Como se darán cuenta esta es una nueva historia que empezado a escribir además de que como no soy muy buena para expresarme esta introducción va hacer corta.
Indicaciones previas:
-Fairy Tail y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.
-El siguiente poema se llama "Solo la muerte" de Pablo Neruda.
-Toca agregar que solamente el Prólogo y Epilogo tendrán poemas.
-La trama de esta historia, corre por cuenta de mi mente y mis palabras.
-Invito a la persona interesada en colocar una canción mientras lee la canción. Por qué?, simplemente porque al no tener una banda sonora durante la trama puede que usted queridos lectores se sientan cansados?. Yo siempre para buscar tanto la comodidad de ustedes recomiendo colocar una canción la cual se adapta a la trama del capítulo correspondiente.
Bueno la canción recomendada para el capítulo de hoy es: "The wings of Icarus" de Cellweller
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SCATTERED MEMORIES
PROLOGO
"Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma".
Camina lentamente por entre las ruinas de un castillo. Su mano sostiene su brazo contrario lleno de sangre, su respiración se vuelve cada vez más pesada, su vista empieza a volverse borrosa, aprieta más su brazo para que pare la hemorragia que lo está matando. Entra en el salón principal del castillo, donde aún se sostiene un poco la estructura, pero sin dejar de notar lo destructiva que puedo de haber sido la pelea que ocurrió en dicho sito. Se puede ver que en una de las columnas aun de pie cae un rayo de sol que la golpea, además de que una capa de polvo abunda por el aire.
Un crujido y luego unos restos del techo caen al suelo cerca del hombre, este esquiva tirándose al piso para que ninguna de estas rocas le caiga encima, el hombre suspira aliviado al notar que ya está a salvo o eso cree cuando una de las rocas un poco pequeñas pero pesadas caen en su pierna sacándole un quejido de dolor.
Manda maldiciones al cielo viendo de reojo como su pierna está siendo aplastada por esa piedra, trata de sentarse y con sus brazos empuja la piedra a un lado que antes lo aprisionaba. Suelta otro quejido al ver que su pierna esta efectivamente rota y empieza a brotar sangre por la herida provocada por la roca. El hombre voltea a mirar al pilar con el rayo de luz golpeándolo, nunca le ha gustado el calor pero en esta ocasión prefiere que le caliente la cara.
"Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia".
El hombre se arrastra hasta dicho lugar y coloca su espalda contra la columna, su piel algo fría se empieza a entibiar por los rayos de sol. El hombre vuelve a cubrir su brazo y cierra los ojos lentamente y por ultimo su respiración se ralentiza poco a poco.
Una mano le acaricia la mejilla algo magullada y con sangre seca; el hombre abre los ojos sorprendido pero al frente de él no encuentra nada, -solo fue mi imaginación- piensa el hombre para dar un largo suspiro, hace una mueca de dolor al sentir como una brisa pasa por su herida abierta en la pierna. El hombre vuelve a cerrar los ojos tratando de que su muerte no sea tan dolorosa. Siente como lentamente su piel se calienta pero igualmente el hombre siente frio, lo cual es raro en él.
El hombre alza la mirada para ver un poco el cielo que se deja ver por el agujero del techo, en eso pasa un par de aves que tapan un poco con su sombra el rostro de él.
"Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte".
Siente como si el tiempo se detuviera haciendo que su muerte sea aún más dolorosa, además de como lentamente el flujo con el que corre su sangre por su brazo se vuelve más pequeño, -Ya voy a morir- piensa el hombre para dar un largo suspiro. Por su mente aparece la cara de un chica, esta le sonríe con un poco de sonrojo en su cara y alegría que se reflejan es sus ojos.
-"bienvenido a casa, Gray"- recuerda la voz de la mujer dándole la bienvenida a Gray después de que este regresara a la casa que compartía con ella. Gray sonríe de la única forma que él sonríe a su mujer. –Ya solo falta poco…- piensa Gray abriendo sus ojos y volviendo alzar su mirada al cielo.
"A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta".
Cierra sus ojos con la cabeza inclinada hacia arriba, su respiración se ralentiza un poco más pero dejando notar el agotamiento que este posee, una mano se vuelve a colocar en su mejilla pero Gray no abre los ojos, solo siente el contacto de está en su mejilla –Ya es hora…- se escucha una voz femenina susurrándole al oído de Gray, este al escuchar esas palabras, abre los ojos esperando encontrar a la dueña de la voz y la mano pero no encuentra a nadie. En eso siente como sus huesos empiezan a quebrarse como si fueran palitos de pincho, Gray grita de dolor, se empieza a retorcer en el piso mientras siente como sus huesos con solo la brisa del aire se rompen más.
"Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado".
Gray cierra sus ojos con fuerza y se queja del dolor que posee, este siente que va a caer desmayado del dolor para luego morir desangrado. –Solo aguanta un poco más- escucha la voz femenina pero esta vez más fuerte, Gray no abre los ojos pero sabe que hay una presencia que le está hablando, -Ya no resisto más…- piensa Gray, en eso siente como una de sus costillas ya fracturas se vuelve a quebrar perforándole un pulmón, Gray grita nuevamente y abre los ojos, en eso ve unos zapatos al frente de él.
"Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo".
Su respiración se vuelve más pesada a cada segundo que pasa; levanta su mirada para ver quién es la persona que está al frente de él y no lo ayuda. En eso su visión es tan borrosa que cuando llega a la cara de la persona no logra identificar quien es, lo único que alcanza a notar es que es una mujer. Gray empieza a sentir una opresión en su pecho, él no es tonto, él sabe que es un paro cardiaco, su pulso se acelera para después sentir una opresión aún más fuerte que antes y cierra sus ojos por fin.
"La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante".
Una brisa tibia mueve los cabellos azabaches de un cuerpo sin vida, su piel es fría pero esta vez está más fría que de costumbre, su piel es pálida como una hoja, alrededor de este se ve un charco de sangre aun tibia. A lo lejos se escuchan unos pasos caminando sin prisa por entre los pasillos.
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CONTINUARA
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Hasta aquí el prólogo de esta historia, como ya saben si les gusto la historia pueden seguirla y comentar lo que se les ocurra.
Este prólogo es corto pero aun así espero les allá gustado y les termine de gustar la historia.
Att: Hori Kida
