Aporte : Finalmente he decidido hacer hacer una historia larga XD y he decidido incluir este capitulo a modo de prologo. Estaría situado antes del final de la serie, quizás tras Brain Scrach.
¡Hola de nuevo! He pasado mucho tiempo sin escribir nada. Pero hace poco volví a ver la serie y me apeteció ponerme de nuevo a ello, con nuevas historias de mi pareja de anime favorita. .Así que empiezo con este One Shot agridulce, como los que me gustan. Un beso a todos/as los lectores y esperó que os guste.
La Bebop navegaba dirección a Ganimides, tardarían cuarenta y ocho en llegar así que los miembros de la tripulación ocupaban su tiempo.
Sobre la mesa de la sala de estar de la nave había una botella casi llena de Whisky de mala calidad, un cenicero lleno de colillas y dos vasos de cristal.
- Mi turno – dijo Faye cruzando las piernas y apoyando ligeramente la mano en la mejilla - ¿ Cuando disparaste por primera vez?
Spike frunció el ceño y se rascó la barba que comenzaba a sombrear su rostro, dejó escapar el humo por la comisura de sus labios y sonrió.
- Tenía catorce – dijo encogiéndose de hombros.
- ¿ Catorce ? - preguntó incrédula - ¿ No piensas contar nada mas ? Tenía catorce – repitió bajando el tono de voz e imitando los gestos de Spike.
- Has preguntado cuando, no el porqué – contestó sonriendo.
- El juego no es así, no seas estúpido.
- Que mas da, de todas formas te lo has inventado – replicó y Faye le enseñó el dedo corazón.
- Tenía catorce años – Spike sonrió nuevamente – Mi madre siempre madrugaba para cocinar, se levantaba a las seis de la mañana y cocinaba, trabaja muchas horas, limpiaba en un portal, era camarera y cuidaba de un anciano, nunca estaba en casa, pero siempre cocinaba para mi. - Su voz estaba cargada de melancolía. – No puedo recordar su rostro, pero si el sabor de su comida. - Spike tragó saliva y bebió un largo trago de su vaso. - Yo era un estúpido, creía que robar en supermercados, fumar y emborracharme me hacía parecer el tipo mas duro del barrio, nunca me junté con buenas compañías, aunque realmente no las había en aquel maldito barrio. Me pasaba las horas fumando hierba y robando chocolatinas y tabaco a la buena de Annie... creo que me estoy perdiendo entre mis recuerdos – se interrumpió para encender el enésimo cigarrillo de la noche, apoyó su espalda en el respaldo del sofá y llenó su vaso nuevamente. - Aquella mañana el estofado que había hecho mi madre olía por todo el apartamento, me levante muy tarde y salí a dar una vuelta por el barrio. Entré en el supermercado de Annie y me las arreglé para sisarle la cartera a un hombre asiático, no muy alto que charlaba animadamente con ella, ahora se que fue el mayor error de mi vida, menuda estupidez, pero en aquel momento salí sonriendo triunfal, había suficientes woolongs en aquella cartera como para correrse una buena juerga. Estaba sentado en un banco contando billetes cuando aquel hombre se sentó junto a mi en silencio. Calculé mis posibilidades de escapar pero unos tipos nada amables me cortaban el paso en cualquiera de las direcciones posibles.
- Eres muy rápido muchacho – dijo con amabilidad. - Hacía mucho tiempo que no veía unas manos tan ágiles.
Simplemente me encogí de hombros, aquel tipo extendió su mano y yo le devolví la cartera.
- La próxima vez devuélveme el dinero también - dijo con una sonrisa en los labios y dando unas palmaditas en mi hombro. - ¿ Como te llamas muchacho?
- Spike, Spike Spiegel
- Muy bien Spike Spiegel, mi nombre es Mao Yenray – dijo él.
Volví a encoger mis hombros, me miró con detenimiento y empezó a reírse con amabilidad. Uno de los hombres de Mao se acercó a él y le susurró algo al oído.
- Tengo que irme ahora muchacho. - dijo Mao. - Quizás volvamos a vernos.
Aquel tipo se marchó por donde había venido, fumé un par de cigarros antes de volver hacia mi casa. Había un silencio extraño en la calle, una tensión que cortaba el aire, olía a pólvora, vi a mi madre bajar la calle cargada de bolsas, y todo fue muy rápido, una sucesión de disparos sonó en el aire, ella cayó esparciendo las compras por la acera, grité con todas mis fuerzas, uno de los hombres de Mao impidió que saliese corriendo a buscarla. Todo fue bastante confuso después, había dos frentes disparando, mi madre murió por el fuego cruzado, nunca supe realmente quien la disparó, pero Mao se acercó a mi y tras él varios de sus hombres tenían a un tipo atrapado. Me miró con tristeza y sacudió su cabeza.
- A sido él – dijo sin apartar su mirada de mi, noté que la ira crecía en mi interior, intenté zafarme del hombre que me tenía agarrado, grité e insulté a aquel miserable. Mao puso una pistola en mis manos. - Spike dejó el arma sobre la mesa. - Una Jericho 941, así que simplemente disparé.
Faye dirigió una mirada triste a la pistola que había sobre la mesa, vació su vaso saboreando el whisky barato y suspiró.
- Me toca preguntar – dijo Spike tranquilamente . - ¿ Como fue tu primera vez?
- No lo recuerdo – contestó Faye llenando el vaso hasta arriba.
- ¿ No lo recuerdas? ¿Desde que te descriogenizaron no...? ¿ Eres virgen ? - Spike soltó una sonora carcajada.
Faye clavó su mirada en el suelo y sonrió, Spike continuaba riéndose con las manos sobre su estomago, ella alzó su mirada y le miró a los ojos, Spike dejo de reírse de golpe.
- Después de que Whitney muriese, bueno, su supuesta muerte, ya sabes... no tenía dinero, no sabía donde estaba, ni quien era y no sabía vivir en el mundo en el que me acababa de despertar. - Su voz era monótona pero estaba cargada de tristeza. - No sabía donde ir, ni siquiera sabía que posibilidades tenía, si lo piensas era todo muy absurdo para mi – dejó escapar una especie de bufido. - No sabía nada sobre aquel mundo y lo único que tenía era una enorme deuda, así que robé algo de dinero, o al menos lo intenté, me pillaron en menos de una hora. - Sonrió con amargura. - Acabé con mis huesos en una comisaria de la tierra, esposada y con más miedo del que había pasado en mi vida, o al menos mas miedo del que pudiera recordar, que por otro lado no era mucho- se detuvo un momento para coger aire mientras bebía lentamente de su vaso.
- Estaba sentada en la sala de interrogatorios de aquella comisaría, hacía mucho frío, olía a humedad y las paredes estaban desconchadas – respiró y sus dedos temblaron al encenderse un cigarro. - Había dos policías, uno de ellos era un viejo gordo de cabello escaso, tenía una voz irritante y no dejaba de hacerme preguntas que no sabía responder, sudaba mucho y golpeaba la mesa una y otra vez. El otro era moreno, muy alto, estaba en buena forma, podría decirse que era muy atractivo... - dejó escapar el humo entre sus labios. - Tenía las manos muy grandes... a veces todavía puedo oler su colonia. - Faye amagó un intento de sonrisa pero el tono de su voz estaba vacío de emoción. - El policía gordo se marchó de la sala para atender una llamada. El otro policía que no había dejado de mirarme durante todo el interrogatorio se levantó, se quitó el chaleco y lo puso sobre el respaldo de la silla. Se acercó a mi, me levantó con brusquedad y me empujó contra la pared... estaba aterrada, él metió sus manos bajo mi camiseta y comenzó a manosearme, grité y pataleé, él no decía una sola palabra, solo sonreía, no dejaba de tocarme, me arrastró contra la mesa – Spike tenía sus ojos clavados en Faye, que tragó saliva antes de continuar.- Recuerdo el sonido de su cremallera al bajarse... yo tenía la vista fija en la chapa identificadora de su chaleco, Jones, no podía dejar de mirarla, Jones, la veía brillar bajo el reflejo mortecino de las luces de la sala de interrogatorios mientras él... - se le atragantaron las palabras pero su tono de voz seguía carente de emoción como si aquello solo hubiese sido una pesadilla, se llevó una mano al oído distraída. - Jadeaba como un perro – susurró de manera casi inaudible. - Cuando terminó me agarró del pelo,me sentó en la silla, y después de sentó frente a mi sonriendo – Faye se mordió el labio y tragó saliva.- Y se encendió un cigarro.
Faye suspiró con la vista perdida en alguna lugar de la nave, Spike llenó los vasos de ambos sin decir una sola palabra. Faye bebió el suyo de un solo trago y él lentamente sin poder apartar la mirada.
Tras una pequeña victoria en Ganimides un par de semanas atrás, volvían a navegar cerca de la Tierra. El hangar de la Bebop abrió sus puerta para que la Swordfish aterrizara.
Estaba sentada sobre la mesa de la salita intentando resolver un solitario, Ed junto a ella lanzaba pequeñas exclamaciones con cada jugada, Faye sonreía y la mandaba callar fingiendo estar disgustada con su presencia. Spike pasó al lado de ambas, con la chaqueta al hombro, y dejó caer algo junto a Faye.
Ella lo cogió entre las manos, era una plaquita de metal brillante, estaba agujereada y manchada de una sustancia pegajosa. Faye contuvo la respiración antes de voltear la placa, pasó con cuidado sus yemas por las letras grabadas en negro y apenas visibles a causa de las quemaduras de pólvora.
Spike estaba sentado en el puente de mando, mirando al horizonte a través de las ventanas. Ella se sentó a su lado, espalda con espalda. Se mantuvieron en silencio un par de unos largos minutos. Faye no dejaba de jugar con la placa entre las manos.
- Eras la mas bonita de tu clase, él era un chico tímido que había estado trabajando durante semanas en el taller de su tío para poder pagar una cena para dos, compró rosas, porqué no sabía que eres mas de lirios, te trató como una princesa, repitiendo lo guapa que estabas aquella noche, lo suave que es tu cabello, que tus ojos merecen una canción, te llevó a un hotelito con encanto y tú te dejaste llevar, lo hizo rápido y fue desastroso, no tenía experiencia y tú aún menos, no sabias si todo aquello sería así siempre. Él se enamoró completamente de ti, pero tú, pequeña Valentine, siempre fuiste una veleta y al de un mes le dejaste por un universitario con melena y moto, le rompiste el corazón y él se hizo cura o algo por el estilo. -
- Es una historia preciosa Spike – dijo Faye sonriendo dándole vueltas a la placa.
- Es tuya, te la regalo – dijo este sacando un arrugado paquete de tabaco del bolsillo de su chaqueta y ofreciéndole un pitillo, que ella cogió con delicadeza. - Así … quizás...
- Gracias – interrumpió Faye encendiendo su cigarro y dando una larga calada al cigarro se levantó y le dio un suave beso en la mejilla.- Muchas gracias vaquero.
Jet buscaba algo en el almacén, revolvía los trastos, cambiándolos de sitio, se llevaba las manos continuamente a la cabeza, en aquel gesto suyo tan característico.
- ¡Ei Jet !– dijo Spike a sus espaldas. - ¿ Si me metiese en un lío darías la cara por mí?
- ¿Que demonios has hecho ahora Spike? - preguntó Jet girándose para estar frente a él y amenazándole con una especie de espumadera de madera.
- He matado a un policía - dijo Spike mientras se sentaba sobre la nevera con tranquilidad.
- ¿ Que? ¿Como? ¿ Ha sido en un tiroteo? ¿ Que mierda has hecho Spike? ¿ Estas loco? ¿ Te había amenazado? - preguntó Jet entre confundido y enfadado.
- No, simplemente lo busque, di con él y le pegue un tiro en el corazón - contestó sonriendo irónicamente ante la cara de estupor de su amigo.
- Pero... eso es asesinato... joder Spike eres estúpido o que te pasa, ¿ Por qué lo has hecho? -
- Se lo merecía - dijo finalmente y algo en su tono de voz hizo que Jet enmudeciera.
Spike se levantó y golpeó con suavidad el hombro metálico de Jet.
- Sabía que lo entenderías viejo - le dedicó una extraña sonrisa y se marchó tan silenciosamente como había llegado.
In a little while
I'll be gone
The moment's already passed
Yeah, it's gone
I'm not here
This isn't happening
I'm not here, I'm not here
Strobe lights and blown speakers
Fireworks and hurricanes
How To Disappear Completely – Radiohead.
