-Oye, Brandon, ¿alguna vez te has enamorado?

Aunque la pregunta fue repentina y muy personal, él sólo se rió. Mientras él descansaba recostado sobre el verde césped, ella estaba sentada junto a él, abrazándose las piernas, mirándolo con curiosidad.
-Tal vez –respondió, cerrando los ojos
-¿Eh?, ¿Qué clase de respuesta es esa? –Leaf infló sus cachetes, haciendo un berrinche; Brandon rió otra vez –Al menos dime qué clase de persona te gusta

Abriendo los ojos, volteó para verla. La chica tenía una mirada insistente.
-Te diré si me respondes una pregunta –ella asintió sin pensarlo mucho -¿Qué tipo de persona te gusta?
-¿Eh?

Leaf comenzó a sentir calor. Mucho. Era raro porque el viento estaba fresco. Su tonalidad era tan roja, que incluso Brandon lo notó. Levantó su mano para alcanzar la frente de Leaf, pero ella se hizo para atrás, dándole a entender que no quería que la tocara.
-Si te digo, me lo dirás tú también, ¿cierto? –preguntó sin tartamudear

Brandon levantó su mano, cerró su puño y levantó su dedo meñique. Leaf entendió, y entrelazó su meñique con el de él. Sin soltarse, suspiró pesadamente.
-Yo quiero a alguien bueno, que pueda cuidar de mi. Alguien que me entienda y soporte porque… bueno… soy algo inmadura, ¿no? –apretó el agarre de su meñique, al mismo tiempo que cerró sus ojos –La verdad no se me ocurre nada más qué decir, pero eso es parte de lo que quiero

Habiendo escuchado, Brandon movió, sin deshacer el agarre de sus meñiques, su mano, para cubrir la de Leaf. Sus dedos estaban sobre los de ella, y si ella fuera más débil, se desmayaría.
-Mucha gente quiere encontrarse a alguien con los mismos gustos. Para un entrenador pokémon, otro entrenador pokémon. Para un deportista, otro deportista. Para un lector, otro lector. Pero es aburrido, ¿No? Tener los mismos gustos es absurdo porque impide crecimiento. Es como estar saliendo con uno mismo, ¿No sería chocante?

Leaf no sabía qué cosa decir. Simplemente, asintió.
-Otros quieren a alguien que sea totalmente contrario a ellos. Si a uno le gusta el azul, al otro rojo. Si uno prefiere beber agua, el otro prefiere beber café. Pero eso es un problema, ¿No? Cuando empiecen a pelear, eventualmente será irreconciliable

La chica se quedó mirando al entrenador que estaba junto a ella. A pesar que él estaba dándole mucha información, no era lo que exactamente le había pedido. Y aún más, le sorprendió lo abierto que él estaba siendo con sus pensamientos. Sabía que había más por escuchar, y permaneció en silencio.
-Yo quiero a alguien que me complemente. Alguien que me apacigüe y me apasione. Alguien que sea mi contrario y a la vez mi otra mitad. Mi punto medio entre el caos y el orden, entre el blanco y el negro. Entre la nada y el todo. Entre lo normal y lo absurdo
-Para, por favor

Deshaciendo la unión de sus meñiques, y soltándola, Brandon se sentó. La miró con atención, encontrando que ella parecía meditar.
-No sé si alguien así exista –comentó él –Y siento que ya estoy muy grande para pensar en ese idealismo tan soso
-Sería lindo si la encuentras –respondió ella, mirando el césped verde
-Sí, estaría bien

Leaf volteó para verlo. La adoración que había en sus ojos pasó desapercibida por él.