Esa sensación cálida de un abrazo, para después solo notar dolor, voy hacia donde me dijo, siento un fuerte impacto que me sobrecoge, me hiere, de nuevo, ¡No puede estar pasando, otra vez no!. Me estremezco del dolor y luego oscuridad..
-¡AHHHH!
- Harley... - Balbucea somnolienta- ya está te lo he dicho mil veces, eso paso hace ya mucho, no debes temer, duerme de nuevo, todo está bien.
Escuchar a mi querida Hiedra después de mis repetidas pesadillas era lo más reconfortante del mundo una de las mejores sensaciones que existían para mi, aunque la mejor sensación que he conocido era irrepetible , me gustaría recordarla, pero sería más doloroso que placentero para mi...
Me levanté de la cama y fui a la cocina de mi apartamento, me serví un vaso de leche caliente. Esa maldita pesadilla siempre me hacía permanecer despierta por el resto de la noche. Como de costumbre me fuí al sofá a dejar pasar las horas muertas contemplando basura en el televisor, anuncios... Tarotisas... Toda una serie de contenido inútil que hacía que dejase la mente en blanco, que no sufriese y que no escuchase a mis yo interiores, a todos ellos, solían ser una ayuda en situaciones desesperadas, pero cuando recordaba mis traumas, mi pasado o algo relacionado con el... Era como volverse loca, más aún de lo que estoy, mucho más...
Desperté cuando la luz rozó mi ventana, debí quedarme dormida sumida en mi pensamiento, me dirige al cuarto y allí estaba ella, tan hermosa y apacible como siempre, su rostro transmitía calma y tranquilidad, me encantaba verla en ese momento, tan bonita, tan ella.
Parecía que me oyó entrar, porque encuanto di un paso al frente se abalanzó sobre mi, y me hizo caer al suelo.
-¡JA!, siempre te pillo con la guardia baja Harl, siempre tan despistada.
- Me has sorprendido, pero no esperas mi siguiente movimiento- dije mientras cambiaba las tornas de la situación, ahora ella estaba debajo mía, cogí sus manos y la besé - nunca sabes cual es el truco tras mis cartas- dije en un tono pícaro y sonreí.
Ella me devolvió la sonrisa y me besó de nuevo, nos levantamos del suelo y nos abrazamos.
Terminamos de vestirnos y arreglarnos, hoy era domingo, el día favorito de Hiedra, lo amaba porque era el día en el que podíamos ir al jardín botánico sin problemas, el día que había elegido para mantenerse pacífica; cuando nos conocimos acordamos tener un día de paz para mantenernos al margen de la vida delictiva en Gotham, era un pacto, el mio era el Martes.
Salimos del apartamento y cogimos mi moto, conducía yo, tal y como me gustaba, otras personas nunca me dejaron manejar vehículos, pero Ivy si lo hacía, confiaba en mi, a pesar de mi largo historial de multas, accidentes y atropellos.
En 10 minutos llegamos al jardín, como de costumbre la cara de Hiedra se volvía alegre y se le notaba más luz, era su mayor premio, el poder visitar a todas las plantas, siempre le preguntaba por su favorita, pero nunca tenía una respuesta.
Después de caminar por un rato nos sentamos en un banco, frente al estanque de los nenúfares.
-Ivs, ¿Por qué nunca me quieres decir tu planta favorita?
- ¿Ya estamos de nuevo? Harl, te he dicho mil veces que no tengo ninguna - suspiró
- Siempre veo como miras de manera especial a ese eucalipto tan grande - le dije para incordiarla
- Ya no miro a ninguna planta, desde hace tiempo solo tengo tiempo y corazón para otro ser - dijo Hiedra mirando al suelo
- Eh? - Me pregunte extrañada
-SE REFIERE A TI IDIOTA- me dijo una de mis voces, la más alocada y destructiva, cosa que me extrañó porque a esta solo la escuchaba en situaciones límite.
- Ahhhhh - dije sonrojandome y abracé a Hiedra fuertemente, con cariño que me salió de dentro
-JAJAJAJJA, que tonta eres - me dijo mientras me sonreía calidamente - bueno Harley, ¿Qué quieres que hagamos?
- No, Ivs, hoy es tu día, tu eres quien debe decidir.
- Pero Harl, quiero que decidas tu, has pasado una mala noche y quiero que seas tu quien elija.
Realmente me sentí alegre de que me propusiese eso, hacia ya tiempo que quería ir al parque de atracciones, un domingo, porque había un número de acrobacias con mazos y explosiones.
- Pues ahora que lo dices quiero ir al parque de atracciones, sabes cuanto me gusta - dije levantandome emocionada
Hiedra me sonrió y me lanzó la llaves de la moto, se puso en pie y me dió una cachetada en el culo.
Cuando llegamos al parque de atracciones era la hora de almorzar, tomamos algo en un restaurante cercano, Giovani's, era una pizzeria a la que solíamos ir antes de vivir juntas, en nuestras noches de chicas, cuando ella me ayudó a salir de aquello que creía, me costaría la vida.
Luego entramos y nos subimos en la noria, la montaña rusa y todas aquellas atracciones que tanto me gustaban, disfrutamos mucho esa tarde. Ivs no era una gran apasionada de los parques, ya que en nuestras actividades delictivas sentíamos más adrenalina y corriamos más riesgos que en estos jueguecitos para ciudadanos, pero para mi era perfecto.
Al llegar la noche fuimos a la explanada de los expectaculos, y tomamos asiento en la especie de escalinata tipo teatro romano que allí se encontraba.
El espectáculo no tardó mucho en comenzar, los acróbatas saltaban pasándose los mazos, saltando sobre las explosiones. Los coches parados que tenían explotaron y comenzó a sonar música dubstep como pasa en las películas de acción, lo estaba disfrutando tanto... La acción, aquellas acrobacias tan perfectas y ensayadas como aquellas que yo hacía, las luces todo era genial.
Derepente apareció en escena un mazo enorme, cuando este llegó los acróbatas parecían confusos, eso no debía estar allí.
El mazo explotó y de su interior apareció algo... Alguien... Era el señor J, mi pesadilla de aquella noche.. Tenía sentido.
