Primer Drabble: Motivación

Resumen: Está claro que al ser el capitán del equipo, Tachibana Kippei sabe cómo animar a su tropa, en especial a uno de ellos.

Advertencia: Ninguna.

Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece.

Comentario personal: Los tres drabbles son en sí cortos y expresan muy poco. Segundo regalo de cumpleaños para un amigo.


― ¡Vamos chicos!

Los gritos de ánimo nunca se hacían de menos en sus entrenamientos, aunque fuesen ellos mismos los que tuviesen que ejercerlos. Sabían de primera mano que esa situación era lo mejor para el equipo; lo que no te mata te hace más fuerte, ¿no? Pues no tener ayuda les hacía tener que valerse por sí mismos, lo que dificultaba su entrenamiento, haciéndolo más duro y mejor para los resultares finales.

―Hermano, no seas muy duro con ellos, ―Ann apareció con su raqueta cargada al hombro, tomando una de esas bebidas energéticas de las que tanto le había hablado su hermano para antes, durante y después del entrenamiento. ―Sabes que son capaces de hacer lo imposible para no defraudarte.

― ¡Kamio, no bajes el ritmo! ―Gritó hacia este antes de girarse hacia la chica. ―Si no se esfuerzan no llegarán a nada, Ann. Todo radica en el esfuerzo en esta vida, bien lo sabes. ―Devolvió la mirada al frente, controlando el partido que tenía ante sus ojos. ―Tetsuo, no sobrecargues tu brazo en exceso. Ya sabes lo que ha dicho tu hermano al respecto, ―y bien que se lo había dicho. Sobre todo a él mismo.

―Está bien, ―justo después de devolver el tiro que le había mandado Kamio, miró hacia su capitán durante unos breves instantes. Con las mejillas coloreadas, siguió con el partido como si nada hubiese pasado.

―Ishida-san también te dijo que ni te ocurriera acercarte a él más de lo necesario, hermano, ―el árbitro, que no era otro que Shinji, dio el resultado final del partido, teniendo como ganador a Kamio por siete sets a cinco. ―Pero apuesto a que no le haréis caso ninguno de los dos, ¿verdad? ―Por un lado se alegraba de que su hermano estuviese con alguien que entendiese su incondicional amor por el tenis. Por otro, le molestaba no tener ella una cita.

―Bien jugado, ―se agachó para recoger un par de toallas del banco que tenían detrás, tendiéndole una a su hermana. ―Deja de cotillear y dale esto a Kamio, anda, ―dando un ligero salto, se encaminó hacia el pelirrojo con la toalla en la mano, sonriendo abiertamente hacia el muchacho. ―Aquí tienes, Tetsuo, ―pasó la toalla alrededor de su cuello para atraerle hacia él, besando sus labios suavemente. A pesar de tener que ser estricto cuando debía serlo, también era capaz de actuar como el adolescente enamorado que era.

―Gracias, Tachibana-san, ―ronroneó este, jugueteando con la camiseta de su capitán entre sus dedos.

Por una recompensa así, valía la pena esforzarse hasta caer rendido en sus brazos.