Titulo: Pieces of a heartbreak.
Autor: UshieVictoria
Raiting: +18
Resumen: Sophie Valentine es una joven que conoció al amor de su vida, un joven vampiro original que le cambio la vida. Tras unos días de separación ella siente que algo no esta bien y decide ir a Mystic Falls a buscarlo. Kol ha muerto, asesinado por quien jamas lo creería, Jeremy Gilbert su mejor amigo.¿Que harías si tu razón de ser, el amor de tu vida muriese a manos de tu mejor amigo?¿Que harías si tu corazón se partiese en dos?, amistad o amor, ¿a quien elegir?. A partir del capitulo 11 de la cuarta temporada de la serie.
Pairings: Kol y Sophie, Jeremy y Sophie, Delena, Klaroline, etc.
Advertencias: Universo alterno, todos vampiros pero con algunos cambios en los tiempos, la estadía de Jeremy en Phoenix dura mas tiempo, casi un año. El mapa hacia la cura no apareció y dejaron de buscarla.
Disclaimer: Los personajes aquí narrados no me pertenecen, excepto por Sophie y Annaliesse, todos los demás son propiedad de la CW y de Lisa Jane Smith.
Chapter 1: Bad news
Mi meta era sencilla, tenia que encontrarlo… solo hacia dos días esa horrible sensación había inundado mi pecho, ese vacío y el sentimiento de muerte me habían embriagado. Mystic Falls era un pueblucho en el centro de Virginia, un lugar al que en ninguna otra situación habría visitado… pero por el seria capaz de ir hasta el infierno y de vuelta. Las horas pasaban deprisa y las imágenes en los vidrios en ese ridículamente caro auto se volvían un poco mas urbanas. Un Porsche 911 turbo negro había sido un obsequio de el y una pequeña broma personal de ambos, ante su ridícula comparación entre la chica de Twillight, cuyo nombre siempre olvidaba y yo. No me había dignado a ver la película, vampiros que se enamoran de jóvenes adolecentes me parecía una ridiculez, pero acaso lo nuestro no lo seria también había sido su respuesta con ese atractivo acento ingles que siempre lograba derretirme, y era cierto, lo nuestro era parecido.
Hacia menos de un año que lo conocía. Lo conocí cuando mi vida era un desastre y el apareció para ponerla en orden, para darme un sentido en la vida, irónicamente un vampiro me había dado paz, vida y felicidad. Nuestra relación comenzó con desprecio, después odio, tengo que admitir que miedo y finalmente pudimos tener algo mas, una amistad que evoluciono hasta convertirse en amor, Kol Mikaelson era el amor de mi vida, mi amor épico y fantástico, todo lo que siempre quise y lo que ahora era mío para siempre.
Conocí a Kol en el peor momento de mi vida, mis padres habían muerto solo un mes antes de conocerlo por un accidente aéreo, mi vida había dado un giro por completo, había dejado a mi vida, a mis amigos, mi escuela, mi todo. Mi vida en Chicago había terminado y había tenido que marcharme a Phoenix con mi hermana. La muerte de mis padres había terminado con todo atisbo que tenia de esforzarme y triunfar, la muerte te derrota no importa cuanto tiempo inviertas o cuanto dinero tengas, la muerte derrota a todos sin excepción, aunque solo un mes después descubrí lo equivocada que estaba.
Al llegar a Phoenix hice todo lo que se consideraba malo o incorrecto, todos los vicios que pude probar los intente y aunque ninguno me gustaba los hacia, esperando tal vez que la muerte llegara también por mi. En una de esas fiestas, en las que ese día a diferencia de otros no tome, inhale o fume nada, lo conocí. Al principio solo era el típico chulo, que se creía demasiado, guapo y rico y que conquistaba a toda chica que pasara por delante de el. Mi primera impresión de el, era que era un idiota sin salvación. Pero el destino, la vida o el, como me había confesado, habían intervenido para que esa noche nuestra historia comenzara.
Kol trato de seducirme, pero la pulsera que un chico nuevo en el instituto, igual que yo, me había dado esa mañana, diciendo que era algo simbólico y especial, me había protegido, al ser la pulsera de fibras de verbena. Gracias a la pulsera era libre de su compulsión y a causa de eso Kol no se aprovecho de mi esa noche, al tratar de besarme se había ganado una bofetada y una patada en la pantorrilla. Tal vez la razón para que se acercara a mi fue el reto de seducirme, pero tenia que admitir que en Kol la seducción era algo natural, y caer rendida ante el lo era también.
En el instituto coincidimos varias veces y compartíamos todas las clases, el chico nuevo Jeremy Gilbert era un gran amigo de Kol y gracias a eso al principio lo evitaba, aunque poco después descubrí que era agradable y finalmente Jer y yo nos hicimos amigos. El era dulce y amable, su compañía la agradecía cada día, Jer era sencillamente un sol que iluminaba mi vida, aunque hacia unos meses que no lo veía y que todo contacto con el había terminado. Lo extrañaba estaba segura que Jer me ayudaría respecto a Kol.
Gracias a un proyecto de Historia medieval mi fase de evitar a Kol termino, teníamos que hacer un trabajo juntos y aunque me valiese poco la calificación, historia era una materia de mi agrado así que accedí a hacer el trabajo con el. En contra de todo pronostico que tenia, trabajar con Kol fue agradable, Kol sabia muchísimo acerca de esa época, después note que la razón era que el había estado ahí. Era un trabajo grande por lo que por dos semanas iba cada tarde a su casa, un departamento increíble y costoso. Fueron tardes agradables y con bromas de por medio, a su lado me divertía y toda idea autodestructiva desaparecía de mi cabeza. Después de un par de tardes note que Kol no era un capullo, que esa era solo una mascara en el.
Kol jamás trato de ocultar su naturaleza, y al darme explicaciones tan exactas acerca de situaciones históricas que ni siquiera un experto podría darme, sospeche de el, jamás imagine que seria un vampiro. Una noche cuando el proyecto ya estaba casi acabado, terminamos muy tarde y yo vivía un poco lejos de ahí, así que accedí a que me llevara a casa. En el trayecto a casa, un auto nos choco y Kol no tuvo ni un solo rasguño, en un ataque de ira por haberme hecho daño (solo unos cortes) ataco al conductor y me mostró su naturaleza.
Descubrir que tu compañero de clase es un vampiro y específicamente un vampiro original con mas de 1000 años de edad, fue lo suficientemente traumático como para huir de ahí, evitarlo un par de días y no salir de casa. Solo mi mórbida curiosidad flanqueo a mi miedo y lo enfrente. Kol me platico toda su vida, me hablo sobre su familia y me mostro una faceta suya que nunca le conto a nadie mas, me mostro a su verdadero ser.
Kol en unas semanas me había enamorado, el sacaba todos mis instintos protectores, tenia la necesidad de protegerlo y la seguridad que necesitaba entre sus brazos. La idea de que jamás lo perdería hizo que mi amor por el se incrementara. Kol me protegía, me hacia sentir segura y hermosa, la idea de que un ser tan perfecto como el se interesara por mi, una chica común y ordinaria, me hacia sentir especial, ademas de que la química que compartíamos era inigualable.
Yo lo quería con toda mi alma, mas de una vez pensaba si lo que hacíamos no era apresurado o incorrecto, pero estar a su lado me hacia sentir completa, como si toda mi vida un pedazo de mi me hiciera falta y solo con el ese pedazo regresaba a mi, era mi destino, encontrarlo, enamorarnos y estar juntos por siempre. Pero ahora ese pedazo que siempre había estado ahí, esa sensación de saber que Kol estaba cerca, que estaba seguro y conmigo, había desaparecido y ese vacío me aterrorizaba.
Kol había regresado a ese pueblucho para estar asegurar nuestra eternidad juntos, para que nada ni nadie se interpusiera entre nosotros. En un principio había ido para ayudar a Rebeckah su hermana, para pequeñas venganzas y ajustes de cuentas, había prometido regresar en un par de días pero no regreso. Hace una semana exactamente, había recibido una llamada de el, diciéndome que los idiotas de sus hermanos (Niklaus y Rebeckah) trataban de conseguir la cura para el vampirismo y que para conseguirla tenían que despertar a Silas el brujo y vampiro original, las leyendas que le habían contado a el y que el posteriormente me había contado a mi, decían que Silas seria la destrucción de la tierra y su explicación al porque el no quería el fin, era que al ser un ser inmortal quería vivir en la mejor tierra posible y mejor si era conmigo.
Mi mortalidad era un tema que seguíamos discutiendo, había prometido convertirme en cuanto regresara, yo tenia 16 años y Kol 17, yo insistía en que no seria joven para siempre y que quería pasar la eternidad joven y hermosa a su lado, sin ninguna cana o arruga y sin ser mayor que el, a lo que el se burlaba diciendo que me había atrasado por casi un milenio.
La ciudad por fin apareció ante mis ojos, era un pueblo bonito, pero sabia que en el la población era en su mayoría seres sobrenaturales, vampiros originales y corrientes (como el los llamaba), Dopplergangers, brujas, híbridos, hombres lobo y caza vampiros, fantasmas y médiums. Sabia que Kol se enfadaría cuando me viera ahí, sus hermanos no sabían de mi existencia y enfrentarme a la familia original no era algo de lo que disfrutaría.
Gracias a Analiesse una bruja que era amiga nuestra en Atlanta, tenia inmunidad ante algunas de estas criaturas y podría inmovilizarlas un poco, Kol me había entrenado por lo que fácilmente podría estacar a algún vampiro joven, con un original no tendría ninguna oportunidad, esperaba que alguna bruja podría ayudarme. Llegue al centro de la ciudad y le mande un SMS a Kol esperando alguna novedad, pero no obtuve respuesta.
Sin ánimos estacione en el centro, enfrente del único bar de Mystic Falls, el Mystic Grill. Que Kol no respondiera solo significaba que algo le había sucedido, además de la sensación molesta que tenia desde hacia poco mas de 24 horas.
Baje del auto y entre al local, espere cualquier cosa excepto esa normal escena de un bar común y cualquiera, mesas de pool y una barra, me acerque ahí, esperando a que el par de guardaespaldas que Kol me había implantado hicieran su entrada, solo un par de minutos después entraron y se sentaron en una esquina del bar. Un chico rubio y de ojos azules se acerco a mi.
-Que vas a ordenar- me dijo con una sonrisa, era lindo y su sonrisa era agradable, cálida y me hacia sentir mas tranquila con solo observarlo.
-Bourbon seco- le dije con una sonrisa. El chico me miro extrañado.
-Son las 11 de la mañana y vas a dañar a tu estomago con esa cosa- me dijo extrañado, yo solo sonreí.
-Estoy un poco preocupada, pero si me ofreces algo mejor, podría cambiar de opinión- le dije con una sonrisa y un guiño.
-¿Qué te parece una hamburguesa y una gaseosa?- me pregunto curioso y sonriendo –mucho mas sano que el Bourbon, además de que sabe mucho mejor- me dijo haciendo una mueca al referirse al Bourbon y era cierto, el sabor siempre me había desagradado, pero los nervios por Kol estaban dañando mi estabilidad y solo el alcohol podía calmarme en ese momento, pero algo me hizo ceder, una hamburguesa sonaba bien, desde hacia días que no comía bien, mas bien desde que Kol se había marchado, siempre olvidaba comer y el siempre me lo había recordado, además de que la soledad no ayudaba mucho con eso.
-Acepto- le dije con una sonrisa picara –pero solo si me das helado con eso- le dije en un susurro, el rio y asintió –de vainilla- le dije adelantándome, el sonrió.
-En seguida- me dijo con otra sonrisa y un guiño, dándose la vuelta.
Mire a mi alrededor, y antes de encontrarlos sentí mas de un par de ojos sobre mi, provenían de una mesa que estaba justo detrás de mi, voltee completamente para encontrar a los dueños de esas miradas, cuando lo vi.
-¿Jeremy?- pregunte extrañada y era cierto, ahí en medio de un grupo de chicas una rubia y dos morenas, junto con un chico de ojos azules y cabellos negros, estaba Jeremy. Hacia un par de meses que no lo veía y ahora se veía por completo diferente, algo en el había cambiado, su mirada era fría y sus rasgos se veían mas rudos que antaño, aun así todo su rostro cambio al verme y una sonrisa se apareció en su rostro hasta llegar a sus ojos, seguido por sorpresa.
-¿Sophie?- pregunto sorprendido mientras se paraba, yo me levante del asiento y corrí a abrazarlo –te extrañe- me dijo en un susurro contra mi oído.
-¿Sabes donde esta Kol?- le dije en un susurro entre sus brazos, su agarre aumento por un par de segundos, casi rayando la idea de herirme y después me soltó y se alejo, su mirada había cambiado, ahora la sonrisa se había desvanecido y la preocupación en su rostro era visible -¿Jeremy? –le pregunte asustada.
-Esta muerto- dijo el chico que estaba junto con las otras chicas, el de ojos azules y cabello negro, yo voltee a verlo y el me sonrió cínicamente, haciendo una mueca y un gesto aburrido, indicando hacia abajo, yo negué con la cabeza y susurre un par de incoherencias no puede ser, el volvió a sonreír acompañado su sonrisa con una risa cínica –ya sabes una estaca de roble blanco, justo en su corazón y unas llamas para adornar como se calcina hasta la muerte –dijo despreocupado y tomando un trago de Bourbon –una lastima que no haya podido verlo- dijo con una mueca –hubiera sido agradable ver como se deshacían de ese capullo- dijo con una sonrisa y un suspiro.
Esas palabras me atravesaron, no podían ser ciertas. Ese idiota vampiro, si olía a vampiro, tenia que estar mintiendo Kol no podía morir. Mi corazón se rompió, casi podía oír como cada uno de los pedazos caían, las lagrimas corrían libremente por mi rostro y mis rodillas cedieron y caí al suelo, no me importaba nada en ese momento, Kol no podía haber muerto, era una mentira, nada mas que una maldita mentira. Pero desde hacia casi un día esa sensación de vacío llenaba mi pecho, creí que tal vez Kol había sido herido o tal vez Klaus le hubiese enterrado esa daga, pero la muerte no era una opción. Cuando oí el resoplido del vampiro, una nueva idea apareció en mi cabeza tenia que vengarme, sea quien sea que lo hubiese hecho iba a pagar por haberlo hecho, y no solo con su muerte si no con su sufrimiento por las próximas décadas, empezando con ese capullo de ojos claros, no había notado que la atención de todo el local se había posado en mi, que Ross y Adam (mis guardaespaldas) estaban mas cerca de mi y me miraban preocupados, con la furia presente en sus rostros y esperando indicaciones para atacar, las chicas que estaban anteriormente sentadas, estaban a mi alrededor mirándome preocupadas y Jeremy me sostenía en sus brazos. En un movimiento veloz, casi inhumano, me solté de su agarre y corrí a encontrarme con el capullo, que no me veía venir y le enterré una estaca que siempre traía en el abrigo o en el bolso, en el pulmón derecho, tirándolo al suelo.
Al instante, y de un solo movimiento la chica de cabello castaño y ojos chocolates, que había ubicado como Elena la hermana de Jeremy, me derribo y se abalanzo por el capullo, para quitarle la estaca.
Las lagrimas seguían cayendo por mis ojos y los miraba alterada, Ross y Adam estaban a mi lado y la idea de un siguiente ataque llenaba mi cabeza.
-Sophie, detente no ha sido Damon- me dijo Jeremy alterado, yo voltee a verlo y vi preocupación en su rostro, tristeza y culpabilidad.
-¿Quien?- le pregunte con un gruñido.
-Yo- dijo derrotado y bajando la mirada. Esa simple palabra rompió los trozos de mi ya roto corazón y sentí en ese instante que moriría, ya que mi mejor amigo había matado al amor de mi vida. La inconciencia acudo en mi ayuda y caí en ella, en ese instante, deseando no volver a despertar jamas.
