¡Hola! Y aquí estoy de nuevo, con la continuación de Despedidas, Reencuentros, Pasiones. Aún no tengo muy claro de cuantos capítulos va a constar, pero calculo que serán más o menos tres. Espero que no os decepcione ^^

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece, es propiedad de Level-5, aunque algún día lo será... muahahahahahaha :D

Sin más, aquí tenéis el primer capítulo:

LA NUEVA ROYAL ACADEMY

Capítulo 1.

Los jugadores del Raymond estaban esperando a que apareciese alguien. Supuestamente, su antiguo entrenador, el señor Hillman, les había citado allí pero no había nadie en aquel lugar. Los chicos ya estaban nerviosos y cansados, por lo que Mark decidió dar una vuelta a ver si encontraba a alguien. A la única persona que vio fue a un chico de más o menos su edad con un balón de fútbol, cuando el capitán del Raymond intentó hablar con él, recibió de lleno un balonazo en el estómago.

Ese chico no era otro que Caleb Stowborn. La nueva entrenadora apareció en ese momento: había estado hablando por teléfono. La entrenadora les contó que en realidad Hillman no les había citado allí, todo era obra del chico que tenían enfrente, quien decía ser miembro de la Nueva Royal Academy.

– Vengo para llevaros a conocer a la Nueva Royal Academy – los ojos de Caleb pasaban de uno a otro entre los jugadores del Raymond hasta que se pararon en Jude - ¿Tú eres Jude Sharp? Hay unas personas que tienen muchas ganas de cruzar unas palabras contigo...

– ¿Qué quieres decir? – preguntó Jude, aunque en el fondo sabía lo que ese chico estaba insinuando.

– Estoy hablando de tus antiguos compañeros.

Los jugadores del Raymond se quedaron mudos de la impresión, mientras el jugador de la Nueva Royal les miraba con una sonrisa, desafiante. Nadie podía creerlo, no era posible que hubiesen vuelto bajo las ordenes de Ray Dark, ¿o tal vez sí? Elsie buscó la mano de su hermano, Shawn, quien se encontraba a su lado. Ambos sabían lo que pensaba el otro: ¿estaría su prima en ese nuevo equipo? Después de todo, no había vuelto a saber de ella desde que habían iniciado su lucha con la Academia Alius.

Caleb se subió en el autobús con ellos y les llevó hasta un puerto, donde según él estaba la Nueva Royal Academy. Al bajarse del autobús, los jugadores del Raymond no vieron ningún edificio, aunque decidieron dar un voto de confianza a ese chico. Pasado algo de tiempo, los chicos comenzaron a impacientarse.

– No nos estarás engañando, ¿verdad? – preguntó Kevin, desconfiado.

– Que impacientes que sois... – respondió Caleb, quitándole importancia al asunto.

Súbitamente, un ruido proveniente del mar les sobresaltó. Un barco de grandes dimensiones hizo su aparición. De ese barco salió una escalera, por la que pronto apareció Ray Dark, con su misma sonrisa desafiante de siempre.

– Mark Evans, cuanto tiempo sin vernos... Ohh, si también está Jude Sharp – dijo a modo de saludo.

– ¡Ray Dark! ¿Qué está tramando ahora? – gritó Jude, intentando controlar la ira que sentía en esos momentos.

– ¿Ya no me llamas Comandante, Jude? Has cambiado mucho desde que huiste de mí...

– ¡Yo no huí de ti! Simplemente, corté todo lo que me unía a ti – respondió el estratega, quien en esos momentos ya temblaba por la rabia que sentía.

– Adelante Jude... Vayamos a ver a tus antiguos compañeros... - Ray Dark se giró y tan sonriente como siempre, comenzó a caminar.

Jude gritó, intentando detener a Ray Dark, pero al ver que este último se internaba en el barco decidió seguirle. Mark, al ver a su compañero salir corriendo, corrió a su vez para seguirle, decidido a vigilar que Jude estuviese bien. Los demás intentaron seguirles, pero Caleb se interpuso en su camino, deteniéndoles.

– No querréis arruinar un encuentro tan tierno y conmovedor... – dijo el chico burlándose, antes de salir en dirección a donde habían ido los demás.

[*]

Jude había conseguido alcanzar a Ray Dark y ahora lo seguía por una serie de oscuros e interminables pasillos, mientras que Mark les seguía a una corta distancia, intentando no perderse. Finalmente, los tres salieron al exterior, Jude y Mark se sorprendieron al ver que estaban en un campo de fútbol. El sitio parecía estar vacío, pero de pronto aparecieron dos chicos: uno tenía el pelo rojo y unas marcas en la cara; el otro tenía el pelo plateado y llevaba un parche que cubría uno de sus ojos.

– Joe King... Samford... – murmuró Mark sorprendido al reconocer a los jugadores de la Royal Academy.

– Anda, pero si es Jude – comentó David, omitiendo el comentario de Mark.

David sonreía, muy seguro de sí mismo, al igual que hacía Joe. Mark y Jude intentaban buscarle una explicación a esa situación, pero eran incapaces. Ray Dark se despidió de los chicos y les dejó solos, por otro lado, Caleb estaba solamente burlándose de los jugadores del Raymond.

– ¿Por qué, chicos? ¡¿Por qué os habéis unido a Ray Dark? – gritó Jude, exigiendo saber una respuesta.

– Por el poder – respondió Joe, tranquilo.

– ¿Poder? Eso es lo único que buscaban los demás equipos de Ray Dark... – dijo Mark.

– Pensé que habíamos dicho que íbamos a comenzar un camino distinto a ese... – murmuró Jude, quien aún estaba bastante confundido.

– ¡Qué sabrás tú, que nos abandonaste para irte al Raymond! – replicó David, quien comenzaba a perder la paciencia.

– ¡Mentira! Yo no os abandoné – el estratega se mostraba decidido, aunque su voz perdió parte de su fuerza al continuar – Yo solo... no podía perdonarme el no haber podido ayudar a mis compañeros, y entonces...

– ¡No lo adornes! – le interrumpió el portero de la Royal – Admite que solo querías ganar al Instituto Zeus.

– ¿Por eso os habéis unido a Ray Dark? – el estratega se acercó a sus antiguos compañeros – Vamos Joe, ven conmigo... David, tú también – el estratego intentó apoyar su mano en el hombro del delantero de la Royal, pero este último le esquivó.

– Tú no sabes lo que se siente... La humillación de estar en un hospital... – dijo el peliplateado con rabia en su voz.

– Perdonadme – el estratega bajó la cabeza, intentando convencer a sus compañeros desesperadamente – Me disculparé todas las veces que queráis, pero por favor, ¡no sigáis a Ray Dark!

– ¡Demasiado tarde! – gritó David, perdiendo ya toda su paciencia y lanzando un fuerte balonazo que alcanzó de lleno a Jude en el estómago, lanzando a este hacia atrás.

Jude se levantó, rechazando la ayuda de Mark. Seguidamente, volvió a acercarse a sus antiguos compañeros, disculpándose de nuevo y con la misma reacción de David. De nuevo, el estratega volvió a intentarlo. David, se preparó para volver a tirar, pero...

– ¡BASTA!

Una chica de pelo castaño entró en el campo. Iba vestida con el uniforme de la Royal Academy, es decir, una falda verde con una chaqueta verde a juego. La chica lo había visto todo desde las gradas y no había podido evitar el intervenir. Se acercó hasta donde estaban los chicos caminando despacio, hasta que llegó y apoyó su mano en el hombro de David, intentando tranquilizarlo.

– Nuria... – murmuró Jude, reconociendo a su antigua compañera de la Royal Academy.

– No merece la pena hablar con traidores, David – dijo la chica a su compañero.

– No me digas que tu también... – susurró el estratega lo suficientemente alto como para que los demás le oyeran. Por su voz, se podía notar que el chico estaba preocupado.

– ¿Que yo también qué, Jude? ¿Que me he unido a la Nueva Royal Academy? Al contrario que tú, yo tengo claro quienes son mis compañeros y mis amigos, Sharp – la chica decía esto decidida, a la par que sonriente.

– Tú... ¿sigues enfadada? – al instante vinieron a la mente de Jude la última vez que había hablado con Nuria, después de la final contra el Zeus.

– Claro que no... – respondió la castaña, sarcástica - ¿Tú que crees? Nos abandonaste, nos dejaste tirados como si para ti no fuésemos ¡nada!

– Yo... no podía enfrentarme al equipo... no después de lo del Zeus – el estratega intentó disculparse, aunque en la mirada de sus antiguos compañeros leyó que no pensaban perdonarle.

– Siempre he pensado que el fútbol es para divertirse, y que el ganar o perder no importa – intervino Mark. En la voz del capitán del Raymond podía notarse que estaba enfadado – Pero hoy... hoy tenemos que ganar, ¡para demostraros cuál es el verdadero fútbol!

– Seréis vosotros los que probareis el sabor de la derrota... – afirmó David.

Seguidamente, los jugadores de la Nueva Royal Academy se giraron, dispuestos a irse, pero en el último momento David volvió a mirar a su antiguo capitán y al capitán del Raymond, sonriendo.

– Porque nosotros tenemos un secreto muy especial – añadió David con una sonrisa.

[*]

Los jugadores del Raymond habían entrado ya al estadio. Desde la parte más alta de las gradas, un chico los observaba. En realidad, el chico solo observaba a una chica entre todos los miembros del equipo. No pudo evitar soltar un largo suspiro.

– Al fin te encuentro – dijo Nuria dejándose caer al lado de su mejor amigo, Joe.

– ¿Cómo... cómo me has encontrado? – preguntó sorprendido el portero.

– Te conozco demasiado bien – la castaña guiñó el ojo a su amigo, quien no pudo evitar apartar la mirada de la chica - ¿Y bien? ¿Piensas decírselo?

– ¿Decirle qué? ¿Y a quién? – el chico fingió no saber de que hablaba su amiga.

– Nunca se te ha dado bien mentir en estas cosas, así que no intentes empezar ahora. Sabes perfectamente de quién y de qué hablo – la chica esperó a que el portero lo admitiese, pero al ver que no iba a pasar continuó – Hablo de Celia.

El portero apartó la mirada de su amiga y la dirigió al campo de fútbol. Por suerte, no solía sonrojarse muy a menudo, puesto que en caso contrario seguramente en ese momento se encontraría más rojo que un tomate. Nuria no pudo evitar reír un poco ante la reacción de su amigo, aunque al ver su mirada se calló y pidió una disculpa.

– Vamos Joe... ¿Quieres hablar con ella de una vez? – preguntó la chica perdiendo ya la poca paciencia que tenía respecto a ese tema.

– Sabes tan bien como yo lo que ocurrió en la final contra el Zeus...

– Pero él ya no está. Y además, Axel Blaze es un niñato, y Celia es lo bastante inteligente como para darse cuenta.

Joe se puso en pie, y le tendió a su amiga la mano para que hiciese lo mismo. Nuria le hizo caso y se levantó también, aunque le dedicó una mirada de desaprobación a su mejor amigo, dándole a entender que pensaba hacer todo lo posible para que se decidiese de una vez a hablar con la chica.

– Ya veremos... – comentó Joe como única respuesta, antes de irse a los vestuarios a buscar a sus compañeros.

[*]

Mark y Jude estaban contando a sus compañeros lo que había pasado cuando entraron con Ray Dark en el estadio. La mayoría estaba sorprendida de la actitud de los antiguos compañeros de Jude con este, aunque algunos, los nuevos principalmente, no entendían muy bien la situación. Elsie se sorprendió al oír el nombre de su prima, aunque en el fondo lo esperaba.

– No es posible... – murmuró la peliazul, intentando encontrar una explicación lógica a esa situación.

Ella que creía que por fin había recuperado a su prima, que la había conseguido alejar de las garras de Ray Dark, y ahora se enteraba de que no había sido así. De pronto, sintió una mirada fija en ella, al girarse descubrió los ojos castaños de Nuria, aunque desde esa distancia parecían dorados. Su prima apartó la mirada de ella al ver que le devolvía la mirada. Sus compañeros le preguntaron si iba a jugar en ese partido, después de todo, no es fácil jugar contra alguien de tu familia en una situación como aquella.

– Lo haré – respondió Elsie, mirando por última vez a su prima antes de volver a centrarse en sus compañeros.

Continuará...