CAP 1

Miro el mapa y de nuevo los alrededores. La zona estaba vacía excepto por algún molino de energía eólica aquí y allá. Skipper bufó cerrando aquella hoja de papel y la apretó entre sus aletas con molestia; hacia bastante rato que había llegado a la supuesta zona de encuentro, pero de su contacto, ni sus luces.

Era su primera misión como soldado. Estaba emocionado ya que lo habían mandado solo a cumplir con aquello y su superior estaba colocando las aletas al fuego a que el chico lo lograría sin ningún contratiempo; para él era todo un honor y un orgullo que lo considerasen de aquella manera y en un asunto tan importante.

Estaba nervioso? Por supuesto que lo estaba y bastante sobre todo porque quería causar una excelente primera impresión a Manfredi.

Sonrió un poco pensando en ello, realmente aquel pingüino sin saberlo, lo hacía esforzarse en su cada día para ser mejor que nunca.

Y aquella misión no sería la excepción. Según aquel aparato humano que hablaba, tenía que encontrar a su contacto usando un mapa que le sería dado y el le contaría que hacer; era una misión importante de clase clasificada que no se le daba a cualquier soldado. Y él demostraría que no era cualquier soldado. Dio unos cuantos pasos mas observando los alrededores para asegurarse de que no hubiese nadie.

Se había equivocado?

Unas palmadas extrañas lo hicieron ver a todas partes; eran como una especie de aplausos, aunque nunca había escuchado nada parecido. Parpadeó y siguió buscando la fuente del sonido pero no lograba ver nada. Sería el enemigo?

-Bien hecho pequeño, llegaste al punto de encuentro- felicitó una voz gangosa- en verdad debo felicitarte, muchos jóvenes cadetes no llegan ni a esto…

-Sal de donde quiera que estes…- ordenó el pingüino frunciendo el cejo en pose defensiva

-Ya… no estes tan nervioso, ya estás a salvo…- dijo la voz

Al fin, una figura salió de entre la sombra de un molino y se ubicó frente a Skipper con las aletas en la espalda.

-En verdad que estoy impresionado…- el pingüino levantó una ceja, aquello no parecía un pingüino, parecía un ave, mucho mas delgada que él, con un pico de varios colores y una mirada de ojos dorados que no lograba identificar como amigo o enemigo

-Quién eres tu?- dijo Skipper lentamente levantando la guardia- responde bien y no te daré una paliza!

-Darme una paliza, que simpático eres!- exclamó aquella ave observando con interés al pingüino- y dime, es con esa posición que piensas defenderte?

-Que quieres decir?

En un momento, aquella avecilla había volado rápido hasta quedar frente a él y había pateado sus patas por la parte posterior, tumbándolo al suelo y se colocaba en posición de ataque sobre este; Skipper abrió enorme los ojos, jamás hubiera pensado quedar fuera de combate tan rápido… y en su primera misión! Cerró los ojos avergonzado a lo que el otro le miró con sincera curiosidad

-Y por cierto la palabra clave es : Kokoro- dijo el que le atacó haciendo que el pingüino se sonrojase aun mas por la pena- puedo saber tu nombre novato?

-Así que tu eres mi contacto…- murmuró el pingüino enderezándose un poco- ya puedo ponerme de pie?

-Por supuesto- respondió el contacto dando un paso hacia atrás y tendiéndole la mano que el otro rechazó con molestia; la otra ave rió divertida- porque estás tan molesto?

-No es nada- gruñó Skipper sacudiéndose las plumas

-Un buen soldado debe tomarse todo con humor amigo, eres nuevo así que no te preocupes…- dijo el ave de pico colorido antes de acercarse- puedo saber cual es tu nombre?

-Skipper- dijo el pingüino poniéndose firme y haciendo un saludo militar

-Bueno… yo soy Hans el frailecillo- se presentó la otra ave haciendo una inclinación- y soy el primer oficial de esta zona… dime Skipper, te ha enviado Manfredi?- preguntó con curiosidad mirándolo de arriba abajo

El aludido le miró con desconfianza. Por algún motivo, no se sentía cómodo con este, algo en sus ojos lo hacía sentirse receloso… pero conocía a Manfredi y Manfredi nunca tendría como contacto a una persona que no fuese de su total confianza; pero aún así, no le quitaría los ojos de encima por si acaso.

-Puede…- dijo despacio sin relajar la pose; Hans le miró un rato mas antes de que el otro se pusiese nervioso- puedo preguntar que tanto me ve señor?

-Nada- comenzó a reir el frailecillo- solo que eres curioso… bastante bonito me atrevería a decir- añadió con picardía; el pingüino parpadeó enormemente confuso a lo que su compañero rio conmas ganas- por Dios Skipper, relájate, todavía no estamos haciendo nada- agregó el ave mirando a otra parte, haciendo que el otro se ruborizase al notar el tonito en que había dicho eso

-A-a- a que se refiere?- preguntó bastante nervioso Skipper haciendo reir de nuevo a su interlocutor

-Pues a nada en especial, que entendiste?- preguntó mirándole con travesura a lo que Skipper abrió y cerró el pico varias veces sin saber que decir; al fin Hans negó con la cabeza y se giró para comenzar a caminar- bienvenido a Dinamarca, Skipper… debes de saber que para nosotros los daneses, el sentido del humor es bastante importante y es nuestro idioma

-Ya veo…- gruñó el pingüino agitando un poco las alas, mientras seguía al otro por detrás; aun le parecía de poca confianza pero era evidente que en efecto, aquel era su contacto

Que había querido decir con que era bonito? Ya otros pingüinos en la colonia se lo habían dicho pero que alguien fuera de esta se lo indicase, lo extrañaba enormemente; comenzaba a temer por su masculinidad como soldado.

Probablemente su mirada angustiada era bastante evidente, porque el frailecillo volteó con curiosidad por sobre su hombro, para ver a su invitado.

-Que sucede Skipper?... te sientes bien?- preguntó con amabilidad el frailecillo

El aludido sacudió la cabeza para despejar su mente de aquellos pensamientos y prestar atención.

-No es nada…- dijo rápidamente Skipper

No quería que el otro se diese cuenta de su debilidad al ser novato; que estaba asustado, que no pensase que fuese lo suficientemente fuerte como para cumplir aquella misión, el hecho de que el otro lo hubiese reducido tan rápido…

Eran demasiadas cosas que le preocupaban y temía que empezaría a volverse loco.

-Niño, en verdad que necesitas relajarte…- el frailecillo le miró preocupado

-Es una misión señor, debo de cumplirla como se espera de mi- dijo Skipper con la boca seca; el otro negó con la cabeza

-Ese Manfredi… ya le he dicho que les exige demasiado a sus hombres- rechistó Hans- ay… mira, esta misión es importante si, pero hasta que estemos sobre algo, trata de relajarte un poco…

Skipper sonrió un poco, aquel frailecillo sonaba como Manfredi cuando quería que no tomase tan en serio su trabajo; tal vez en realidad si estaba exagerando y no debía de tensarse tanto en su primera misión.

-Ejem… - comenzó el pingüino- y… aquello que nos preocupa, es grande?

-Jajajajaja- comenzó a reir el frailecillo, irritando de nuevo al otro- Skipper, hablaremos de la misión después- tranquilizó el ave moviendo una aleta mientras continuaban su camino- mejordejame saber… de donde eres? Porque te interesaste en meterte al grupo?

-Soy de la colonia de Scott- dijo lentamente el pingüino observando al otro- entré al grupo militar porque…- se quedó en silencio unos momentos

-Si?- lo instó a continuar el otro

-Porque quería ayudar a proteger a los demás- terminó el pingüino mirando hacia delante con una expresión de determinación férrea en la mirada

Al frailecillo aquella mirada solo le dijo que había un motivo más detrás de aquella afirmación pero por el momento, era mejor dejarlo ahí.

-Y dime Skipper… en lo poco que tienes de haber llegado a Dinamarca… te gusta?

Hans trataba de continuar haciendo plática. Parecía por el momento que no podría sacarle mucho a la otra ave, debido a lo desconfiada que era; lástima, pero él no era precisamente de darse por vencido tan fácil. Haría lo que fuera por escucharlo hablar de una manera u otra.

-No esta mal- respondió llanamente Skipper- aunque sigue gustandome mas mi hogar- se encogió de hombros

Al fin llegaron a una cabaña humana, aparentemente abandonada pero cuyo interior estaba cálido gracias a las llamas que salían de una chimenea.

-No se como sea tu casa pero esta es la mia, bienvenido- dijo el frailecillo extendiendo las alas a modo de bienvenida; el pingüino entró receloso, observando los alrededores

-Es una casa humana- dijo después de un rato de ver todo alrededor y frunció el cejo

-Es verdad… pero bueno, los humanos ya no la quisieron y si puedo vivir cómodamente, lo haré- dijo el frailecillo encogiéndose de hombros

Skipper se detuvo en mitad de todo aquello mientras Hans saltaba hacia una ventana y observaba el exterior

-Y entonces?...- dijo el pingüino

-Entonces que?- respondió el frailecillo

El pingüino se irritó un poco mas

-Cual es la misión!?- exclamó desesperado

-Ah… la misión…- dijo Hans con un tono de voz oscura que no le gusto nada a Skipper- no lo sé

-Como que no lo sabes!?- dijo Skipper abriendo grande los ojos

-Bueno, mi primera misión fue traerte aquí- explicó el frailecillo bajando de la ventana para detenerse frente al pingüino- la segunda es esperar a que alguien mas venga con el trabajo que tenemos que hacer tu y yo juntos…

-Tu y yo… juntos?- preguntó el pingüino- pero, pero… me dijeron… mi misión…

Hans rio

-Tu misión en solitario era llegar hasta aquí vivo y dejame decirte que lo hiciste de maravillas- aplaudió el frailecillo- pero lo que sigue, tenía que hacerlo yo y se me ha dicho que necesito un compañero… y Manfredi te eligió a ti…- se pasó una aleta por la barbilla con interés

Se quedaron un momento en silencio. El frailecillo continuaba observándole, tan solo eso y el pingüino se movió incómodo.

-Ehm… dispongo de algún lugar para dormir… señor?- preguntó Skipper moviendo un poco las aletas por hacer algo

Hans sonrió un poco, entrecerrando los ojos.

-La cama está libre, puedes disponer de ella- dijo y antes de que el otro interrumpiera prosiguió- de todas formas, yo tengo que hacer guardia en las noches, ya sabes! Por si de repente llega alguien y yo tengo que recibirlo…

-Pero mi trabajo…

-Tu trabajo vendrá a su tiempo, por el momento te necesito descansado- dijo Hans aleteando un poco- por cierto, no me llames señor… con confianza, llamame Hans…

-Hans… -repitió el pingüino lentamente- por supuesto Hans… iré a descansar… buenas noches

-Buenas noches… Skipper…- murmuró el frailecillo en un tono bajo y oscuro, sonriendo un poco mas mientras sus ojos brillaban

Skipper no era tonto y mucho menos confiado. Se recostó en la cama humana y se volteó hacia la pared, pero manteniendo los ojos abiertos.

No se fiaba ni un pelo del otro pájaro.

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-Es tu primera misión Skipper… hazme sentir orgulloso

El pingüino apretó los ojos antes de enfocar lo que tenía delante. No se había dado cuenta cuando el cansancio al fin lo había derrotado, dejándole caer en un profundo sueño; se levantó despacio, sacudiendo la cabeza y tratando de enfocar sus ideas pero no podía, parecía que una pequeña niebla lo cubría todo impidiéndole pensar con claridad.

Le pareció escuchar una voz queda y suave, por detrás suyo en dirección de la ventana y se giró; al momento, deseo no haberlo hecho porque el mundo pareció moverse en todas direcciones. Se talló los ojos con una aleta y trató de enfocar la vista en las dos sombras que se encontraban hablando un poco mas allá, en el afeizar.

-Entonces… esta noche…- Hans parecía algo preocupado- no es demasiado para el novato?

-Son las ordenes- dijo un Focha rascándose la nuca- mira… si no quieres, puedes pedirle a Manfredi un cambio, tu sabes…

-No es eso… este novato es excelente, de todas formas, gracias Dagmar- asintió Hans mientras la otra ave (algo parecido a un pato de ojos rojos, plumas oscuras y pico blanco) hacia un saludo militar y se retiraba volando; el frailecillo suspiró y se pasó la aleta por el rostro, pensativo.

-No hay misión que no pueda hacer- la voz repentina de Skipper sobresaltó al frailecillo que pegó un leve salto, volteándose en el aire en dirección al pingüino que llegaba caminando lentamente y observándolo con seriedad- debo decir que es algo…

-Ofensivo… lo sé- dijo Hans mirando a otro lado- me preocupa que te suceda algo debido a lo peligroso que es, es todo…

-Eso es el doble de ofensivo…- Skipper se encogió un poco sobre si mismo, molesto por lo que estaba escuchando; para que demonios lo habían enviado hasta Dinamarca si los soldados ahí no lo iban a tomar en serio?

Hans suspiró pesadamente; aquello se le había complicado.

-Muy bien… bueno, de todas formas tenemos que hacerlo- dijo lentamente mas para si mismo que para Skipper; revoloteó hasta quedar frente al pingüino y colocó las aletas por detrás de su espalda- la misión es en un buque humano…

-Eso es lo que lo que lo hace peligroso?- dijo Skipper levantando una ceja mas que otra, incrédulo- en el polo sur tenemos muchísimos humanos y no son mas peligrosos que un león marino…

-No todos los humanos son iguales Skipper- dijo en un tono misterioso el frailecillo- lo hay bastante crueles y malvados y de hecho, con estos que vamos son de lo peor… verás, tienen un buque de pesca y se están llevando el alimento en una zona de cria de cigüeñas- negó con la cabeza- ya casi no tenemos cigüeñas y como empiecen a quedarse sin alimento, terminarán con todas- levantó los ojos con pesadumbre- tenemos que ayudarlas… pero si un humano nos encuentra, es el fin y no hay mas- lo miró a los ojos- estás dispuesto a arriesgarte de esa manera?

El pingüino estaba algo nervioso. No podía imaginarse un humano que fuese lo suficientemente cruel como para que tuviesen que intervenir; a veces los pescadores del polo sur ponían barreras para que los pingüinos no terminaran pescados en las redes pero eran muy raros los altercados fuertes.

No estaba muy seguro de a que se iban a enfrentar.

-Estoy listo- aseguró el pingüino colocándose firme

El frailecillo se acercó despacio al otro y lo miró a los ojos antes de sonreir.

-Muy bien entonces- dijo asintiendo- vámonos.