¡Hola! Vaya, vaya, hace rato no escribo para el fandom de Marvel, mucho menos de esta pareja que me gusta tanto… Anyway, me hace feliz poder hacerlo de nuevo :)
Este fic participa en el Reto #19: "Blue Valentine" del foro La Torre Stark.
También quiero dedicárselo a Luna, como regalo tardío de navidad, porque es una personita increíble y realmente la aprecio. Es de mis ficker favoritas y creo que ella no sabe lo mucho que me inspira a escribir. Es asombroso que sea mi amiga también.
I.
Cuando empieza a pasar, Natasha desea no notarlo. Es tarde y ha sido un día terrible para ambas; la cena está servida sobre la pequeña mesa de la sala y ella quiere reconfortarse en que, tal vez, es la desazón y el estrés por fallar la más reciente misión, en lugar del comienzo de los cuestionamientos, lo que ve en los ojos de Wanda.
Wanda, quien luce hermosa aunque las ojeras sean profundas y rojas, y que está mirando a Natasha con ojos lejanos detrás de su vaso de jugo.
(Natasha ha visto esta expresión antes, en otros rostros de amantes a quienes quiso profundamente. Sabe que es el inicio de las dudas y las peleas terribles, y la decepción al saber que no puede hacer nada para detenerlo.
Verla en Wanda es de las cosas más dolorosas que ha debido enfrentar.)
Aquella vez, es suficiente para dejarla en vela toda la noche. Cuando Wanda se adentra en las sábanas y le abraza con sus manos frías… Natasha misma se siente tan fría. Y no puede dormir, porque sabe cómo terminará esto y no quiere que termine.
Es tan horrible ser quien ama hasta el final.
II.
Desde allí, dos meses vuelan entre intentos —Natasha siempre intenta— y rechazos, hasta el día en que Wanda decide pedir, como todos antes que ella, cosas que Natasha no puede entregarle. Cosas que tal vez cree, de forma equivocada, ayudarán a mejorar el resto.
—¿Quieres salir conmigo? —pregunta. Es una petición sencilla —pero duele, duele, duele— que Tasha está tentada a aceptar. Decir "Sí, te amo, por favor, por favor" y tenerlo todo para siempre, antes de que se derrumbe y la deje temblando en una habitación vacía.
—No. —responde. Y es cierto. No quiere, cuando todo apunta a que ya no hay futuro y esto es más un intento fracasado de mantener el barco a flote que una petición real.
(Sus vidas son todo menos sencillas. Hoy están disfrutando unas horas en este apartamento —hoy están a salvo del mundo— y mañana alguna podría morir.
Natasha es la Viuda Negra, no puede hacer esto de nuevo.)
III.
Es todo una vorágine de eventos miserables lo que ha traído a Tasha a este momento. Un lunes radiante extiende su calidez fuera de la ventana, la herida de bala duele debajo de las vendas en su pierna y el aroma a huevos con tocino inunda el dúplex. Es casi como sus primeras mañanas, cuando Wanda haría el desayuno enfundada en una de las camisas de Natasha, con una sonrisa en los labios.
Es lo que le hace tener esperanza.
No hay nada qué hacer en el trabajo, así que en medio del desayuno, Natasha propone salir. Wanda luce preciosa vestida como los mortales. Toda sonrisas y sombras, y rojo. Es imposible no amarla.
(Natasha debe ir a una misión mañana, pero no puede encontrar tiempo para preocuparse mientras se embriaga en Wanda.)
IV.
Natasha sabe que tener esperanza en este punto es malo. Buenos días no hacen que las cosas cambien.
V.
La siguiente vez que vuelve al departamento, no hay rastro de Wanda.
512 palabras.
¡Gracias por leer! Espero que no haya salido tan mal y le agrade a la bonita Luna. Habría deseado hacer algo más largo, pero la inspiración para el fandom decae cada día más.
¡Saludos!
