Gato Salvaje

Los derechos de los animes que use no me pertenecen

¡Rasengan!— grito Naruto impactando su Esfera Espiral en el estómago del ángel caído.

"¿Por qué…pasa…esto…?"— pensó Naruto sin poder controlar su cuerpo.

Capítulo 1: Ese gato

Un animal estaba sentado en la rama de un árbol, teniendo el sol iluminando su cuerpo, lamiendo su mano y peinando su pelaje.

La gran característica del gato era su particular color de pelaje, siendo color amarillo brillante y su color de ojos, tan azules como el cielo.

Ya es hora...— sorpresivamente, el gato hablo, susurrando mientras que se ponía en cuatro patas, estirándose y moviendo su cola.

Bajando de la rama del árbol, el gato comenzó a correr y saltar entre las ramas de los árboles, dirigiéndose hacia un punto en específico.

Los grandes edificios se podían ver desde la distancia y el pequeño gato sonrió notoriamente mientras que se acercaba a la gran ciudad.

Al momento de llegar a la ciudad, el gato miro un edificio muy alto y soltó una risita mientras que saltaba para pegarse al edificio, por donde comenzó a correr libremente, corriendo por la pared como si no fuera nada.

Al momento de llegar a la cima del edificio, el gato miro el paisaje, sonriendo mientras que observaba los arboles a la lejanía, los autos paseando por las calles, los niños y madres por el suelo.

Kuoh...—dijo el gato con una risita, disfrutando enormemente de ver ese paisaje que tanto había añorado ver— Hace tiempo que no nos vemos... ¿Cuanto? ¿Seis años tal vez?

Acostándose en el suelo, el gato observaba desde la cima del edificio todo el paisaje que Kuoh podía ofrecerle.

El sol era muy cálido y le estaba dando una grata sensación al gato.

Inconscientemente cerró los ojos y comenzó otra siesta matutina.

Flash Back

En un bosque, se pueden apreciar a dos gatos acostados en el suelo.

Uno de ellos era amarillo brillante, el otro color blanco idéntico a la nieve.

Ambos mininos estaban acostados en el suelo unidos el uno al otro, sin separarse y siendo iluminados por el sol, disfrutando de la calidez proporcionada por su contacto y la calidez que el sol les brindaba.

Continuaron así por varios minutos, hasta que otro vino hacia ellos y este gato en particular tenía dos colas y era de color negro.

Naruto, Shirone, hora de levantarse Nya.— dijo el animal con voz notablemente femenina, causando que los ojos de ambos gatos se abrieran.

Un quejido de insatisfacción escapo de la boca del gato amarillo mientras que se levantaba, estirándose y observando a la gata negra con irritación.

¡¿Por qué?! ¡¿Por qué debemos levantarnos Nya?!— pregunto el gatito amarillo entre quejas y maullidos.

¡Nee-Sama! ¡Naruto tiene razón! ¡¿Por qué debemos levantarnos?!— pregunto el animal blanco con voz femenina, delatándola como una gata.

Debemos ir a la ciudad a conseguir comida, ¿recuerdan?— pregunto la hermana mayor de ambos gatos, causando que los ojos del amarillo se abrieran.

Haremos otra vez eso...— pregunto Naruto esperanzado.

Si...— dijo la gata acercándose a Naruto, sonriendo cuando algo de rojo mancho sus mejillas negras— Pero primero...— cuando la gata llego frente a Naruto, comenzó a lamerlo, limpiando en cabeza, cuello y orejas— Hay que limpiarte Nya.

¡Nee-Sama!— grito Naruto avergonzado, retrocediendo mientras que se ocultaba detrás de Shirone, mirando por sobre el lomo de la gata blanca a la gata negra— ¡P-Puedo limpiarme solo!

¡No puedes Nya!— grito la gata negra acercándose a Naruto con una gran sonrisa en su rostro— ¡Te he limpiado desde que te conozco! ¡¿Por qué no quieres que lo haga ahora?!

Las mejillas gatunas de Naruto ganaron rojo por escuchar esas palabras, tanto de ira como de vergüenza.

Nee-Sama, ¿puedes limpiarme primero?— pregunto Shirone acercándose a su hermana mayor.

¡Traidora!— grito Naruto con su patita derecha en alto, señalando a la gata blanca, que comenzó a ser lamida por la gata negra.

¿Por qué no eres como Shirone y dejas que te limpie en paz?— pregunto la gata mayor al amarillo, que comenzó a limpiarse solo.

Cuando los dos pequeños estaban limpios, la gata negra los observo, notando como Naruto temblaba de anticipación.

Bien, vayamos a la ciudad Nya.— dijo la hermana mayor volteándose y comenzando a caminar.

¡Si! ¡Haremos un par de bromas Nya!— grito Naruto con una gran sonrisa en su rostro.

Lo que no sabía era que se arrepentiría de hacerlas.

Fin del Flash Back

Los ojos azules del gato amarillo se abrieron.

Mierda…me quede dormido…— susurro el gato amarillo mientras que se levantaba, estirándose placenteramente y gruñendo un poco— Eso arruina mi plan...— al decir eso, el gato coloco su pata en su barbilla, adoptando una pose de pensamiento, solo para encogerse de hombros— Bueno, qué más da. Es hora de llamar la atención.

Un aura azulada comenzó a desprenderse del cuerpo del minino amarillo y este sonrió mientras que una onda azul salía de su cuerpo.

En una sala elegante con dos sofás en ella, unos adolescentes bebían té y en el caso de una, comía dulces.

La sala también contaba con un escritorio, donde una joven pelirroja estaba trabajando. Detrás de la pelirroja, una mujer de cabello medianoche sonreía como de costumbre.

Ambas mujeres, pelirroja y cabello medianoche, tenían cuerpos de infarto, cuerpos que romperían las voluntades de los hombres débiles. Teniendo enormes senos, anchas caderas, pequeña cintura. Las tres bases de la mujer hermosa. Eran sencillamente hermosas. La pelirroja destacaba con sus ojos azules y hermoso rostro acompañado de piel blanca y cremosa, mientras que los ojos de la mujer de cabello negro eran violetas y su piel blanca.

Un hombre estaba en la habitación, siendo un joven adolescente de cabello rubio claro y ojos azules con un lunar en su rostro. Era un adolescente lindo, y su vestimenta al igual que las mujeres, consistía en una especie de uniforme de academia, solo que masculino.

La última niña que comía dulces era una pequeña de cabello blanco como la nieve y ojos dorados, teniendo piel pálida y una pequeña figura. Una Loli en todo sentido.

La pequeña Loli comía sus dulces con tranquilidad en su rostro, no teniendo ninguna emoción presente en su cara, hasta que sus ojos se abrieron levemente, para abrirse en estado de shock, dejando caer su dulce.

Koneko...— dijo la pelirroja, Rias Gremory, algo preocupaba al ver a su pequeña torre dejar caer su dulce.

Toujou Koneko era una amante de los dulces, ellos eran su tesoro, por lo que jamás dejaría caer alguno. Además estaban sus ojos. Rias nunca había visto a Koneko mostrar tanta expresión en su vida desde que su hermano las presento.

¿Koneko-Chan?— Himejima Akeno estaba en un barco igual al de Rias, observando a Akeno preocupada, de igual manera que Kiba Yuuto.

Los miembros del club de investigación de lo oculto observaban como Koneko temblaba levemente, mirando con sus ojos bien abiertos la ventana del salón.

Chakra...— susurro Koneko en shock— Nee-Sama...— con ese susurro, los miembros del club supieron lo que estaba pasando.

Inmediatamente Rias se levantó de su escritorio para ir con Koneko, sentarse a su lado y abrazarla, tomando su cabeza y colocándola en su pecho, acariciando el cabello de la niña, que aún continuaba con sus ojos bien abiertos.

Yuuto, Akeno, protejan el salón mientras que estamos aquí. Yo llamare a Onii-Sama.— al escuchar esas palabras, un traje de sacerdotisa Miko apareció en el cuerpo de Akeno y en las manos de Kiba, dos espadas se formaron.

Todo era silencio en el salón de investigación de lo oculto, Yuuto observaba por la ventana y trataba de sentir posibles invasores. Rias abrazaba protectoramente a Koneko y Akeno observaba a la pelirroja y peliblanca.

¡Buchou! ¡Hay un gato afuera!— grito Kiba con precaución, causando que los ojos de Rias se abrieran y que Koneko se estremeciera.

¿Es negro?— Rias miraba a Yuuto con seriedad, esperando una respuesta por parte del caballero.

No lo es.— respondió Kiba algo dudoso, estando confundido por lo que estaba viendo.

¿Qué está haciendo?— pregunto Rias al ver a Kiba mirar por la ventana.

Esta… ¿Me está saludando?— se preguntó Kiba algo incrédulo.

Con esas palabras, Rias dejo a Koneko para acercarse a la ventana, observando con incredulidad como un gato amarillo estaba sentado en la rama de un árbol, saludándolos con su pata derecha y por lo que podía ver, tenía una gran sonrisa en su rostro.

Akeno dejo su posición para acercarse a la ventana y ver con algo de diversión al gato.

Ara Ara…Parece que alguien tiene deseos de salir muy lastimado.— solo un masoquista se metería a la guarida del sádico y saludaría al sádico en persona y para Akeno, ese gato era el masoquista que caería en sus manos para divertirse como lo deseara.

Koneko, ven a ver esto.— dijo Rias volteando la cabeza para mirar a la pequeña Loli, que bajo del sofá para acercarse a la ventana, sin embargo, no vio nada al momento de llegar.

¿Dónde se fue?— pregunto Yuuto con confusión, buscando entre los árboles y tratando de ver amarillo.

…Más Chakra en el bosque...— susurro Koneko mirando los arboles con confusión— No es el de Nee-Sama…Se siente diferente.

Rias estaba confundida.

En el momento que su hermano llego a su casa con Koneko a su lado, ella había recibido un curso sobre los Nekomata y Nekoshou. Sabia la diferencia entre ambas especies y mientras que los Nekomata y Nekoshou eran similares en apariencia, eran muy diferentes.

La principal diferencia era que los Nekoshou eran notoriamente más fuertes que los Nekomata. Y además estaba esa palabra que dijo Koneko.

Chakra era la energía que utilizaban los usuarios de Senjutsu ("Arte Sabio") y había muy pocos Nekomata que supieran como utilizar el Senjutsu. Los más dotados en ese arte eran los Nekoshou. Por lo tanto, lo que tenían entre manos era un Nekomata que sabía cómo utilizar Senjutsu. O en el peor/mejor de los casos, un Nekoshou sobreviviente.

Pero había algo que resaltaba en la situación.

Él nos quiere sacar de aquí.— dijo Rias con seriedad, notando como Koneko sentía los pulsos de Chakra a cada instante.

¿Qué haremos, Buchou?— pregunto Yuuto mientras que observaba los árboles, buscando al particular gato amarillo.

Salir a buscarlo.— Akeno soltó una risita ante eso.

Era momento de demostrarle lo que les pasaba a los que entraban a la guarida del sádico.

Los miembros del clan Gremory salieron del club, comenzando a buscar a su invitado, que los observaba desde cerca con una gran sonrisa en su rostro, más específicamente observaba a uno de ellos.

¿Lo sientes, Akeno?— pregunto Rias a su compañera, que miraba a su alrededor con una sonrisa.

Ara, lo siento, Buchou…Hace unos momentos lo sentía perfectamente…pero ahora...— dijo Akeno rompiendo su sonrisa— Nos ha dejado que lo sintamos…

Entonces si es un usuario de Senjutsu.— dijo Rias con seriedad, caminando al igual que sus amigos.

Senjutsu...— susurro Koneko mirando a su alrededor con precaución, recibiendo una mirada de parte de Rias.

Rias estaba muy preocupada por Koneko en este momento. Temía que el encuentro que ahora mismo tenían con este Nekomata abriera viejas heridas en su pequeña amiga.

Por esa razón, encontraría al Nekomata que se metió en su territorio para molestarlas y descubriría que hacía en Kuoh de todos los lugares.

Buchou.— Yuuto hablo mientras se detenía, causando que todos lo hicieran— Mire esto.— la seriedad era clara en el tono de voz de Yuuto, haciendo que Rias se acercara, notando como el caballero señalaba algo con la punta de su espada.

Los ojos de Rias se abrieron levemente al ver un cable en el suelo, en el área de sus pies, una trampa para cualquiera que lo pisara. Era un cable casi invisible, siendo pequeño y de color negro, pero los ojos de los demonios podían verlos.

Hay más delante.— dijo Akeno con seriedad, señalando a la gran cantidad de cables que estaban delante de ellos.

Si caminamos con cuidado, no pasara nada.— dijo Rias con calma mientras que daba grandes pasos, caminando entre los cables de igual manera que sus aliados.

Pero luego de caminar por unos segundos, Kiba miro donde pisaba, y sus ojos se abrieron en estado de shock al ver un cable invisible delante de otro cable, estando camuflado por el césped.

Yuuto iba a gritar, pero fue demasiado tarde cuando piso el cable.

¡Mierda…!— grito Yuuto pisando el cable, mirando a su alrededor con sus ojos bien abiertos, teniendo sus espadas fuertemente apretadas.

… ¿Qué paso, Yuuto?— pregunto Rias deteniéndose y mirando hacia atrás, notando como Kiba la miraba incrédulo.

P-Pise un cable...— dijo Kiba con algo de vergüenza, escuchando la risa de Akeno en su espalda.

Ara Ara, pero nada ha pasado.— dijo Akeno con una mano en su mejilla, causando que Koneko asistiera.

Kiba suspiro de alivio, mirando el cable que piso y siguiéndolo con sus ojos hasta posarlos en un árbol a su lado. Al momento de ver el tronco, una explosión naranja lo cegó.

¿¡Qué mierda!?— grito Yuuto llevando sus manos a sus ojos, sintiendo la pintura en su rostro que le quemaba los ojos.

¡Yuuto!— Rias miro con preocupación a su amigo, notando como este caminaba unos pasos hacia atrás, cayendo al suelo y pisando los demás cables.

Al ver eso, Rias desplego sus alas al igual que Akeno y Koneko, y la pequeña Loli tomo a Kiba justo a tiempo para comenzar a volar, porque después de eso, hubo una enorme explosión naranja en donde antes estuvieron.

La explosión naranja mancho varios árboles a la redonda y los hubiera cubierto a ellos si no hubieran reaccionado a tiempo.

Kiba estaba siendo sostenido del cuello de su chaqueta por Koneko, la pequeña Loli volaba con un rostro de calma, contrario al rostro frustrado y enojado del caballero, que estaba limpiándose la pintura naranja del rostro.

Yuuto, ¿estás bien…?— pregunto Rias preocupada.

Si…pero...— su orgullo quedo severamente lastimado por la trampa en la que cayo. Ese orgullo no volvería ni se recuperaría hasta atrapar al culpable de tal atroz crimen y dárselo a Akeno para que se divirtiera.

¿Pero...?— dijo Rias confundida.

Nada.— acero cubrió los ojos de Yuuto mientras que volvía a mirar a su alrededor, buscando al gato amarillo.

¡Jajaja! ¡Jajajajaja!— las risas se escuchaban por un lugar en específico, causando que los demonios enfocaran sus ojos en un punto y comenzaran a volar hacia ahí.

Al momento de llegar, ellos vieron al mismo gato amarillo, que ahora mismo estaba acostado en el césped, riendo mientras que golpeaba el suelo con su pata.

Los ojos de Koneko se abrieron al ver al particular gato amarillo, quedándose totalmente quieta, observando al gato amarillo mientras que sus amigos avanzaban, Kiba con una oculta sonrisa sádica en su rostro.

Yuuto ya deseaba saber que le haría Akeno al pobre diablo que era ese gato. Que ese gato se esté riendo en su cara solo aumentaban las ganas de saber lo que sufriría el pobre diablo.

Ahhhh…Demonios estúpidos.— un suspiro de placer se escuchó de parte del gato, y al decir esas últimas palabras, Koneko abrió mucho más los ojos— No saben diferenciar la carnada de la trampa.

Disculpe, Neko-San.— Rias se colocó en frente de su grupo, teniendo a Akeno su lado derecho y Kiba en su izquierdo— Quiero saber qué hace aquí, en territorio de los demonios del clan Gremory y Sitri.

Que se les va a hacer…aún están demasiado verdes.— el gato seguía ignorando a los demonios, estando de espaldas a ellos y mirando hacia los árboles— No creo que puedan contra mi ahora.— siguió hablando solo, sin importarle la presencia de los demás.

Somos cuatro contra uno…estas rodeado… no tienes como escapar.— enumero Yuuto acercándose al gato con una de sus espadas apuntándole— Estas acabado.

Tal y como dije...— los demonios vieron como el gato negaba con la cabeza— No saben diferenciar la carnada de la trampa.

Con esas palabras, el gato estallo en una nube de humo y lo siguiente que paso fue algo que atormentaría a los Gremory por siempre, excepto a Koneko, que ya sabía la naturaleza de la trampa, por lo que pudo evitarla con mucha suerte.

Explosiones de humo verde llenaron la pequeña área donde Rias, Akeno y Kiba estaban, causando que sus ojos se abrieran en shock por sentir el asqueroso olor, sintiendo como sus ojos lloraban y sus estómagos se sacudían.

Tratando de escapar, los tres demonios se movieron, pero unos cables se ataron a su alrededor, atando a los tres miembros del clan Gremory, causando que cayeran al suelo atados e inmovilizados.

Luego llegaron las explosiones naranjas.

Gritos se escuchaban dentro de la nube de humo verde/naranja y Koneko observaba con cierta compasión a sus amigos.

Cuando las explosiones de pintura terminaron, Koneko se acercó a la nube de humo verde, tapando su nariz para no tener que olfatear con su olfato subdesarrollado el asqueroso olor. Pocos segundos después, la pequeña Loli salió arrastrando a tres demonios atados por el torso con Cuerdas de Alambre, cubiertos de pintura naranja.

Cuando se alejaron del área de mal olor, Yuuto fue el primero en hablar.

Akeno-San…Cuando atrapemos al gato… ¿Me dejaría acompañarla en sus juegos?— si antes su orgullo estaba lastimado, ahora su orgullo fue violado y su honor no se recuperaría con facilidad.

Kiba-Kun…Por supuesto que participaras…Buchou si quiere también lo hará.— dijo Akeno con una sonrisa temblorosa en su rostro, sintiendo la gran furia en su interior.

¿Quién…?— susurro Rias temblando de rabia, asombrando a sus amigos— ¡¿Quién es ese gato?!

Nadie le hacia una broma de tal manera y salía impune para contarlo. Su orgullo quedo manchado y herido por un simple gato.

Fue muy divertido todo pero...— la voz del gato se escuchó en el aire, causando que Koneko cerrara los ojos, sintiendo pequeñas lágrimas llegar a ellos— Debo irme…Ya no tengo más tiempo para jugar...— los demonios escuchaban las palabras del gato con diferentes expresiones, notando como el animal quedaba en silencio por unos segundos. Parecía estar dudando— Me alegro de verte, Shiro-Chan…Volveré a verte dentro de poco.

Los ojos de los tres demonios atados se posaron en Koneko, que permanecía con sus ojos cerrados, con pequeñas lágrimas en las esquinas de sus ojos.

Koneko...— Rias tenía la mitad de su rostro cubierto de pintura naranja, pero ella pudo mantener un rostro serio— ¿Conoces a ese gato?

Hai, Buchou...— susurro Koneko acercándose al grupo para cortar los cables que los ataban, causando que Rias, Akeno y Yuuto se levantaran, cada uno observándola a los ojos, notando como la pequeña Loli tenía la mirada baja, con shock claro en sus ojos.

¿Quién es, Koneko-Chan?— pregunto Akeno con curiosidad, comenzando a caminar hacia el edificio del club de investigación de lo oculto.

…Mi hermano...— los tres demonios mayores se detuvieron, mirando a Koneko con shock en sus ojos— Adoptivo.

Ahh...— Kiba asistió con la cabeza, ahora entendiendo un poco mejor la situación.

¿Hermano adoptivo?— pregunto Rias con puro asombro en su tono, solo para enfocar su mirada en su cuerpo cubierto de pintura— Hablaremos de esto mejor cuando estemos limpios.

Akeno y Kiba asistieron con la cabeza, mirando sus cuerpos cubiertos de pintura, comenzando a caminar hacia el club con el objetivo de limpiarse.

Koneko caminaba lentamente con la mirada baja, aun en su asombro, pero las lágrimas no dejaban de caer de sus ojos.

No eran lágrimas de tristeza. Eran de alegría.

Koneko...— dijo Rias acercándose a la niña para colocar una mano en su hombro, observando como ella lloraba en silencio.

Cuando Rias toco su hombro, Koneko la atrapo para abrazarla, comenzando a llorar en su hombro, causando que Rias abriera sus ojos asombrada, solo para suavizar su mirada y corresponder al abrazo.

Buchou...— sollozo Koneko mientras que Rias acariciaba su espalda— Creí…Creí que él estaba muerto...— susurro la niña a la vez que Rias abría sus ojos con sorpresa.

Pero no lo está, ¿verdad?— dijo Rias con una sonrisa en su rostro, rompiendo el abrazo para tomar las mejillas de Koneko, haciendo que la niña la mirara a los ojos— Tu hermano está bien, ¿lo viste, verdad?

Koneko asistió con la cabeza, haciendo que Rias moviera sus dedos para limpiar las lágrimas que estaban en los ojos de Koneko.

Poco después de eso, ambas se dirigieron al club de investigación de lo oculto, siendo observadas por alguien en las lejanías.

Flash Back

Tres gatos corrían por los callejones de una ciudad, siendo rápidos y veloces, sin detenerse por nada.

La gata negro era quien los lideraba, siendo seguida por el gato amarillo y detrás de este la gata blanca.

Los gatos seguían corriendo, hasta que se detuvieron en un callejón que llevaba a la calle.

Ahí los gatos observaban a una multitud de personas caminar, por lo que la gata de pelaje negro asistió con la cabeza a la vez que el amarillo reía con maldad mientras que sobaba sus patas y sus orejas formaban curiosamente un par de cuernos.

Esto es lo que vamos a hacer Nya…— dijo rápidamente el gato amarillo, comenzando a describir su plan malévolo a sus compañeras.

Un demonio elegante caminaba por las calles de la ciudad, teniendo una mirada arrogante en su rostro.

Puede que se mirara que el demonio estaba solo, pero en verdad estaba siendo estrictamente vigilado por un grupo de guardias ocultos entre la multitud.

Ahora mismo el demonio estaba buscando algo en especial, una nueva pieza para su nobleza.

Por esa razón estaba ahora mismo en Lillith, la ciudad capital del inframundo. Estaba buscando a otro posible candidato para su nobleza.

No era exigente, solo deseaba que ese candidato fuera alguien poderoso, lo suficiente para tener un gran renombre en los Rating Game. Y tal vez si ese ser podía ayudarlo con sus experimentos, mejor.

El demonio se detuvo cuando vio algo increíblemente curioso a la distancia.

Un gato amarillo en un techo, increíblemente teniendo una sonrisa malévola en su rostro.

Ese gato estaba siendo acompañado por un gato blanco y otro negro. A diferencia del gato malvado, el gato negro y blanco no llevaban sonrisas macabras en sus rostros.

El demonio continúo de pie en medio de la calle, observando con curiosidad palpable en sus ojos como el gato amarillo parecía hablarle a sus compañeros gatunos, haciendo señas con sus patas, moviéndolas y luego sobándose sus patas con una enorme sonrisa en su rostro.

Lo siguiente que el demonio vio ciertamente lo impacto.

El demonio vio como el gato negro y blanco bajaban a la calle, colocándose en medio de esta y esperando una señal.

Lo siguiente que paso fue que el gato amarillo saltaba a la calle, cayendo sobre la cabeza de un peatón aleatorio para rasguñar su rostro, causando que el hombre chillara de dolor y colocara sus manos en su cara.

Saltando de la cabeza del hombre, el gato amarillo continuo saltando entre cabezas de peatones, rasguñando sus rostros y atrayendo la atención de muchos ciudadanos.

Saltando y girando en el aire, el gato amarillo cayó al suelo, sentándose y sonriendo ante la pequeña multitud de personas que se formó frente a sus ojos.

Los ciudadanos de la multitud observaban al gato amarillo con malas intenciones en sus ojos y el gato solo rio mientras que se tapaba la nariz.

El demonio elegante observo como el gato negro elevaba una pata, alargando un poco sus uñas y mirando una soga a su lado.

Con un movimiento de su pata, el gato negro corto la soga, causando que pequeñas bolas negras cayeran sobre la multitud, produciendo una gran explosión de humo verde.

Los gritos se escuchaban desde dentro de la cortina de humo verde y luego el gato blanco alargo sus uñas y corto otra soga.

Lo siguiente que vio el demonio fue que una larga soga salía del techo, atándose alrededor de la multitud de demonios.

Luego vinieron las explosiones naranja.

Shirone y su hermana observaban con sonrisas en sus rostros la nube de humo, viendo como una silueta se hacía visible entre el humo verde.

Del humo verde un pequeño niño rubio salió. No parecía tener más de siete años, teniendo cabello rubio largo, despeinado y un poco puntiagudo, en un estilo que cubría un poco de sus cejas y sus orejas. Sus ojos eran tan azules como el cielo, que brillaban con alegría. Su piel era bronceada, teniendo un color canela. La ropa que llevaba consistía en un Kimono gris hasta sus tobillos con remolinos rojos en la zona de los pies y un Obi naranja. Lo que más destacaba del niño era eran las orejas de gato amarillo sobresalir de su cabello, sus pupilas rasgadas, sus marcas de bigotes en su rostro, su cola amarilla en su espalda baja y sus colmillos afilados, que destacaban por su gran sonrisa. ("Si quieren una idea de cómo es, busquen en Google imágenes "naruto neko naruamino" Es lo primero que aparece. Es el mismo solo que las orejas blancas imagínenlas de un color idéntico al de su cabello, ósea amarillo rubio")

Nee-Sama, Shiro-Chan.— dijo Naruto alegremente, teniendo muchas cosas en sus brazos, siendo principalmente billeteras para luego tener relojes, collares y brazaletes, todos de plata y oro— Miren lo que tengo Nya.

La hermana mayor de los gatitos rio fuertemente mientras que se subía a la cabeza de Naruto, acostándose en ella y cerrando sus ojos, suspirando un poco.

Buen trabajo, Naruto.— dijo la gata negra, lamiendo el cabello de Naruto, causando que el niño se sonroje de vergüenza.

¡K-Kuroka-Nee-Sama!— grito Naruto avergonzado, haciendo que la denominada Kuroka riera levemente a la vez que volvía a cerrar los ojos y se relajaba. Un suspiro escapo de la boca de Naruto mientras que comenzaba a caminar, deteniéndose al ver como Shirone caminaba a su lado— Sube, Shiro-Chan.

Con esas palabras, la pequeña gata subió al hombro de Naruto y el gato comenzó a caminar, sonriendo ampliamente, sin ser consciente como un demonio los miraba a la distancia.

Nekomata...— dijo el demonio con una gran sonrisa en su rostro— Pero los Nekomata no habitan en el infierno...Solo pueden ser Nekoshou...— una risa malvada escapo de la boca del demonio— Esta decidido...atrapare a esos gatos…lo juro por mi nombre, ¡Zackavith Naberius!

Al lado de un rio junto a una cascada, una pequeña cabaña se hallaba.

Era pequeña, siendo solamente de una habitación y estando algo degradada.

Mientras que la cabaña no contaba con los lujos que los demonios de clase alta poseían, para la familia de Naruto, Kuroka y Shirone, esa cabaña era su gran hogar, el mejor lugar que podían conseguir. La razón de ello era sencilla.

Porque se tenían mutuamente.

Desde que los padres de Kuroka y Shirone murieron, ellas buscaron alojo en su pueblo natal. Mientras que los Nekoshou los recibieron con los brazos abiertos, solo los cuidaron hasta que Kuroka cumplió la mayoría de edad.

Kuroka no tenía dinero para conseguir una casa en su pueblo, por esa razón, ella y su hermana vivían en las calles, donde Kuroka encontró a un pequeño gatito amarillo.

Eso fue lo que más asombro a Kuroka.

Encontrar a un Nekomata masculino era como encontrar una aguja en un pajar. Pero la posibilidad de encontrar a un Nekomata masculino no era nula.

Ese pequeño gatito se veía igual que su hermana, por lo que Kuroka no pudo evitar sentir la necesidad de tomar a ese gatito y protegerlo al igual que a Shirone. Ese gatito no tenía familia por lo que escucho Kuroka en el pueblo Nekoshou, por lo que no pudo dejarlo solo a merced del mundo.

Ese gatito amarillo solo sabía su nombre y apellido, siendo Naruto Uzumaki, pero solo saber su nombre no impidió que el denominado Naruto se relacionara con sus nuevas hermanas.

Desde que el pequeño Naruto se metió en su vida, Kuroka solo había experimentado la felicidad y alegría. Naruto era una bola de hiperactividad combinada con la positividad y felicidad.

Kuroka no pudo evitar que Naruto alegrara su día. Cada vez que Naruto estaba con ella y Shirone, siempre él las animaba. Les hacía olvidar su vida de pobreza, llenándolas de vida y alegría.

Bien...— dijo Naruto entrando a la cabaña, llevando dos bolsas en sus manos. Y teniendo a sus hermanas adoptivas en su cabeza y hombro— Ya estamos en casa.

La cabaña por dentro no era muy destacable.

Solo tenía un gran Futon en la pared derecha, en el cual los tres Nekoshou dormían en las noches, usando su calor mutuo para acobijarse, ya que a veces, el frio lograba entrar en la casa.

Una pequeña mesa japonesa tradicional donde los tres gatos comían a veces. Una pequeña cocina donde cocinaban sus comidas.

Eso era lo más destacable de su cabaña. Era una cabaña pobre donde vivía una pequeña familia pobre, pero amorosa.

¿Qué comeremos esta noche Nya?— pregunto Kuroka bajándose de la cabeza de Naruto, caminando para acostarse en el Futon.

¿No quieres ayudar Nya?— pregunto Naruto con una sonrisa divertida.

Esto era una clásica rutina en su hogar.

Kuroka se negaría a ayudarlos con los preparativos para la comida, eligiendo dormir en su Futon y esperar a que la comida este lista y en la mesa.

No.— dijo Kuroka riendo claramente, causando que Naruto negara con la cabeza divertido.

Dejando las bolsas en la mesa, Naruto comenzó a sacar las provisiones, que consistían principalmente en pescado y leche, los manjares de cualquier gato. Pero también tenían otras comidas y bebidas.

Tomando una botella de leche, Naruto camino hasta el único mueble de la habitación, que consistía en una gran alacena donde adentro se guardaban un par de cosas. De ahí dentro saco un tazón, y camino hacia Kuroka, sirviendo leche.

Los ojos de Kuroka se abrieron inmediatamente al escuchar el sonido de la leche cayendo en un tazón, por lo que levantándose del Futon, la gata negra comenzó a beber la leche, teniendo una expresión alegre en su gatuno rostro.

Jeje...— Naruto rio entre dientes, agachándose para acariciar la cabeza de Kuroka, acariciando detrás de las orejas, causando que la gata ronroneara de placer— Sí que tienes sed Nya, Nee-Sama.

Luego de eso, Naruto se levantó, viendo como Shirone estaba de pie sobre la mesa, solo para saltar al suelo.

No te preocupes, Shiro-Chan.— dijo Naruto negando con su mano, teniendo una gran sonrisa en su rostro— Preparare yo la cena Nya. Descansa con Nee-Sama.

¡Gracias! ¡Naruto!— dijo Shirone con una gran sonrisa, dirigiéndose hacia Kuroka para beber algo de leche y acostarse en el Futon.

Tomando algo de las provisiones en la mesa, Naruto estaba a punto de comenzar a cocinar, pero alguien pateo la puerta.

¡Hola a todos!— grito un hombre entrando por la puerta, rompiéndola con su patada.

Los ojos de Naruto, Kuroka y Shirone estaban bien abiertos, observando al hombre con incredulidad en sus ojos.

Era un hombre alto, de no más de veinte años con cabello negro bien peinado quitando su flequillo de sus ojos verdes, teniendo un par de mechones enmarcando su rostro, que ahora mismo llevaba una sonrisa arrogante. Sus ropas consistían en un traje formal comúnmente conocido como Bléiser de color verde idéntico al de sus ojos, con una camisa negra debajo que estaba con dos botones sin prender y zapatos de vestir negros con pantalones verdes formales.

Mi nombre es Zackavith Naberius y… ¿Cómo decirlo?— se preguntó el demonio riendo un poco nervioso, rascándose su nuca con una sonrisa desvergonzada— Por falta de mejor termino, diré que ahora mismo ustedes estarán en mis manos.— dijo sonriendo arrogantemente— Así de simple.

Kuroka estallo en una nube de humo y cuando este se esfumo, una hermosa y joven mujer de quince años estaba presente. ("La misma ropa y apariencia de siempre")

Shirone también lo hizo, transformándose en una pequeña niña de casi la misma edad que Naruto, para esconderse atrás del rubio.

Ohhh…esto lo hace más interesante...— dijo Zackavith lascivamente, observando el cuerpo de Kuroka con perversión.

Un gruñido escapo de la boca de Naruto al ver eso.

¡Deja de ver a Nee-Sama de esa manera Nya!— grito Naruto con ira, causando que Zackavith riera levemente.

Ohhh…un mocoso protector.— dijo el demonio riendo levemente, para luego mirar a los tres Nekoshou con una mirada de pensamiento— Bien…les diré la situación actual…Ahora mismo, necesito un Obispo…No necesito una torre, ni una mocosa que nos estorbara.— luego de esas palabras, Zackavith chasqueo los dedos, causando que tres hombres entraran a la casa— Por lo tanto, los niños mueren...— luego de decir eso, Zackavith miro a Kuroka con lujuria— Solo te necesito a ti...

Los tres guardias se acercaron a Kuroka, tomándola por los brazos, pero Kuroka se soltó del agarre, rasgando el cuello de uno de uno ellos con sus uñas, que se alargaron considerablemente, tanto como para ser unos cuchillos de quince centímetros de diámetro.

Los guardias abrieron sus ojos ante eso, viendo como su compañero llevaba sus manos a su cuello y se desangraba en el suelo.

Espadas aparecieron en las manos de los guardias y Zackavith solo chasqueo los dedos, haciendo que otros cinco guardias armados con espadas entraran por la puerta.

Kuroka gruño enojada, estando preparada para tratar de matar a todos los que pudiera y defender a sus hermanitos pequeños.

No hagas nada, pequeño gatito.— dijo Zackavith negando con su dedo, sonriendo con arrogancia— Deberías prestar más atención a tus hermanos pequeños.

Con esas palabras, Kuroka guio sus ojos hacia Naruto y Shirone, notado como Naruto sostenía un cuchillo en su mano derecha, teniendo a Shirone detrás de su espalda, que se encogía de miedo por la situación actual.

Cuando Kuroka estaba a punto de decir algo, la golpearon en el rostro, causando que cayera de rodillas en el suelo, y al abrir sus ojos, su cuello estaba cubierto por las puntas de las espadas.

Vámonos de aquí.— dijo el demonio de clase alta con su misma sonrisa arrogante— Dejen a los mocosos dentro.

Con esas palabras, los guardias comenzaron a golpear a Kuroka, causando que Naruto gritara de enojo mientras que comenzaba a correr hacia Kuroka con su cuchillo en alto, pero antes de que pudiera avanzar más, un guardia lo golpeo en el rostro, haciendo que cayera al suelo.

Los guardias sacaron a una Kuroka semi inconsciente de la cabaña, que gritaba el nombre de sus hermanos pequeños con miedo y preocupación.

Levantándose del suelo con ayuda de Shirone, Naruto observaba el espacio donde debería estar la puerta, viendo por el exterior como el llamado Zackavith sonreía arrogantemente mientras que un círculo mágico color rojo se formaba en su mano.

Bolas de fuego salieron del círculo mágico, dirigiéndose hacia la cabaña y golpeando la puerta, estallando en una explosión de llamas que comenzó a consumir poco a poco la pequeña cabaña.

¡Naruto! ¡Shirone!— grito Kuroka con miedo, siendo sostenida por cuatro guardias para evitar que se moviera.

¡Jajajaja!— Zackavith reía con maldad ante eso, riendo fuertemente al ver como las llamas poco a poco consumían la cabaña, pero sus ojos se abrieron cuando vio como una de las paredes se rompió para dar lugar a Naruto, que protegía a Shirone del fuego con su cuerpo, recibiendo las quemaduras— ¿Qué mierda…?— se preguntó el demonio acercándose a los dos cuerpos, mirando como Naruto estaba en el suelo con Shirone debajo de él, teniendo varias quemaduras en su cuerpo, a diferencia de Shirone, que fue protegida del fuego— Ciertamente eres alguien resistente...Lastima que morirás ahora.— Zackavith iba a chasquear sus dedos, pero cuando elevo su mano, Naruto inmediatamente se levantó con un cuchillo en su mano derecha, moviéndose con gran velocidad para acercarlo al cuello del demonio de clase alta, pero antes de que el cuchillo pudiera llegar, la mano de Naruto fue detenida por el propio Zackavith.

¿Qué…?— pregunto Naruto en shock.

¿Creíste que mis palabras eran mentiras?— pregunto Zackavith con una sonrisa en su rostro, apretando la muñeca de Naruto, causando que el Nekoshou soltara el cuchillo, que fue capturado por la mano derecha del demonio— Muere.— con esas palabras, el demonio de clase alta clavo el cuchillo en el estómago de Naruto, causando que el niño escupiera sangre.

¡Naruto!— grito Kuroka con desesperación, teniendo sus ojos bien abiertos mientras que los guardias hacían más fuerza para detenerla. Las lágrimas llegaron a los ojos de Kuroka al ver como Zackavith hundía profundamente el cuchillo, tanto que el mango toco el estómago de Naruto, traspasando su espalda por su pequeño cuerpo.

Agarrando el cuello de Naruto, Zackavith lo levanto sin esfuerzo, comenzando a caminar hacia la cascada. Con una sonrisa arrogante, Zackavith arrojo el cuerpo a la gran cascada, causando que Kuroka diera un último grito de desesperación y dolor.

Fin del Flash Back

Los ojos azules se abrieron con algo de pereza.

Ahhh...— un suspiro escapo de la boca del minino mientras que se estiraba— Nee-Sama fue afortunada por ser quien matara a ese idiota.— susurro lamiendo su pata y comenzando a peinar su pelaje.

¿Quién anda ahí?— pregunto una voz conocida por el rubio, causando que se tensara.

"I-Imposible…"— pensó el gato amarillo con su cabello erizándose— "¿C-Como es posible que ella este aquí?"

¡Oh! ¡Kiiroi-Chan!— el gato amarillo intento huir, pero unos brazos lo atraparon. Los ojos del gato amarillo estaban bien abiertos, sintiendo un fuerte abrazo que le rompía los huesos— ¡¿Dónde has estado?! ¡Te hemos echado de menos!

"Olvidaba como era esto…"— pensó el gato gruñendo un poco de dolor.

¡Vamos a casa ahora! ¡Tendrás algo de rica leche y cenaras pescado con nosotros!— grito la mujer con una gran sonrisa, comenzando a caminar con el gato en sus brazos hacia su casa.

"B-Bueno…Tal vez esto no sea tan malo"— pensó el gato tratando de relajarse.

Luego de un par de minutos de estar en los brazos de la mujer, el gato llego a una hogareña casa.

Naruto miraba la casa con nostalgia, recordando las veces que se adentró en esa casa, al igual que en la otra casa.

Cuando la mujer entro con el gato en sus brazos, camino hasta llegar a la cocina, donde se encontraba un hombre sentado en un sofá viendo televisión.

Cariño, tenemos un invitado.— dijo la mujer alegremente, causando que el hombre levantara la mirada con una sonrisa, sus ojos abriéndose al ver el gato amarillo.

Oh, Kiiroi.— dijo el hombre con cierto asombro, pero llevando una sonrisa en su rostro— Hace años que no lo veíamos…

Yo creía que el pequeño Kiiroi-Chan tuvo alguna clase de accidente.— dijo la mujer apretando el abrazo del gato, causando que este gimiera de dolor, mirando a los ojos del hombre y suplicando ayuda en silencio.

El hombre sintió compasión por el minino, por lo que trato de ayudarlo un poco.

¿No tienes que preparar la cena?— dijo el hombre con una sonrisa, suspirando cuando su esposa soltó al gato para comenzar a caminar rápidamente hacia la cocina.

Tienes razón.— dijo la mujer mientras que abría el refrigerador para sacar una botella de leche, abriendo la alacena para sacar un tazón y dejándolo en el suelo, vertiendo el líquido blanco en el tazón— Ven, Kiiroi-Chan.

El gato miro la leche por unos segundos, solo para suspirar en silencio mientras que caminaba con fastidio hacia la leche, comenzando a beberla al momento de llegar.

No era que no le gustara la leche, la adoraba, pero ahora mismo estaba en una situación complicada.

La familia con quien estaba era una familia conocida por él. Eran viejos amigos que conoció cuando tenía diez años. La forma más sencilla de describir como conocía a la familia seria decir que ellos lo atraparon en medio de una broma especial que le estaba haciendo al encargado de la iglesia. Gracias a ello, término siendo la mascota especial de esa familia y otra más, y lo más importante, nunca pudo terminar su broma al sacerdote de la iglesia.

A Naruto no le agradaba ese sacerdote. Se parecía mucho al padre Maciel para su gusto. Por esa razón entro a la iglesia a escondidas para buscar a niños encadenados a la cama o esclavos sexuales. Lo que no sabía era que entrar a esa iglesia lo condenaría.

El día en que esos dos niños lo atraparon, se convirtió en su mascota, para su total vergüenza. Pero debía admitir que esos dos niños sabían cómo cuidarlo, dándole leche y pescado casi a diario. Algo que él no podía evitar aceptar.

Bebiendo la leche, el gato amarillo escucho como alguien entraba por la puerta, anunciando su llegada.

Por la puerta entro una adolescente castaño y de ojos marrones, teniendo un uniforme de la academia que llevaban los del club de investigación de lo oculto si el gato no se equivocaba.

Tou-San, Kaa-San, ya llegue.— dijo el adolescente entrando a la casa, sacándose sus zapatillas y entrando al salón principal.

Issei, mira a quien tenemos aquí.— señalo la madre del adolescente llamado Issei, causando que el castaño mirara hacia donde su madre señalaba, para ver a un gato amarillo bebiendo leche.

¡Kiiroi!— grito Issei con asombro, para sonreír mientras que se acercaba al gato para tratar de acariciarlo, pero antes de que llegara a tocar el lomo del minino, el pelaje amarillo se erizo y comenzó a gruñir levemente, haciendo que Issei se detenga con una sonrisa nerviosa— Aun me odias, ¿verdad?

"No, no te odio. Solo orinare en tu cama mientras duermes…"— pensó el gato mientras que volvía a beber su leche.

No odiaba a Issei. Más bien era un resentimiento ligero por como él lo engaño la primera vez que se conocieron.

No era su culpa caer en ese truco tan barato. Saber la diferencia entre un niño y una niña pequeños era muy difícil si los mirabas desde lejos.

El gato aun tenía pesadillas por la forma en que Issei lo trato ese día tan traumático. Lloro en los brazos de su amiga hasta dormirse.

Solo digamos que acariciar a un gato sin que este te de su permiso se conoce como violación en el mundo minino.

El gato conocido como Uzumaki Naruto termino su leche y fue al sofá de la casa, donde se acostó para tratar de dormir un poco.

Mañana seria el día en que vería a Shirone y tal vez, si ella lo desea, quedarse un tiempo con ella.

No pudo verla antes porque se estuvo sometiendo a un gran régimen de entrenamiento por parte de su Sensei. Ese mono era un sádico, pero sabía cómo entrenar a los demás.

Fue gracias al entrenamiento con su Sensei que gano sus colas extra.

¡Kiiroi-Chan!— grito la mama de Issei mientras que colocaba pequeños trozos de pescado en un tazón— Ven a comer.

Los ojos azules de Naruto se abrieron ampliamente al oler el delicioso aroma.

Debía admitirlo. La mama de Issei sabía cómo cocinar.

Nota del autor:

Gracias por leer.

Esta es mi nueva historia, una que no me he podido sacar de la cabeza por mucho tiempo.

En esta historia, Naruto es un Nekoshou con poderes en el Senjutsu y Youjutsu. Fue amigo/hermano menor de Kuroka en su tiempo, teniendo a Koneko como una hermana, hasta que fue obligado a separarse de ellas por sus heridas.

Sé que algunos de ustedes seguramente dirán. "No existen los Nekomata o Nekoshou machos" Se dice que es muy baja la probabilidad de que nazca un Nekomata macho, no es nula. Naruto es esa probabilidad en esta historia.

Si quieren alguna pista de los poderes y habilidades que tendrá Naruto, les dejo unas cosas para pensar.

El Senjutsu de DxD puede hacer tanto crecer como marchitar la naturaleza, por lo tanto, un Youkai con mucho talento en el Senjutsu puede hacer crecer los diferentes elementos del BOSQUE como quiera.

El Youjutsu son las técnicas de los Youkai, la magia que ellos utilizan. Todas las características especiales de los Youkai, como por ejemplo, ESTAR EN TODOS LADOS AL MISMO TIEMPO, son producto del Youjutsu. Por lo tanto, el Youjutsu tiene mucho potencial.

El por qué Naruto conoce a la familia Hyoudou será revelado seguramente en uno o dos capítulos, cuando Naruto explique cómo sobrevivió a su presunta muerte.

Tengo una pregunta para ustedes. ¿Quieren a Koneko en el Harem? ¿O la prefieren con Issei? A mí no me gustan las Lolis, pero todo sea para complacer al público.

¿Quieren que Naruto tenga un equipo? Con compañeros Nekomata o Youkai. Como Noihara Himari de Omamori Himari, Yoruichi de Bleach o incluso una Kunou mayor.

Voy a hacer un anuncio.

Las siguientes historias creo que las borrare, porque no encuentro la inspiración para escribirlas y no sé si continuar escribiendo algo que no me gusta.

Las historias serán:

El Leviatán

Monstruo

Loco Amor

Si alguien quiere continuar estos tres proyectos, que lo diga. Porque yo no creo que pueda seguirlos. Tal vez en algún futuro, pero no ahora.