Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen, todo lo que reconozcan es de JKR

Miraba alrededor buscando el orificio entre esas macizas paredes por donde parecía colarse el frió, cual serpiente reptando buscando un nuevo banquete, envolviéndoles, atrapándoles bajo su yugo, dificultando más el respirar. Ya ni recordaba aquella sensación, quizá el contraste con el cálido país en el que solía vivir hacia más insufrible la situación.

Se movió incomoda buscando algo de calor, mientras el resto de personas que la acompañaban, un sin fin de niños pequeños asustados, expectantes a la vez, entusiasmados, no cesaban de hablar, ella permanecía aislada, sintiéndose extraña, intrusa, en aquellas paredes donde sabía que no pertenecía.

Una mujer ya entrada en años, con el pelo recogido en un moño y una mirada severa, lo cual le hacía aparentar una edad que la joven dudaba que poseyera, se dirigió al grupo con un breve discurso al cual no presto atención , que finalizó con un;

-síganme jóvenes

El comedor en el que entraron era sin duda alguna pasmoso, pero ella acostumbrada a aquel tipo de grandiosidad desvió su atención del encantado techo y se limitó a observar a la mayoría de alumnos que también la miraban a ella curiosos, mientras el sombrero recitaba su particular e invariable discurso y cada niño pasaba y era seleccionado en su respectiva casa. Cuando el último alumno había sido seleccionado y quedaba únicamente ella en el pasillo central del gran comedor, la adusta mujer volvió a hablar

-como habrán podido comprobar, este año una nueva alumna se incorpora al colegio, ha sido educada por profesores particulares en su casa y este año han decidido ingresarla junto a nosotros, por lo que comenzara su 5 curso aquí, espero que sus nuevos compañeros le ayuden para facilitarle la integración. Ahora será seleccionada y el sombrero decidirá su nueva casa.

La mujer parecía tener un mueca de disgusto, el más joven y el más sombrío de todo el claustro de profesores pareció notar también ese deje de desprecio y deslizo su mirada hacia la joven que se hallaba ahora esperando que finalizara la introducción sobre su persona y poder acabar con un proceso que más que ponerla nerviosa, parecía aburrirle

-Slythering, Layla Arabela

El bullicio ceso de pronto, invadiendo todo el gran salón de un imponente silencio, la joven, una chica de unos quince años, de cabello castaño, ojos del mismo color inusualmente grandes y unos rasgos, aunque bellos, tampoco excepcionales, se sentaba sobre el taburete mientras le era colocado aquel sombrero maltrecho, no le encontraba la utilidad a todo ese paripé, por lo menos no para ella, ¿para qué hacer todo ese espectáculo, si su apellido apuntaba ya hacia su propia casa? El comedor comenzó a invadirse por murmullos, miles de murmullos, que juntos producían el mismo malestar que el vuelo de las moscas, de las abejas. Slythering: era el pensamiento de todos, todos sabían que el único heredero era el señor oscuro, nadie conocía la existencia de otra rama familiar y mucho menos que aun conservara el apellido, la mayoría comentaban el nuevo descubrimiento, se oían conversaciones sobre ser un apellido oscuro, una joven en la mesa griffindor de cabellos castaños, algo enmarañados, repasaba mentalmente todo libro leído buscando esa otra rama familiar, en la mesa de los profesores todos estaba verdaderamente sorprendidos, el más joven la miraba de forma curiosa, analizándola, ¿quién era?, el sombrero, estaba, a su vez teniendo un momento difícil para comprender la respuesta a esa misma pregunta, lo que más le sorprendía era la barrera que ella conseguía crear en su mente, sabia de sus orígenes, pero había muchas partes donde él no podía acceder, no existía magia alguna que enseñara a camuflar la mente para hacerla inaccesible para él, jamás había sucedido algo igual.

-SLYTHERING- grito el sombrero, no podría decir mucho de la chica, no había podido saber cómo era debido a la barrera, pero sabía bien como no era: no era trasparente, no era ingenua, no era abierta, ni confiada, no era una huffelpuf, ni una griffindor y aunque inteligente, era muy compleja para ser una ravencluff, más oscura, tenía que ser una slythering, solo un miembro de esa casa escondería sus pensamientos de él, solo un miembro de esa casa tendría razones para hacerlo

La casa de color verde y plata, una vez superado el estupor, aplaudió enérgicamente, sabiendo que ese apellido era demasiado excepcional como para considerarla una selección más.

La joven, con una leve sonrisa, se dirigió a su mesa, observando la serpiente del emblema, el color verde botella inundándolo todo y las miradas, aunque sinceras, ocultas, se sentía en casa. Se acabó sentado al lado de un joven de cabello rubio indudablemente atractivo, que sonreía sabiéndose irresistible, otros dos chicos de aspecto similar a un armario que no despertaron su atención, una chica de pelo negro y mirada calculadora, que le gusto al instante y una enorme cantidad de rostros que la miraban curiosos

Una mirada de color ónix se entrecerraba, esa chica se había criado entre slyhtrings o por lo menos entre familias de sangre pura, la delataban sus modales, su forma de andar, de sonreír incluso, de medio lado muy parecida a como lo hacia él, como lo hacía el resto de sus serpientes, pero no podía haberse criado en gran Bretaña, todas las familias de sangre pura eran sobradamente conocidas y ninguna poseía ese apellido, existían otros países, pero hubieran existido rumores, comentarios, por lo menos entre los mortífagos. El director compartió con él una mirada significativa, sabía que le pedía información, la misma que le pediría el otro al que le rendía cuentas, se preguntó si el mismo señor oscuro era consciente de la existencia de otra rama de su misma sangre.

-así que slythering, eh

Dándose por eludida levanto la vista de su plato sin cambiar su rostro serio, poniendo los ojos en blanco, dando a entender su idea de pregunta estúpida

El joven rubio emitió una risita – slythering entonces, mi nombre es Draco Malfoy, los dos que tienes en frente son crable y goyle.

Ella asintió, desviado su mirada hacia la chica de pelo negro – Pansy Pankinson, -Blaise Zabinni, Teo Nott. Le gustaban esos dos últimos también, el primero la miraba de forma coqueta, lo cual la hizo sonreír, el segundo tenía algo divertido, casi infantil en su rostro, que le daba esa vida que el rostro contenido de sus compañeros no poseía.

En la mesa de color amarillo y rojo, un grupo de amigos especulaban sobre la joven, igual que hacia el resto del comedor

-slythering, pero… eso es posible, digo, no era solo Voldemort

-no lo sé Ron, no tengo ni idea, ningún libro habla de ella, nada. Quiero ir a la biblioteca al salir, pero nunca lo había escuchado

Harry sonrió divertido, su amiga siempre pisaba antes la biblioteca que sus propias habitaciones, cuando llegaban al castillo –yo de ti miraría en la sección oscura, con ese apellido.

Los amigos rieron divertidos por el comentario.