Disclaimer: Crepúsculo no me pertenece la trama si...es lo único U.U XD.

¡Hola! Este mini-fic es un regalo para Panchy por su cumpleaños. Me lo pidio como regalo y aqui estoy...espero te guste. Digo esta hecho con cariño, ella me pidio un 1shot pero como que avanzo y avanzo y aqui esta XD


Una Oportunidad para entrar a tu vida

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Summary: AU Bella trabaja en una lucrativa empresa. Edward es el jefe de ella. Ambos ocultan un secreto pero que solo uno...esta dispuesto a revelarlo y pedir una oportunidad a cambio. ¿Qué pasara cuando se queden encerrados en un ascensor? BellaxEdward.

Capitulo 1: Atrasados.

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Para variar Bella Swan iba atrasada a la junta. Estaba esperando el ascensor haciendo sonar su tacón impacientemente, veía los números avanzar lentamente hacia el piso donde ella se encontraba. Maldijo en su interior por ser tan despistada y por tener pies tan torpes – razón por la que no se atrevía a usar las escaleras- , miraba además su reloj solo como parte de la tortura.

Marcaba 10 minutos de retraso.

–Genial – dijo sarcásticamente. Si no fuera porque llevaba algo más de un año trabajando en esa empresa y trabajaba eficientemente- según creía- a estas alturas estaría de patitas en la calle.

El sonido de la puerta del ascensor anuncio, por fin, su llegada al piso 3. Entro a él y solo se dedicó a apretar con impaciencia el piso 11 varias veces como si eso lo hiciera ir más rápido.

Se quedó con la mirada fija en el tablero que indicaba los pisos, rogando por que no parara en ninguno. Pero su suerte nunca fue tan buena y en el piso 5 se detuvo. La cantidad de personas que se subió la hizo retroceder involuntariamente hacia el fondo. Estaba segura que chocaría con el frio espejo del cubículo pero se sorprendió cuando su espalda y glúteos se detuvieron amortiguados por algo cálido y blando- y quizás duro, pero no quería especular - No quiso girar sabía que era un hombre más no se podía alejar; el tumulto de gente no le permitía siquiera alejarse un paso del desconocido.

Podría mirar el reflejo para saber de quien se trataba pero lo único que veía enfrente era la pelada de un obeso oficinista.

Respiró con dificultad ahogando un gemido cuando sintió que aquel hombre se le acercaba – o ella era empujada, no lo sabia con seguridad- y su respiración calentaba su cuero cabelludo al emitir suspiros prolongados.

Bella cerró los ojos incapaz de moverse, esperaba que pronto ese hombre se bajara y ella pudiera llegar lo antes posible a su maldita reunión.

En el piso 7 bajaron tres personas… lo que le permitió con algo más de seguridad la oportunidad para alejarse del tipo sin levantar sospecha. Debía admitir que era placentero tener esa calidez pegada a su cuerpo y esa sensación de hormigueo en el estomago pero tampoco podía ser tan pervertida.

Estaba a punto de dar un paso adelante cuando unas manos grandes y fuertes retuvieron sus caderas con posesión evitando el escape discreto. Fue tanta la impresión que Bella no dudo en mirar, por fin, de quien se trataba ya con el ascensor relativamente vacío. Con un escape de valentía que no creía tener levanto la mirada para ver el reflejo de su captor frente a ella con cautela. No quería que el resto se enterara del espectáculo.

Cuando lo vio, no lo pudo creer.

Ni más ni menos que Edward Cullen, hijo y heredero de la corporación Cullen. Y con quien precisamente tenía la reunión. Algo irónico paso por su mente en esos segundo… si él iba atrasado significaba que la reunión aún no empezaba y por lo tanto ella no iba a llegar tarde. Suspiró son alivio ante la revelación pero su repentina paz fue ahogada por la calidez de las manos que la sostenían por las caderas y que la acercaron más a él, Haciendo del contacto que tenían mas intimo… más revelador.

En el piso 9 se bajo el resto de personas, dejándolos a ellos solos entre las cuatro diminutas paredes del ascensor que para Bella curiosamente se le estaba haciendo cada vez mas pequeñas y cada vez con menos oxigeno.

No se atrevía a articular palabra ¿Qué decir? "Sr Cullen que gusto verlo…Sabe me esta poniendo muy nerviosa con esto de las manos … no sabe cuantas veces imagine un contacto así con usted pero vamos atrasados a la reunión"

No definitivamente no estaba en sus planes confesarle a su jefe, al dueño de la empresa en la trabajaba, que soñaba con él la mayoría de las noches, que la acorralaba y la hacia suya. Pero tampoco se podía culpar, él era realmente el hombre más guapo de todo ese gran edificio. Era genética pura y de la mejor.

Concéntrate bella, no eres como las otras de las que tanto hablan, se reprimió así misma e intentó otro escape. Lo único que logró fue que, si era posible, la apretara más contra él, haciéndola sentir su evidente excitación.

Ella ahogó un jadeo involuntario y escuchó que él también trataba de ocultar el suyo sin resultados.

–Sr. Cullen – imploró Bella, como tratando de hacer que el hombre entrara en razón. Tenía que haber una equivocación en todo esto.

Ella no era nada del otro mundo, se le había visto al poderoso Edward Cullen con mujeres hermosas a su lado en las cenas de la corporación. Él no podía estar interesado en ella.

–Srta. Swan – respondió a su súplica con la voz ronca y los ojos oscuros.

Y esa fue la incitación implícita a su cerebro para que dejara de pensar y aplicara el OFF. Cerró los ojos y se acercó más casi ya sin voluntad propia al cuerpo de él, frotándose y sintiendo si era posible más de su calor.

Llegaban al piso 10 y seguía andando.

Al parecer ese movimiento no le permitió aguantarse más a Edward que avanzó aún pegado a ella hacia el tablero de números y apretó el botón rojo de STOP. Lo hizo soltando una de sus manos y haciendo automáticamente que el ascensor se detuviera de un golpe.

Lentamente sus labios comenzaron a acariciar el cuello de Bella, con la mano libre movió sus hermosos bucles castaños y lo acomodó al lado contrario donde sus labios saboreaban la piel de ella. Esa misma mano recorrió un camino tortuoso desde el hombro suave y cremoso hasta su vientre cubierto por una molesta camisa de seda azul brillante.

Que por cierto le quedaba hermosa, pensó agónico Edward.

Él la estaba besando de la forma más erótica que podía imaginarse, solo el contacto con sus labios en una de las zonas sensibles de su cuerpo la dejo sin defensas. ¿Qué pretendía el Sr. Cullen? Eso estaba más que claro, pero aún no entendía el porqué. Aunque a estas alturas a Bella no le importaba ser una más de la lista. Él la tenia en su poder, lo quisiera o no.

–Bella, me vuelves loco – dijo girándola para poder mirarla, aún con los ojos perdidos y la respiración entrecortada.

No espero respuesta y es que Bella no podía articular nada coherente tampoco. Junto sus labios con los de ella en una danza desesperada. Al menor descuido – o aceptación- profundizaron el beso haciéndolo ansioso y algo brusco. Había necesidad imperiosa de sentirse, tocarse. Como si llevaran más del tiempo permitido soportando la separación o la distancia. Sus lenguas se exploraban cadenciosamente, digno de la primera vez que tenían la oportunidad de hacerlo.

Las manos de él aún permanecían en una de sus caderas acercándola lo más posible y la otra en su vientre luchando con los botones de la dichosa camisa. Por su parte ella había optado por explorar su abdomen y su pecho bajo el traje de dos piezas, tirando en ocasiones su corbata para acercarlo más. Cuando por fin Edward logro abrir la camisa lo suficiente para meter sus manos, lo hizo. Acaricio hasta que sus dedos rozaron el encaje del brassier, lo cual hizo que de su boca brotara un gemido deseoso de más. Acunó un pecho con su mano satisfaciéndose de los temblores y susurros que provocaba en ella.

Pero su deseo no podía, lamentablemente, esperar a hacerla gritar por más. Tanto no soportaba y al parecer ella tampoco.

Con la poca vergüenza que sentía Bella ya en esos minutos, tomó su cinturón y bajo la cremallera dejando al descubierto lo que tanto deseaban ambos. Por su parte Edward con ambas manos debajo de su falda deslizo sus bragas de encaje negro con delicadeza.

Ya no podían esperar más.

Edward tomo sus muslos y la encamino hasta que la espalda de ella toco el espejo del ascensor. Ella ante tal movimiento cruzó sus piernas alrededor de las caderas de él, haciéndole sentir plenamente lo listo que él estaba. Si tan solo supiera lo lista que también lo estaba ella.

Con el movimiento la falda de Bella se subió lo suficiente como para dar espacio a que entrara en ella sin dificultad. Y así lo hizo, logrando que extendiera su cabeza hacia atrás disfrutando el contacto y la fricción que comenzaban a experimentar. Él se acercó y la besó con dulzura mientras la embestía con seguridad y placer extremo. No se dieron cuenta del tiempo y es que tampoco había pasado mucho. Sus manos acariciaban lo que pudieran dejando marcas invisibles, marcando su propiedad.

Sabían que estaban a punto de llegar, por lo que Edward se separó de los labios de Bella y la miró con intensidad haciendo que ella abriera los ojos y lo mirara también. Perdidos en las pupilas del otro llegaron al orgasmo, Primero ella y a los segundos después, él.

Los roncos y excitantes gemidos inundaron el espacio hasta que los jadeos en busca de el aire faltante los reemplazaron.

Bella recargó su cabeza en el hombro de él mientras ambos trataban de recuperar el aliento.

¿Acaba de tener relaciones en el ascensor con Edward Cullen?

¿Acaba de tener a Bella Swan, Su Bella?

–Te parecerá extraño- comenzó a hablar en su oído con cautela – y quizás hasta loco, Pero he estado enamorado de ti desde que entraste a trabajar aquí -

Bella se separó de su hombro y se bajó de él, sin mirarlo y completamente ruborizada. Sintió el vacio inmediatamente inundarla como si el molde estuviera incompleto. Sin embargo, no podía creerle.

Ambos se arreglaron y se pusieron lo que les faltaba. Bella no podía decir nada, estaba demasiado shockeada. Esto no puede ser real, se trataba de convencer.

–Vale ¿te asuste? Lo siento – dijo Edward haciendo un mohín de desagrado hacia si mismo.

Lo único que le faltaba. Que con sus palabras la asustara, que con su arrebato, con su necesidad la hiciera alejarse. Tampoco podía decir que antes estaban más cerca que ahora. Aunque no estaba arrepentido, esto solo le confirmaba que por lo menos ella lo deseaba también. Pero ¿Lo amaba?

–Sr. Cullen no hace falta que diga eso…- dijo por fin – De verdad, prefiero que sea sincero y que me diga "Estuvo bueno, pero solo fue una aventura" – respondió tratando de sonar desinteresada pero no lo logro. En el fondo le dolía reconocer lo de la aventura pero no había otra posibilidad.- no juegue conmigo, por favor. -

Edward se acercó a ella e hizo que lo mirara con sus ojos chocolate que eran su perdición ¿Quién lo hubiera dicho? El heredero de la empresa más lucrativa de Washington, el más cobarde del mundo y enamorado hasta los pies de Isabella "Bella" Swan, sin proponérselo. Desde que la había visto sentada en esa cafetería leyendo un libro… que la observaba todos los días a la misma hora, solo para deleitarse con sus sonrisas. Es por eso que movió todos sus contactos para saber un poco más de ella y cual fue su sorpresa cuando descubrió que era una excelente contable… no dudo en enviar a uno de sus empleados a "ofrecer" empleo con el cargo.

–Para mi no fue una aventura. Fue la consumación de lo que siento por ti por todo este largo año. Te amo -

Su mirada era penetrante y con ella sospechaba que podía indagar en su alma sin problemas. Lo cual le daba miedo por que por primera vez no le asusto que alguien lo hiciera. Se acerco a él y le depositó un casto beso, solo un roce de labios. Suficiente como para que ambos sonrieran embobados, disfrutando del contacto.

Pero eso no significaba una respuesta a la declaración del hombre y ambos lo sabían.

Llegarían muy, pero muy tarde a la dichosa reunión que poco les importaba en esos instantes.

Se separaron mirándose lentamente pero un movimiento brusco y el ascenso de la máquina la hizo callar. Pronto la puerta del ascensor se abrió dejándolos perplejos, un señor de aspecto canoso los observaba desde el otro lado con curiosidad. Nadie hablaba, todos se miraban.

–No se que ha pasado señor, pero lo arreglamos a penas nos dimos cuenta que el ascensor se había detenido. Espero disculpe las molestias pero ya están a salvo – miró Bella regalándole una sonrisa de tranquilidad – Srta Swan un gusto verla –

–Eleazar, sí…. es un gusto. Si me permites.. – Le dijo haciendo una leve inclinación. Salió rápidamente y caminó lo más rápido que pudo a la sala de conferencia.

No sabía porque pero estaba huyendo de Edward Cullen. Si no hubieran "arreglado" la falla quizás le hubiera dicho que lo encontraba tan ardiente y hermoso, tierno y noble. Sí, se había dedicado a mirarle desde las sombras de su oficina cada vez que paseaba por su piso.

Pero ella no era una tonta enamoradiza, no podía creerle…

Además de encontrase más que avergonzada de haberse acostado –no literalmente- con el hijo del jefe, a la primera provocación, ahora de seguro creería además de que era fácil y que podría tirársela cuando quisiera. Aunque le había dicho que la amaba.

Un año… ¿Sería verdad? ¿o solo jugarreta?

Él se quedo mirándola partir extrañado, estaba seguro que le iba a contestar, su mirada le decía que quizás sentía lo mismo que él. Su mirada era demasiado trasparente para alguien como él.

¿Pero porque huyo? ¿De que tenia miedo?

Edward Cullen tomo la decisión de obtener la respuesta que ella ocultaba. Ya no había vuelta atrás, habían compartido mucho mas que un beso en esas cuatro paredes y estaba seguro que Bella no era de esas chicas que lo daban todo por un arrebato de pasión. Observarla de lejos le había dado la capacidad de saber casi todo de ella. Y si ella se había entregado a él con la misma pasión que lo embargaba a él, solo podía significar que lo que sentían no podía ser muy diferente.

Y lo que sentía él era fuerte…muy fuerte.

Aunque no podía evitar sentirse como un depravado sexual al "tirársele" prácticamente encima pero no se arrepentía para nada.

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Bella llego a la sala de reunión con la respiración agitada y las mejillas coloradas. Por suerte, para los presentes que esperaban a Edward Cullen nos les pareció extraño ya que supusieron que era por la maratón que seguro se habría mandado para llegar a tiempo,… ya que tenía 30 minutos de retraso al igual que Cullen.

Suspiró con alivio cuando se sentó al lado de Ángela, haciendo muecas con la mano indicando que estaba sin aliento. Lo que impidió que su amiga empezara con el interrogatorio.

A los minutos después llego muy campante Edward Cullen, con su muy impecable traje de dos piezas que Bella anteriormente había desarmado. Se ruborizó nuevamente y escondió su rostro en los papeles que su amiga le había pasado. Edward trató de hacer contacto visual disimuladamente pero ella no le dejó durante toda la reunión.

Malditos 45 minutos de nerviosismo y desconcentración.

Unos gerentes se acercaron a él apenas termino de exponer los nuevos métodos para combatir la corrupción y robo de datos confidenciales. No le dejaron si quiera ver a donde se había ido Bella.

Estaba seguro que le había dejado bien claro que ella no era otra ni una más pero algo le decía que ella no quería comprender.

No sabía bajo que fundamentos había surgidos los rumores de que él era poco menos que un Gigolo. Estaba cabreado de desmentirlo cada vez que lo escuchaba así que había decidido dejarlo pasar. Ahora le estaba cobrado la factura ¿Creería ella lo que las cotillas decían? Por supuesto que sí. Se respondió y quiso darse de cabezazos en la pared.

Con suerte había tenido dos novias, todas unas cazafortunas. No daba lo mismo ser hijo de un multimillonario que ser, no sé un profesor de primaria, tal vez. Lo malo es que él se daba cuenta tarde.

Con Isabella, Todo fue distinto. La observo desde mucho tiempo cuando sin darse cuenta ella había estado delante de él en la cafetería esperando su turno para hacer su pedido de Latte. Con su cabello café imposible y sus ojos hipnotizantes. Le encantaba su sonrisa tímida y su ceño fruncido cuando se concentraba en el trabajo o en algo difícil. Sabía que amaba el Latte con 2 de azúcar y que odiaba el brócoli. Que vivía sola en la ciudad y que no tenía novio por lo menos desde que entró a la corporación. Lo cual agradecía.

Parecía un sicópata y lo aceptaba…pero no estaba dispuesto a cometer los mismo errores y estaba seguro que con Bella no los cometería.

La había observado mucho tiempo sin que ella se diera cuenta y sabía que no era una persona ambiciosa, ni interesada en lo material. Era amable con todos sin excepción . Era generosa y humilde .No le importaba figurar mas allá de lo laboral y ni eso, ya que cuando se le reconocía por algún logro, se sonrojaba y solo asentía. Sin decir nada.

No sabia como… pero se haría que ella aceptara algo más que una relación laboral con él.

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NDLA: Aquí esta espero les haya gustado a ustedes tambien. ^^ Hace tiempo que no escribia en tercera persona ha sido refrescante y extraño XD...¡Vaya manera de quedarse en el ascensor no? XD Cualquier cosa...comentarios y demases ..los espero ^^ en los review wii

Con cariño Panchy ya te lo dije...^^

Cuidense y tengan muchos abrazos de todos los tipos ya saben cuales son mis favoritos XD

Enichepi