Atrapados
Ya son más de las 12 de la noche. Estamos en un caso en el que asesinaron a un carnicero. Jane y yo nos dirigimos a los refrigeradores en busca de pistas. Uno de los que trabajan en el lugar dijo que vio a uno de los sospechosos entrar al refrigerador a buscar el arma homicida y que había dejado algo en el lugar ya que lo vio entrando con un bolso y saliendo sin él.
"Trajiste abrigo? Hace frio allá adentro." Me mira.
"Si traje uno. Tu no?"
"Meh... No necesito. Basta con mi chaqueta."
"Ok."
Entramos. Jane mueve un interruptor. Se enciende una luz sumamente brillante. El aire frio era evidente. Veo como Jane esconde sus manos en los bolsillos. Observa la carne colgando del techo.
"Creo que me volveré vegetariano."
Yo sonrío ante el comentario, pues la mueca que hizo fue graciosa. Caminamos y observamos todo el lugar.
"Cuanto tiempo esta carne está aquí antes de ser cortada y enviada a los diferentes lugares de venta?" Mira con asco.
"No tengo idea." Le digo con una sonrisa. "Haz encontrado algo?" Pregunto luego de unos minutos.
"No. Todo en orden."
Lo noto pensativo.
"Entonces, por qué la cara?"
"Por qué nos hicieron venir aquí?" Me mira a los ojos. "Tenemos que salir." Dijo caminando hacia la puerta.
"Piensas que ha sido una trampa?" Lo veo caminar hacia ella y lo sigo.
"Pues…"
El no termino la oración. La puerta se cerró completamente y escuchamos como si hubiesen cerrado por fuera. El acelera el paso y trata de abrir la puerta, pero no lo logra.
"Hey!" Grita. Da un golpe en ella.
"Oh no…" Es lo único que puedo decir.
Ahora se voltea y me mira con cara de preocupación. Nos han encerrado en un maldito refrigerador gigante.
Saco mi teléfono celular de mi bolsillo. El también. No tenemos señal ambos.
Tres cosas pasan por mi cabeza; hipotermia, congelación y cero aire a saber en cuanto tiempo. Me frustro completamente.
"Tenemos que salir." Digo con desesperación. Lo único que recibo es una mirada de verdadera y grande preocupación por parte de él y eso me pone aun más nerviosa de lo que estoy.