LLUVIA PÚRPURA

Por Taipan Kiryu

N/A: Esta historia sucede durante la Generación 1 y la escribí tratando de adentrarme un poco más en la personalidad de Thundercracker, uno de los Decepticons más fascinantes de esa inolvidable serie. Actualmente estoy publicando este fic también en inglés. Quien ya lo haya leído encontrará algunas diferencias en esta versión en español, que es la original. Cuando hago las traducciones a inglés siempre hago pequeños o no tan pequeños cambios debido a que mi inglés no es excelente y hay cosas que no puedo traducir y las simplifico. Bueno, no me alargo más en estas notas. Espero que esta historia sea de su agrado y me gustaría mucho conocer sus opiniones :o)


Capítulo 1

Thundercracker leyó por segunda vez el comunicado que había llegado hacía apenas un par de minutos a la terminal de su computadora personal. Estaba dirigido directamente a él, pero estaba redactado de una manera bastante impersonal, la marca característica de Soundwave.

Pero no era el frío protocolo con el que el Oficial de Comunicaciones Decepticon solía escribir las notificaciones oficiales lo que estaba molestando a Thundercracker. Era esa absoluta falta de significado atrás de las palabras, cientos de caracteres cybertronianos que su mente no podía procesar en ese momento.

Esa falta de atención no le era común, pero le sucedía con mayor frecuencia desde que estaba en la Tierra. A menudo la asociaba con la inestable temperatura del planeta, o con el hecho de que pasaba más tiempo del que podía tolerar encerrado en una base submarina muy alejada del cielo.

La mirada de Thundercracker estaba fija en la pantalla, aunque en realidad su atención estaba muy lejana del contenido del mensaje. Sus manos grises se fijaron con cierta aprehensión sobre los soportes de brazo de la silla en la que estaba sentado. A la débil luz de su cuartel personal, el brillo del monitor había tomado un lugar preponderante e iluminaba débilmente el rostro serio del Seeker. El resto del lugar estaba casi a oscuras.

Pero la penumbra reinante fue rota de súbito por un destello intenso de luz violeta que iluminó un costado del cuerpo de Thundercracker al tiempo que una figura alta y delgada aparecía justo al lado de su silla. Un fenómeno de tal naturaleza habría resultado sorpresivo para cualquier otro Transformer, pero el Seeker azul y gris estaba bastante acostumbrado a él después de haberlo presenciado miles de veces.

No era extraño que Skywarp entrara sin avisar al cuartel personal de Thundercracker. Lo hacía todo el tiempo, a todas horas. Al Seeker azul y gris no le gustaba ser importunado cuando quería estar solo (lo que ocurría prácticamente todo el tiempo), pero largos años de ser el blanco preferido de la amistad de Skywarp le habían enseñado que era inútil tratar de mantener a su amigo alejado de su privacidad. Las capacidades únicas de tele transportación de Skywarp y su profundo desagrado por la soledad lo convertían en un visitante muy recurrente.

-Hey, TC! Por qué está tan oscuro aquí? Luces al cien por ciento!- gritó el jet negro y púrpura mientras arrojaba una tableta de datos al regazo de su amigo.

Thundercracker suspiró y miró sin interés el objeto que Skywarp le había arrojado. Antes de que sus ojos se centraran en el mensaje idéntico al que desplegaba su computadora, el súbito aumento de intensidad de las luces lo hizo entrecerrar los ópticos.

-También recibí este comunicado, Warp. Estaba leyéndolo.

-¡Estamos a cargo, hermano!- dijo Skywarp, dejándose caer en la estructura de recarga de Thundercracker. -Sabes lo que esto significa? Tiempo libre!

Thundercracker arrojó a un lado la tableta de datos de Skywarp y apagó el monitor de su computadora.

-Estaremos en servicio,- dijo simplemente.

Skywarp hizo una mueca desdeñosa. –Sólo al principio. ¿No leíste el mensaje de Soundwave? Tendremos tres ciclos completos de descanso después de entregar el cargamento de energon. ¡Tres ciclos libres, TC!

-Aún así, no deberías tomar las cosas tan a la ligera, Warp. Es el cargamento más grande de energon que ha sido enviado a Cybertron en años.

Skywarp sonrió y miró hacia el techo, colocando los brazos bajo su cabeza a manera de almohada.

-Sí… y nos fue asignado a nosotros,- dijo, como hablando consigo mismo.

Thundercracker giró su silla y miró a su compañero de vuelo.

–Órdenes directas de Megatron. Parece estar bastante complacido con nosotros últimamente.

-Lógico, TC. Hemos tenido un éxito de setenta y tres por ciento en las últimas misiones de recolección de energía. ¡Eso, y el hecho de que nosotros dos solos casi derribamos a esos sucios Aerialbots! Malditos pedazos de chatarra… ¿cómo se atreven a llamarse a sí mismos voladores?

Thundercracker asintió lentamente con la cabeza. Envidiaba secretamente la permanente alegría que siempre invadía a Skywarp. Sin importar las circunstancias, el jet negro y púrpura siempre tenía una actitud relajada. Nada parecía preocuparlo nunca.

-Sólo dos ciclos más, y estaremos fuera de este agujero,- continuó Skywarp. Sus ópticos se entrecerraron con deleite mientras una amplia sonrisa apareció en sus componentes faciales.

A Thundercracker le hubiera gustado compartir su entusiasmo.


Vivir a dieciocho mil pies bajo el agua tenía sus ventajas. Prácticamente no había probabilidad de encuentros con criaturas humanas, y cualquier intento de intrusión Autobot podía ser detectado fácilmente a millas de distancia. Además, estar en las profundidades del mar mantenía el molesto espectro de sonidos terrestres alejado y, aunque había una gran cantidad de fauna marina viviendo alrededor de la base Decepticon, la tranquilidad del fondo del Océano Atlántico nunca era perturbada.

Sin embargo, para un Transformer volador, especialmente para un Seeker, las cosas eran muy diferentes.

Pero esa noche no era la necesidad de volar lo que mantenía despierto a Thundercracker. Era un pensamiento, un solo y repetitivo pensamiento, lo que había evitado que cayera en estado de recarga y lo había mantenido dando vueltas sin encontrar una posición física que le fuera tolerable.

Después de renunciar definitivamente a la posibilidad de descanso, el Seeker activó mentalmente las luces de su cuartel personal al quince por ciento de intensidad. Suaves sombras se dibujaron en su cuerpo azul y gris.

Skywarp tenía razón. Por algún motivo, a Thundercracker le desagradaban las luces altas. Siempre se había sentido cómodo en la oscuridad.

El Decepticon se frotó la cara con las manos y se puso de pie. Como todo Seeker, era claustrofóbico, y pasar largos lapsos de tiempo en un espacio reducido era una tortura intolerable. Pero esa noche, su creciente sentimiento de asfixia tenía muy poco que ver con su odio a los espacios cerrados.

Por instinto, sin razonarlo siquiera, abrió la puerta de su cuartel y dirigió sus pasos hacia la torre de lanzamiento de la base Decepticon.

Su necesidad por el cielo se había vuelto apremiante.


Después de volar toda la noche, Thundercracker regresó a la base Némesis poco después del alba, un par de horas antes de que iniciara su turno, el último antes de partir a Cybertron al día siguiente.

Sus pasos decididos se dirigieron hacia un gran corredor al costado del Centro de Mando que llevaba ante una gran puerta doble que permanecía siempre cerrada. Pero Thundercracker sabía que, pese a la temprana hora del ciclo que apenas empezaba, el interior del lugar fluía de actividad.

Titubeó un momento ante la puerta antes de decidirse a oprimir un botón rojo que estaba afuera.

Esperó por bastantes segundos. Tuvo que oprimir el botón tres veces más antes de que la puerta se abriera y fuera recibido por el malhumorado rostro de Bonecrusher.

-Ah… eres tú, Thundercracker. ¿Qué es lo que quieres?- preguntó el Constructicon.

-Necesito hablar con Hook,- respondió el Seeker con cierta incomodidad.

Bonecrusher miró a Thundercracker por algunos instantes en silencio y luego dio media vuelta y se internó en el enorme taller de los Constructicons. El Seeker lo siguió sintiendo como su incomodidad crecía a cada paso que daba.

Pasaron por una gran mesa en la que Scrapper, Long Haul y Mixmaster trabajaban en alguna clase de extraño artefacto. Al pasar el jet, los tres pares de sensores ópticos poco amigables se posaron en él. Si había algo que los Constructicons detestaban era ser molestados cuando estaban trabajando.

-Estamos ocupados, Thundercracker,- gruñó Scrapper.

-Ocupados, muy ocupados,- repitió Mixmaster.

-Sólo tomará un momento,- respondió el Seeker incómodo, evitando los duros ópticos de Scrapper.

Bonecrusher se detuvo al lado de Long Haul y empezó a analizar en un monitor unos planos llenos de marcas rojas. Señaló una puerta al fondo del taller y no se ocupó más de la presencia de su incómodo visitante.

El Seeker se dirigió directamente hacia ahí. El sensor de movimiento de la puerta se activó al percibir su proximidad y se abrió, mostrando la conocida imagen de Hook, que estaba inclinado sobre un enorme motor.

El Constructicon no levantó la mirada ni dio ninguna señal de reconocer la presencia de su compañero de armas. Su atención estaba fija en el motor. Ajustó un par de circuitos y los probó tres veces antes de hablar finalmente.

-¿Qué, Thundercracker?- preguntó, sus ópticos fijos en los circuitos que acababa de ajustar.

-Necesito un favor,- replicó el Seeker.

La mano derecha de Hook se detuvo en el momento justo de iniciar un nuevo ajuste. Su visor óptico se arqueó con incredulidad.

-¿Un favor?

Thundercracker asintió.

–Un disfraz de neutral… para mañana,- dijo, lo más casualmente que pudo.

La atención de Hook había sido captada. El Constructicon se cruzó de brazos y golpeó suavemente la herramienta que llevaba en la mano contra su antebrazo.

Thundercracker bajó la cabeza. -Sé que es muy repentino pero…

-Estamos muy ocupados aquí. Además, creo que no necesito aclarar que no me especializo en favores personales,- dijo Hook, retornando su atención al motor.

La incomodidad de Thundercracker creció. Miró, como buscando un refugio, el motor que Hook estaba reparando. Como siempre, el trabajo del perfeccionista Constructicon era impecable.

-Si eso era todo lo que querías, Thundercracker…

-Realmente necesito esto, Hook.

El Constructicon regresó a su trabajo. -¿Por qué no vas con Swindle? Tal vez él pueda ayudarte.

-Necesito un disfraz completo, no el montón de chatarra que Swindle me podría conseguirme. Algo que me permita pasar… desapercibido.

Hook miró a Thundercracker nuevamente. En su boca comenzó a formarse una sonrisa maliciosa.

-Desapercibido, eh? Alguna incursión en territorio enemigo durante tu estancia en Cybertron, tal vez?

El Seeker contrajo sus ópticos. No quería dar demasiada información al Constructicon a pesar de que era el único que podía ayudarlo en ese momento.

-Algo así,- murmuró sombríamente.

Una vez más, Hook golpeó suavemente la herramienta que llevaba en la mano contra una parte de su cuerpo, esta vez su pierna.

-Regresa después del último turno. Tu petición estará lista,- dijo, regresando la totalidad de su atención al motor que estaba frente a él.


Skywarp y Thundercracker salieron del módulo del puente espacial en Cybertron. Skywarp lo hizo efusivamente, mirando el sombrío Centro de Mando de la base Decepticon en Polyhex como si fuera un paraíso.

-¡De vuelta en Cybertron, TC!- dijo alegremente dándole un fuerte codazo a Thundercracker en el pecho. -Tres ciclos completos después de que el cargamento de energon esté asegurado! No voy a estar sobrio ni un solo astro segundo, te lo aseguro!

Shockwave los miró con frialdad desde su eterno puesto de vigilancia al frente de la enorme computadora del Centro de Mando.

-El traslado del cargamento ha sido exitoso, Shockwave. Ningún cubo de energon fue dañado durante el viaje,- informó Thundercracker.

El enorme robot púrpura asintió en silencio y tecleó una larga secuencia de números en la consola de la gran computadora del Centro de Mando. Al instante, un pequeño ejército de drones idénticos comenzó a sacar los contraídos cubos de energon del módulo del puente espacial.

-Por órdenes de Lord Megatron, les han sido concedidos tres ciclos de descanso. Les será estipulada su hora de regreso en cuanto los drones terminen de transportar el energon. Asegúrense de estar a tiempo en el módulo del puente espacial a la hora exacta para su regreso a la Tierra,- informó Shockwave con su característica falta de entusiasmo, sin dejar de teclear enormes cifras en la computadora.

-Lo haremos, Un Ojo, lo haremos…- dijo Skywarp agitando una mano mientras que con el otro brazo jalaba a Thundercracker hacia afuera del Centro de Mando.


Algunos minutos después, la fresca brisa de la noche eterna de Cybertron recibió a los dos Seekers Decepticons.

-De esto se trata, TC! De vuelta al viejo Cybertron! Ya estaba harto de ese montón de basura orgánica que es la Tierra,- dijo Skywarp, su alegría reflejada claramente en su gran sonrisa.

Thundercracker miró los altos edificios que lo rodeaban. A pesar de la guerra, esa parte de la ciudad de Polyhex permanecía imponente. Se sorprendió de no sentir al menos un poco de la misma alegría de su compañero de vuelo. Después de todo, no había estado en su planeta natal en más de cuatro millones de años.

Skywarp se frotó las manos con placer anticipado mientras su ingenua sonrisa se tornaba en una mueca maliciosa.

–Sabes cuál es nuestro destino, no TC? La noche es joven!

-Primus, Warp. ¿Acabamos de llegar y ya piensas en embriagarte?

Skywarp se carcajeó. –En realidad estaba pensando en chicas. Pero ahora que lo mencionas, no sería mala idea empezar con un poco del mejor energon de alto grado. Vamos, no desperdiciemos tiempo aquí.

Thundercracker no se movió. -Te alcanzaré después. Hay algo que tengo que hacer antes.

Skywarp se detuvo, su entusiasmo transformado abruptamente en extrañeza. Muy pocas veces Thundercracker había utilizado ese tono de voz. El Seeker negro miró a su amigo profundamente, su curiosidad despertada. Sin embargo, lo conocía lo suficiente como para saber que, si Thundercracker no daba detalles de sus actividades, era porque no deseaba ser interrogado al respecto.

-Eh… TC… ¿Estarás bien? Quiero decir…

-Si te necesito te llamaré, Warp.

La juvenil alegría de Skywarp regresó como si nunca se hubiera ido. –Será mejor que lo hagas, porque somos…

Thundercracker arqueó sus ópticos con impaciencia.

-¡Vamos, TC, dilo! Somos…

Thundercracker cedió. -Mejores amigos…- murmuró avergonzado.

-¡Cierto, hermano!- exclamó fogoso Skywarp dándole una fuerte palmada en la espalda a su compañero que más bien pareció una señal de violencia que de amistad.

Sí, definitivamente a Thundercracker le hubiera gustado compartir el entusiasmo de Skywarp.

Continuará..


N/A: Bueno, eso es todo por el primer capítulo. Publicaré el siguiente en uno o dos días. Las reseñas son bienvenidas.