holam que tal, la historia que leeran a continuacion no es de mi autoria, es de mi prima que la escribiohace unos meses, me la cedio, antes de viajar. aclarado esto indicare que la historia tendra muchos cambio. por otro lado lei que la han subido completa al wattap, cosa extraña, porque solamente he subido un cap en esa pagina. a ver si alguien me pasa el link para ver quien fue el "secuestrador" por que mi prima no lo subio mas que aqui.
sin mas que aclarar, disfruten...
Cambiando el tiempo por un deseo
pensamientos
narracion
-dialogos-
Pov de Kagome:
Otra discusión más, y siempre era por el mismo asunto o debo decir por la misma persona, si era ella, mi encarnación... kikyo- bufo fastidiada- nunca la podre odiar, pero si me fastidia la poca seriedad de inuyasha y su falta de madures. Es ella o soy yo, aunque no tengo el valor de decirlo abiertamente que le amo, tampoco me rebajare a que pisoteen mis sentimientos, por eso hoy me largo, al fin de cuentas la tiene a ella.
Fin Pov Kagome.
Luego de alistar sus últimas cosas y de dar instrucciones a Sango de las medicinas y las respectivas despedidas dirigió su camino hacia el pozo, ella no sabía cuándo vendría, esperaba que al menos aquel hanyou eligiera en su ausencia, y que fuera ella la que ganara definitivamente su corazón e ingenuamente lo esperaría en su tiempo.
-¿Dónde está Kagome?- pregunto al houshi, mientras que la buscaba con la mirada.
-la señorita Kagome se fue…
-viste lo que provocaste –interrumpió la taijiya muy molesta- todo por ese cadáver…
-no le digas así a kikyo –defendió con una mirada molesta.
-¡ay inuyasha hasta cuando serás ciego!, ¿acaso no vez lo que tienes a tu alrededor?, y la vas a perder –le grito el kitsune- ve tras ella.
-¡ya cállate enano!-dándole un golpe en la cabeza- si ella se quiso ir no es culpa mía –luego se retiró con rumbo contrario.
-no ella no debe irse, las amo a las dos, ¿Por qué no las puedo tener a ambas?- pensaba todo egoísta mientras la alcanzaba.
-Ahí está, ella es mía y de nadie más, y tendrá que aceptar mi decisión –dijo esto último tomándola por el brazo.
-¡¿a dónde crees que vas?! –obteniendo una mirada de susto, el cual cambio a uno de molestia en pocos segundo.
-¿a donde más, no es obvio? –Señalando el pozo a pocos metros con tono molesto- tú tienes a kikyo y ya no soy necesaria, si bien recuerdas me quede por que tenía el deber de ayudarte con la recolección de fragmentos y ahora eso ha cambiado…
-Kagome –tomándola por la cintura- no quiero que te vayas, quiero que te quedes conmigo, quiero que seas mi hembra, la madre de mis cachorros –clavando sus pupilas doradas ante aquel chocolate que lo miraba toda sorprendida.
-Inu… -su corazón iba a mil por hora, no creía nada- inuyasha no bromees por favor…
-nunca lo haría –acercándose lentamente a sus labios.
-Me eligió a mí y no a ella –grita de alegría- el me ama, el vino por mí...
-Inu... inuyasha –balbuceaba y sintió el roce de sus labios.
En ese momento ambos se fundieron en un beso, tímido, tierno, el mundo dejo de girar, eran solo ellos dos, su gran amor la había elegido, sentía que no podía ser más feliz…
-Kagome, hay algo que deseo que aceptes – dándole un abrazo, sintiendo como el corazón de aquella muchacha latía desesperadamente.
-lo que tú quieras, aceptare cualquier cosa –me pedirá que vivamos juntos, aunque es precipitado, estoy segura.
-me alegra saber que aceptaras lo que te pediré –dijo algo nervioso obteniendo su mirada- bueno tu sabes que a kikyo le hice una promesa y no puedo dejarle de cumplirla, además –viendo como Kagome, cambiaba su alegría por una lúgubre aura, sinónimo que estaba muy enojada- yo las amo a ambas, sé que es difícil de entender pero es así como lo siento.
-eres un egoísta, como pretendes que yo acepte eso – pero no gritaba hablaba toda decepcionada en tono bajo- ¿acaso piensas que soy del tipo de mujer que acepta compartir a la persona que ama con otra mujer? – meneo la cabeza y sentía ganas de desaparecer porque si no lo hacía seria el funeral de aquel pero este hanyou se había robado su primer beso algo muy importante para ella y ahora quería que formara un harem junto a kikyo.
-Estás loco… -grito en su interior para luego...
-¡tú eres la egoísta que no me puede compartir! Entiende que se lo debo, primero la ame a ella tu llegaste después –grito ya el hanyou, alejándose unos pasos dándole la espalda.
-¡pero que te has creído! –Grita muy colérica- ¡abajo! ¡Abajo! –palabra que grito si quiera unas 20 veces- nunca me vuelvas a buscar, eres un caso perdido como deseo que tu padre te hubiese educado y al menos quizás así, no serias un inmaduro y un indeciso, hasta nunca inuyasha.
Saltando así al pozo, dejando a un hanyou muy maltrecho e insatisfecho, debido a que ella jamás en su vida aceptaría su propuesta.
-destruiste mis esperanza –hablaba para ella misma- pensé que realmente me amabas y no, tenías que decir todas esas barbaridades, ojala y seas feliz, aunque no lo merezcas.
Solo que tal fue su asombro al salir del pozo…
-que sucedió, debería estar en el cobertizo de mi casa –escalando el pozo.
Un fuerte viento la azotó, haciendo que ella cayera al suelo.
-es el Sengoku, pero no debería a ver un hueco aquí –mirando el lugar donde hace pocos segundo había estampado al hanyou- creo que es otra época, debería volver –pero en eso sintió las ganas de adentrarse un poco en aquel tiempo algo la llamaba o eso sentía.
Pasado alguno minutos, ella sintió un presencia demoniaca débil, y otra que iba a su encuentro a toda velocidad.
-¡que rayos! –comenzó a correr- hay un cadáver, pero tienes flechas –así que las tomo rápidamente y justo en ese momento un gran ogro se le interpuso.
-adónde vas, hoy serás mi cena, mujer vulgar – relamiéndose los labios.
-te juro que no estoy de humor para esto, así que no me provoques –apuntándole.
-no me gusta jugar con la comida, será rápido te lo aseguro –lanzando un mazo.
Sin embargo antes que impactara aquel objeto, ella ya había lanzado su flecha purificadora, dándole en uno de sus ojos.
-te advertí que no tenías que provocarme – grito satisfecha ya que había acertado a la primera y viendo cómo se desintegraba.
-Al menos sobreviví, es mejor que me vaya, no estoy a salvo- dio unos cuantos pasos hacia atrás y choco con algo o mejor dicho sobre alguien.
Oyó un gruñido y en un parpadeo se puso de pie…
-¿Qué es eso? –se dijo nerviosa, girando el rostro lentamente al lugar de donde provino el gruñido.
-Es... es Inu no Taisho –se dijo alarmada al reconocer aquella armadura que había visto junto a inuyasha cuando iban por colmillo de acero y más que nada porque veía que aquel ser estaba a punto de morir.
-Señor Inu no Taisho- llamo a aquel ser que solo gruñía por autodefensa.
-no se alarme no le voy hacer daño – acercándose lentamente – confié en mi por favor.
Con algo de esfuerzo aquel ser que ya estaba a punto de morir le hablo…
-que quieres conmigo miko, quieres un trofeo del que alardear –lo dijo con dificultad.
-no señor, no tengo esas intenciones, yo solo deseo ayudarlo, usted no puede morir, tiene que seguir con vida por aquellas personas que lo esperan –trato de convencerlo es más hablo de manera calmada no deseaba alterarlo más- por favor déjeme ayudarlo –rogo de nuevo.
-Izayoi, espera por mí, mi pequeño hanyou, estará desamparado si no estoy, hasta Sesshomaru no lo puedo dejar en manos de su madre que solo le implantara odio, aquel odio que siempre he tratado de combatir, sino tengo más opción, dejare que esta desconocida me cure, ya le pagare debidamente después –pensó rápidamente.
Mientras él pensaba los ojos de Kagome recorrían la armadura toda destruida y la sangre que emanaba del Lord del Oeste y veía que una de sus piernas tenía un gran corte y también sangraba profusamente, pero aquel, la veía y estudio rápidamente que aquella jovencita era su única alternativa y no vio malas intenciones.
-estoy en tus manos miko, hazlo –tratando de recostarse para facilitar el trabajo.
-gracias por permitirme curarlo –palabras que sonaron extrañas, le pareció como si él le hiciera el favor y no al contrario.
-estas cosas, son de una aldea remota -señalando los ungüentos e inyecciones- no tema ayudara con el dolor y las posibles infecciones que estoy segura ya están presentes, por favor solo confié en mí.
El solo observo no se inmuto ante las aplicaciones de aquellas agujas, pero lo que realmente le hicieron arrancar algunos quejidos fueros los poderes curativos de la miko.
-lo lamento pero era necesario para acelerar su curación, como bien sabe este bosque no es seguro y debemos salir cuanto antes de él.
No recibió respuesta solo una mirada penetrante y a la cual ella rehuyó y se puso a acomodar sus cosas.
-vaya inuyasha quien diría que después de aquella discusión retrocedería en el tiempo para salvar a tu padre, solo que ahora no sabría que eventos he desencadenado, quizás el futuro que conozco ya no sea el mismo o quizás sí, debo ser cuidadosa de no revelar sucesos que podría poner el riesgo mi futuro –suspiro y se acomodó cerca de su paciente quien ya se había dormido- vio la estola de este que estaba cerca de ella.
-Tengo frio, no pensé que pasara esto y por eso le regale mi bolsa de dormir a Sango, en este momento debería estar en casa en mi cama –mirando el cielo que estaba oscuro- pero no puedo quejarme hoy he cambiado el destino del pequeño inuyasha y espero que con esto sea una mejor persona y abrazando la mullida estola se quedó dormida.
Pasaron las horas y el cansancio cobro factura provocando un sueño profundo en Kagome. Por su parte el gran Daiyoukai, había despertado hace algunas horas, y la veía dormir, quería reprocharle porque uso su estola como manta…
-no me vas a decir que no esta hermosa- hablo su bestia con tono seductor.
-ella me salvo, es por ella que estamos vivos, se merece una gran recompensa – viendo como la miko susurraba el nombre de inuyasha y dio un grito ¡abajo!
-parece que tiene compañero –se dijo toga.
-sabes bien que no es así, puedo oler su pureza, es más está en celo… -solo que en eso aquella bestia sintió deseos hacia ella.
-ni pensarlo, no puedes tratarla así, ya tenemos a Izayoi.
-no, ella solo es algo parecido a una amante especial, pero no es nuestra pareja destinada, en cambio ella, tiene algo que la hace distinta –mirándola con lujuria- probémosla y si no siento ese algo que no nos hace falta la dejamos.
-no, jamás, a ella debemos respetarla y a diferencia tuya-gruño toga- yo si amo a Izayoi y más que nunca por el hijo que me dio.
-¿hablas del apestoso hanyou por el cual pusiste en riesgo nuestra vida?, ¡ay toga! ni Izayoi y su hanyou merecen nuestro tiempo… -contraataco molesto.
-no hables así de mi hijo o de Izayoi, tu harás lo que te ordeno –tratando de controlar a su bestia.
-jamás me doblegaras –lucho la bestia y tomando el control- serás el más temido por todos pero nunca me subyugaras-¡miko! ¡Huye! –grito en su último momento.
Sin embargo la miko no lo pudo oír, solo vio como Inu No estaba sobre ella.
-¡que es lo que haces! –grito confundida.
-nada de lo que tú no desees, miko –hablo aquel ser con los ojos rojos.
-estás loco suélteme, señor Inu no Taisho déjeme –forcejeando, pero siendo inútil ya que el peso de este era demasiado para ella.
-ya que me has salvado he decidido recompensarte con algo que te durara por siempre miko –lamiendo la mejilla de esta.
-lo único que deseo es que me deje ir, no quiero nada, todo lo hice por… -no debo decir nada de inuyasha debo callar, pero él me quiere violar, mi reiki aún no lo recupero, no le hará ni cosquillas.
-lo sé miko lo hiciste porque quieres que el Gran toga te haga un lindo hijo, como todas aquellas youkais-arrancándole en un rasguño la falda, dejándola en trusa.
-¡No basta! ¡Suéltame! Déjame ir, no quiero ningún hijo, solo quiero irme –zafándose una de sus manos, dándole una cachetada.
-vaya con que te gusta lo rudo – tomando ambas manos con una sola, y arrancándole la trusa y pasando sus dedos por su intimidad.
-¡no lo hagas!, por favor, no, déjame, yo no quiero nada… ¡déjame! –grito con desesperación
Ante esto él se acomodó entre sus piernas, sacando su miembro y apoyándolo en aquella intimidad que hasta ese momento era virgen.
-tú decides es la última vez que te lo advierto, te dejas o sufrirás – rompiendo con sus garras la blusa.
-¡jamás, óyelo bien, jamás dejare que me poseas por las buenas! –moviéndose insistentemente.
-entonces sufrirás – clavándole una de sus garras en su abdomen, provocando que dejara de moverse y justo en ese momento, se introdujo en ella,
-Auh es doloroso, maldito, porque me está haciendo esto –lagrimas recorrían su rostro, no quería abrirlo, esperaba que pronto acabara y así poder escapar.
Sentía que Inu No Taisho, besa sus pechos como loco, mientras la embestía con bestialidad escuchaba sus gruñidos y sus frases…
-pero eres malditamente estrecha y veo que te gusta estas muy húmeda, deja de hacerte la tercia y admite que esto es lo que querías –le susurro en el oído mientras la besaba.
Ella no dijo nada se hallaba ida, pero se maldecía porque sentía sensaciones.
-desde hoy serás mi perra, y cuando te llame vendrás a mí y me atenderás y para asegurarme tendrás un hijo mío, no tienes escapatoria –todo lo decía mientras sentía que su semilla acudía a él.
Cuando sintió un gran rugido y algo caliente que le escurría por las piernas, pensó que todo había acabado pero no, Inu No le dio la vuelta para tomarla en otra posición.
-no creas que esto ha acabado miko –le lamio la espalda, el cuello, provocando que la miko se retorciera, por unos breves segundo.
-nunca olvidare esto, maldito youkai – hablo débilmente.
-dalo por echo y nunca volverás a dormir sin ser mía –volviendo a introducirse en ella.
Aquella situación se extendió hasta aproximados del medio día, la pobre Kagome, yacía en el suelo, tratando de entender…
-¿Por qué me sucedió esto a mí? –Volviendo a derramar lágrimas de cólera- ¿es que acaso debo ser mala o cruel para que nadie se atreva dañarme? –Tratando de levantarse ya que toga había desaparecido- debo juntar mis fuerzas y huir sino nuevamente el me tomara y no quiero, jamás que nadie se me acerque, jamás.
En medio del dolor tanto psicológico como físico, tomo su ropa que ya no la podía cubrir, olvido su mochila en medio de su apuro por largarse, tenía que irse estaba a punto de volverse loca, si por ella fuera se hubiera suicidado…
-no, esa no es la solución, no me quitare la vida, mi madre espera por mí –lanzando lejos una de sus flechas con la cual pretendía clavarse en el corazón- se que costara pero lo superare, renaceré de esto- solo que cada paso era un dolor, su intimidad había quedado herida luego de semejante ultraje, los paso parecían como si un cuchillo la traspasara…
-unos metros más y estaré de vuelta en mi tiempo, yo puedo – para esto ella gateaba, no había fuerzas, los rapones de su cuerpo y su falta de energía aumentando el dolor la había dejado así- 1 metro más y….
-¡mujer a donde crees que vas! –Grito el Inu, el cual después de percibir el olor de sangre la siguió- necesitamos hablar, te… -las palabras quedaron en el aire.
La miko saco fuerzas de donde no había y rápidamente se subió al pozo y en medio de las palabras de toga ella se lanzó.
-Nada de lo que digas, cambiara el daño, nada –dándole una mirada de rabia y sus ojos tenían el brillo de decepción, porque por un momento pensó que el gran toga, era un ser de respeto.
Cerro los ojos en medio de esa caída, solo deseaba llegar a casa y que el abrazo de su madre fuera un refugio.
-necesito de mi madre, ella me consolara, la necesito, por favor, fragmento de Shikon llévame –rogo a la vez que lo empuñaba.
Sintió que cayó en seco, quería abrir los ojos pero se le hacían pesados, sentía que su cuerpo era un peso muerto, y confiada que había llegado…
-¡ayúdenme!, ¡mamá, auxilio!, ¡por favor alguien, que me ayude! –gritaba con mucha desesperación.
Nadie respondía a su llamado, al parecer según creyó nadie estaba en casa y con esperanza, abrió lentamente los ojos, y su asombro fue tal que los cerro de golpe.
-No es verdad, no puede ser, es el Sengoku, porque me hacen esto oh kamis, ¡¿Por qué?!
La pobre ya no sabía que más hacer, solo las lágrimas, expresaban su gran confusión y desesperación. Por otro lado en el tiempo de toga.
-te quiero explicar…. –pero vio como ella se lanzaba en aquel antiguo pozo- ¡miko no!
Fue corriendo para rescatarla…
-¿Dónde está? Claramente la vi lanzarse –observando con sorpresa que ella ya no estaba- miko te quería pedir perdón y explicarte lo que sucedió, pero tuviste que desaparecer, ¿será que no era una miko realmente? –después de unas horas el decidió irse, no había rastro y asumió que nunca volvería a verla.
Regresando con nuestra querida azabache, ella en medio de sus lágrimas, se había quedado dormida, levantándose en la mañana con los rayos que pintaban su rostro.
Pov Kagome:
No ha sido un sueño, todo es real, por hacer un buen acto he terminado siendo ultrajada por el ser que hasta hace horas tenía mi más sincero respeto, no puedo pensar en lo que me tiene preparado este nuevo presente, pero algo es cierto no puedo volver a mi tiempo –soltó un suspiro- el dolor en mi cuerpo a penas me deja moverme, debo hacer un esfuerzo y salir, buscar algo de ropa –mirando como su actual vestuario estaba destrozado en su totalidad, pero algo en ella le hizo tener una sensación de valor y de coraje- esta fuerza en mi es…
Fin pov de kag.
-humana –llamo una voz muy familiar.
Alzo la vista se sintió aterrada, aquel frio ser estaba que la observaba.
-Sesshomaru – respondió, tapándose con las manos su cuerpo- ¡vete! no me mires.
Sus ojos ambarinos no la veían con deseo, sino con una gran interrogante…
-este Sesshomaru nunca te ha visto, ¿como sabes mi nombre? y veo que llevas el cachorro de mi padre
-¿cachorro? –Solo que en ese momento su cerebro empezó a funcionar a mil por hora- ¡aléjate de mí!, ¡eres un maldito Taisho!, son los youkais más despreciables que en la tierra hay, ¡vete! –gritaba con mucha rabia con ojos llenos de ira.
El asombro del príncipe de la casa del oeste era grande, no quería hacerle daño a la humana solo quería saber desde cuando su padre había echo actos humillantes, actos que eran condenables y que se le había enseñado a no hacer jamás.
-humana, no te hare daño –sacándose la parte superior de su prenda el haori- póntelo y permite que este "despreciable ser te ayude".
Al momento que cayó el haori en sus pies, ella no podía creer…
-¿Es el mismo Sesshomaru que conocí?- mirando con dudas la prenda- definitivamente no, el Sesshomaru que conocí me hubiese matado con aquellas palabras, algo ha cambiado –tomando rápidamente el haori.
-humana toma mi mano –viéndola con la misma expresión tranquila que hasta ese momento había mantenido.
-me llamo Kagome –susurro.
-bien Kagome, toma mi mano que te sacare de ahí –ella veía su mano, dudaba, era descendiente de toga y quizás también fuera como su padre, extendió su mano con dudas.
-Kagome –hablo, provocando que ella brincara del susto, retirando su mano- tengo el deber de ayudarte por que llevas un hermano mío y porque esto no debe quedar así y no soy como mi padre, tengo control sobre mis actos.
-¿ha podido leer mi mente? ¿Cómo sabia esa duda?- entiende que no es fácil para mi confiar en este momento.
-entiendo –dijo retirando su mano- pero ponte a pensar que pronto vendrá la noche y algún demonio te podrá atacar y no creo que seas de las que saben pelear, ¿que podrás hacer en ese caso?, ya no eres tu únicamente es el cachorro que llevas, tu nueva responsabilidad – extendiendo su mano nuevamente.
-Pues la verdad no tengo más opción, y podría morir hoy mismo –detuvo sus pensamientos ya que vio que Sesshomaru había ido por ella.
-es mejor irnos –cargándola sin siquiera pedir permiso.
-oye bájame, yo puedo sola –dándole un golpe en su brazo.
-hasta que decidas, vendrán muchos enemigos y no deseo embarrarme con su asquerosa sangre.
-pues ahí está el Sesshomaru que conozco –dijo sin medir su lengua.
Él puso su vista en ella, esperaría en llegar a un lugar seguro y después le pediría explicaciones de sus palabras.
El corría con su velocidad sobrenatural, llegando rápidamente delante de una cascada.
-te agradezco lo que haces por mí, pero eso no hace que piense diferente – tratando de bajarse de aquellos brazos.
Solo que la retuvo con más fuerza provocando que ella sintiera su bien formados pectorales, y pudo ver como dos lineas surcaban los costados de su abdomen.
-detrás está mi refugio –señalo con la mirada- te aseguro que nada malo te hare, quiero que te atiendan y luego de ello hablaremos.
-solo necesito algo de ropa, soy una miko y me puedo defender…
-Kagome, no iras a ningún lado – la miro con reproche- te vuelvo a repetir que es mi deber cuidar de los míos y desde que supe que tienes un hermano mío, ya lo he decidido, no cambiare de opinión y tendrás que entenderlo y que me hagas fácil esta situación y espero que me cuentes como te acaeció todo esto.
ante tales palabras, ella gurado silencio, queria replicar, pero notenia a donde ir, asu que solo giro el rostro ocultando su decepcion y su tristeza.
continua cargandola hasta entrar a su "hogar"...
-bienvenido amo -saludaron unas youkais de edad madura.
-llamen a Akane ya sango- dicho esto continuo sus paso hasta entrar a una habitacion, la coloco en la cama- pronto te atenderan y no temas no te haran daño.
los ojso de la miko lo siguieron no respondio nada, solo queria dormir, pero a los poco minutos entro un rostro conocido.
-señorita kagome, buenas tardes, me llamo Sango y sere su sirviente-haciendo una reverencia.
-no hagas eso -tratando de sentarse y a la vez algo perturbada.
-es sango ella no me reconocio, eso quiere decir que yo altere el tiempo -pensaba a la vez que la observaba.
-permitame ayudarla -tomo una de sus manos- debo asearl, para que pueda recibir tratamiento, el amo me conto que usted tuvo una serie de accidentes.
la miko se puso en pie y vio que de su intimidad la sangre salia y temblo de solo recordar.
-esta sangrando - dijo alarmada la taijiya- Señora akane venga rapido -grito.
de inmediato apareci la youkai akane y tras ella el principe del oeste.
-amo si me permite, atendere enseguida a la muchcha -cerrando tras de si la puerta.
- a ver muchacha dejame revisarte-indicandole que se recostara.
kagome se sintio abochornada en primer momento pero se dejo atender por la extraña youkai.
-lo que te hiceron ha sido grave, has sufrido de un gran desgarre, con algunos unguentos he logrado cerrar la herida, no debes mojarte ahi hasta mañana, solo lavate con sumo cuidado o sino no sanra debidamente -decia tranquilamente la youkai ante la aun muda azabache.
-preparale estas hierbas para que duerma, asi evitara tener pesadillas -mirando a sango- y no te preocupes -dirigiendose a kagome -estas hierbas nop le haran daño a tu chachorro.
-gracias- dijo apenas.
-alistare una cuenca para ayudarla a asear -toamndo las hierbas y dirigiendose a las cocinas.
-me siento sola y con miedo, le debo a sesshomaru el haberme salvado, si el no hubiera insitido yo ahora estaria desangrandome en busca de un lugar seguro -limpiandose los ojos- no lo quiero volver a ver, jamas maldito Inu No Taisho.
en el despacho del Lord:
-¿como esta? -preguntoa akane.
-se recuperara y el cachorro parece que no sufrio daños.
-¿fue ultrajda como ella dice?
-¿que le responde sus institinto? mi principe
-no puedo pensar que sea cierto -tomando algo de sake.
-usted sabe la verdad, pero aquella muchacha no es de nuestro tiempo -dijo pensativa, obteniendo la mirada inquisitiva.
-estoy segura que ella viene de otro tiempo -dandole la espalda para irse.
-espera, sabes que copnfio en tus poderes, ¿estas segura de lo que me dices?
-si principe, ella no es de nuestro tiempo.
dicho aquello termino por irse, dejando a un perplejo sesshomaru.
-el maldito de tu padre a dañado a una indefensa mujer, no te ensdeño que debiamos guardar nuestras distancias?
-tengo que encararlo, pero antes debo conversar con ella, esperare que este mas tranquila y asi podre saber su verdad.
transcurrieron un par de días desde la llegada de la miko, el príncipe pudo escuchar aquel relato que le puso a hervir la sangre. espero a que ella se durmiera y partio, lo hizo asi para no provocar mas agonias a la joven futurista.
por otra parte en el
gran palacio del oeste...
los jardines eran muy bellos, los tonos de las flores combinaban a la perfeccion, los manteles la vajilla, eran de la mas fina calidad de aquel tiempo, hasta los mismos kimonos que se usaban...
Cada invitado reverenciaba con sinceridad a cada uno de los señores de aquellas tierras, todo por aquel momento fue armonia..
-su fiesta ha quedado perfecta -dijo una pelinegra.
-gracias querida, todo fue posible a tu ayuda -sonrio la lady alzando su copa.
-madre, era necesario invitar a mas humanos, tu sabes que ellos se emborrachan y arman serias peleas -se quejaba el inu.
-todo esta bajo control, lastima que tu hermano no viniera -intervino toga, algo mareado.
-querido, veo que la estas pasando bien -agarrándolo por el brazo.
-feliz aniversario amor -dandole un beso muy tierno a su amada izayoi.
Todos aplaudían a la pareja, alzaban sus copas y brindaban por la felicidad de ambos, pero alguien también estaba feliz y no exactamente por la pareja de esposos...
-¿así que pronto llegara aquella que destruira todo esta "felicidad" que ya me da nauseas? -dijo irasue que miraba a la pareja con una sonrisa.
-si mi ama, yo jamas le he dicho mentiras, y estoy segura que usted pronto sera de nuevo la lady del oeste...
-el dia en que llegue, te dare una gran recompensa - tomando su copa de vino.
-gracias o gran irasue, gracias mi lady -haciendo una reverencia.
Pasaban las horas y la fiesta seguia, el gran toga estaba en su gran sillon que le hacia de Trono, a su lado izayoi, observaba como su hijo danzaba con su esposa.
Solo que en ese momento llego el Principie el futuro Lord, su youki indicaba que no era una visita ordinaria, ni por la fiesta, venia por algo mas...
-buenas noches, principe -hizo una pequeña reverencia la lady Izayoi.
obtuvo la mirada del principe y en ella detecto compasion.
-debemos hablar ahora mismo padre -el aludido lo vio y empezó a alzar también su youki, quería dejar en claro que él era el alfa.
-si me permite brindarle un consejo Padre -desafiándolo porque alzo mas su youki- debemos hablar ahora o... -mirando a su alrededor- usted hará una escena nada agradable.
-hijo -intervino irasue- tu padre nunca ha tenido secretos para nosotros o bueno la tenia -mirando directamente a izayoi- así que debes hablar delante de todos "el asunto".
-irasue -gruño toga- nadie a pedido que intervengas y tu muchacho sigueme - dirigiendose a su despacho.
-vaya, siempre es un aguafiestas, se nota que salio a ti maldita bruja -escupio inuyasha a la ves que se habria paso hacia su madre.
Irasue no cayo en el juego y solo agarro otra copa mas.
-ya te he dicho que no seas un grosero -reprendio su madre- comportate por favor.
-madre ella debio de irse hace mucho, pero sigue aqui de arrimada- se defendia el inu, lanzando miradas de odio a la youkai.
-ya te explique mil veces que ella acepto dejar a tu padre si se quedaba en palacio, piensa que tu le quitaras la herencia a su hijo -cogiendolo del brazo evitando que el alcohol nublara mas el juicio de su amado hijo y eso provocara un gran problema.
Despacho del lord:
el trayecto al despacho fue incomodo, ninguno bajaba su youki, algo era seguro y era que si no fueran familia, hace rato sesshomaru hubiera atacado...
-ya estamos a solas, asi que es mejor que te calmes -bajando su youki, demostrando que queria que se tranquilizara.
-explícame, como te atreviste a enseñarme una serie de reglas y deberes hacia los humanos, cuando tu -hablaba muy serio con mirada dura- ultrajaste a una jovencita que solo te ayudaba a vivir, ¿como te atreviste a preñarla después de todo lo que ella hizo por ti y hoy vives?
La mirada de toga fue de asombro, no sabia como digerirlo, en su mente aun recordaba como aquella mujer salto al pozo sin dejar rastro.
-la única mujer a la que te refieres que le hice ese daño, vivió hace 100 años -dijo apenas obteniendo la mirada dura de nuevo de su hijo.
-ella era una viajera del tiempo, ella te encontro por un deseo que pidio inconscientemente y tu le pagaste mal, ella solo pidio regresar, pero ahora, ella no puede volver a su era, esta atascada en nuestro tiempo... eres un maldito, la violaste y no contento le hiciste un hijo y ella no puede volver a ver a su familia porque desde el momento en que te curo su futuro cambio para siempre, ella ya no existe en el futuro -sintio rabia en cada palabra, sus garras rasgaron el fino escritorio, su padre por un momento sintió miedo de la reacción de su propio hijo- tu no eres el padre que creí, te desconozco.
-hijo... -dijo derrotado- no sabes cuanto me arrepenti de ese daño que le hice, deje que mi bestia me controlara no fui fuerte...
-maldición padre, tu el gran general inu, no puede controlar a su bestia, entonces que nos diferencian de los animales...-lanzando un puño en el ya desgarrado escritorio- es mas dime ¿como harás para que ella te perdone?, pues bien sabes que tu hijo necesita del poder de su progenitor.
-necesito hablar con ella, pedirle perdon, es mas traerla aqui, que viva bajo mi proteccion... -hilaba las palabras de manera confusa.
-proteccion no le falta, yo la puedo proteger, pero no puedo darle mi energia, tu sabes bien que provocaria y si fuera un ser sin escrupulos lo haria, pero no lo soy -grito esta vez muy enfadado mirando como su "respetable padre" estaba nervioso.
-debo verla, es preciso quie sea ahora -levantandose, dirigiendose a la puerta.
-detente -llamo- ella apenas puede comer, con todo lo que tu le hciste se aya destrozada, tendras que esperar al menos unos 5dias, tratare de calmarla y aceptar que te tiene que ver.
-ire en 5 dias y nadie me impedira verla -sentencio ya mas calmado.
-padre no estas en posicion de ordenar -dijo aquellas palabras mientras el salia del despacho.
luego de aquella conversacion, el principe salio raudo, comenzo su regreso a su refugio. Recordó cada palabra que la miko le había confiado.
Flash back:
-quiero que confies en mi -dijo ante la mirada asustada de la miko- ademas tu sabes bien que no tengo malas intenciones.
-la verdad.. -dijo vacilante- es que... -mirando las pupilas doradas- es cierto veo que puedo confiar en ti, solo que como ya sabes lo que yo pase .bajando la mirada.
-por eso necesito que me cuentes todo -levantando el rostro de kagome.
-entonces... -resultaste muy distinto al sesshomaru que conozco me das seguridad en todo los sentidos- vayamos a los jardines, lo que te diré lo haré ahí.
Llegaron al estanque y la miko se acomodo en una de las bancas, observo algunas flores y ...
-al parecer he creado una linea de tiempo alterna en donde tu padre no esta muerto -observo la mirada del principe la cual seguia sin inmutarse solo observaba- esto lo digo porque de donde yo vengo, retrocedi por el pozo devorador de huesos al menos 500 años, llegando a una era donde tu y tu hermano se odian y tu padre habia muerto al menos 100 años es lo que estimo -tomo un poco de aire...
-en ese tiempo soy distinto... ¡en que sentido -se animo a preguntar.
- según veo en todo, odias o mejor dicho odiabas a la raza humana, ya que tu padre murió por salvar a izayoi e inuyasha el día en que el nació, y por eso cada vez que lo veías combatías ferozmente y pensabas que no era digno de usar la espada que tu padre se la heredo me refiero a colmillo de acero y todo ello por ser un hanyou. De ahí actuabas fríamente no te importaba nadie en absoluto - observo el rostro del ojidorado y vio una mueca de disgusto.
-en la vida que llevo conociéndolo, no lo puedo soportar -sentándose al lado de la miko- continua por favor.
-bueno te contare en la parte donde aparezco para salvar a tu padre. Aquel día me había cansado de algunos asuntos que ya me tenia muy estresada -es mejor no decirle que estoy enamorada de su hermano, total este tiempo seguro que se unió a alguna mujer- discutí con tu hermano y cuando tenia pensado regresar a mi tiempo, desee conocer a tu padre y que quizás con el en la vida de inuyasha, el tuviera seguridad en si mismo y madurez... -tomo una pausa y comenzó a caminar.
los ojos dorados la seguían y vio como arranco una flor.
-cuando me di cuenta que no llegue a mi tiempo y que aquel fragmento tuvo el poder de llevarme a tu padre, ya era muy tarde -oliendo la flor, no lloraba ya no había lagrimas- había algo que me impulsaba a seguir adelante y después de enfrentarme a un ogro, lo encontré todo malherido, solo gruñía y...-girando hacia el peliplata- en vez de huir y dejarlo morir lo cure... -respirando hondo para lo siguiente- al día siguiente mientras que dormía el se lanzo sobre mi... -cayendo de rodillas- te juro que le grite le rogué, suplique -golpeando el pasto, solo que el peliplata se puso a su lado, pasando la mano por el hombro- pero no se detuvo, me maldije por haber usado todo mi poder en sus heridas porque si yo...
-se que te hubieras defendido y nadie te podria reprochar nada y ahora tampoco nadie puede decir que tu lo provocaste, kagome te creo y no es por que lloras o porque jures que es la verdad, sino porque tu alma lo grita, siento tu dolor en mi alma -aquelllas palabras provocaron un leve sonrojo en la miko, que se hallaba acunada en sus brazos.
-quien iba a pensar que cambiarias tanto frio youkai -se dijo en aquellos brazos.
-estuve un momento abrazandola, sentia que debia protegerla y ya no era solamente por que tendria a mi hermano, sino que algo ha comenzado a nacer en mi hacia ella - se dijo sesshomaru.
fin del flash back.
-aléjate de ella -poniéndose en medio
-retirate -ordeno el inu- debo hablar con ella ahora.
-lo haras conmigo presente -jalando a la miko de la mano para llevarla a uno de los asientos.
ella no decia nada, solo que por dentro el miedo que hace poco la invadía se extinguía para dar paso al odio, el rencor y solo lo miraba con ojos asesinos, ese cambio de emociones fue escuchar la exigenca de toga al pedir que sesshomaru salga.
-esto no puede seguir asi, yo no soy debil, debo enfrentarlo, basta de tener miedo,¡basta! -se reprocho mentalmente.
-Sesshomaru -apretando la mano- tu dijiste que debo ser fuerte y valiente -hablo seria y daba paso a un notorio cambio de actitud.
obtuvo la mirada penetrante del príncipe y en ella le daba seguridad para lo siguiente.
-ya no seré la muchacha que encontraste, así que no te preocupes, déjame con el, te llamare si te necesito -clavando su mirada en esos ojos ámbar que la veían- por favor.
el no respondió y solo se retiro.
-Vayamos directo a lo que nos interesa -plantándose firme delante de toga- tu debes darle de tu youki a tu hijo y yo traerlo al mundo, lo criare como la madre que soy, pero jamas tendré algún tipo de relación contigo, solo sera este cachorro que llevo y no deseo que lo uses para algún interés que tengas -hablo lo mas fría posible.
-mujer... -dijo sorprendido
-soy miko shikon no mata kagome, y no mujer -dijo cortante- creo que lo que dije era a lo que has venido.
-antes de eso, debo pedirte perdon por lo ocurrido... -tratando de sonar lo mas sincero posible.
-piensas que con pedir perdón podre borrar todo el daño que me has echo, y como bien te dijo sesshomaru "gracias" por cambiar mi destino y borrar del tiempo a mi familia, no hay perdón aquí... -le increpo- tu un gran general caíste muy bajo y me avergüenza que por ti cambie el tiempo, eres mas que una maldita basura que no debe seguir viviendo...
todas las palabras fueron cuchillos certeros, el gran toga quedaba mudo...
-lo siento en verdad- volvió a decir- jamas quise hacerte semejante daño, yo no tengo excusa, fui debil y me deje controlar por mi bestia...
-es cierto no tienes excusas... -mirando como el gran Lord se arrodillaba ante ella.
-deberia pedir que me purifiques pero ahora tengo.. tenemos un cachorro por el que vivir -marcala tomala, ella es mi pareja destinada- grito una encadenada bestia.
-jamas, nunca le hare daño, si pretendes seguir dicendome todo eso, te sellare...
-no te atreverías, me necesitas por muchos motivos oh gran general- sonrió triunfante
la miko vio que toga estaba ausente, quizás en algún pensamiento oscuro..
-si no tenemos mas que hablar es mejor que te retires -ante eso, obtuvo de nuevo su mirada.
-no lo creo, debes venir conmigo a mi Palacio, vivir hasta que nazca el niño, de ahí decidirás en donde vivirás y te construiré tu palacio y no pasaras privaciones...
-iré a tu palacio, solo con la compañía de Sesshomaru y de lo que tu quieres darme no lo quiero, jamas tocaría nada tuyo de solo pensarlo me da nauseas -dicho eso se fue hacia la puerta.
-debes venir hoy, es necesario que recibas.. la energía al menos unas dos veces al día -informo ante una esquiva miko.
-entonces ire, Sesshomaru -llamo y en menos de una milesima de segundo el principe entro.
-¿paso algo?- pregunto serio plantandole mirada de reproche a su padre.
-no, ya hemos hablado y el desea o mejor dicho ordena que vayamos al palacio del oeste ahora.
el príncipe la oyó y mando a preparar algunas cosas y dejo ordenes para que sango los alcanzara mañana. los preparativos fueron ejecutados rápidamente
partiendo entrando la tarde.
el viaje fue incomodo, nadie dijo nada, ella iba en ah-un, viendo como el youkai, tiraba de las riendas, a su izquierda iba el general perro, dándole miradas furtivas a los que ella rehuía.
al cabo de una hora, ellos entraban por el gran porton de cedro al imponente palacio.
Palacio del oeste:
-hemos llegado, sesshomaru llévala a los cuartos de huéspedes, tengo que hablar con...
-querido, ya haz llegado- dijo la voz de una delicada mujer que de echo era muy hermosa.
-Izayoi- dijo alarmado
-no basta con los humanos que tenemos en las fiestas y ahora traes a una... -se detuvo al percibir el aroma de la miko.
-conversemos a dentro -ordeno- inuyasha obedece -viendo como el hanyou destellaba colera.
-no, ¿como pudiste? -grito iracundo el hanyou.
-conversemos adentro... -jalandolo del haori.
-¡que he dicho que no! -zafandose del agarre.
-piensa en lo que haces, es mejor ir a dentro y no dar un espectáculo -sugirió el príncipe, que lo había tomado por el haori, ante la mirada de la miko.
-inuyasha... inuyasha -gritaba en su mente- estas igual...
-¿sucede algo malo? -inquirio la lady.
-no madre, es mejor entrar- contesto tratando de controlarse, vio a la miko y le lanzo una mirada de odio.
-mantente junto a mi, al parecer no han sido advertidos que vendrias -tomandola por el brazo.
-Esto sera incomodo -bufo fastidiada la miko.
llegando al gran salón, inuyasha solo gruñía, quería lanzarse encima de su padre y luego matar a la humana, su ser clamaba venganza por la humillación que su madre pasaría y por el dolor de saberse engañada.
-entonces me dirás, ¿quien es la joven? -rompio el silencio izayoi.
-veras izayoi -comenzó toga- kagome es una... -sabia que tras lo siguiente su pareja lo odiaría para siempre.
-anda dicelo -grito el hanyou- no seas cobarde -adelantándose a su padre.
-inuyasha cálmate -jalándolo de la manga su madre.
-me enferma que no tenga el valor para decírtelo o mejor aun, preguntemos le a ella -señalo a kagome- habla.
ella que estaba al lado de sesshomaru, estaba dispuesta a decirlo, pero vio en ello una oportunidad para que toga pagara sus pecados mediante el desprecio de su menor hijo.
-vaya que eres una perra -grito el hanyou.
tales palabras provocaron la ira de la azabache que decidida abría la boca, solo que entro irasue con su elegancia de siempre.
-¡oh vaya!, ¿es una reunión familiar? -dijo sarcástica, luego percibió aquel olor y sonrió- vaya que lo es, ¿tu eres la nueva conquista... de toga? -señalándola con el abanico
tales palabras no se lo esperaba la lady y vio toda confundida a toga.
-¿es cierto esto? -mirando a toga y a la azabache.
-irasue -susurro molesto el inu no
solo que ella se puso al lado de su hijo y disfrutaba del dolor que había provocado.
-izayoi yo... -bajando la mirada- si es cierto kagome espera un cachorro mio y la traje para poder hacerme cargo de ella, lo siento te he defraudado.
la lady,estaba estupefacta sentia ganas de matarlo, lagrimas acudian a su rostro, pero las reprimio rapidamente.
se acerco elegantemente a el, tratando de no perder el control pero le propíno una sonora cachetada,
-hoy todo se ha acabado entre nosotros -grito con rabia- me has decepcionado, jamas pensé que serias capaz de hacerme algo así, jamas...
-no te puedes ir -sujetándola de brazo y en un ruego le dijo- discúlpame...
solo que ella toda molesta y muy herida le grito:
-te has vuelto loco, pretendes que ella y yo formemos un harem...
aquellas palabras provoco un dejavu en la miko...
-eso mismo le dije yo a su hijo -pensó- y ahora que lo veo inuyasha es muy parecido a su padre.
se zafo del agarre.
-nunca mas me busques, no existes para mi -salio raudamente.
inuyasha iba a seguirla pero antes dijo...
-eres una maldita, has seducido a mi padre y destruiste mi hogar, eres una zorra -gritaba dando pasos hacia ella.
-las cosas no son así, fue tu padre quien provoco todo esto -trato de defenderse.
-detente inuyasha -se interpuso el príncipe- ella es inocente.
-ya veo -sonrio torcido- esta zorra ya se encamo contigo y por eso la defiendes, dime a cuanto te cobro la noche, para revolcarme con ella y ver que tanto les gusta de esta mujer...
En ese momento el príncipe le iba a dar un merecido golpe pero la miko, muy ofendida, se olvido de su estado y junto un poco de reiki, dandole una descarga en el pectoral.
-no has cambiado ni un poco, eres mucho peor, que decepción inuyasha -pronuncio con rabia, el la veía con cólera, desde el suelo algo confundido. se levanto y salio tras su madre.
-kagome, no hagas eso, puedes hacerle daño al cachorro -pronuncio muy preocupado sesshomaru, como si aquel ser fuera suyo.
-discúlpame, pero tu hermano y sus ofensas me sacaron de mis casillas no lo volvera a pasar.
