DISCLAIMER: Todos los personajes reconocidos son propiedad de CAPCOM. Lina Tiane es un personaje original de mi autoría. Esto no influye ni cambia la historia original de Street Fighter.

CAPÍTULO I "MISIÓN ULTRA SECRETA"

Mi jefe me había llamado días atrás para pedirme que tomara un vuelo lo más pronto posible hasta Londres, desconocía en sí sus motivos, sólo me dijo que tenía una misión especial para mí.

Había estado esperando la oportunidad de unirme a un equipo de fuerzas especiales o algo por el estilo, aunque odiaba combatir. Yo originariamente había nacido en Baja California Norte, en el país de México; sin embargo, viví poco tiempo allí hasta que a los siete años me adoptó una familia estadounidense. Mi padre adoptivo trabajaba como general en el ejército, y el resto de mi niñez y adolescencia trató de convencerme para formar parte de ello. Pues bien, lo logró.

Había pasado el tiempo, ya no era una chiquilla ingenua, tenía veinticinco años y me había propuesto buscar mis raíces. Quería saber más de mis verdaderos padres y el motivo por el cual terminé en un orfanato. Antes de poder lograrlo mi jefe (un astuto agente de la Interpol) me avisó de un trabajo especial.

—Ya estoy en el aeropuerto de Londres, señor -le había llamado por teléfono.

—Joey irá por ti para traerte a la junta.

—¿Joey? -Sí, ese tipo británico que siempre colmaba mi paciencia- ¿Por qué no envía a alguien más? ¿Hola? ¿Señor? ¡Me colgó! -Guardé mi teléfono muy molesta-. Joey -pronuncié con desagrado-, no quiero ni verlo.

Me senté a esperar a mi dichoso ex-compañero de trabajo. No tenía muy gratos recuerdos de él puesto que siempre me estaba haciendo comentarios llenos de sarcasmo o bromas tontas, demasiado infantil para su edad.

—¡Lina! ¡Lina Lina! -Oí su fastidiosa voz y volteé despacio para comprobar que realmente se trataba de él.

—Ay, sí eres tú -me levanté de la silla.

—¿No te da gusto verme? Tantos años han pasado, y no has cambiado nada, excepto por tu cabello ¿no lo piensas cortar?

—Sólo pasaron tres años, tampoco te creas la gran cosa. Tú estás más gordo.

—¡Oye! No juegues con eso. Sigo siendo el sexy Casanova de siempre.

—Dejemos los recuerdos de lado y llévame a la junta, necesito saber de una buena vez qué voy a hacer.

—Debe ser algo muy tonto para que te asignaran la misión a ti.

—¡Calla de una vez!

El resto del camino fue sólo discutir.

Llegamos a nuestra guarida secreta (todo era secreto, muy originales ¿no?), apenas ingresamos al edificio y todos voltearon a verme, se murmuraban cosas, detestaba eso.

Joey caminaba muy campante para llevarme a la junta con la que tanto alboroto se traían mis superiores. Esperaba que no involucraran homicidios o torturas, yo nunca tuve la intención de matar a alguien, sólo golpearlos si fuese necesario.

—Mis estimados, ya traigo a la señorita -Joey asomó su cabeza en una habitación con la puerta a medio abrir, impidiéndome ver al interior.

—¿Qué esperas? Haz que pase de una vez.

—Anda Lina -me miró con sus ojos llenos de aburrimiento-, te esperan ansiosos.

Sin más qué hacer, entré a la habitación que estaba muy fría. Allí había como diez hombres con traje oscuro y dos mujeres a las que no presté demasiada atención.

—Hola -saludé.

—¿Es ella? -Preguntó uno de los tipos a mi jefe.

—Sí. Caballeros, les presento a Lina Tiane, mi mejor recluta.

—Es demasiado joven -oí quejas.

—No parece tan adecuada -habló otro más.

—Basta -interrumpió el jefe-. Ya les dije que ella es la indicada. ¿No se percataron que ignoró por completo a los tres hombres que la cortejaron?

—Un momento -hablé confundida- ¿de qué hombres está hablando?

—Los que te invitaron a salir hace algunos días -respondió de lo más tranquilo, entonces hice memoria.

—¡No puede ser, eran contratados!

—Exacto -habló un rubio de peinado extraño-. Queríamos ver qué tanto resistías, y por mi parte yo confío en tu capacidad.

—No estoy entendiendo nada y mi autoestima se ha ido al caño -miré molesta a mi jefe.

—Lina, toma asiento. Te explicaremos con detalle el plan que queremos llevar a cabo.

Joey me sentó de golpe en una silla presionando fuerte mis hombros, eso me enfurecía y él lo sabía. Mi jefe se puso frente a mí con una carpeta en sus manos.

—¿Qué es esa gran misión de la que tanto hablan? -Pregunté.

—Tú conoces bien a la organización Shadaloo ¿no es así? -Dijo el rubio.

—Sé que trafican armas y droga, y que Bison es quien está detrás de todo esto. Creí que ya se habían encargado de ellos.

—Al parecer son más astutos de lo que pensábamos -aseguró el hombre cuyo gafete indicaba que su nombre era Guile-. Necesitamos información que sólo sus miembros más allegados conocen, información que no cualquiera consigue.

—Y ustedes quieren que yo consiga esa información ¿no es así?

—Así es.

—¿Cómo voy a conseguir eso? ¿Y por qué justamente yo?

—Hay uno de los hombres que es casi la mano derecha de Bison, él es el blanco perfecto en este plan -continuó explicando-. Su nombre es Vega, y no es cualquier sujeto ¿sabes? -Me miró intensamente al igual que el resto.

—Explíquenme con claridad y déjense de rodeos. ¿Qué es lo que voy a hacer?

—Antes que nada, debes saber quién es tu víctima.

Mi jefe me entregó la carpeta y me pidió que la abriera, allí pude apreciar la fotografía de un apuesto hombre de ojos azules, nariz perfecta, labios medianos y bien definidos. Su cabello era largo y castaño, su piel como porcelana... Me quedé mirándolo un rato tratando de no mostrar emociones.

—Su nombre completo es Vega Fabio de Cerna, su nacionalidad es española, tiene veintisiete años y su hobby es torear.

—Vaya -mascullé sin dejar de ver la imagen.

—¿Sorprendida? ¿A caso te ha gustado el tipo?

—No niego que es apuesto -miré a Guile-, pero qué más da.

—Tiene una fortuna incalculable, una mansión en Barcelona, España. Hijo único y sin pariente alguno -explicó Guile mientras caminaba de un lado a otro-. Como te habrás de imaginar, Vega es muy popular con el sexo femenino, además de ser un terrible narcisista que odia a todo ser que él considera feo.

—Y si tiene tanto dinero y fama ¿por qué trabaja para alguien tan patético como Bison? No tiene sentido -me crucé de brazos.

—Porque es un sádico asesino -sentenció con un golpe en la mesa, el sonido fue tan repentino y perturbador que todos guardaron silencio-. Vega tiene un serio problema, es un enfermo mental y lo detesto.

—Lo que queremos que hagas Lina, es que te ganes la confianza de Vega.

—Uh, eso será difícil. Me acaban de explicar que es un loco trastornado que se ama a sí mismo y odia a la gente poco agraciada ¿cómo pretenden que yo me gane su confianza? Al momento que me vea querrá matarme por no ser una escultural belleza andante -dije con sarcasmo.

—Tú eres la única mujer que conocemos que es capaz de no sentir deseo alguno por ese tipo, además eres inteligente para conseguir lo que te propones.

—¿Y cómo se supone que voy a conseguir información de él? No entiendo, ¿qué debo hacer? ¿Coquetearle? Es un truco muy viejo, y conmigo nunca podría funcionar -me puse de pie.

—Parece ser que la mujer es una fanfarrona -oí una voz femenina tras de mí, volteé para ver que se trataba de una tipa con ojos rasgados.

—¿Y tú quién eres?

—Chun Li -mencionó con una mirada directa, como si me observara detenidamente para encontrar en mí algo que le sirviera de burla-. Agente de la Interpol.

—Lina ¿estás preparada para tu misión? No nos decepciones. La próxima semana habrá una fiesta donde los invitados son políticos y gente de la aristocracia, sin duda alguna Vega estará allí, consideramos que es el momento perfecto para conocerlo personalmente.

—Si es una fiesta con gente de la alta sociedad ¿cómo podré ingresar?

—¡Por favor! -Oí a Chun Li- ¿Ésta es su mejor candidata agente Rumsfeld? ¿Esta es la maravillosa niña de la que tanto presumió? -Me apuntó sin consideración haciéndome quedar en ridículo- No creo que esté preparada, no es siquiera capaz de pensar por sí misma.

—¿Tú quién te has creído que eres para insultarme?

—Lina, esa no es la actitud de una soldado de élite -recriminó el agente.

—Lo siento. Voy a hacer todo lo que me ordenan -dije con seriedad-. Voy a conseguir esa información, lo prometo -coloqué mi mano en el pecho.

—Esa es la actitud. Cammy te explicará lo que deberás hacer.

Era la misión más extraña que me pudieron haber dado, no sabía qué iba a hacer y cómo conseguiría la información que solicitaban. Pero estaba segura que no sería cosa fácil.

Un comentario siempre es bien recibido. Anímate a comentar y motívame a continuar.