¡Hola! Bueno, como probablemente ustedes no sabrán hace poco cumplí cinco años en fanfiction, y como casi todos los años decidí escribir algo especial para celebrarlo. Y están estos retos que siempre he amado de escribir drabbles de tú OTP y que nunca he hecho. Así que. ¿Qué mejor ocasión para hacerlo? Cabe resaltar que aunque el reto original es de uno por día la verdad es que no seré capaz de hacerlo, porque no es el único fandom en el que lo estoy haciendo (Eso sí, con listas distintas en cada uno) cabe aclarar, así que solo me comprometo a al menos uno por semana. También debo decir que aunque originalmente los drabbles son textos de máximo 500 palabras, mi rango será de 450 a 550. Ya dejo de aburrirlos con explicaciones y empiezo, espero y sea de su agrado.
1. Tomándose de las manos
Salir con Simon Snow era mucho menos sexy de lo que Baz hubiera pensado. Pero aun así, cada fin de semana, salía de Watford y se dirigía a casa de los Bunce para verlo.
Pasaban mucho tiempo juntos, a solas, en la habitación de Penélope. Pero no hacían mucho más que tomarse de las manos.
Siempre que Baz se iba, Penny interrogaba a su mejor amigo sobre lo que hacía con su novio cuando ella salía de la habitación. Simon era honesto, ella no le creía.
—Simon, ya somos prácticamente adultos. No te voy a juzgar— insistía ella.
—Nos tomamos de las manos— insistía él.
En contra de algunos de sus principios, Penélope Bunce un día decidió espiar un poco. Y su decepción fue grande al descubrir justamente lo que Simon le había dicho, a él y Baz tomados de las manos.
De vez en cuando hablaban, y siempre antes de despedirse se besaban. Aunque nunca con tanta intensidad como lo habían hecho esa primera noche. Pero sus manos siempre se buscaban, y cuando se encontraban no querían que nada las separara.
Al inicio era algo que hacían en la intimidad, pero luego empezaron a alargarlo a cuando Simon lo acompañaba a la puerta a despedirlo. Y luego un poco más lejos.
Empezaron a hacer paseos tomados de las manos. Iban al parque y a comprar roles de canela. Se sentaban en una banca y comían con la mano que tenían libre. Porque los besos eran momentos fugaces, pero el recuerdo de la sensación de la mano del otro les permitía pasar los días que estaban separados sin volverse locos.
Después de que Baz se graduara decidieron que era hora de que su familia supiera de lo suyo. De todos modos su primo ya los había visto y era cuestión de tiempo para que el resto de su familia se enterara, y Baz prefería que no fuera por fuentes externas. Lo hablo con Simon y él estuvo de acuerdo, no era un fan de la familia de su novio pero seguía siendo la familia de su novio.
Baz llevaba horas repasando mentalmente el discurso que daría cuando nada más abrir la puerta de su casa su hermana Mordelia le dijo:
—¡Eres novio del elegido!— no era una pregunta.
—¿Cómo lo descubriste?— le pregunto Baz, listo para asesinar a Niall.
Su hermana se río.
—Soy joven, no estúpida.
Baz se proponía a regañarla por su lenguaje, pero entonces se dio cuenta. Cálida, ligeramente rasposa por el continuo uso de la espada, perfectamente familiar, la mano de Simon entre la suya.
Sonrió, los colmillos bien visibles, elevo las manos entrelazadas y le dio un suave beso a los nudillos de su novio.
—Sí, soy novio del elegido.
No me convenció mucho. ¡Prometo esforzarme más para los próximos!
Los quiere: yo.
