Digimon Adventure y sus personajes no me pertenecen.


Sellado

Estaba casi, y casi,completamente seguro que esa verdad no saldría de sus labios.

Bien, era un idiota; allí radicaba lo único cierto. Buscaba ansioso que las palabras adecuadas llegasen a su mente y así poder explicarle de manera digna lo que había querido decir; sin embargo, si existía una posibilidad descartada al momento por el muchacho era revelarle lo que realmente pensó al verla con aquel prendedor.

Yagami, idiota. Sora es su mejor amiga desde que tiene memoria y puede pretender conocerla como la palma de su mano, pero es una chica. Es una regla y hecho demostrado que esa clase de comentarios terminarían hiriéndola y enfadándola más que el incidente con su gorra. De todas las bromas absurdas posible, la peor para el momento fue esa.

Mas no se permitiría admitir que un sonrojo repentino invadió sus mejillas en el preciso instante que la vio con aquel sujetador de pelo y aquella blusa prístina. Esa no podía ser Sora, se había dicho miles de veces; la Sora que jugaba soccer con él y lo llamaba tonto nunca le había parecido tan… linda. Ella jamás le habría arrancado un estúpido balbuceo y la excusa sin sentido que volvía a su mente.

Docenas de llamadas sin contestar y las manos descansando en el teclado, frente a un correo vacío. Apretó los puños, maldiciendo entre dientes cuanto insulto se le ocurriese y tentando de no recordar la sonrisa de Sora al bajar de su habitación portando el regalo de cumpleaños que el portador del valor le había dado; que Taichi Yagami escogió días antes, repasando y memorizando la tienda de accesorios, buscando el ideal.

Diablos, Taichi ¿Tan difícil, tan complicado era decirle que se veía preciosa, después de la odisea pasada? Abrir la boca, dejar salir lo que su cerebro transmitía en desquicio… pero, allí estaba Sora y era Sora misma quien se negaba a dirigirle la palabra desde la fecha.

Genial, Yagami. Nada puede ser peor ¿O sí?

—¡Hikari! —rezongó aterrado, los pequeños dedos de su hermana enviando la penosa carta que tenía la palabra 'adiós' muy penosamente errada.

'Estúpido, Taichi', musitó enterrando el rostro en el aparato electrónico. Ahora sí, nada podría ser peor, y lo odiaba. Pero, nunca se atrevería a arreglarle confesándoselo; para eso valor no le alcanzaba.


N/A. Un cortito Taiora, porque no se me ocurría nada más. Recomiendo ver 'Bokura no War Game' para comprenderlo mejor. Y ¡Sorpresa! no mencioné para nada a Yamato y fue difícil, denme crédito por eso.