Siempre creí que yo era la distinta, y así era, no me podía catalogar como una chica normal, o tal vez si, pero yo prefería no hacerlo.
Era una chica alta, delgada, mi cabello me llegaba por los hombros, ya que en un acto de locura había decidido cortármelo,
mientras lo tenia por la cintura, de un color castaño muy claro, por habérmelo teñido tantas veces. Mis facciones eran lindas, a mi vista,
no era una mujer muy bella, pero mi belleza era pasable, con una nariz bastante correcta, mis ojos eran marrones, pero extraños, con pin titas.
La verdad era que me gustaba mirarme al espejo y describirme a mi misma, y preguntarme porque a esta edad no había encontrado ni a un pequeño amor.
Había encontrado chicos de los cuales me había enamorado, pero habían roto mi corazón, no sabia si pensar que esto pasaba porque no eran lo demasiado
buenos para mi, o porque no me merecía a nadie. Lamentablemente suelo ser una persona muy enamoradiza. Si estoy enamorada sufro, porque suele enamorarme
de la persona no indicada, y si no estoy enamorada, me siento vacía.
Me encontraba en mi habitación sentada pensando, en algo, que ni yo sabia que era, tal vez el aire que respiraba me hacia pensar, ese aire típico y
frió de Londres, había veces que respirarlo me hacia sentirme atrapada, con la típica neblina, y los típicos días fríos y destemplados.
Bolton no era una ciudad muy entretenida, los días eran típicos, o tal vez eso creía yo, ya que vivía encerrada en mis pensamientos, igual no estaba tan
encerrada, digamos que me gusta exagerar un poco, tenia amigos, varios, pero con la que siempre pasaba tiempo era con Kate, solíamos pasar los días
juntas, aburridas a nuestra manera, mirando series, películas, hablando y saliendo, cuando teníamos ganas. Solía compartir muchas cosas con ella, como
que también no.
Otra de los motivos por los cuales me aburría era porque vivía sola, tenia una casa en un lindo barrio de la localidad de Bolton, ya tenia la edad para
vivir sola, no era ninguna niña, 21 años hablan por si solos. Era fotógrafa y tenia un estudio, el cual compartía con Kate, ambas teníamos la misma
profesión, cantidad de gente trabajaba para nosotras en el estudio, organizando los eventos a los cuales se debían presentar fotógrafos, que clase de
eventos era y demás.
Me levante del pequeño sillón que estaba situado en mi habitación y corrí la cortina para poder mirar hacia afuera, los arboles se movían con furia, a causa
del viento que los sacudía violentamente, el suelo cubierto de nieve, no me gustaba para nada que nevara y menos que hiciera tal frió, pero cuando uno nace
aquí se acostumbra al clima, principalmente al frió, que acechaba a la mayor parte del año, pero a mi me gustaba seguir quejándome, por mas acostumbrada que
estuviera.
Me di la vuelta y abrí mi placard, saque un jean, unas botas de lluvia coloridas, una polera, y una campera muy abrigada, una vez que me saque el pijama y me
puse la ropa que había sacado, tome un gorro de lana que había dejado sobre mi mesita de luz, el teléfono móvil y mi bolso.
Salí de mi habitación con las cosas en la mano, y baje las escaleras para dirigirme hacia la cocina, donde al entrar tire las cosas sobra la mesada, abrí el
refrigerador y saque la leche, la cual volqué en un tazón y lo metí en el microhondas para calentarlo. Abrí la repisa para sacar el chocolate en polvo, y en
cuanto lo tome mi teléfono móvil comenzó a sonar. Deje el tarro sobre la mesada y agarre el teléfono para poder contestar.
-Hola- dije yo.
-Hola Olivia, ¿como estas?- me pregunto Kate, con su voz tan pacifica como siempre.
-Bien, estoy desayunando, ¿y vos?- le pregunte, mientras tomaba una cuchara.
-Yo nada, acá viendo la tele, llamaba para ver si queres ir a una fiesta hoy a la noche- cuando termino la frase lo pensé un par de veces.
-Esta bien, pero…-no me dejo terminar la frase que ya había hablando sobre mi.
-Es una fiesta privada, debemos ir bien vestidas, nos invitaron por ser las dueñas de la cadena de estudios de fotografía de la ciudad, están invitando a toda la gente
importante de la ciudad- dijo emocionada, su tono de voz había cambiado repentinamente.
-¿Y debo emocionarme porque nos consideran importantes?- dije con una risita en la voz.
-Por supuesto- me respondió ella.
-Pues entonces en tal caso iré- y ambas comenzamos a reír.
-Bueno, te veré a eso de las 7:00pm en la puerta de tu casa, iremos con mi auto, así que estate linda, y presentable- me reprocho ella.
-¿Cuando yo no estoy presentable? hahaha, nos vemos, adiós- me despedí y corte la llamada.
Comencé a revolver mi chocolate caliente, camine por hasta el living y me senté en el sofá, tomando unos sorbos, encendí el televisor.
Me preguntaba que podía llegar a usar para esta noche, y se me vino a la mente un vestido que había comprado y que jamas había tenido
la oportunidad de usarlo, y zapatos que hicieran juego también tenia, así que me quede tranquila, de que no iba a tener que salir de mi casa para comprar
ningún vestido, ni tampoco algún par de zapatos.
La tarde paso de lo mas rápida, me había quedado mirando la tv, y en alguno instantes también, me había quedado dormida. Mi tarde fue aburrida, pero sabia
que llegando la noche iba a poder divertirme algo, que la iba a pasar genial.
Me desperté en algún momento de golpe, porque el televisor había emitido un sonido, exageradamente alto, y en cuanto me fije la hora, me di cuenta de que
ya eran las 6:15pm y que debía correr para arreglarme, ya que Kate llegaría en cualquier momento a buscarme, y yo no había ni comenzado a prepararme.
Subí corriendo a mi habitación, me quite toda la ropa lo mas rápido posible, y una vez que me encontraba en ropa interior, abrí el placard de un tiron y
comencé a revolear toda la ropa, para poder encontrar el vestido, hasta que lo encontré,.biz/albums/pics/miley_era perfecto, no
podía creer que aun no lo había estrenado, hasta los zapatos hacían juego a la perfección. Me lo puse lo mas rápido posible, y me calce.
Fui directo al baño y comencé a plancharme el cabello, por ultimo, una vez que ya había terminado de peinarme, me puse un poco de sobra, ya estaba lista.
Solo tome un sobre de los cuantos que tenia y y fui hacia la cocina, para poner todo lo que tenia en mi bolso en mi sobre.
El timbre sonó, y mire mi reloj, había echo a tiempo, gracias a que Kate había llegado unos 15 minutos tarde.
