MOTHER

Canto I

Que cuenta de la condición de lugares y sus personajes

1

O fuese esa mano de ventura,

o el mismo designio de los cielos,

hubo antes arrabal en tesitura,

más próspera, presciden de recelos,

pueblo fundado sobre tierra dura,

hogaño a nos contado por abuelos,

pueblo cuya colina fuele abrigo,

viejos, sus canas siendo buen testigo.

2

Llamose Podunk, puede desacierta,

que es tan enfoscada su historia,

sintiera necesario yo divierta,

pluma pintando crónica ilusoria,

composición fantástica cual tuerta,

buscando deshonesta escapatoria,

que es costumbre sandeces adobarlas,

y luego de donaires designarlas.

3

Mas desde que me fue reconocido,

serme entre el mi jardín sus muchos frutos,

la invención lo más que es carecido,

tuáutem de los nobles, más astutos,

aunque nunca escollo percibido,

hube en dar mis versos tan enjutos,

que el sujeto no sufre guarniciones,

hechos pidiendo buenas proporciones.

4

Mas, porque al fin mi verso estilo cobre,

le suplico a las musas todas nueve,

no permitan rudeza mia desdore,

lo que engastar en mármoles se debe,

antes, pido cualquier fuego que more,

en este horno frígido lo cebe,

su habituada materia primorosa,

para que forje obra artificiosa.

5

De ti bella, Calíope, solicito,

en especial tu ínclita elocuencia,

para que se propague siempre el mito,

por el mundo, de aquella tu excelencia;

y excusa muy vulgar mi simple rito,

ni pienses que llamarte es insolencia,

que has de considerar que el que te llama,

desea de acrecentar nomás tu fama.

6

Convoca a todas nueve tus hermanas,

y interceda por parte del menguado,

que pretende cantar lo que villanas,

ni cultas las estancias han logrado;

has cuenta que ellas todas fueron vanas,

que buena trova nunca han probado,

que para esta historia que yo cuento,

exige más que simple el talento.

7

Y en ser de Hispana estirpe yo nacido,

soy todavía más a ti inclinado,

que bien recuerdo has favorecido,

en varias ocasiones al honrado,

Camões cuando se vio ya decidido,

dar al mundo su heroico relatado,

y tambien se me viene a la mente,

que el gran Mena de ti tomara fuente.

8

Desde tiempos antiguos en cuidado,

has mantenido este pueblo tuyo,

que siendo a las heroicas cosas dado,

te ha producido siempre mucho orgullo,

por eso de tu estrella viva guiado,

no solo alcanzó a llamarse tuyo,

Góngora, mas también de la Talía,

aunque en lo pastoril juzgar solía.

9

También, como habitar ya acostumbras

en riberas del Tajo caudaloso,

y ý simples pastores les alumbras,

con un valor en artes muy donoso,

¿porque no en mí también, ninfa, relumbras,

lo que a tantos les diste generoso?

Que al fin el Río Bravo de igual vena,

corre que el Tajo, água siempre amena.

10

Porque, señora, tienes que mirarlo,

los tiempos mucho haberse ya mudado,

que no hará mucho uno constatarlo,

tu reino el Atlántico ha cruzado;

ves tu hijo decidido en procurarlo,

que ha hermanos como hermanos los tratado,

sean todos los latinos ya unidos,

y no por interesse divididos.

11

Noble México llama a su hermana,

que en la gran pampa tiene su morada,

La Argentina, presta cual ufana,

tocando arma, su planta bien fincada,

Paraguay, Uruguay al salir Diana,

acuden con cerviz alevantada,

listos en ostentar su mucho aliento,

y en ensayar su brazo muy sediento.

12

Recude la caterva muy golosa,

Panamá, Guatemala, y Honduras,

cada una alborozada, ya ansiosa,

en darle fin a usadas las holguras,

corren a se juntar a lid dudosa,

y no solas se jugando sus venturas,

Salvador, Costa Rica, y Nicaragua,

también odian de tiempo cualquier fragua.

13

En común bando cuesta ayuso bajan,

Colombia, Venezuela, y Ecuador,

que fama es el acero no relajan,

mientras peligro corre el su honor;

su destino, tambíen viste, barajan,

Perú y Bolivia, do no habita el pavor,

todas jurando nunca doblegarse,

y hasta la muerte siempre apoyarse.

14

Ya oyeron el Aztlán que a todas llama,

La Cuba, Puerto Rico, y la Hispañola,

guisadas de crecer de lid la llama,

que no aceptan su hermana enfrente sola,

serpiente de rayada, vil escama,

antes, bandera cada una tremola,

primeras siempre do la guerra llama,

ca lo exige así su grande fama.

15

Indómito Arauco va avanzando,

Chile entre nos ahora acostumbrado,

mas mientras por sus venas va cursando,

la sangre solariega, estimado,

será por este nombre, que cargando,

el honor de su raza tan preciado,

sostiene gloria a mil generaciones,

del gran Caupolicán sus mil legiones.

16

Yo sé, patria de mí ya presupuesta,

que suerte no cargó tanto la mano,

obviara aunar las gentes bajo apuesta,

colectiva, en un sólo pueblo Hispano,

que es de vena común la sangre nuestra,

y el abolengo aún más de cercano,

y esto es más que juego oratorio,

que es del destino bando muy notorio.

17

Pues, diganme, ¿por qué ha de faltarnos,

la paz y bienandanza que otros gozan?

¿Acaso hemos al albur siempre dejarnos,

mientras otros unidos se alborozan?

¿Por qué ha nuestra fuerza de evacuarnos,

mientras los enemigos nos destrozan?

Y diganme, ¿por qué no un nuevo estado,

construímos ya juntos deste lado?

18

Así dame una voz grandilocuente,

para que en la presente contar pueda,

lo que el mentecato ni el sapiente,

entienden de fortuna aquella rueda,

rueda que aunque en eventos inminente,

sus secretos a Ulises puede exceda,

por más mares y tierras que él cruzara,

ni imperios ni coronas que él tomara.

19

No desdeñes un plectro abastecerme,

ni ceses de amparar aquestas gentes,

en cuyo nombre sé yo ofrecerme,

como órgano a tantos eminentes;

así, queriendo en esto convencerme,

ya prosigo en contarte los pendientes,

que si no respondieres mi deseo

sospecharé que lloras aún tu Orfeo.

20

Yendo, que la ocasión seguir aguarda,

tomé la historia, fiel después cortada,

de quienes la memoria poco tarda,

una historia que cual si ayer probada,

a las otras les sirve de vanguarda,

y es hasta hoy de gentes recordada,

unos nos recontando ilustres hechos,

que parecen en suma contrahechos.

21

Los hechos de los héroes que salieron,

de los brazos de patria tan querida,

y los pasos y sendas que siguieron,

en millas mil por tierra extendida,

he de narrar, demás lo que sintieron,

en sus trabajos, lucha consumida;

verás cómo la historia mucho excede,

lo que en glosa homérica sucede.

22

Verás de la amistad vivo trasunto,

el amigo cual joya apreciado,

y el amor más tierno en su punto,

también será de ti bien estudiado,

dos almas que obtuvieron contrapunto,

en este mundo tan desacordado,

o cantando de amores suma gloria,

o de mundo su última victoria.

23

Y los paisajes deste vasto mundo,

tan variados que al hombre maravillan,

sus hermosas llanuras sin segundo,

sus montes cuyas capas blancas brillan,

siempre cuando del sol el infecundo,

desierto áureos rayos lo cepillan,

todos fueron por cuatro traversados,

y por su mano a calma restaurados.

24

Sin duda aquellos cuatro escogidos,

los jóvenes que al orbe defendieron

sin ser por alma alguna percibidos,

ni premiados por hechos que fizieron,

relevará mi pluma, que regidos,

por las musas que tanto me infundieron,

mis versos apostura habrán en darte,

lo que a la lengua apenas quepa parte.

25

La comarca por tiempo su caduco,

perdió poblados, pero nunca el nombre,

tierra es azaz poblada de fabuco,

do hojas ambarinas en octubre,

corren vias cual lo suele el bejuco,

remontarse hasta el sol su clara lumbre,

matizando en imagen placentera,

natura hermosa, falta de frontera.

26

Varios tiempos el área abraza,

que suele preguntarse el curioso,

como esta comarca sobrepasa,

en número en de tiempos tan fructuoso,

todas otras que el mundo entero envasa,

que es más que las estrellas de donoso,

sol todo el año a Yuca embaulando,

Snowman su asiento en nieve encontrando.

27

Esto es de hechos nuestro escenario,

continente de extremos liberales,

mostrando en climas número tan vario,

que, no harto de cotos terrenales,

su fama por divino afán plenario,

corrió por mundanales laterales,

yermos por norte seno los tendiendo,

por sur, heladas cumbres erigiendo.

28

Podunk, dichome han, de dimensiones,

que apenas una milla la compasa,

baja por de la tierra depresiones,

de empinada cierra a vega raza,

y el río que sur través verdones,

va hasta ribera estar dessa gran traza,

traza por comarcano conocido,

cual hasta las entrañas dél temido.

29

La montaña será desemejada,

entre otros a duras prez perdiera,

que su soberbia ende conhortada,

nunca en grandez a alguno transigiera,

de envergadura fuera aventajada,

ni que en modo alguno compitiera,

que toda formación a él vecina,

llanura es de talle poco dina.

30

A Itoi mover los pies le es vedado,

a hombre en extremidad ya tan curioso,

se hablando de caso antes pasado,

que al más bravo dejara temeroso,

que fue, se dice, yerro castigado,

a quien fiose ser demás de brilloso,

en el monte encontrar aciaga fosa,

sequela a quien incauto entrar osa.

31

Ya la leyenda va generaciones,

del padre a su hijo heredada,

y guardada por medio de canciones,

no hay una que de niño no es cantada;

allá mismo estuve en ocasiones,

cuando una vacación me era dada,

hablando con las gentes ý locales,

todos a una mesa comensales.

32

No poco menudearon los ribazos,

mucho antes el hombre y el mozo,

desafiando de Itoi sus fríos bazos,

se metiendo en el hosco calabozo,

para voltear después osados pasos,

en ellos se llevando cruel destrozo;

que desque Itoi brumoso nubes cubre,

sus entrañas montón de luto cubre.

33

Temo mi pluma fuera impertinente,

prevaricando cuando describiere,

pueblo como dejé atrás patente;

mas quien atento suma dedujere,

verá en cuanto número de gente,

cual justo a arrabal correspondiere,

ser imposible dello no desdiga,

y con de ser aldea no condiga.

34

Lo que contuvo he por excusado,

que Podunk es de America el modelo,

de aquel abolengo aventurado,

paraíso fundado en nuevo suelo,

do raíces tomaran endonado,

y desdende bonanza tuvo vuelo,

de tales gentes sé pertenecieran,

quienes a aldea cimientos erigieran.

35

Donde exacto quedara esta aldea,

no podré sin empacho te contarlo,

porque aun por los oídos me vocea,

que prometí solemne de guardarlo;

mas te diré que donde la odisea,

empezó, porque así puedas buscarlo,

fue en el medio oeste afamado,

por grandes sus cosechas estimado.

36

De límite sirvió la norte sierra,

hoy desierta, entonces sí poblada,

y do solapa ábrego la tierra,

una muralla de árboles cercada,

árboles muertos, cual si no las viera,

dijera todo algaba es sobrada;

mas, amén de unos cuantos los defectos,

aqui nomas se trata de delectos.

37

No habríanse los rayos se tendido,

cuando apenas el son acostumbrado,

corriera su ajetreo conocido,

a empezar el día todo ahincado

que no es bueno tiempo vicioso ido,

ni dejar el trabajo empezado,

que patente es Podunk asintiera,

honra en su labores consistiera.

38

Y como Podunk pueblo sea pequeño,

los oriundos trabajo afuera encuentran,

que amén de algunos cuantos cuyo empeño,

en el local emporio o hotel concentran,

jóvenes solo son que a desempeño,

en la hamburguesería sus horas entran,

de clientela más grande se gozando,

en turistas que pueblo van pasando.

39

Porque las viandas que antes se comían,

eran simples y al tiempo convenientes,

y en salir a comer jamás solían,

como acostumbran hoy los inconscientes,

antes, en casa platos se cocían,

y todos a la mesa ý presentes,

comían cosas mucho saludables,

y no las que hoy en día despreciables.

40

Sé, pues, entonces fueron los sesenta,

puede te sean poco conocidos,

mas sé que a su música das cuenta,

siendo aún sus temas aplaudidos,

edad pasada cuya valía ostenta,

niños tan entre sí de avenidos,

juntos mundo con pies lo midiendo,

y nunca arnés alguno lo sufriendo.

41

Entonces si que honesta perdurase,

aquella vida simple e inadornada,

donde la integridad mejor se usase,

y no la egolatría ensalzada;

entonces cierto Facebook ignorase,

la joven de burbuja libertada,

entonces era el joven no enviciado,

y en la presente vida concentrado.

42

En el presente tiempo concentrado,

solo de aqueste mundo él cuidaba,

y no en los digitales engolfado,

la vida por el cuerno la tomaba;

ni tampoco a inseguridades dado,

hasta en se sincerar se aterraba,

ni importábale tanto que dijeran,

los que en torno presentes le vieran.

43

Entonces si que chicas se guardaban,

no como en esta edad nuestra de hierro,

que entonces por vergüenza se miraban,

hoy lo haciendo mejor el sucio perro;

entonces si que damas se tapaban,

mientras hoy condenado a destierro,

el pudor ya de pocos conocido,

desde mucho perdió cualquier sentido.

44

Un vestido bonito usar solían,

y talvez un sombrero de sol también,

y las faldas que varias se ponían,

mostraban su estilo asaz rebién;

blusas de todas suertes ya venían,

y sin mangas sus brazos tiernos también,

la piel muy saludable ostentaban,

y todos en servirla obligaban.

45

Mas si entonces la piel mejor lucían,

y corazones mil habían prendado,

ahora lo que en precio antes tenían,

en mercado también es comerciado;

las partes que antes ropas las cubrían,

las han hasta por redes publicado,

y todavía todas alteradas,

se quejan ser de hombres deshonradas.

46

Ahora el vicio rige a nuestros hijos,

el chico en especial muy abismado,

que creyendo encontrarse en regocijos,

ya la vida entera ha despreciado,

¿cuando se convencieron nuestros hijos,

que el contento dellos aspirado,

encontrárase en drogas deleznables,

y no en vida y proyectos honorables?

47

Porque habrán de pensarlo con cuidado,

y conceder aqueste argumento,

ser físico el placer mejor guardado,

a los animales para el distraimiento,

mientras el hombre único dotado,

de razón y además conocimiento,

si esta facultad no ejercitare,

poco sorprendería si se dañare.

48

Así el que es a las drogas subyugado,

cual un mono placeres los buscando,

por breves los estímulos domado,

siempre va en la demanda procurando,

ca su contento nunca asentado,

nunca firme, lo tiene agonizando,

¡Ay, y quien pensara gozo tan furtivo,

nos sería atán de destructivo!"

49

Esta infame ponzoña ha tomado,

no solo innumerables innocentes,

mas imperios podridos implantado,

en el seno de pueblos florecientes,

hasta que hubo esta plaga arribado,

para afligir personas muy decentes,

tanto que hay de aquel cretino insano,

que vende y descuartiza a su paisano.

50

Tal es la desvergüenza deste tiempo,

pero no pienso en esto ocuparme,

solo diré que es hoy gran pasatiempo,

y en ello no podré yo exceptuarme,

que también soy nacido deste tiempo,

y ansí su perversión ha de mancharme,

digo, perder el tiempo en cosas vanas,

simplezas a nosotros no muy sanas.

51

Pero volviendo al hilo de esta historia,

que en estas reflexiones ya he tratado,

la juventud entonces, plena gloria,

a los altos habían ya llegado,

y mozos y zagalas con euforia,

se habían por el monte dispersado,

unos cantando singles populares,

otros su vidas, júbilo o pesares.

52

Las zagalas entonces se recreaban,

bajo sombras de olmos reposadas,

unas hermosos pelos se adobaban,

otras de tiernos años apartadas,

con sus monitas todas se agradaban,

y con recato siendo conservadas,

se mantuvo vergüenza tan debida,

y no en el primer truhán perdida.

53

Cuesta abajo la misma lozanía,

ven campear entre mozos cuerpos fuertes,

jugando ora béis en gran contía,

tratando ora cuestión de todas suertes,

campos los retozando en cofradía,

preciada libertad de los solertes,

que es fuero a menudo olvidado,

vivir sin ser a nadie sojuzgado.

54

Vida de quien mejor nos la pintara,

verá en Podunk las puertas entornadas,

que al alba con acucio les llamara,

el día empezar de madrugadas,

que aquí la tardanza se odiara,

y sea su presteza bien contada,

que no existe más preciado estado,

que uno mantener su hogar honrado.

55

Parece, sino dicha prodigara,

por pueblo los hogares tan jocundos,

y bonanza seguro que limara,

afable trato de hombres los oriundos,

que hubo harta ocasión do se mostrara,

en festejos a otros no segundos,

cada año conterráneo descendiendo,

y en la plaza mayor comedias viendo.

56

Una que otra casa arrinconada,

en sarta guarnición le fue al monte,

cuya honra jamás menoscabada,

hogaño aún predicando va el sinsonte,

proezas de aquella edad pasada,

que hoy día encuentra su tramonte,

proezas que las gentes desconocen,

dignas todas que en mármoles se esbocen.

57

Ventura así su mano lo dispuso,

que antes un zagal Ninten llamado,

tomó cuesta mentada ya de suso,

por domicilio suyo reposado,

quince años cumplidos el iluso,

tenía, y asimismo el gallardo,

era de corazón así acendrado,

era a obrar con justicia decantado.

58

Infeliz es el hombre en tal estado,

sin hermano que pueda llamar suyo,

no saber su consuelo, común vado,

y jamás conocer persona cuyo,

bienestar al otro apreciado,

corre inextricable junto al tuyo,

así son de hermanos condiciones,

pesar a uno, al otro puniciones.

59

Ventura dio sus manos liberales,

que donde ruegan otros el primero,

dobló a la casa dádivas filiales,

en hermanas nacidas de enero;

Mimmie y Minnie vense mucho iguales,

tanto que eran gemelas decir quiero;

guárdanse ellas dos amor y fecho,

cual pueda contener en tierno pecho.

60

¡En qué pena extraña te encontraste,

en ver los hijos todos ya crecidos!

Que a andar parece apenas los miraste,

por el suelo con miembros extendidos,

y sus pañales sucios les cambiaste,

cuando ya son muy lejos recogidos,

ya en sus propias carreras concentrados,

y de su oíslo y hijos rodeados.

61

La madre cuyos pelos competían,

con el soberbio sol en hermosura,

todavía sus recuerdos la volvían,

cuando veía con tanta su ternura,

a Ninten y hermanas que subían,

sobre el perro Mick con gran holgura,

pero ahora ya que están los tres crecidos,

nomás quedan recuerdos escondidos.

62

La casa colma ansí de alegrías,

y los niños de padres adorados,

dio lugar que al pasar los tierno días,

los padres se sintieran extrañados,

que los hijos jugando en niñerías,

mostraron de influjo estar dotados,

de poderes jamás averiguados,

y de prodigio hacer capacitados.

63

Pasó al cruzar de pueblo los portones,

jugando de consuno en las florestas,

andar cogiendo hierba en jergones,

para dar a comer usando cestas,

a caballos, corderos, y lechones

los niños ledos dándoles a ambuestas,

el alpiste por ellos escogido,

según el animal lo había pedido.

64

Creyeron fuera simple devaneo,

pero pronto supieron verdad de hechos,

cada padre ansí a dudas reo,

y sumido en número de estrechos,

mas tomaron en ello gran sondeo,

no quedando después insatisfechos,

que sus temores fueron confirmados:

sus hijos de poderes ser dotados.

65

Telepatía llaman don extraño,

que amén de antiguos los portentos,

no creyera cabría tan tamaño,

género prodigioso de talentos,

en sujeto entre otros muy extraño,

pero ahora no haremos dello cuentos,

que doctos sabios antes han instruido,

poder por el altísimo es surtido.

66

Aquí ya han ocasión gentes tomado,

en contarme hasta donde se extendían,

regalo del altísimo otorgado,

que en se hacer cruces nunca concluían;

dicen que los hubieron ya mirado,

como sin apalpar piedras movían,

sin importar de que forma vinieran,

ni el hecho que su peso excedieran.

67

Los objetos que ellos removían,

les tenía el peso hasta doblado,

pero como los padres no sabían,

como lidiar con hijo tan dotado,

embobados les viendo se temían,

hasta qué límite hubiera alcanzado,

si expediente no usaran riguroso,

prodigio que creían peligroso.

68

Convinieron los riesgos evitarlos,

padres, claro el peligro percibiendo,

decidiendo poderes condenarlos,

poderes que apenas conociendo,

tuvieron por mejor eliminarlos,

mientras los niños iban aun creciendo,

y fueron bien en todo acatados,

también los niños siendo educados.

69

Dende niños umbrales franquearon,

como cualquiera otro que a aulas fuere,

y casi enteramente olvidaron,

regalo que el cielo les hiciere,

que a todo momento recataron,

temerosos que otro conociere,

que detras aparencias inocentes,

morabam facultades incipientes.

70

Cuéntalo quien de ello fue dotado,

libre observar de hombre las pasiones,

a un vistazo su juicio haber sondado,

sin tener que usar de confesiones,

deseo suyo de ti ya estudiado,

sin dello él tener indicaciones;

a estos cotos su ciencia bien alcanza,

niños que mentes leen a toda holganza.

71

Mas no todo regalo es bienvenido,

cierto, éste ahora con despecho,

que siempre cuando fe les fue pedido,

más puridad guardada y buen fecho,

¿Quien dudara sintieran infringido,

fuera este juramento contrahecho?

Que perdieron secretos su sentido,

cuando el entendimiento fue leído.

72

A algunos pareceres bien contrario,

los niños en verdad menospreciaran,

el poder y demás suplicio diario,

que del trato humano les aislaran,

siendo origen de daño y penas vario,

abrojos que consciencias aferraran,

que en dolerse basta a pecadores,

ser de deshonra suya sabidores.

73

Ojeriza ya tanto le tuvieron,

en la ajena mente introducirse,

que a medida de tiempo consintieron,

jamás en su secreto descubrirse,

viendo su empleo nomás les convinieron,

cuando en casa pudieran ý guarirse,

que no pasaba entre ellos largo rato,

no usaban de talento tan innato.

74

Ledos los padres vieron en albricias,

cada hijo obediente y sobremodo,

digno de sus continuas caricias,

afecto compartido en blando modo,

llegando a comarcanos las noticias,

de los hijos solícitos en todo,

que es menester siga su dechado,

el hijo que creyérese honrado.

75

Ninten es heredero de su casa,

por de varón su línea deslindada;

es de temple gallardo, ojo brasa,

otrosí de facción es mesurada;

su fuerza ínclita a muchos sobrepasa,

y su prisa al de halcón, aventajada,

ensayando en béisbol la palestra,

luciendo en toda cancha su diestra.

76

Tampoco les pasó jamás por alto,

de su hijo la fuerza prodigiosa,

que cuidaron jamás le fuera falto,

arcaduz a energía tan donosa,

que pegando a deportes pronto el salto,

a compañía Ninten se unió brillosa,

creciendo por tiempo su avance,

mostrando lozanía a cada lance.

77

Gustador de cualquier de cartas juego,

era además, en casa se juntando,

con sus amigos, manos con el riego,

de sudor por estar tanto jugando,

y los últimos stats pliego tras pliego

en revistas de béisbol devorando,

horas enteras juntos la pasaban,

hasta que a almorzarse les llamaban.

78

Clases cuando a su término esperado,

estudiantes se juntan a montones,

tomando cada uno alborozado,

su apero afín a distracciones,

bate, pelota, el guante bien limado,

no faltan a estas gratas ocasiones,

yendo después con paso acordado,

a de montes un prado arrinconado.

79

De honestas compañeras abueltas,

niños por las praderas corrieran,

praderas de una sombra grata envueltas,

sombra que admirables olmos dieran;

aquí entre tremolantes las espeltas,

diario juegos de béisbol surgieran,

por base empleado el risco tan inmenso,

cual más abajo dejo por extenso.

80

Es la fisonomía desmesurada,

de peñas que en juegos se usaran,

que menester es darle manotada,

y con prisa seguir las que faltaran,

cauteloso uno siempre en lanzada,

no cójanle pelotas que cursaran;

y de audiencia a sazón harto jocosa,

niñas sentadas sobre silla rocosa.

81

Ya Ninten a su puesto ha avanzado,

puesto muy carialegre un semblante,

que todo es veritable desenfado,

que suelta cuando toca ser portante,

no tanto de su bate bien usado,

cual de su energía tan sobrante,

cargando a cuestas honra ya crecida,

sin la cual sostuviera nadie vida.

82

Así en un furor se la pasaban

subiendo arriba al monte a mediodía;

después cuesta ayuso se bajaban,

cuando el sol tardo a noche se rendía;

juntos por el camino campeaban,

camino que a casa conducía,

donde entre umbrales aún brillosos

sus padres esperábanles ansiosos.

83

De la casa miremos pormenores,

y veamos de familia la hacienda,

reparando atentos en factores,

que conservaran hasta hoy vivienda;

un hogar, de serenos los humores,

a la cual desusada marcha senda,

senda cuya derrota encamina,

monte ayuso hacia aldea vecina.

84

Muy rápido el tiempo discurriera,

Ninten siendo muchacho ya crecido,

que ya todo nativo asintiera,

entre otros llamarlo el más querido,

y en ellos duda alguna les cupiera,

con tal hijo ser padre bendecido,

que sobre esos hombros asentaran,

vejez assosegada que esperaran.

85

Maguer, lector, que vieras esta historia,

en de tanto elogio indigestible,

haría en contarla falta bien notoria,

perdiendo efecto en faste irremisible,

pues, si todo a Amadises es victoria,

y loor y loa euforica e insufrible,

este Ninten no fuera excusado,

ser por las alabanzas halagado.

86

A quien dudare, mírelo tres veces,

el gasaje que haces ser nefasto,

que la soberbia puede que engrandeces,

de quien pensabas ser natural casto,

pues, no osemos jamás andar de jueces,

y pretender saber corazón vasto,

de quien, en todo caso estudiado,

es aun de instintos gobernado

87

La filaucía en hombres encuentra,

ocasión en despecho suscitarlo,

dando a cada lance clara muestra,

con desprecio aun amigo comtemplarlo,

que el fatuo por natura nos demuestra,

vanidad cual no puedas soportarlo,

que cuando a la mesa impaciento,

también el egoísmo toma asiento.

88

En el muchacho bien se excusara,

a circunstantes ser notable enojo,

do muestra pisaverde precisara,

de mérito palmario al ojo,

so pena que, si ansí no resultara,

le tacharan de hombre vil y flojo;

mas Ninten a su salvo fue escapado,

de riesgo que hubo cerca amenazado.

89

Pero es bien que veamos distinciones,

vanidad ser en dos modos tratado,

uno, no más que simple presunciones,

dos, por valor u obras sustentado,

mas no pienses en qué sean excepciones,

ni quien hemos dejarle indultado,

que en demasía ambos dos se precian,

y a todo otro ende menosprecian.

90

Reprender no se ha a tal extremo,

do relación de hechos no llegare,

que hombres aunque tocados, bien lo temo,

de orgullo, en esta era mapanare,

no lleva su ponzoña a fin postremo,

que piense uno jamás recuperare,

que juicio es remedio autorizado,

a tronco por sucesos derrengado.

91

Los caudalosos ríos forzosamente,

por entre peñas siguen su trayecto,

convidando a las fieras blandamente,

a ribera volver con grato aspecto,

huerta cuya belleza claramente,

nos muestra la bondad de su arquitecto,

que allá en el montículo frondoso,

ya se prepara pa'invierno dudoso.

92

Por cual verás verano es llegado,

de niños ya sabemos predilecto,

que nomás menester es repicado,

de campanas aquel tocar perfecto,

para indicar que han clases terminado,

y empezado de estío el delecto,

nunca pudiendo irse a la mano,

niños que se juntaban en el llano.

93

Niños cursan las calles muy curiosos,

de consuno se yendo a las nieves,

de esas trocas en tiempos calurosos,

no poco frecuentadas de eleves,

quienes como turistas oficiosos,

van reparando en cosas las más leves,

que ha a uno por tanto estudio acontecido,

hasta do viva ser desconocido.

94

Ven aquí el libérrimo estado,

que acompaña el tiempo veraniego,

que estando en revoltijo emocionado,

niños vadeando van agreste espliego,

no faltando al convite apalabrado,

que piensan reanudar pendiente juego,

todos ribera el río se reuniendo,

y placentera imagen concibiendo.

95

Ende, verán lectores el tablado,

do cada uno juega el personaje,

en de tiempos sinnúmero dotado,

aqueste vemos único paisaje;

en escribir tomando yo cuidado,

costándome no poco rastrillaje,

que evitando rodeos demás prolijos,

de la historia saldrán los entresijos.