Hora de Aventura no me pertenece. Si no te gusta el Bubbline no lo leas. Este One-Shot está inspirado en el video de Gravel to Tempo de Hayley Kiyoko, tampoco tengo ninguna autoria sobre esto. Si desean que haga más One-shot inspiradas en canciones me pueden decir la canción y se los cumpliré.


Una chica de cabello azabache iba caminando hacia su preparatoria, estaba harta de las chicas populares y que la tratasen como si no fuera nada por el simple hecho de ser bisexual. Todo el mundo lo sabía desde que había dejado al imbécil de Ash. Su cabellera negra era envidiada por muchas y odiada por esa razón estúpida. No es como que si ella no fuera popular por si misma, era lo contrario, muchos chicos y chicas la codiciaban, el problema era que ciertas chicas vivian como si el mundo fuese de ellas. Simón su buen amigo y casi padre le decía que era envidia por que las demás no eran tan bellas como ella.

Subió las gradas, casi llegando a la entrada cuando de lejos vio a una chica de cabello rosa largo amarrado en una coleta, piernas largas y con una sonrisa de marca. Vestía un vestido de día, un poco corto color rosado pálido. Con botas rosas que llegaban a la rodilla. Y pensar que ella era totalmente su opuesto e incluso eran mejores amigas de pequeñas.

Pasó de largo, ignorando a la pelirosa. Ajustó su mochila negra, miró sus zapatos converse blancos. Otro día aburrido de escuela. Lo primero que hizo al entrar al recinto fue ir al baño. A penas se puesto ropa porque ya iba tarde, y no es como que a ella le interesara ser responsable pero era la integrante de una banda y Keila la iba a matar si no pasaban juntas. La campana sonó, todo el mundo estaba apresurado por llegar a sus clases. Ella seguía sumergida pensando, se quitó la gorra que tenía puesta y cepilló su cabellera lentamente. Ajustó su camisa blanca y sacudió su pantalón negro. Tomó su mochila y guardó la gorra. Puso sus audífonos sobre su cuello. Salió del baño justo al momento más inoportuno.

Las chicas populares que tanto odiaba estaban frente a ella. A cada una le había puesto un apodo, menos a una. La de cabello rosa estaba distraída hablando con su mejor amiga Lady. Y Marceline no tenía nada en contra de ella ni ella en contra suyo.

"Princesa Grumosa." Dijo señalando a una chica de cabello muy rizado con rayos morados, quien la miraba con cara de confusión.

"Princesa del Anillo de compromiso." Murmuró entre dientes mirándola. "Uhg mira que tienes valor, mi novio te dará una tunda si sigues dirigiéndome la palabra." Contesto la susodicha con mala cara. Marceline la ignoró por completo.

"Vaya que tenemos aquí, a la Princesa Desayuno." Dijo mientras tomó una parte de su cabello negro para pasarlo hacia atrás de su oreja. Cosa que no pasó desapercibida por alguien de ojos azules. Mientras que la chica de ojos cafés le miraba con asco.

"Bubblegum te estoy diciendo que tenemos que irnos a clases." Le decía Lady llamando su atención. "Sí claro." Contestó ella desviando su mirada de Marceline.

Marceline se fijó en la mirada curiosa de la chica y decidió hacer algo atrevido para molestar a las demás. Dio dos pasos y alcanzó a la chica de cabellos rosa, los audífonos que colgaban de su cuello se los quitó de un tirón y se los puso a ella. Mientras quedaban a centímetros de sus rostros.

"Y para ti Princesa Bubblegum." Susurró mientras que la chica se ponía totalmente colorada. Marceline se alejó bailando y con la mano se despidió de ellas. "Hasta luego Rainy." Le dijo a la otra chica que le miraba divertida.

"¿Me vas a decir que estás enojada?" Le dijo la chica con el cabello de arcoíris a la oji azul. "¡Por supuesto!" Gritó molesta la otra chica.

Las demás le miraban con molestia absoluta. Una chica de cabellos rojos se le acercó a Marceline y ambas empezaron a reír a carcajada limpia.

"No entiendo porque ella se mezcla tanto con esa chica problemática. ¿Acaso no sabe que Marceline puede aprovecharse de su amistad?" Decía la chica de ojos cafés. "Mira que ponernos apodos a todas, es una molestia que exista." Murmuró la otra chica escribiéndole a su novio por el celular. Grumosa les miraba hastiada y también molesta por la actitud de la chica rockera.

"Pensándolo bien fue culpa de ustedes que Marceline empezó a decirnos princesas." Dijo Bonnibel mirándolas indiferente. "Todo por haberle puesto de apodo a esa pelirroja Princesa Flama, sabiendo que es amiga de ella."

"Ah pero tu eras la que decía que esa chica parecía un vampiro ¿no?." Le susurró Lady al oído. La peli rosa se molestó. "También ustedes la hicieron quedar como una idiota frente a toda la escuela al molestarla por un peluche."

"Tu siempre la defiendes Bubblegum ¿Será que tienes algún secreto sucio que no nos has contado?" Dijo la chica que estaba en el teléfono.

"Más bien, será que al fin aceptarás que eres más como ella que como nosotras." Expresó la chica de cabellos rizados.

"No sean tan cabezas huecas, en primer lugar yo soy la representante en todas las clases. Llevo cusos más avanzados que ustedes y ya tengo una beca asegurada en una universidad prestigiosa." Gruñó. "Si no les importa las veo en el almuerzo, tengo que ir a mis clases."

Lady sonrió y se despidió de ellas asegurándoles que Bonnibel solo se había molestado.

"Esa chica si que da miedo cuando se molesta." Dijo Grumosa a las otras dos mientras se iban.

Marceline tenía todas sus clases con Finn y Jake. Sólo en la de música estaba con su amiga pelirroja. En los almuerzos pasaba con sus amigos de la banda, se había hecho la costumbre de sentarse alejada de las princesas. No era por tener algún tipo de miedo, sino por que no quería causarle problemas a Simón.

A lo lejos observaba a todas las chicas. Bonnie se llevaba mejor con Lady y Grumosa que con las otras dos.

"Tierra hablando a Marceline, de nuevo estabas en la Nocheosfera." Le dijo Keila puyándola con el tenedor en la nariz.

"Escucha esta canción." Dijo Bongo poniéndola desde un stereo. "Se llama Gravel to Tempo, de una tal Hayley Kiyoko. Es buena."

Marceline empezó a mover su tenedor de un lado para el otro. "De repente me dan ganas de bailarla en toda la cafetería." Dijo tarareándola.

"Pues viniendo de ti, me lo creo todo." Dijo Guy riéndose.

"Vamos, no retes a la reina vampiro." Le dijo Keila dándole un codazo amistoso mientras se empezaba a reir. Marceline sonrió.

Bonnibel la miró fugazmente, vio los caninos de Marceline desde la distancia. "Demonios." Murmuró bajo el aliento. Lady sacó un chicle y se lo metió a la boca mientras miraba divertida la situación. Jake iba a perder la apuesta si esto seguía así.

En lo personal siempre había visto a la pelirosa observando a la chica Abaader desde lejos. Como si quisiera acercarse o reclamarle algo. Y la pelinegra cada vez que podía molestaba a "Su princesa". También le molestaba la actitud de las otras tres chicas, y Bubblegum se limitaba a ser su amiga nada más, prefería hablar con ellas de cosas triviales pero nada importante. Jake le había dicho lo mucho que molestaba a Marceline la actitud repulsiva que habían optado por tener con ella todas las chicas que rodeaban a Bonnibel. Siguió la mirada de su amiga de nuevo, para encontrarse con una conversación que poco le gustaba.

De nuevo estaban desprestigiando a la chica de cabellos negros. Bonnibel para ocaciones así cambiaba el tema rápidamente, siempre pretendía que cualquier cosa que hablaran le agradaba cuando en realidad ni siquiera le interesaba. Solo una cosa llamaba su atención y era ese tema de conversación. Por el rabillo del ojo vio a Marceline, bailando sentada.

La peli rosa siempre tenía una sonrisa embobada cada vez que se encontraba con Marceline. Y eso le molestaba a la otra, por un simple mal entendido. Marceline siempre pensaba que Bubblegum estaba del lado de esas chicas tontas y que su sonrisa era burlona. Sin embargo Bubblegum siempre se la pasaba embobada por ella.

"Oh miren ahí viene." Musitó con molestia la Princesa Desayuno.

En efecto Marceline iba bailando, de una manera extravagante. Llamando la atención de las personas a su alrededor. Bonnibel fue la primera en quedar estupefacta. Se metió la punta del lapicero a la boca del nerviosismo.

Al principio se preguntaron porque venía bailando, más no se habían percatado que sus amigos habían puesto una canción de fondo.

"Oye Peebles es la chica que te gusta bailando tu canción favorita." Le dijo bromeando Rainy.

"Cállate Lady." Le contestó desviando la mirada.

La cabellera negra de Marceline se movía con gracia, miraba divertida las reacciones de esas chicas. La Princesa Desayuno le miraba asqueada como siempre, la Princesa Anillo de compromiso, con repulsión. Grumosa con la boca abierta, muy sorprendida. Lady retadoramente con un chicle entre los dedos. Oh y Bonnibel. Su rostro era un poema. La miraba con una sonrisa enorme, sus ojos brillantes.

Se subió a la mesa y señaló con una sonrisa canina a Lady bailó frente a cada una de ellas. Se fijó que Bonnie aún tenía puesto los audífonos y los haló hasta quedar a centrimetos. Sintió su olor a dulces y la soltó. Tenía que controlarse y su princesa estaba en bandeja de plata. No podía darse el lujo de perder la dignidad frente a los otras. Con confianza y un gesto sensual le quitó el chicle a Lady. Quién solo río por lo bajo muy divertida al ver las mejillas rojas de la chica que tenía a su lado.

Marceline se bajó de la mesa y se marchó. Caminando triunfadoramente.

"A puesto que tu querías sostener ese chicle. ¿Verdad?" Empezó a molestarla. Ella miró la espalda de Marceline con los ojos muy brillantes.

"Ahh… Sentí sus manos." Suspiró Lady en su oreja. "Lo que darías por haberla besado."

Bonnibel se quedó seria. Luego cerró los ojos. "La invitaré a salir." Dijo levantándose de su asiento.

"Creí que no eras como ella Peebles." Dijo entre risas.

"¡Soy Lesbiana desde ahora Rainy, no molestes!" Gritó dándole la espalda a todas mientras que corría hacia Marceline.

Lady Rainicorn había ganado la apuesta. Jake ahora tendría que cocinar para ella durante dos meses. A veces es necesario darle un empujoncito a personas como ellas dos. Y Marceline al fin sería libre de hacer las cosas a su manera, sin importar salir lastimada. Porque ya se había aceptado a sí misma, junto con Bonnibel Bubblegum.