Alice pov.
Hoy era el gran día, hoy me casaría con Jasper Whitlock de cabellos rubios y ojos azules, el hombre de mis sueños.
Mi nombre es Mary Alice Brandon Cullen, hija única del mejor doctor del mundo Carlisle Cullen y de la gran diseñadora de exteriores Esme Brandon, tengo 20 años, mi cabellos es corto color negro de ojos azules verdosos, de facciones finas como las de un duendecillo, todos me comentan que tengo un andar digno de un corcel desbocado capaz de romper el corazón de una bailarina con años de práctica.
Soy una de las diseñadoras principales en DKNY y bailarina principal de ballet, mis damas de honor son Isabela Swan y Rosalie Hale mis mejores amigas de todo el mundo.
Mi vestido de novia era hermoso, la limosina color blanco había llegado por mí, estaba nerviosa, cuando llegamos las chicas me ayudaron bajar agarrando parte me mi vestido para que no lo pisara.
Estaba en la entrada del salón de la gran iglesia donde sería mi boda, las grandes puertas del salón se encontraban cerradas para dar un toque de drama cuando entrara.
Alice—me llamo Bella—Jasper no ha llegado.
Pero si me he atrasado 20 minutos en llegar aquí—les informe, me estaba hiperventilando—es para que el ya estuviera aquí.
Tranquilízate Alice, ya vendrá—me quiso tranquilizar Rosalie.
¿Pasa algo cariño?—me pregunto mis padres acercándose junto con Charlie y René Swan padres de Bella, acompañados por Robert y Elizabeth Hale padres de Rosalie.
Jasper a un no ah llegado—le informo Bella.
No te preocupes querida, ya pronto estará aquí—René se acerco a mí y me abrazo al igual que mi madre.
De pronto mi celular empezó a sonar, era una llamada de Jasper.
Jasper ¿Dónde estás? Ya estoy en el salón de la iglesia esperándote—mi voz sonaba desesperada.
Lo siento Alice, pero no puedo casarme, no estoy listo—no encontraba ni una pisca de tristeza ni arrepentimiento en su voz, no encontré en él ni un sentimiento—en serio lo siento Alice pero no puedo casarme con alguien a quien no amo.
Al escuchar sus últimas palabras mi mano soltó el celular que cayó al suelo, las lagrimas empezaron a recorrer mis majillas.
No vendrá—solloce—el no vendrá.
En ese instante mi mundo se desmorono por completo, en qué momento aquel hermoso sueño se convirtió en una horrible pesadilla.
Alice—me llamo Bella y Rosalie.
Por favor sáquenme de aquí—les pedí casi gritando—sáquenme de aquí.
Bella y Rosalie se acercaron a mí, Bella al igual que Rosalie estaban llorando junto conmigo.
Váyanse, nosotros les explicaremos a los demás que la boda se cancelo—dijo mi padre abrazándome—se fuerte cariño.
Las tres subimos a la limosina, yo no dejaba de llorar, no podía creer que esto me estuviera sucediendo a mí, jure que por un momento estuve a punto de desmayarme
Cuando llegamos a mi gran departamento Bella me ayudo a quitarme aquel vestido de boda que con tanta ilusión había escogido hace ya bastante tiempo, me sentía tan patética, Rosalie me preparo la ducha.
Al mirarme frente al espejo jure que vi a un ser tan distinto al que solía ver antes, lucia realmente espantosa, mi maquillaje se había escurrido de tanto llorar, estaba tan pálida como un muerto, por un instante creí que era esa típica chica zombi que solían pasar en las películas de horror.
Rosalie y Bella se quedaron conmigo aquella noche.
Las heridas hay que curarse con alcohol—dijo Rosalie sacando una botella de whisky.
Rosalie—la regaño Bella que se encontraba a mi lado mientras tomaba mi mano para darme ánimos.
Rosalie tiene razón bella—trate de sonreír—no pienso quedarme aquí sufriendo por el grandísimo idiota de Jasper.
Así se habla amiga—Rosalie me dio una copa llenándola hasta al tope.
Salud—alce mi copa para brindar, tome el whisky tan rápido que el menos de 5 segundos ya me encontraba bebiendo más.
Después de mucho whisky nuestra embriagues se hacía muy notoria.
El no vale la pena Alice—me dio un fuerte abrazo Bella quien se encontraba muy pasada de copas-tu eres como la hermana que nunca tuve, tú te mereces a alguien mejor.
Hay que divertimos—Rosalie nos miro con una sonrisa picara adornando su rostro—no hay mejor forma que divertirse que en un Stripper.
Mi mente me decía: no lo hagas, pero de mi boca solo salió un: claro vamos
Con sumo esfuerzo conseguimos arreglarnos sin parecer tres mujerzuelas con el maquillaje sumamente cargado.
Con pasos torpes nos dirigimos a un Stripper que se encontraba como a una calles de aquí, al llegar unos apuestos hombres sumamente bien fornidos nos atendieron llevándonos a una mesa cerca del escenario.
Después de tanta risa y alcohol todo por un momento llego a nublarse, al día siguiente al despertarme en mi departamento, un fuerte dolor de cabeza vino a mí.
¿Tanto bebí anoche que no recuerdo sumamente nada?—pensé para mí misma—lo único que recuerdo fue a ver bailando con Rosalía y Bella.
Pero algo me saco de mis pensamientos al sentir algo moviéndose a lado mío, al voltear para ver de qué o de quién se trataba, me encontré encontré con un hombre muy apuesto, parecía algo mayor que yo tal vez por unos años, sus cabellos eran cobrizos y se encontraba completamente desnudo y dormido.
Hola hermosa—se despertó encontrándome con unos ojos verdes,
Yo lo único que pude hacer en ese instante fue gritar para que unos segundos después poder desmayarme.
¿Qué rayos hiciste Mary Alice?—me grito mi conciencia— ¿cómo piensas salir de este gran lio en el que te has metido? No puedo creer que tu…nosotras hemos sido capaces de ser semejante tontería.
Por más que quisiera negarlo la estúpida voz de mi conciencia tenía razón, ¿en qué momento ocurrió todo esto?
