Disclaimer: Esto no tiene nada que ver pero igual, Los Juegos del Hambre y todos sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Suzanne Collins.
Este fic participa en el juego semanal del Torneo entre Distritos en la Arena, del foro "Hasta el final de la Pradera".
Romi
—¿Quieres tranquilizarte un poco Romi? Estoy trabajando.
—¿Podrías darte prisa? Sabes cuánto me fastidia estar así. Me siento incompleta.
—Lo sé, lo sé. Solo espera un poco —le digo mientras rebusco entre las piezas.
—¡Deja de tararear! Me pone de los nervios, Clarisse.
—¡Está bien! No me gusta que me hables así. Mas te vale tranquilizarte de lo contrario voy a dejarte tal y como estás —menciono y entonces ella se queda en silencio.
—¿Con quién estás hablando? —pregunta Talís abriendo de golpe la puerta del taller.
—Con nadie —respondo automáticamente. A Romi no le gusta que diga que somos amigas.
—Me pareció escucharte... ¿Estás hablando sola otra vez, Clarisse? —cuestiona Talís mirándome con sospecha.
—No, claro que no.
—Mmm —murmura con duda. —Date prisa con ese maniquí lo necesitamos en el taller de costura —espeta y sale tan rápido como vino.
—No le hagas caso, solo dice lo de maniquí porque no te conoce como yo. Deberías hablarle también.
Romi, no dice nada, se ha puesto triste.
—Veamos… ¿Qué sigue?... ¿un brazo o una pierna?... ¡Elige! —exclamo levantando las extremidades mejor conservadas que he encontrado para cambiarlas por las viejas que tiene Romi.
—La pierna —contesta por fin.
Aquí tienen a Clarisse, otra loca que salió de mi cabeza y que habla con un maniquí xD. En la cajita de abajo me dicen que piensan de ella.
