Esta es mi primera historia de Gran Hotel, y al primera de este sitio, asi que no se cuantas personas la leeran.
Basicamente la historia es una continuacion entre que termina la serie y que nos pasan las imagenes, mostrandonos que sucedio con el futuro de los personajes. Creo que hay muchas cosas que no se explican en el medio, ademas del echo de que no me parecio bien que Alicia quisiera dejar el hotel asi como si nada, teniendo en cuenta que Diego ya no era mas una amenaza. Sin embargo, la historia si va a respetar todo lo que sucedio y lo que muestran en las imagenes que va a suceder... esta historia es todo lo que paso en el medio de esos dos momentos.
Las parejas que se van a mostrar son: Julio/Alicia, Maite/Andrés, Sofia/Alfredo, Javier/Laura, Teresa/Samuel.
Por favor no duden en dejarme comentarios ante cualquier duda o consulta.
"Finalmente soy libre" Ese era el único pensamiento en la cabeza de Alicia mientras veía como cada vez el Gran Hotel se hacia mas y mas pequeño. Durante meses había estado soñando por este momento. El momento en el que ella y Julio podrían, por fin, huir y ser libres. El momento en el que ella ya no tendría que estar bajo el yugo de Diego.
Sin embargo, un sentimiento de nostalgia la invadía.
"Señorita Alicia! Que gusto volver a verla, la hemos extrañado mucho" Le había dicho hace casi ya dos años Angela, cuando ella volvía de cursar sus estudios en Madrid.
"Y yo a ustedes, Angela. Espero que esta vez sea por mucho tiempo" Habia sido su respuesta.
Dos años... casi una eternidad.
Y es que en aquel momento, mientras ella había estado alejada de su casa por casi otros dos años, estudiando en Madrid, no había nada mas que quisiera que volver a Cantaloa, a su casa, al Gran Hotel.
Todos siempre asumieron que criarse en un Hotel debía de ser algo difícil... mucha gente entrando y saliendo, mucho movimiento para alguien tan pequeño. Pero justamente, pero ella, nunca lo fue.
Los cientos de cuartos y pisos hacían que Alicia se sintiera como en un laberinto. El jardín, que ella ayudaba tanto a su padre (y al servicio) a mantenerlo, de niña le había parecido una selva. Cada nuevo invitado que traía niños, era un amigo mas en su vida. Y el servicio... cuando ella estaba con ellos, era cuando se podía olvidar de quien era. "La señorita Alicia",la hija de los dueños del Gran Hotel... se podía olvidar que no debía de manchar sus faldas con verdín o que no debía comer con las manos.
Pero todo eso le duro muy poco.
Fue por eso que pensó que yéndose a estudiar a Madrid, lejos de su estricta madre, podría volver a sentir esa libertad... solo para encontrarse mas apretada que nunca. En la Universidad Central de Madrid no la dejaban tomar cursos aparte de los que su madre había avisado que podía tomar. Solo la dejaban estudiar español, lenguas extranjeras, música, algo de historia, corte y confección, literatura. Todos su intentos por cursar materias como biología, medicina, derecho y otras habían resultado en vano. El director de la universidad siempre le decía lo mismo "Lo sentimos mucho, Señorita Alarcon,pero sus padres no permiten que usted curse estas materias"
Sus padres... ella sabia que su padre nunca le habría prohibido estudiar algo. Era su madre la que creía que conocimiento de mas la haría menos propensa a conseguir marido. Conseguir marido... su único propósito en esta vida.
Alicia siempre había querido viajar, instruirse. Pero eso se le fue negado desde niña. Su hermano podía viajar, el podía aprender a manejar el hotel junto a su padre. Pero a ella se le estaba negado, porque había nacido mujer.
Fue ahí cuando conoció a Maite.. Maite, tan diferente a ella. Sus padres tenían otra concepción de lo que querían para la vida de su hija. Ellos eran comerciantes, y tenían dinero de sobra. Un buen marido nunca le faltaría a su hija (en caso de que ella quisiera tenerlo) así que por que no dejar que su hija mayor se instruyera?
Maite sabia que conseguir trabajo como abogada se le seria muy complicado, pero ya la emoción de poder cursar una carrera destinada únicamente a hombres, de ver la cara de todos cuando ella entraba en aula... hacia que valga la pena. O eso le contó ella a Alicia.
"Alicia, mi amor, ¿te encuentras bien?" La voz de Julio saca a Alicia de sus pensamientos. Su voz... levanta la mirada para encontrarse con sus ojos color café, esos ojos que desde que los vio por primera vez la dejaron ciega. Esos ojos, esa voz tan profundos, tan únicos.
Alicia le sonríe.
"Si, por supuesto" Mira a la mano de Julio. En ella hay dos pasajes para Blancaró, tercera clase.
No era la tercera clase lo que le preocupaba... Alicia ya había asumido que muchas de las cosas que ella estaba acostumbrada en su vida no serian igual, y no le importaba. Podría adaptarse a este estilo de vida, a no tener servidumbre ni las comodidades con las que antes contaba.
No, lo que le llamaba la atención era el destino. Cuando había intentado huir la vez anterior, iban a ir a Santander, donde Maite tenia una casa de la cual les había dejado las llaves. Entonces, porque esta vez sacaron pasajes al pueblo natal de Julio?
"¿Blancaró?" Le pregunta Alicia a Julio, sorprendida, "¿Iremos a tu casa?"Julio la mira
"Si... bueno... no he visto a mis padres en mucho tiempo. Les dije que vine a quedarme por unos días, a buscar a... a Cristina" Todavía dice su nombre con dolor. La muerte de su hermana todavía le causa dolor, "Y me quede por mas de dos años. Ademas, hay algunas cosas ahí que me gustaría buscar y creo que mis padres deberían de conocer a mi novia" Termina diciendo, con una sonrisa en los labios. Alicia también sonrió.
Ser la novia de Julio... poder, por una vez y todas, blanquear su situación. Le gusta esa idea.
"Si, me parece bien" Le responde "Es solo que... no me imagine conocer a tu madre tan pronto" Le dice ella, nerviosa. Julio se rie.
"Tranquila Alicia, que tu suegra no puede ser peor que la mía" Esta vez es Alicia la que ríe.
"Calla, que fue ella quien termino salvándote la vida"
"Ultimo llamado a Blancaro" Dice el guarda, "Ultimo llamado a Blancaro"
Alicia y Julio se miran, sonriendo. Es acá donde van a empezar... acá empieza su vida juntos. Avanzan hasta el tren, donde pasan los boletos y se suben. Van de la mano, besándose, y Alicia puede sentir la mirada recriminadora que todos le dan. Pero pocos le importa. Seré libre.
Se sientan, Alicia al lado de la ventana, y por ella puede ver, arriba de todo y muy a lo lejos, casi diminutamente el Gran Hotel. A estar construido sobre una colonia es imposible no ver el Gran Hotel.
"Tranquila amor mio, algún día volveremos" Le dice Julio. Alicia lo mira, sorprendida.
"Pero... creí que tu nunca ibas a querer volver... que este lugar te trae solo malos recuerdos..."
Julio la mira, entre pensativo y enamorado
"Y lo es... pero para ti no siempre fue así. El Gran Hotel alguna vez fue tu hogar, donde jugabas junto a tus hermanos, donde podías hablar con tu padre, donde hasta recibías cariños de tu madre. No fue siempre el lugar donde debiste soportar los maltratos de Diego, o Adrian... y si algún día quieres volver, a verlos a todos ellos... esta es tu casa, jamas te impediré volver" Alicia se queda mirándolo, asombrada. Julio jamas dejaría de sorprenderla.
"Los hijos debemos volar del nido de nuestros padres" Continua Julio, "Tampoco pretendo que nos quedemos en Blancaro, podemos ir a donde tu desees amor mio. Santander, Madrid, algún lugar mas al sur.. otro país incluso si así lo deseas. Pero siempre podemos volver a su casa, a las que alguna vez fueron nuestras casas"
Si, definitivamente este hombre nunca dejara de sorprenderla. Por que es eso, lo que Alicia piensa cuando piensa en el Gran Hotel. Estos ultimos dos años lo único que la ayudo a poder vivir ahí fue Julio, fue el saber que el seguía ahí. Pero no fue así siempre. No fue asi cuando ella se pasaba horas jugando en los estanques junto a Sofia, Javier o incluso Andrès. O cuando se escabullía en la biblioteca del Gran Hotel,o en la cama de sus padres de noche.
El tren arranca, y esta vez Alicia saber que nadie vendrá a bajarlos del mismo. El Gran Hotel termina por desaparecer, pero ahora Alicia sabe que no sera un adiós, sino un hasta pronto.
