Peleas Bucales

Date Masamune/Sanada Yukimura, Sarutobi Sasuke/Sanada Yukimura


― Danna, ¿qué estás haciendo? ― justo ahora tiene unas enormes ganas de saberlo.

Antes de que Sanada respondiera intentó una vez más hacer eso con lo que sostenía en las manos.

― Esto es difícil, pero debo hacerlo. Masamune-dono dijo que perdí esa vez porque soy débil, que por ello debo entrenar ―

¿Débil? ¿perder? ¿entrenar?, pero ¡¿ASÍ?, algo no está cuadrando. Y con el hecho de evidenciar que la razón por la que Yukimura se encuentra muy entretenido con eso entre sus manos es gracias al dragón de un solo ojo, basta para que Sarutobi empiece a afilar sus kunais.

― Sasuke, ¿cómo puede esto fortalecer mi lengua? ― alzó la mirada para verle con esos ojos de niño ingenuo que tiene para después volverla al objeto en sí.― No lo entiendo-de gozaru.

¡¿L-LENGUA?

Yare, yare~ ―

Intentó conservar la calma, después de todo no era culpa de Yukimura estar ahora mismo lamiendo y succionando ése plátano con un claro frenesí, si no de ese bastardo señor. Se puso en cuclillas para estar a la misma altura que Sanada, le arrebató sutilmente la fruta de las manos para empezar a imitar los movimientos que el castaño estaba haciendo. Rodeando con la legua la punta del plátano, oprimiendo suavemente de vez en cuando, dejándole pequeñas pero notorias marcas; así duró un par de minutos procurando mirar de reojo al pequeño líder.

Y a diferencia de éste último, Sarutobi parecía ser bastante diestro, tanto, que Sanada no pudo más que admirar con asombro las hazañas que su ninja estaba haciendo.

Al ver ese peculiar brillo en las pupilas caobas de su jefe, y esa enorme sonrisa producto de su entusiasmo, se detuvo. Después de todo Sanada es de las personas que podías estar violando y prácticamente no se daría cuenta. Por eso Date hacía lo que quería con él.

― Ha-h ―

Suspiró.

Enserio que el futuro líder de Kai era un niño, pese a tener ya 17 años. Bueno al fin de cuentas, los hombres siempre tardan en madurar y el que Yukimura haya sido tratado como un bocchan sin serlo no ayudaba tampoco.

― ¿Eh?, ¿qué pasa, Sasuke? ―

Tan pronto dejó sus pensamientos pudo notar como el aniñado rostro de Sanada estaba a unos escasos centímetros del suyo. Lucía preocupado.

Empezó a reír como si nada para enseguida apartar la cara de Yukimura, sin importarle el puchero que hizo por lo poco gentil que fue.

― Danna, con un plátano no mejorarás. Pero… ―

Bien, está claro que Masamune no tiene otra cosa en mente que entrenar al propio hijo-no hijo de Takeda para que en un futuro sepa brincar sin caerse en su cama. Y aunque esa visión no le agrada, y sobre todo por la evidencia irrefutable que por más que la modifique a Sanada Yukimura no parecer desagradarle en lo absoluto Date; pero puede al menos ayudarle a prepararlo.

― ¿Ah? ―

Sonrío, definitivamente le asistirá, sin el consentimiento claro, de dokugan-ryuu.

― Podemos usar otra cosa para tu entrenamiento, danna ―

Por la expresión que hizo Yukimura, comprendió que el chico realmente iba a necesitar un curso intensivo y con gusto él se lo daría.

― Bien. Te lo encargo Sasuke ―

Y más si Sanada confiaba en él completamente.

― Hay mejores cosas que los plátanos ―

Solo esperaba no atragantar a su amo durante los adiestramientos.

― ¡Empecemos entonces!, debo estar listo para mi próximo encuentro con Masamune-dono ―

Y lo estará, Dokugan-ryuu

Quién hubiera visto la sombra del líder del grupo shinobi de Sanada en ese momento, se habría percatado de que aquellos peculiares cuernos con los que cuenta la vestimenta de Takeda, se podían ver reflejados en la silueta de Sarutobi.

Como si de un diablo se tratase.


N/A. Éste fic está divido en dos partes, para la próxima aparece Date, ¿y qué cara pondrá al saber que la lengua de Yukimura lo último que estuvo lamiendo fueron plátanos?