BODA A PRUEBA DE BALAS EN CUATRO ACTOS.
PRIMER ACTO:
RAPTANDO AL JUDÍO.
Era viernes en el pueblito montañés de South Park… Perdón, en la ciudad mediana de South Park.
Kyle Broflovski de 17 años había llegado a casa luego de un largo día en la escuela; sus padres no estaban, ya que habían salido de viaje por su aniversario de bodas, así que tendría la casa para él y Ike por todo el fin de semana.
No podía esperar a que llegara la noche para celebrar una pijamada con sus grandes amigos Stan y Kenny, ya que a Cartman, su amirival, no lo quiso invitar porque sabía como acababan siempre sus pijamadas: Enfrascándose en mentadas de madre a todo pulmón, golpizas y llamadas a la policía.
Eso era una clara evidencia de quela relación entre esos dos había empeorado conforme iban creciendo, y Kyle ya no podía tolerar esa insolencia por parte del gordo más culón de todo el pueblo, así que decidió no invitarlo a ninguna parte y a ninguna fiesta que haga nunca más.
De repente, escuchó que tocaran el timbre con mucha insistencia.
- ¿Quién podrá ser?
El joven judío abrió la puerta.
Y puso su mala cara al ver de quién se trataba.
- ¿Qué haces aquí, culón? – inquirió con enojo el judío.
- Escuché que ibas a hacer una pijamada sin mí, judío.
- ¿En serio? ¿Quién te dijo eso, Cartman?
- Un pajarito…
Kenny, pensó el chico con desagrado.
Sin moverse del umbral, pues no quería que el gordo pisara su casa, añadió:
- ¿Y si así fuera, qué? ¿Acaso te echarías a llorar como la nena que siempre eres o algo así?
- ¡Ajá! ¡Entonces lo admites! ¡Admites que vas a hacer una pijamada sin mi, tu amigo!
- Culón, dos cosas: Uno, NO ERES MI AMIGO; ambos nos odiamos mutuamente desde que éramos pequeños. Y dos: Por si te acabas de dar cuenta, siempre que te invito, lo jodes todo con tus provocaciones, y eso ya no lo pienso tolerar más.
- ¿Qué no soy tu amigo? ¡¿Qué no soy tu amigo? ¡Un momento, Kahl! ¡Un momento! ¡Tú y yo hemos pasado buenos momentos juntos aparte de nuestras peleas!
- Pues no recuerdo ninguno de esos momentos, idiota. Si tú lo recuerdas, pues refréscame la memoria; si no te acuerdas de ninguna, entonces lárgate y no vengas más por esta casa.
Kyle estuvo a punto de aporrear la puerta por sus narices, pero Cartman puso un pie en la puerta y, con una sonrisa, dijo:
- No tan rápido, judío… Tú vienes conmigo a Denver.
- ¡¿Qué? ¡¿Y para qué carajos tendría que ir contigo a Denver?
- ¿Cómo? ¿Acaso no sabes qué día es hoy?
- ¡¿Qué qué día es hoy? – gritó el judío - ¡CARAJO, CULÓN, NO SÉ QUÉ CHINGADOS TE TRAES CON ESTO, PERO TE ADVIERTO QUE TE ROMPERÉ LAS PELOTAS SI NO QUITAS TU PIE DE MI PUERTA AHORA MISMO!
Cartman se rió.
Kyle se quedó perplejo ante esa reacción un tanto macabra según él.
- ¡¿De qué carajos te ríes, Cartman? – volvió a gritar - ¡Esto no es de risa, gordo! ¡LÁRGATE DE MI CASA!
- ¡No si vienes conmigo, judío!
Dicho eso, Cartman tomó a Kyle fuertemente del brazo y lo aprisionó en la pared, quedando sus cuerpos muy, pero muy pegados ante la sorpresa del pelirrojo. Entonces el gordo empezó a acariciar el cuello de su contraparte con su boca al mismo tiempo que le susurraba:
- Tú te vienes conmigo a Denver, Kahl…
- C-Cartman… ¡¿Qué…qué demonios me estás haciendo?
- Lo que debí haber hecho hace años, imbécil: tenerte para mí… Y lo haré…
- ¡C-Cartman, por favor!
Cartman se detuvo y, mirando a los ojos al joven judío, añadió sonriente:
- ¿De veras no sabes qué día es hoy? – y le acarició con su dedo la entrepierna.
- N-no… N-no lo sé… - respondía el joven mientras cerraba los ojos para reprimir un gemido por aquella caricia tan suave.
- Es viernes… Y es el día de nuestra boda.
Kyle abrió los ojos como platos y exclamó entre jadeo y sorpresa:
- ¡¿Q-qué?
- Nos vamos a casar hoy, judío. Es más, unos amigos me hicieron el favor de conseguirte tu vestido de novia, unos tenis cómodos y alguien que peine bien ese lindo cabello rojo como el fuego que tienes y maquille ese bello rostro.
- ¡Estás loco!
- Loco, sí, pero LOCO por ti… Y no aceptaré un no por respuesta. Nos largamos ahora mismo, que los invitados están por llegar.
Dicho esto, tomó a un Kyle jadeante por la espalda y, en un santiamén, le tapó la boca con un pañuelo que olia a restos de marihuana, provocando que el joven se quedara inconsciente en cuestión de segundos para poder llevárselo de la casa sin que nadie escuchara sus gritos de auxilio.
Sabía que estaba cometiendo una estupidez al raptar al joven judío, pero sintió alivio al ver que había llegado antes que ellos a la casa de los Broflovski, ya que de haber sido lo contrario, la vida del que era su tesoro más preciado peligraría y él no podría hacer nada para salvarle.
Lo siento, Kyle. Perdóname… Por no decirte que te he amado toda una vida, pensó el gordo mientras arrancaba el automóvil.
Vale, esto sí que es una sorpresa: Un nuevo Kyman... Y con mucha o poca violencia gráfica en el futuro.
Es un four o fiveshot en donde resumo lo que sucede en un día de bodas cuando te enfrentas a balazos con un nutrido grupo de narotraficantes que quieren matarte y de paso (porque siempre habrá alguien que se pase de lanza) quiera raptar a quien más quieres en la vida, aunque uno nunca está solo en ese pleito...
Y Cartman no es la excepción.
Espero que les guste... Porque surgió de tanto escuchar a Manu Chao!
