No le veía el motivo de celebración, cumplía 18. Era ya un año más vieja que Edward y aun así el y toda su familia parecían contentos.
Después de la escuela Edward me llevo a mi casa, para hacer la tarea, después iríamos a su casa, en donde la traviesa de Alice organizo una pequeña cena.
-estas bien.- pregunto Edward mirando la carretera innecesariamente.
-si, porque lo preguntas.- yo tenía mi vista fija en la ventanilla.
-cuando Alice te dijo que te haría hoy una "cena" no te pusiste muy contenta. Y desde entonces estas seria.- ahora sentí su mirada sobre mí, así que voltee a verlo. Sus ojos topacio me hipnotizaban.
-no me emociona mucho la idea que soy más grande que tu.- trate de no sonar muy grave. Pero no lo logre, su mirada cambio.
-Bella, yo soy por mucho, mas grande que tu.- dijo tratando de ser divertido. Logro que mis comisuras formaran una sonrisa.
-pero no físicamente.-
-Bella, es un año, no es nada.-
-eso dices ahora, cuando las arrugas no te dejen ver mis ojos y mi piel este tan aguada, te vas a arrepentir de estar conmigo.- después de lo que paso con James quedo claro que no me convertiría, así que ese tema era mejor dejarlo así.
-no lo hare, aun cuando tengas el pelo blanco y parezca tu nieto.-
-gracias.- dije sarcásticamente, cruce mis brazos en mi pecho y fije la mirada a la guantera.
-Bella, era broma, tu sabes cómo soy, además, todo esto es solo para festejar que cumples un año más de vida. Un año más junto a mi.- levante la mirada para velo pero ya no estaba.
Mi puerta se abrió y la mano de Edward estaba extendida hacia mí. La tome y me atrajo hacia él. Me acerco lentamente hasta que nuestros labios se encontraron. Y como siempre tuvimos que separarnos por la falta de aire.
Entramos a la casa y comenzamos con la tarea, La cual no tardamos en terminar. Edward había rentado romeo y Julieta para el proyecto de literatura y como terminamos antes lo de matemáticas decidimos ver la película.
Edward siempre se sentaba en la orilla del sillón, yo me acostaba y colocaba mi cabeza en sus piernas, de esta manera el hacia lo que más le gustaba hacer: juguetear con mi pelo. La película ya estaba por terminar cuando la voz de Edward invadió el ambiente al mismo tiempo que su deliciosa fragancia.
-si…si algo te llegara a pasar no tardaría en irme a Italia.- dijo en tono muy bajo. Como si no quisiera que lo escuchara.
-¿Italia?-
-también nosotros tenemos quien nos…manda, de cierta forma. Es una familia poderosa que vive en Volterra. Los Vulturi son algo parecido a la realeza.- mientras Edward hablaba yo cambie mi posición, de estar acostada, ahora estaba sentada y recargada en su hombro.
-tiene quien los…vigilen.( recordé sus palabras). Espera, porque irías con ellos.-
-no quiero estar en un mundo en donde tú no estés. Tan fácil como eso.-
-Edward, tú no puedes morir, tú me habías dicho que…-
-ellos…- en ese momento entendí de lo que hablaba.
-les pedirías que te mataran. No. Aunque yo no este no puedo permitir que hagas eso por mi.- mi voz dejaba ver lo indignada que estaba ante su comentario.
-pero no tenemos de que preocuparnos, es solo que pensé en voz alta.- trato de quitarle importancia. Y para su suerte el celular sono.
-ya es hora.- dijo apenas colgó y volvió a colgar. Cuando se comunicaban a velocidad vampiro me molestaba.
-voy por el regalo de René.- subí a mi cuarto y tome la cámara que mi madre había enviado.
El trayecto a la casa de Edward fue lento y ruidoso (íbamos en mi camioneta). Edward trato de entusiasmarme acerca de la fiesta, no dire que no funciono, pero si no hubiéramos hablado sobre su acto suicida minutos antes, entonces si estaría emocionada.
Estaciono la camioneta enfrente de la entrada. Esme y Carlisle estaban esperándonos. Esme noto lo lento de mi caminar y ella se adelanto a darme mi abrazo.
-feliz cumpleaños Bella.- dijo mientras me abrazaba eufóricamente.
Finalmente me soltó Carlisle me envolvió en un abrazo menos eufórico. Edward tomo mi mano apenas Carlisle me soltó y entramos a la casa. La sala estaba llena de serpentinas, no sé de donde estaban colgadas.
-oh, la cámara.- dije cuando recordé que la había dejado en la camioneta. Entonces Alice hizo acto de presencia.
-te gane, ya empecé a tomar fotos.- dijo tomando una de Edward y yo.
-gracias.-
Note que faltaba Jasper, Rosalie y Emmett. Apenas iba a preguntar cuando Jasper entro a la sala con un ramo de lilys. Rosalie con un par de cajas al igual que Emmett. Entonces note el gran pastel que estaba escondido cerca del piano de Edward.
-ese…ese es un pastel de verdad.- era una tonta pregunta.
-sip, solo para ti.- dijo Alice muy orgullosa.
-Alice, con ese pastel alimentarias a todo el pueblo.- Edward rio ante mi comentario.
Pasamos a la sala y tomamos asiento, Edward y yo en la silla del piano, Edward tocaba mi lullaby mientras Alice acomodaba las cajas y Esme traía mi cena. Emmett también estaba ausente, lo note cuando mire a Rosalie y su cara expresaba desagrado.
-la cena estará en unos minutos, que te parece si mientras se termina de coser, abres tus regalos.- dijo Esme con una caja de las que había acomodado Alice. Negué con mi cabeza, al mismo tiempo que Edward e empujaba para que fuera con su madre. Me levante y camine con Esme.
-espero que te guste. Yo lo hice especialmente para ti.- abrí con cuidado la caja y vi que se trataba de un portarretrato como de plata con piedras alrededor. No tenía foto.
-que bueno que les tome varias fotos que entrarías a la perfección ahí.- dijo Alice con una caja en la mano.
-tu también tienes un regalo.- pregunto mas en tono de molestia que de sorpresa.
-claro, también es de parte de Jasper…y mas te vale que te guste…bueno si te gusta.- rio y fue a sentarse con Jasper, le dedique una mirada de agradecimiento a Jasper antes de abrirlo.
El regalo de Alice y Jasper era un nuevo celular. Demasiado moderno para mi gusto, pero estaba bonito, les agradecí y apenas di un paso para con Edward Emmett me detuvo.
-falta el mío Bella.- me tendió una caja más grande que las otras. Era un nuevo estéreo para mi camioneta.- ya está instalado.- me guiño el ojo y me dio un abrazo. Rosalie estaba detrás de él y tenía una bolsita.
-feliz cumpleaños.- estiro su mano para darme el regalo, pero Emmett le dio un empujoncito y me dio un abrazo antes que el regalo. Era una cadena muy bonita que tenía el escudo familiar.
-muchas gracias, Rosalie.- eso significaba demasiado para mí. Al igual que para Edward ya que se paró de donde estaba, me abrazo por detrás y hablaron a velocidad vampiro, ambos terminaron con una sonrisa.
-bueno falta el de Carlisle y mío.- dijo Esme. Detrás de mi escuche la risita de Edward.
-no era necesario.- dije un poco avergonzada.
-claro que si.- Carlisle mientras hablo camino con un sobre. Me lo dio y regreso a los brazos de Esme. Dentro del sobre había dos boletos para ir a Jacksonville. Este regalo aparte del de Rosalie era el que más me había gustado, sobretodo porque este incluía a Edward.
-muchas gracias, de verdad.-
-pueden usarlos cuando quieran.- dijo Carlisle muy contento.
Terminada la sesión de regalos Edward y yo fuimos al comedor en donde me esperaba mi cena, los demás se quedaron en la sala, escuchando a Alice cantar.
-ves. Todo salió bien.- Edward sacaba la silla para que yo me sentara.
-si.-
-y aun falta mi regalo.-
-¡que! Dijimos que no me regalarías nada.-
-y porque ellos si.- trato de sonar en forma de reproche pero su risa lo traiciono.
-ni ellos, pero lo hicieron. Además ya tengo tu regalo.- Edward se sorprendió por mis palabras.
-así.- pregunto preocupado.
-si, tu amor.- me vio con dulzura antes de besarme.
Cene y platique con Edward. Después regresamos a la sala para que Alice fuera feliz al verme partir el gigantesco pastel. Todos formaron un círculo alrededor de la mesa. Alice estaba a mi izquierda con el cuchillo y Edward a mi derecha.
-ten.- me dio el cuchillo y accidentalmente se me callo, cortándome la pierna y encajándose en mi pie. Me agache para levantarlo (mala idea) estaba lleno de mi sangre y cuando levante la mirada todos los integrantes de la familia estaban con ojos hambrientos y lejos de mi.
-ven, Bella, yo te ayudo con eso.- dijo Carlisle acercándose a mí.
Si había pensado que eso era todo lo que pasaría, que equivocada estaba. Jasper, a velocidad vampiro atravesó la sala y justo cuando le faltaba un metro para llegar a mi Carlisle, Alice y Edward lo detuvieron. Emmett se les unió y juntos lo sacaron. Rosalie apareció con una botella de lejía y trapo. Esme camino había mí y me llevo a la cocina.
Lagrimas bajaron por mi rostro. Sabía que la reacción de Edward no seria buena.
