League of Legendes ni ninguno de sus personajes me pertenece, yo solo los utilizo para este fic. Gracias
Despertar
¿Cuánto tiempo ha pasado desde su muerte?
¿Cuánto ha pasado desde mi traición?
¿Cuánto ha pasado desde la gran guerra? No lo se… no logro recordar.
Yo tenía un propósito pero… ¿Cuál era? Tenia que ver con ella… Si… ella
Su nombre… demonios, mi memoria vuelve a traicionarme… pero por que mi pecho duele tanto… esos ojos azules como el mismo firmamento en la noche.
Duele… duele mucho… me agito, ya no puedo controlar ni mi propio cuerpo…
El dolor aumenta y tan pronto me doy cuenta, una gran tristeza me invade… quiero que termine.
Doy una bocanada de aire y dejo que el oxigeno inunde mis pulmones, abrí mis ojos solo para encontrarme con que su hogar no era más que ruinas iluminadas por la tenue y misteriosa luz de la luna. Soplaba una brisa tan fría que haría ver a la espada más afilada del mundo como una mera pluma.
Salí de entre los escombros con gran dificultad… El dolor no se va, inspecciono mi pecho pero no estoy herido. Imágenes de una feroz batalla invaden mi mente como si de una estrella fugaz se tratase.
Eran demasiadas imágenes en tan poco tiempo… la sangre y los gritos de esa pobre gente, niños llorando en los brazos de sus madres. Hombres luchando ferozmente por proteger a sus familias… a su gente. Pero caían sin remedio ante el poderío del pueblo Solari… mi pueblo.
Con esfuerzo sobrehumano me incorporó en busca de respuestas. Pero mientras más avanzo mas duele mi pecho. El gran sacerdote… él… ¿Había permitido esto? ¿Por que? Se suponía que los Solari y los Lunari eran los guardianes de Targón ¿Por qué había ocurrido tal masacre?
-¿Por qué…?- al fin pude decir algo aunque fue más un susurro que una pregunta. Aun cuando recupero mis fuerzas, no se va el dolor. Las imágenes de la cruel batalla cesan por fin.
Logro llegar a un pequeño santuario Lunari, su estado era deplorable, lo que alguna vez fue una hermosa estructura ahora no era más que un par de rocas envueltas en vegetación. Contemple el símbolo de aquel pueblo…
Ella era una lunari, ella era… era…
Siento mis mejillas húmedas, inspecciono con mi mano para ver que ocurre. Estaba llorando, ese símbolo significaba algo más…
-Ahora lo recuerdo… ellos me la arrebataron- mi ira crecía mientras mas la recordaba.
Nuestros encuentros en los hermosos manantiales secretos de la montaña, los hermosos ocasos que contemplábamos mientras ella me rodeaba en sus brazos. Mis lágrimas no dejaban de caer, ahora me encontraba arrodillado frente aquel gran símbolo.
Ahora recuerdo todo, yo le falle. Debía protegerla y falle estrepitosamente. Ella me confió su vida y la protección de su pueblo y no fui capaz de corresponderle.
¿Por qué seguía con vida? Yo había caído a manos del gran sacerdote Solari ¿Acaso fui revivido por los dioses? ¿Entonces que debo hacer, que se supone que haga con todo lo que creía?
-¿¡DIGANME QUE QUIEREN QUE HAGA!?- grite tan fuerte que incluso creo que mi alma se desgarro del dolor.
Me deje derrotar por el cansancio y la confusión. Estaba cansado… cansado de no saber a donde ir, cansado de mi destino… cansado de vivir sin ella
-¿Dónde estás… Kanade…?- Llorando sin consuelo y abrumado por mi dolor y confusión, decidí caer en los brazos del sueño… quizás allí pueda reencontrarme con ella.
Donde estas… Mi princesa lunar…
