Este fic no planeó que sea muy largo , podría extenderse más dependiendo si se me ocurren más ideas y me alcanza el tiempo.

Entre hoy y mañana actualizare el Fic de la pareja Noiz xAoba: Máscaras

Pd: no soy muy buena en la ortografía o más bien soy muy distraída en ello, si notan que falló mucho en algo acepto que me lo digan y/o me den sugerencias, incluso aportar algo que no sepa de ello así como de redacción si es que gustan hacerlo, siempre y cuando sea constructivo el comentario y sin insultar o agredir


No creía volvérselo a encontrar, de por si las posibilidades estaban en su contra, no sabía nada de él, lo único que conocía era su rostro, pero hoy se encontraba enfrente de este hombre, sentado delante de esta mesa de un sencillo café , que los separaba uno del otro.

Trago saliva, quería articular siquiera una palabra, no se sentía él mismo, y no era por demás un hombre como éste podría intimidar a cualquiera. Colocó sus manos sobre su estómago, sonrojándose ya que esto le recordaba que el hombre que yacía delante de él; era el padre del bebé que estaba esperando.

Al fin se armó de valor, pues de seguro no lo esperaría todo el día. Sin atreverse a mírale, aún con la cabeza baja le dirigió la palabra.

-Te dije que ya nos conocíamos ¿no? …O mejor dicho ya habíamos tenido un encuentro…bueno al final tu y yo lo hicimos…-No se atrevía a poner como sujeto aquella palabra.

Alzó un poco su cabeza, aun encorvado de hombros; buscado algún gesto de ese hombre, pero no había ninguno.

-Tú eres el muchacho que me estuvo acosando toda la noche-

El rostro de Aoba se sonrojó a más no poder, que provocó que soltara un monto de incoherencias-…Lo juro ese no era yo, bueno si era yo, en si no estaba en mi cabeza, pero no sabía hacerlo, que estoy diciendo… –Se agarró la cabeza agitado de su auto descontrol repentino.

-No estabas borracho, para nada, estabas completamente lucido-

-¿Ha si?, bueno, es verdad, pero no es el punto ahora-empezó a jugar con sus dedos encorvándose más delo que estaba –se lo diré después, esto es más importante-pensó

-¿Vienes a reclamarme algo?-

-No, bueno no exactamente un reclamo – movió su cabeza a un lado- Es algo que tienes que saber, yo…- La verdad es que supiera o no sobre el padre de su hijo él no tenía planeado buscarlo, quería criar a su hijo él solo , sin embargo cuando se encontró de casualidad con Mink, como se hacía llamar, en un sencillo paseo por las calles le vino a la mente que él debería saberlo; No se hacía ilusiones que quisiera tomar las responsabilidades junto a él, pero no perdía nada con decírselo.

Respiro hondo, enderezó su espalda y miro fijamente a los ojos de Mink, era verdaderamente impresionante tanto que aún lo intimidaban ese par de ojos dorados.

-Estoy esperando un hijo tuyo.-El silencio reino unos cuanto segundo, la expresión de Mink mostro un deje de sorpresa, no muy notorio, frunció el ceño ligeramente dejando escapar un sonido de su boca, que asimilaba aun gruñido, pensó el muchacho.

-¿Estás seguro?-

-Sí, sé que soy un extraño que llega de la nada y lo más probable es que no me creas, pero es cierto.- soltó un suspiro antes de continuar hablando

- Creí que sería correcto que lo supieras, no busco obligarte, si tú no me crees lo entenderé…incluso si no quieres saber más del asunto no tengo problema pero si de verdad te interesa…- Abrió su mochila: sacó un pedazo de papel y una pluma- te daré mi dirección y mi numero-Dijo al estar escribiendo, la mano tiritaba aun de los nervios- ésta es-empujo el papel.

-Puedes visitarnos cuando quieras… si es que lo deseas…-

Por un momento creyó haber sido rechazado al ver que no tomaba el papel, pero si lo agarró. Mink lo miró unos instantes, después lo guardó en uno de sus bolsillos

-¿Decías que tu nombre era Aoba seragaki?-

-Sí, ese es-

-Veré cuando puedo ir, por ahora mi trabajo no me va lo va permitir- el hombre se paró del asiento para después marcharse, Aoba simplemente soltó un gran soplido del alivio que sintió, al verle ya lejos.


Transcurrieron casi dos semanas desde de su encuentro, no había habido visita ni llamada alguna, Aoba comenzó a creer que el hombre se había retractado, se sintió algo decepcionado pero por el otro era un alivio no se sentía capaz de volver de tenerlo enfrente de su persona.

-Aoba- le hablo su fiel compañero, quien de un salto subió al sofá

-Ren, ¿Qué ocurre?- acaricio la cabeza de su allmate

-Dijiste que ese sujeto iba venir, pero ni siquiera te ha hecho una llamada-aparto su mano del allmate- Aoba , ¿No puede que lo hayas confundido con alguien más?-

-Lo hubiera preferido de esa manera, pero es él, no cabe duda…aparte me reconoció-

-Esa noche fue tu otra personalidad la que estuvo con ese hombre, tu no eras consiente de nada-

Aoba se sonrojó ante el recuerdo, tanto que dejo caer su cabeza sobre la palma de sus manos para ocultarlo- Un descuido pequeño y termino en este embrollo, su otro yo se había apoderado de su persona, ya había ocurrido antes pero esta vez se había pasado, Sly como lo llamaba desde que sabía de su existencia, había causado que tuviera un bebé de alguien que ni siquiera conocía…

Fue en esa mañana.

-FlashBack-

Sus ojos todavía no estaban abiertos, pero podía sentir algo cálido posar sobre su espalda, pensó que debía tratarse de Ren, normalmente dormiría a lado de él. Sintiendo un leve frio se acurruco más contra su almohada, pero había algo extraño en ella, tenía una textura diferente, no eran tan suave como debería. Entonces sus ojos se sobré abrieron, no se encontraba solo, estaba siendo abrazado por alguien, por un completo extraño.

Visualizó hacia su persona y se hallaba totalmente desnudo, ante la sorpresa se alejó de golpe de la persona causando que callera de la cama. Frenéticamente comenzó a mirar de un lado a otro, esta no era su habitación. Todo le daba vueltas de lo confundido que toda esta situación le causaba.

-Oi- escucho una voz grave llamarle, sabía que no era necesario ponerse a adivinar de quien era. Lentamente levantó su rostro encontrándose con la mirada de su acompañante. Su cara se tornó colorada como un tomate. Detecto una ropa caída, sin importarle nada, si era de él o del otro sujeto, la tomo rápidamente y salió corriendo de la habitación.

-Fin del FlashBack-


-¿Cómo pudo pasarme esto?, ¡estúpido Sly, estúpido yo por ir a ese lugar, no volveré entrar a un Bar en lo que resta de mi vida y cortare a Mizuki de mi lista de contactos!-

-Aoba, ¡tranquilízate!-le pidió Ren ante la actitud casi paranoica de su dueño.

-Lo siento es que…-coil de Aoba comenzó a sonar- No conozco este número-

-Puede que sea él-sugirió Ren

-Hablando del Rey de roma, quizás sea , vamos a ver…bueno-

-Mink…-Ren simplemente se recostó y observe la conversación-bueno entiendo… ¡¿Que tú qué?!-dijo eso último casi gritando

El joven colgó y dejo caer su espalda contra el sillón con su mirada algo ida-¿Qué ocurrió?-

-Viene encamino, y yo no me siento preparado-

-¿Por qué hasta hora se dignó?-

-Me dijo que… estaba aún procesando la noticia, o al menos eso me dio entender, y que además su trabajo ha sido un impedimento-

-Creo que parece serio acerca bebé -dijo ren posándose en medio de las piernas de Aoba.

-al menos…-

Transcurrió menos de una hora para que Aoba escuchara el timbre que anunciaba la llegada de Mink-Aquí vamos- dijo al tocar el pomo, se sentía de los nervios pero sabía que si alargaba más la espera se sentiría peor. Mink estaba ahí parado, no se encontraba del todo solo tenía en su hombro derecho una cacatúa de un inusual color rosa, curiosamente lo que más llamaba la atención de Aoba fueron los adornos que tenía colocados el ave.

-Hola…Mink, pasa y siéntate donde gustes-cerro la puerta-¿Quieres algo de tomar o algo?-

-Así está bien-

-Tu ave tal vez…-

-Es un allmate-dijo Mink

-Ho…pues es un allmate precioso-El mayor no respondió al algo, solamente se cruzó de brazos y cerró los ojos unos cuantos segundos, por su parte Aoba tomo asiento en un sillón de enfrente. Jugo con sus manos, quería comenzar una conversación pero no se le ocurría nada, teniendo de por medio tanto de que hablar.

-Como comienzo-pensó Aoba- Tu trabajo debe ser muy pesado… ¿Qué haces? Yo soy repartidor de un pequeño negocio-Mink guardó el silencio, el pobre Aoba se sintió incomodo, lo más que obtuvo como sonido fue un aleteo del allmate de Mink que aterrizo donde estaba Ren, quien se había apartado para darles su espacio-Lo está haciendo enserio verdad-inclino la cabeza hacia su hombro con una sonrisa entre avergonzada y cierta molestia.

-No es pesado…pero si laborioso, trabajo en una tienda de artesanía…Especialmente me dedico a lo que son los adornos personales, también me encargo de instruir a los nuevos trabajadores-

-Enserio, no lo puedo creer…-enseguida Aoba se cubrió la boca-Que no pude decir algo mejor, creo que ya lo insulte-se calmó, pues su acompañante no parecía ofendido por ello, sin embargo el ambiente tenso no se había disipado

-Sigo sin creer que este hombre sea el padre de mi hijo, en que situación me he puesto pude habérmelo guardado, pero ahí voy como buena persona diciendo: hola soy Aoba y voy tener un bebé tuyo-Fue lo que pensó el chico.

-¿Te has ido a checar al médico?- La cabeza de Aoba se irguió en un sobre salto-No, desde que me hice los primeros estudios, hace poco hice una cita y pues será dentro de unos cinco días-

-En caso de no poder ir mantenme al tanto-

-gracias-

-También infórmame de los gastos del médico y lo demás que haga falta

De ello su plática no pasó hacer la quinta maravilla, pero intentaba ser amena, Mink se mantenía sereno y Aoba intentaba lo mismo, aparte prefería el no indagar más de los debido ya que no había la suficiente confianza entre ellos. Sus temas de conversación fueran más que nada de los lugares donde se podían encontrar en caso de una emergencia, intercambió sus números y de los conocidos, además de cuáles serían sus próximos días libres, pero dentro de la mente de Aoba era que debía decirle acerca de su otro yo.

-Hay algo más que debes saber, es sobre mí, te acuerdas que te dije que no había sido yo en ese momento-Mink asintió con la cabeza- Es que yo en si no era consciente de lo que sucedía a mi alrededor-

-Te escucho-

-Soy propenso, bueno mejor dicho tengo cambios de personalidad repentinos-

La cara del hombre mayor dejo cierto rastro de incomodidad al igual que Aoba que se sobaba el cuello con la cabeza haciéndola a un lado lejos del rostro de Mink

-Ya no es tan frecuente como antes, pero me descuide por ello, deje las medicinas que ayudaban a controlarlo y ahora nos metí a ambos en esto.-Era cierto y se lo habían advertido no únicamente su médico sino también su abuela y eso que ella era buena recordándoselo con unos buenos golpes.

-Yo también soy culpable, Nunca debí aceptar ninguno de tus avances esa noche y también si iba ocurrir algo entre nosotros debí preguntarte acerca de tu condición-

-Tal vez tengas razón-

-Sea como haya ocurrido, es nuestro deber cuidar de nuestro hijo-

-¡Mink!- dijo en un leve susurro Aoba

-Bueno, tengo que marcharme- Se paró del asiento-Oi- llamo a su allmate quien enseguida regreso a su hombro-Te llamare en caso de poder ir a la cita-

Cuando Mink ya se había marchado, y el joven se aseguró que ya estaba lejos, cerró la puerta y se dejó caer al suelo, aliviado de que nada hubiera pasado a mayores. Ren se acercó.

-Supongo que no son personajes muy abiertos-Aoba sonrió al comentario

-Te ocurrió lo mismo que conmigo-

-Parece que Lulakan a comparación de su dueño puede socializar un poco más, aún así sigue sin ser lo suyo, se nota que es su allmate-

- Ya me doy cuenta –soltó profundo un suspiro-pero me alegra en cierta manera el saber que cuento con su apoyo-sobó su estómago aun plano, y entre cerro los ojos con una cálida sonrisa-De la manera que sea nos tendrá a los dos- dijo abrasando el mismo su estómago con gran ternura.

Continuara…