He vuelto :) en el resumen solo me dejan poner 2 categorías, así que quiero aclarar que, aunque esto sea Humor/Romance, también tiene angustia... bastante, para serles sincera. Pero es bien c:
M de sexo, así que las almas inocentes y sensibles ya están advertidas 3
Camino apurado por el pasillo y miro su reloj de muñeca de vez en cuando porque voy jodidamente tarde.
-Mierda mierda mierda mierda- susurro.
A esta hora el pasillo debería estar completamente desierto, por lo que, cuando alguien me hala del brazo y me estampa contra la pared en un rincón bastante diminuto, es natural que me sobresalte.
-¿Qué carajo?- pregunto, entre molesto y sorprendido.
Entonces aparece en mi campo de visión un par de ojos oscuros que no expresan absolutamente nada. Craig me mira con una ceja alzada.
-Llegas tarde- dice, manteniendo la calma.
-Oh, Tucker, ¿qué haría yo si no estuvieses aquí para resaltar lo evidente? Gracias por ser tan inútil- digo con sarcasmo, rodando los ojos.
-Cierra la boca- lo miro, mirándolo con incredulidad.
¿Quién se cree que es?
-No soy tu maldito esclavo- ataco, frunciendo el ceño-. Ya voy lo suficientemente tarde, así que si te quitaras sería genial.
Soy olímpicamente ignorado. Craig me toma de la cintura y me besa con rudeza, aplastándome un poco más contra la pared. Como siempre.
Aquí es donde llegamos al punto en el que explico todo: Me llamo Kyle Borflovski, soy parte del consejo estudiantil y actualmente tengo el mejor promedio de la sección. No soy especialmente sociable y tengo un complejo de control freak gracias al cual he terminado enredado con Craig Tucker, entre todas las personas que podrían haber sido.
En este momento voy tarde para física, pero la tentación de corresponderle a Tucker es demasiado fuerte.
Sin embargo, no puedo dejarlo ganar.
Me alejo de él.
-No estoy jugando- digo, mirándolo con seriedad, aunque se que estoy sonrojado.
-Ni hablar Broflovski, te quedas aquí.
Odio que digan lo que tengo que hacer.
-Puedo hacer lo que me de la gana, y no me apetece saborear tu caja de cigarrillos matutina, así que puedes soltarme o comenzaré a gritar y aquí se arma la fiesta- amenazo, fingiendo una sonrisa dulce.
Me mira sin inmutarse, pero se que esta ronda la gané yo.
Se echa a un lado y me deja moverme.
-Como quieras, duquesa…Te veré en el receso- se despide, pero su voz tiene una mezcla de burla y exigencia que me hace estremecer
Suspiro, avanzando lo que me queda de camino hasta el salón con una sonrisa de triunfo.
«Broflovski 1 – Tucker 0»
-o-
-¿Se puede saber por qué llegaste tan tarde, Kyle?- me pregunta Stan cuando la clase de física por fin se termina.
-Me quedé dormido- contesto-. Mi despertador no sonó.
No es mentira.
Pero Stan me conoce demasiado, y se que me queda mirando esperando que agregue algo más.
Suspiro.
-Y el imbécil de Craig hizo que perdiera el tiempo cuando estaba llegando- admito.
Aunque no lo vaya diciendo a voz populi, no es ningún secreto que hay algo entre Craig y yo, sea lo que sea.
-Ahora eres un chico malo, Kahl- dice Kenny con tono meloso, guiñándome un ojo.
Es insoportable.
-Estoy rodeado de tantas maricas que voy a terminar vomitando mariposas- bufa Cartman, y su voz me irrita.
-Eres libre de llevar tu culo gordo a cualquier otra parte- ofrezco.
-Mámalo, judío- me contesta, sacándome el dedo.
Tanta capacidad verbal me conmueve.
Salimos al patio trasero, que a esta hora está lleno de adolescentes. Nos sentaron tras la pared contraria a la cancha de basket, como siempre.
-¿Cuánto tiempo vas a seguir tonteando con Tucker?- pregunta Stan, y no se si está molesto o preocupado.
-No estamos tonteando- contesto.
-Están tirando- corrige Cartman, sin que nadie pida su opinión.
-Eso tampoco- digo, mirando al gordo de mala manera.
-¿Qué tanto esperas? No te estás haciendo más joven, Kahl- asegura Kenny, asintiendo con mucha seriedad-. Tu vida no es un libro de Stephenie Meyer.
No puedo creer que haya dicho eso.
-No me voy a acostar con Craig- bufo, rodando los ojos-. Y no hables de libros de vampiros, es demasiado 2009.
-Tú eres demasiado 2009- comenta el rubio, fingiendo que está ofendido.
-Solo falta que te den por el culo- comenta Cartman, sin entender que de verdad no quiero saber lo que piensa-. Luego serás oficialmente marica.
-Cartman necesito que cierres tu maldita boca por un año entero. Ve a comerte una BigMac y deja de joder.- le espeto el pelirrojo.
Frunce el ceño y se levanta.
-Maldita rata judía, no necesito escuchar tus cuentos de marica- murmura y se va.
Bien hecho Kyle.
-Al menos algo bueno ha salido de tu relación con Tucker- sonrie Kenny-. El mal carácter te queda sexy.
-Tucker y yo no estamos en ninguna una relación- digo, ignorando el comentario del rubio.
«Al menos hasta dónde yo se…»
-¿Y qué carajo se supone que está pasando entre ustedes?- pregunta Stan, que hasta el momento no había dicho más nada-. Llevan mes y medio metiéndose la lengua hasta la garganta y manoseándose cada vez que pueden, pero no quieres terminar de acostarte con él y no son nada.
Kenny y yo lo miramos confundidos por el repentino. Stan nos mira con el ceño fruncido.
-Marshmallow, relájate- dice el rubio, riendo algo incómodo.
-Es que no es algo que harías tú, Kyle, y tengo el presentimiento de que todo eso va a terminar mal- dice Stan, suspirando largamente y llevándose los dedos al puente de la nariz.
-No es nada serio, Stan- contesto, y trato de relajar el ambiente con una sonrisa-. No pasa nada, ya estoy grande.
Stan suspira.
-Kyle, estás haciendo una estupidez.
Frunzo el ceño. Stan me da la misma charla desde que le dije todo lo que pasaba con Craig, y ya me tiene harto. ¿Yo estoy haciendo una estupidez? ¿y qué hay de él y Wendy, que llevan días sin parar de discutir?
Estoy a punto de decir algo de lo que probablemente me arrepienta luego cuando una voz nasal y monótona me interrumpe.
-El ambiente está tenso…- comenta-. Ya pueden dejar de hablar de mí- agrega, esbozando algo parecido a una sonrisa.
-Siempre tan perceptivo- dice Stan, con sarcasmo.
Tucker mira rápidamente a mis amigos. Stan lo quiere matar con la mirada, mientras que Kenny lo saluda con la mano infantilmente
-Tengo algo que decirte, Broflovski. Mueve tu pequeño culo.
¿Qué carajo le pasa?
-Ahora no puedo- contesto, aunque no tenga nada que hacer
-Su culo no es pequeño- comenta Kenny, pero ambos lo ignoramos.
Craig me mira sin decir nada.
-¿Cómo puedes manosear ese culo y decir que es pequeño?- sigue el rubio, aparentemente ofendido-. Estoy decepcionado, Tucker.
-Como quieras- dice Craig, encogiéndose de hombros. Se da la vuelta y se va.
Cinco segundos de silencio.
-Tienes tantas ganas de seguirlo- dice Kenny por fin, sin aguantar la risa.
Stan también se ríe, y yo frunzo el ceño, sonrojado.
Tengo tantas ganas de seguirlo.
Así que lo hago.
-o-
Se que Craig está, como siempre, en los baños traceros. Cuando entro, cierro la puerta y ambos nos quedamos viendo en silencio.
-¿A qué juegas, Broflovski?- pregunta por fin.
-A lo mismo que tú, Tucker- contesto, tratando de mantener el mismo tono neutro.
Craig ríe con burla.
-Me parece que no tenemos las mismas reglas.
-No sabía que ahora jugabas con reglas- comento, sonando más serio de lo que pretendía.
Craig alza una ceja y sonríe de lado, y odio admitirlo pero esa sonrisa es la que me hace temblar las piernas. Se me acerca y retrocedo un paso, inseguro.
Cuando está justo frente a frente, alza mi barbilla con delicadeza y acerca su rostro al mío hasta que nuestros labios se rozan.
Trago duro. Quiero hacerme de rogar, pero el olor a tabaco y menta que desprende Craig me intoxica ligeramente.
-La verdad- dice, en un susurro-, es que solo tenía que decirte que Testaburger está hecha una fiera y te busca por todos lados.
Me descoloca un poco y frunzo el ceño, pero al momento me repongo.
-¿Y ahora le haces los encargos a Wendy?
-Fue un acto de buena fe- encoje los hombros y hace ademán de alejarse.
No lo dejo. Lo agarro por el cuello de la chaqueta y lo beso. A penas puedo sentir la mezcla de sabores que siempre hay en su boca cuando se separa.
-Esta tarde, en mi casa- dice, y luego se va.
Me quedo quieto, molesto con Craig y conmigo mismo.
«Eso fue estúpido» me regaño.
Me molesta saber que Craig me cortó para dejar claro que puede.
Y me molesta saber que voy a terminar en casa de Tucker esa misma tarde, a pesar de que eso es ceder un poco.
«Broflovski 1 – Tucker 1»
-o-
Rodamos en la cama, jadeando. Competimos por quién tiene el control de la situación, como siempre, pero sin dejar de tocar todo lo que tenemos al alcance. La ropa está regada por el suelo, olvidada hace tiempo.
-¿Vas a dejar que te coja, Broflovski?- me susurra Craig con voz ronca al oído, y me muerde el lóbulo. Me estremezco.
-¿Quién diría que Craig Tucker tiene un lado tan tierno?- contesto con sarcasmo-. Buena suerte con eso- agrego.
-Me siento con suerte- asegura Craig.
Lo miro con una ceja alzada y río un poco. Le doy la vuelta a la posición y ahora estoy encima de él.
-Lamento decirte que no tienes tanta suerte- digo, dando por terminada la conversación con un beso especialmente profundo.
Craig desliza las manos por toda mi espalda y me aprieta el trasero.
Tiemblo y clavo ligeramente las uñas en su pecho, dejando diez pequeñas marcas de media luna.
Nos besamos un rato largo, investigando con la lengua cada rincón de la boca ajena como si fuese la primera vez que lo hacemos. La temperatura sube cada vez más, y nuestros cuerpos comienzan a frotarse casi por si solos. Me separo de Craig, jadeando, y comienzo un camino de besos y mordidas desde su barbilla hasta su cuello.
Entonces me parece que sería buena idea dejarle una marca justo en entre la mandíbula y el cuello, así que me entretengo más de lo normal en la zona.
Craig no va a hacer nada para tapar el chupón, y eso, de cierta manera, me gusta.
La mano de Craig, por otro lado, sigue aún en mi trasero, y lo estruja mientras mueve la cadera. Se lo necesitado que está de contacto y, aunque yo esté más o menos igual, me gusta hacerme de rogar.
-Maldita sea Kyle, si no haces algo juro que voy a violarte, y te va a gustar- jadea, frustrado.
Lo miro con una sonrisa.
-Me gusta cuando sufres- dgjo, con la respiración agitada. Craig me mira con una ceja alzada, desafiante. Amplío mi sonrisa-. Eres débil, Tucker.
Y se que Craig está dispuesto a contestarme y a discutir, así que prefiero ignorarlo y deslizarme hasta su entrepierna.
Jadea con fuerza, y ya no insiste en seguir con la discución. Me parece una excelente idea, ya que tengo la boca ocupada.
Siento como enreda una mano en mi cabello, queriendo marcar el ritmo, pero no lo dejo. No todavía.
Con el otro brazo se alza un poco, seguramente para poder ver con claridad. Subo la mirada y me encuentro con un par de ojos oscuros que me miran con deseo. Siento como tiemblo. Se que mi mirada debe ser muy parecida a la suya; llena de lujuria y nublada por el deseo.
Me agarra con más fuerza el cabello, halandolo un poco, y comienza a marcar un ritmo mucho más rápido. Esa vez me dejo hacer, siguiendo el ritmo que marca Craig mientras que con una mano me encargo de mi propia excitación.
Los minutos pasan, los jadeos y gemidos llenan toda la habitación y aunque el ritmo que lleva Craig es demasiado violento no le pido que pare. Se que no lo hará, y también se que no quiero hacerlo.
Craig es el primero en terminar con un gemido grave que me hace estremecer. Cierro los ojos con fuerza y me vengo con un gemido ahogado.
Después nos dejamos caer en la cama, agotados.
Me limpio la boca con el dorso de la mano.
-A la mierda, Craig, eres un maldito salvaje- me quejo, recostándome contra la pared. Muevo el cuello en círculos.
Craig rueda los ojos, incorporándose con calma.
-Eres débil, Broflovski- contesta, con una sonrisa ladina. Lo miro serio.
-Es muy fácil burlarte ahora que me destrozaste la garganta, pero bien que suplicaste que hiciera algo con tu estúpida erección.
-Lo hiciste porque te gusta- declara, levantándose de la cama.
Ruedo los ojos, sin ganas de seguir discutiendo. Él tiene algo de razón.
Me bajo de la cama para ponerme los boxers, mientras que Craig se acerca a la puerta para abrirla.
Un gato negro con una mancha blanca en el lomo entra y maulla.
-Hey Lucifer, ¿cuánto tiempo llevas ahí afuera?- pregunta Craig.
-Espero que no mucho- comento. El gato salta a la cama y se acuesta en mis piernas, ronroneando cuando comienzo a hacerle cariño-. Por lo menos se que no estás traumatizado.
Craig se pone la ropa interior y prende un cigarro antes de volverse a acostar en la cama, como siempre.
Agarro el pequeño control que hay en la mesita de noche y le doy play al iPod Craig. Luego me acuesto a su lado, con el gato aún ronroneando en mi regazo.
Ten decisions shape your life,
you'll be aware of 5 about,
7 ways to go through school,
either you're noticed or left out,
7 ways to get ahead,
7 reasons to drop out
-¿Cuándo vuelven tus padres?- pregunto, mirando al techo.
Craig se encoge de hombros y me pasa el cigarro.
-En una hora, en quince minutos. No sé- contesta. Doy una larga calada.
-Debería irme- digo, devolviéndole el cigarro.
Craig se queda en silencio.
El gato maulla, exigiendo cariño.
When I said "I can see me in your eyes",
you said "I can see you in my bed",
that's not just friendship that's romance too,
you like music we can dance to.
-Craig- lo llamo.
-Hmmm- me hace saber que me escucha mientras bota el humo lentamente.
-¿Qué somos?- Craig guarda silencio, fumando con calma. El olor a tabaco inunda la habitación.
-¿Por qué quieres hablar de esto, Broflovski? Sabes que no me van las etiquetas- contesta, después de suspirar con resignación.
-A mí tampoco, pero llevamos mes y medio jugando a ser actores porno y quisiera saber por dónde van los tiros.
-No sé, Kyle- termina de fumar y tira la colilla al piso-. Somos amigos que les gusta meterse la lengua hasta la garganta y mamárselo de vez en cuando- frunzo el ceño.
-Eres tan sutil- comento, y recibo a modo de respuesta su dedo grosero-. Creo que el término que tanto quieres evitar es "amigos con beneficios"- Craig rueda los ojos.
-Eso lo inventó algún imbécil para poder cogerse a todas sus "amigas" sin sentirse culpable.
-Pues lamento decirte que somos un par de imbéciles.
-Dime algo que no sepa- río un poco y sigo acariciando al gato.
En momentos así, tan llenos de calma, olvido toda esa "competencia", y me permito ceder. Solo un poco.
Sit me down,
Shut me up,
I'll calm down,
and I'll get along with you.
-o-
-…entonces a mi mamá le dio un ataque cuando descubrió que reprobé el examen de matemáticas y me quitó el celular como castigo, lo cual empeoró las cosas porque no se lo di en el momento y eso la puso más molesta, ¿pero qué iba a hacer? ¡no podía arriesgarme a que revisara todo! Digo, tengo mensajes que se supone que no debe leer, y fotos que nadie debería ver, y…
-Ya va, ya va, ya va- me detiene Kenny. Lo miro con una ceja alzada-. ¿qué clase de fotos?- pregunta. Ruedo los ojos.
-El judío es una marica de mierda, ¿de qué clase de fotos crees que está hablando?- contesta Cartman.
-Cállate, culo gordo- le digo.
-Y, sin embargo, no lo niegas…- comenta Kenny, sonriendo con malicia.
Me sonrojo y desvío la mirada. Kenny se ríe.
En ese momento, llegan Stan y Wendy.
-Kyle, ayer no fuiste a le reunión del concejo- me "saluda" la chica.
Me sonrojó aún más.
-Lo siento, es que tenía que irme a casa- miento. Wendy me mira con una ceja alzada.
-¿En serio? Qué curioso, porque ayer te vi yéndote con cierta persona y Tucker tiene una marca del tamaño del mundo en el cuello, así que, a menos que tengas un club de la pelea en tu casa y eso sea un moretón, me parece que me estás mintiendo…
Ahora soy color salsa picante.
-Y así es como Kyle falla miserablemente y descubre que no puedes engañar a Wendy- comenta Kenny, divertido.
-L-lo siento…- repito, sin saber que más decir.
La chica ríe y rueda los ojos.
-Que no se repita, Broflovski- me advierte, y se va.
Suspiro.
Stan, que está sentado en el piso, suspira con pesadez.
Se que tenemos que hablar.
-¿De qué hablaban?- pregunta.
-Kyle tiene fotos inapropiadas de Craig en su celular y su mamá las vio- contesta Kenny.
Stan me mira con los ojos muy abiertos, escandalizado.
-¡Kenny!- digo, a modo de regaño-. No es cierto. Mi mamá me quitó el celular porque reprobé el examen de matemáticas y luego me castigó por dos semanas porque no le di el teléfono cuando me lo pidió.
-Porque tenía fotos inapropiadas de Craig- agrega el rubio.
No me molesto en negarlo.
-Stan ya sabe esa parte- comento.
Kenny y Cartman nos miraron con una ceja alzada, esperando explicaciones.
-No quiero hablar de eso…- contesta Stan.
Yo tampoco quiero hacerlo.
-No sabía que tú también eras marica, Marsh- dice Cartman-. Debo decir que me decepcionas.
Stan rueda los ojos y sacude la cabeza.
-Kyle, quiero que sepas que cuando quieras mostrarme esas fotos, o cualquier otra cosa, estaré dispuesto- dice Kenny, en un tono demasiado serio para la situación-. Cualquier cosa- repite, haciendo énfasis.
-No gracias- contesto.
-Estaré esperando- sonríe él.
-¿Podemos dejar de hablar de todo lo que tiene Kyle en su celular?
-¿Hay más que solo fotos?- pregunta Kenny, emocionado.
-Kenny, basta- digo.
-Está bien…- se rinde- ¿Qué harán en Navidad? Yo absolutamente nada, igual que cada año.
-Supongo que quedarme aquí- contesta Stan, no muy feliz-. Tengo que estudiar y eso…
-Yo también me voy a quedar, aunque creo que haremos una reunión familiar o algo- comento, encogiéndome de hombros.
-Oh no, los retrasados de Jersey vuelven a invadir South Park- se lamenta Cartman, sacudiendo la cabeza.
Lo odio tanto.
-Una vez más: cállate- digo, mirándolo con fastidio.
-Por lo menos me alegra saber que no voy a pasar las Navidades solo- sonríe Kenny, abrazándonos a Stan y a mí por el cuello. Ambos sonreímos.
-La verdad es que no podría importarme menos- continúa Cartman, ignorando mi comentario y todo lo que vino después-; yo me voy a New York por un mes entero- dice, sonriendo con orgullo.
-Y ese es el mejor regalo que alguien podría darme: todo un mes sin ver tu culo gordo- digo, sonriendo con una felicidad genuina.
-Tú ni siquiera celebras Navidad, judío estúpido- espeta Cartman, frunciendo el ceño.
-¿Qué importa? Eso no cambia el hecho de que ningún regalo de Hannukkah será mejor que tú yéndote a New York.
Cartman me saca la lengua y me ignora.
-Quiero que terminen estas dos semanas… Ya tengo el culo plano de estar horas sentado en un pupitre- se queja Stan.
-Oh, Marshmellow, lamento decirte que eso no tiene nada que ver. Ese es el estado natural de tu culo- comenta Kenny, sonriendo con dulzura.
-¡Kenny! no quiero hablar del culo de Stan- digo, alterado.
-Lo que quiero decir- continúa él, ignorando mi "indirecta" -, es que no importa cuánto tiempo pases sentado, tu culo no cambia. Miren a Kyle; por ejemplo- quiero decir algo, pero Kenny me interrumpe-. O Butters. Él seguro llega a su casa, y se sienta a seguir estudiando como buen nerd, pero sigue teniendo un trasero increíble.
-Ok, definitivamente no quiero hablar del culo de Butters- aseguro, sonrojado hasta las oreja.
-Prefiero que hablemos de las fotos de Craig- admite Stan.
-Si dices una palabra más te juro que te golpeo- dice Cartman.
Kenny rueda los ojos.
-o-
-Ok, por favor… presten atención- pide la pobre profesora de matemáticas-. Clyde, ¿qué hace que un número sea perfecto?
-Eh, ¿su deslumbrante personalidad y su lindo cutis?- pregunta el castaño, causando que la mayor parte del salón ría. Clyde sonríe con orgullo y yo ruedo los ojos.
-No, por Dios. Se los diré, por última vez: un número perfecto es…- la campana interrumpe la frase y todos se levantan y se van sin esperar ni un segundo más, igual que cualquier otro día.
La profesora suspira y recoge sus cosas, murmurando maldiciones e insultos a nuestras respectivas madres.
Casi me da lástima.
Casi.
Agarro mi bolso y salgo, suspirando con alivio porque ya se acabó el día, y es viernes. Glorioso viernes de pizza y películas en casa de Stan.
Estoy caminando alegremente por los pasillos, sintiéndome como Heidi en la pradera, cuando Craig sale de la nada y se me atraviesa.
-¿Vas a hacer eso muy seguido?- le pregunto, después de pasar el susto.
-Creo que sí, tu cara de sorpresa me gusta- ruedo los ojos-. Testaburger me regañó porque no fuiste a la reunión de ayer- no puedo evitar reírme.
-A mi también, y creo que fue tu culpa- comento, dándole golpecitos a la marca que tiene en el cuello. Se encoje de hombros.
-No me importa- admite-. En fin, quiero que sepas que el domingo vamos al cine.
Lo miro, sorprendido.
Es la primera vez que Craig me dice para hacer algo que no incluya su cama. O su sofá. O su ducha. O su piso.
-¿Me estás invitando a salir, Tucker?- pregunto con una ceja alzada, sonriendo de lado.
-Te dejaré con la duda- contesta, y se va como si nada.
Lo imito y sigo caminando, pero no puedo borrar la sonrisa tonta que tengo en la cara.
Hola corazones, quizás algunos ya sepan que esta historia la subí, pero luego la borré... sentí que no estaba bien así que la edité y bueno, ya me siento feliz con el resultado c:
Todavía no tengo el otro capítulo listo, pero ya tengo todas las ideas. Tal vez tarde un poco por temas de tiempo, pero a la final actualizaré :) también tengo que decirles que es probable que utilice muchas palabras de aquí, jerga popular y tal. Cuando lo haga, prometo hacer una especie de glosario al final de cada capítulo, pero si se me pasa algo que no entiendan se vale preguntar 3
Nos leemos pronto, y no olviden comentar ;) ;) ;)
