Corrió frenéticamente, y como pudo despedazó una pared. No podía hacerlo más rápido con sus puños, puesto que quería conservar aún su deshecho pico de piedra para alguna situación que de verdad valiera la pena y tenía un hambre horreda. Podía decir fácilmente que tenía apenas quince o veinte usos más antes de que se desarmara en su poder.
-Tiene que bastar...

DwXtbA64lHE

Hizo el agujero como refugio temporal, pero al ver que ya había gastado todos sus bloques para poder subir hasta allí significando que no podía taparlo, se dio cuenta de que había sido inútil. Y no iba a gastar su hierro, aún no cocido.
-Estúpida...
Se asomó cansada por el agujero para ver si había algún ghast cerca. Sin divisar a ninguno, corrió con lo que quedaba de energía para ver si hallaba algún bloque posible de obtener con las manos, como grava. Giró hacia la izquierda y vio un enorme campo de arena de almas.
-Perfecto, esto será suficiente...
Se acercó al borde del yacimiento para sacar un poco porque no quería estar sacando arena a montones pudiendo verse en la obligación de correr a través de ella. Apenas, sin embargo, alcanzó a obtener un bloque, cuando en eso escuchó el fiero grito de un ghast arremetiendo con una carga. No podía decir de dónde provenía el proyectil.
-¡No... !
Quiso devolverse para correr, y volteó solamente para encontrarse de cara con una explosión que la mandó varios metros en el aire, hasta caer en el depósito. El ghast se había asomado por detrás, y aún la tenía vigilada. Echó a correr y a saltar, pero el hambre comenzó a causarle dolores y no pudo correr más.
-De todos los momentos...- se dijo a sí misma con rabiq. Como le fue posible caminó a través de arena hasta que llegó al sitio de la explosión, recogió algunos bloques y se fue a encerrar a su túnel improvisado, mientras escuchaba estallar todo tras ella. Cerró la entrada con arena, se sentó y le entró una depresión. Estaba exhausta.
-A ver...
Alguna idea tenía que ocurrírsele para activar el portal. Para ello contaba con apenas un casco y botas de hierro, sus dos cubos de mineral de hierro sin fundir, dos hilos, semillas, su último pico ya muy gastado, espada de piedra en condiciones similares, plumas, siete corazones y medio de vida, y dos muslos de saciedad.
-No... esto no puede estar pasando...
Por más que le diera vueltas al asunto, no veía soluciones. No disponía de un horno para fundir el hierro, ni de ningún objeto combustible para encender todo. Si hubiera traído un balde consigo para poder fudir el hierro, otra historia estaría contando la pobre muchacha. Sentada aún intentaba pensar en algo. Lo único que se le ocurrió fue ir a cazar con extrema precaución hombrecerdos zombie para obtener algo de carne si tenía suerte.
Pero eso no la sacaría del nether. No así de fácil. Necesitaría mucha suerte de su lado, suerte que no tenía...