
Pero no puedo.
Simplemente, no puedo.
Voy a romper mi promesa.
Voy a buscarte, estés donde estés.
Lo seguiré pronto =)
Gracias por leer.
