Este fic pretendía ser la secuela a otra historia en la que estoy trabajando, desafortunadamente me he quedado sin ideas en el tercercapítulo, pero esta otra historia parece fluir con más facilidad.
Espero me dejen reviews con sus comentarios e ideas para mejorar la historia.
Gracias :)
"Una nueva vida siempre es una bendición, no importa las circunstancias, es la prueba de que Dios existe", esas palabras habían quedado grabadas como un libro en la memoria de Lisa, cada vez que el miedo se apoderaba de ella se repetía continuamente la oración para calmar su ansiedad.
Dentro de ella se desarrollaba un pequeño ser, su hijo. Nunca pensó que tal acontecimiento pudiera suceder, se sentía feliz al respecto aunque había momentos de incertidumbre en los que se preguntaba cuál sería el resultado, si su hijo sería un ser humano como cualquier otro o por el contrario será como su padre Vlad Tepes Dracula, una criatura de la noche, un vampiro.
La noticia no fue fácil para ninguno de los dos, cuando Lisa estuvo segura de que esperaba un hijo su primera reacción fue de felicidad, de inicio quiso compartir la noticia con su amado; impaciente esperaba que llegara la noche, pensaba una y otra vez en las palabras que formularía para poder anunciarle la noticia.
Como cada noche Lisa esperaba en su dormitorio la llegada de Vlad, desde su ventana veía el ocaso apagarse mientras la noche emergía proyectando bellos tonos de azul y ámbar en el cielo, ese atardecer para ella fue el más hermoso que pudiera recordar en mucho tiempo. Estaba tan inmersa en sus pensamientos que no escuchó los pasos que se acercaban a ella, solo sintió el suave tacto de unas manos sobre sus hombros. Se sobresaltó por un momento y se dio vuelta para encontrar a su amado de pie ante ella, no pudo evitar sonreír y arrojarse sobre sus brazos de inmediato.
—Lo siento, no quise asustarte — Dijo Vlad en su oído suavemente mientras besaba su mejilla, amaba el aroma de su piel y su cabello, continuamente tenía que luchar para contener la pasión que sentía por ella.
Lisa lo miró en silencio aún con sus brazos alrededor de su cuello y los de él en su cintura, había algo diferente en su mirada y la manera en que sonreía, algo había cambiado en ella, él lo sabía, lo percibía; así como también sentía su corazón latiendo cada vez más rápido.
— ¿Qué pasa?, ¿ha pasado algo?, ¿estás bien? Siento que…— antes de que Vlad pudiera decir otra palabra, ella lo besó, después lo miró sin dejar de abrazarlo.
— Creo que estoy embarazada — La confesión salió como un murmuro mezcla de felicidad y nerviosismo, en ese mismo momento sintió los músculos del cuello de Vlad tensándose, su expresión había cambiado, no podía descifrar lo que estaba pensado, solo veía sus ojos mirando hacia otro lado, hasta que por fin volvió a mirarla.
— ¿Crees? ¿O estás segura? — Vlad le preguntó seriamente sin dejar de mirarla.
De todas las posibles reacciones que ella había imaginado, está no había estado en su mente, siempre se imaginó que él estaría tan feliz como ella, ahora no sabía qué pensar, qué decir.
— Estoy segura — Al escuchar la respuesta, el semblante de Vlad cambió, estaba completamente serio, reflexivo y enseguida se alejó un poco de ella y caminó hacia la ventana.
— ¿No estás feliz?, pensé que lo estarías— Los ojos de Lisa empezaron a llenarse de lágrimas. En el tiempo que llevaban juntos ninguna noticia lo había hecho actuar de la manera en que lo hacía ahora. Las lágrimas recorrían sus mejillas, no entendía cuál era el problema. Vlad estaba absorto mirando por la ventana sin decir ninguna palabra, sólo el llanto de Lisa lo sacó del trance en el que se encontraba.
Vlad por naturaleza un vampiro, podía soportar miles de cosas pero jamás el llanto o sufrimiento de la mujer que amaba, de la única persona en el mundo que había visto al hombre detrás de la bestia, que se había permitido amarlo sin importar su pasado o su naturaleza. Ahora él con su aparente indiferencia la había herido.
Al voltear hacia donde se encontraba Lisa, la vio sentada sobre la cama, su fragilidad y sufrimiento lo hería, sin pensarlo se acercó a ella, su delicado rostro se encontraba afligido y sus ojos parecían de un azul más claro de lo normal debido a las lágrimas que continuas rodaban sobre sus mejillas. Se arrodilló frente a ella con la finalidad de que sus rostros se encontrarán y la tomó de las manos, no sabía con certeza que iba a decir sólo quería calmar su sufrimiento a pesar de la preocupación que todo el asunto suponía para él.
— Lo siento querida… Es sólo que…— No hallaba las palabras exactas para no mentirle y a la vez darle consuelo — Jamás pensé que pudiera ser posible.
Con su pulgar limpió las lágrimas como si estuviera consolando a una niña pequeña, sin dejar de mirarla fijamente.
— Entonces… ¿no estás enojado? — Lisa lo miraba tratando de interpretar cada gesto que pudiera poner en evidencia los pensamientos de su amado.
— No, jamás, ¿cómo podría? —Le dijo mientras acariciaba su cabello — Es sólo que me preocupa, no quiero perderte.
Vlad se puso de pie y la ayudó a reincorporarse de la cama.
— Aunque no lo voy a ocultar, la noticia me preocupa un poco, pero vamos a estar bien — De inmediato la abrazó, Lisa no entendía a qué se refería, más bien no quería saber, no quería indagar sobre su preocupación, el hombre del que se había enamorado tenía una larga historia de la cual ella sólo conocía una pequeña parte.
— Tengo que salir, en cuanto regrese hablaremos si aún te encuentras despierta, pero quiero que descanses por tu bien y el de nuestro hijo — La besó sin soltarla de sus brazos, después depositó otro beso en su frente y se retiró.
