Disclaimer: Todos los personajes mencionados son propiedad de la maravillosa J.K. Rowling.

El más bello de los tesoros

Me encontraba sentada en el piso mojado con las manos en la cabeza, estaba asustada, y los nervios me comían viva. No podía creer que ellos hubieran elegido a mi hermana pequeña, a Gabrielle, ¡Merlín, era solo una niña! Y en ese preciso momento se encontraba bajo las profundas y temerosas aguas del Lago Negro, sola, y sin recibir mi ayuda.

No podía vivir sin ella, era mi hermanita, mi pequeña princesa. Su sonrisa de extremo a extremo llenaba de dicha a cualquiera, y nunca me perdonaría si dejaba que algo malo le pasara.

No sabía cuánto tiempo había pasado, quizás algunos pocos segundos o varios minutos, pero todo se me hacía eterno. No tenía noción alguna de lo que sucedía a mí alrededor, lo único que me importaba era mi hermana. Estaba asustada y preocupada, tenía miedo de lo estaba pasando bajo esas aguas, tenía miedo de que Gabrielle estuviera herida, o peor aún… muerta.

Ese era un pensamiento que no quería considerar, ya que una parte de mi sentía que ella estaba bien pero otra me decía todo lo contrario. Sin embargo, las esperanzas que guardaba en mi corazón eran grandes y poderosas, no me daría por vencida así de fácil.

De la nada apareció la figura de Harry Potter junto al chico de cabello rojo de las aguas, sin rastro alguno de Gabrielle. Ahora estaba perdida, me encontraba llorando amargamente. Era mi deber protegerla, debía evitar que algo malo le sucediera y al final no lo cumplí.

La había perdido y no la vería de nuevo, nunca volvería a escuchar su linda risa, ya no podría...

—¡Fleur! ¡Fleur!— escuché una voz infantil que me llamaba a lo lejos.

Volteé mi cabeza y allí a varios pasos de mí se encontraba ella tiritando de frío, al verla mi corazón dio un salto. Estaba viva.

Salí corriendo y la abracé fuertemente tratando de transmitirle un poco de calor y seguridad, le coloqué una toalla sobre los hombros para evitar cualquier resfriado, el alivio que sentía en mi interior era grande, esta niña era mi vida entera.

Me alejé de su lado un momento después de asegurarme que se encontraba bien, y decidí ir a darles un beso a Harry Potter y su amigo como muestra de agradecimiento, sin ellos, ella no estaría a mi lado.

—Gracias por lo que hiciste, no sabes lo feliz que estoy de que esté a mi lado—le dije a Harry luego de haberlo besado en la mejilla.

—No hay de que, solo hice lo que me pareció correcto en ese momento. No podía dejarla sola en esas terroríficas aguas—contestó sonriendo de lado un tanto sonrojado.

Su amigo asintió con la cabeza y ahí me di cuenta que desde ese día les tendría un gran aprecio y respeto por lo que habían hecho.

Regresé con Gabrielle, la abracé nuevamente y la acurruqué en mi pecho. Siempre hacíamos eso cuando ella tenía miedo de algo, pero ahora la afectada no era ella sino yo, y necesitaba más que nada ese tierno abrazo.

—Te quiero, eres una de las mejores cosas en mi vida. No sé qué habría hecho si te hubiera perdido hoy. Siempre prometí cuidarte de todo mal, protegerte y hoy no cumplí esa promesa. Lo siento mucho, imaginar mi vida sin ti sería... —tuve que parar ya que los sollozos no me permitían seguir hablando. —Eres una de las mejores cosas que le pudo pasar a mi vida, Gabrielle.

—Yo también te quiero Fleur, siempre será así. No digas que no cumpliste tu promesa porque eso no es cierto...

—¡Si, lo es!—respondí molesta conmigo misma —No te salve como debería haberlo hecho, yo…

—No, no lo es. Todo el tiempo me has demostrado cuanto te importo y sé que siempre me proteges, esta vez fue un accidente, estoy segura de que no saliste del lago por nada. No fue tu culpa— me sorprendía la madurez que mostraba con esas palabras

—Pero...

—Fleur, ahora estoy bien, todo está bien, no me perderás nunca, es una promesa. No tienes que preocuparte—me respondió suavemente.

Pensé en sus palabras con mucha delicadeza, solo había sido un accidente y era mejor olvidarlo. Ahora todo estaba bien. La seguí abrazando fuertemente y empecé a besar su cabello mojado transmitiéndole mi cariño eterno, no quería volver a separarme de ella.

Era lo más importante en mi vida y lo seguiría siendo durante mucho tiempo.

Posteriormente anunciaron los puntos, tan solo había conseguido veinticinco, eran pocos pero no me importaba, mi mente estaba enfocada en mi hermana. Ella era uno de los mejores regalos del mundo. Era el más bello tesoro, y me aseguraría de siempre protegerla.

Nota de la autora: Fleur siempre ha sido uno de mis personajes favoritos, y quería escribir sobre lo que sintió cuando Gabrielle estaba en el lago negro ya que nunca había leído un fic de ese momento en específico.

¿Les gusto? ¿Merece un review?