El día que Harry decidió buscar su estilo.

wUn capítulo, un estilo. Harry decide buscar su yo interno ¿Qué estilo le quedará mejor? Desde emo hasta metalero, pasando por anarco, glam, rapero y un sinfín de estilos. Cual quiera que sea su estilo, Ginny lo apoyará. Primer Cáp.: Harry Emo.

Nota: Se podría decir que cada capítulo es independiente de otro aunque es una historia con final. Bue, cada uno lea el capítulo que le plazca, aunque recomiendo leerlo de corrido.

Harry Emo. El niño que se emo-cionó

Harry estaba harto del mundo, sintió que había nacido para ser desgraciado. Harto de los Dursley, Harry decidió escapar: Luego de una reprimenda que recibió de sus tíos por delinearse los ojos de negro, como si hubiera estado llorando, les gritó:

-¡Es que ustedes me tienen harto!- Exclamó desesperado mientras tenía a todo volumen el equipo de música de la sala. Harry estaba escuchando Kudai mientras se miraba al espejo y se aplastaba el flequillo a la frente. -¡Déjenme en paz! ¡Quiero vivir!

En ese momento se escucha "Déjame gritar" y Harry toma sus pertenencias y se escapa de su casa corriendo y agitando los brazos en cámara lenta, mientras cantaba:

QUIERO ESCAPAR

Y DESPERTAR

SIN SABEEEEEER DEL TIEMPO

QUIERO RESPIRAR

Y NUNCA REGRESAR

Y QUIERO VIVIR

QUIERO EXISTIR…

Harry se desploma en el suelo y comienza a llorar ¡Es que estaba sólo en este mundo! Entonces canta:

YA NO QUIERO HABLAR, SOLO QUIERO ENCONTRAAR, UN DÍA DE PAZ.

Harry respiró entrecortadamente y se levantó, todavía llorando. Luego se animó con la idea de perforarse las ojeras y hacerse expansiones y decolorarse su flequillo. Así el mundo sabría del sensible héroe trágico que era. Entró al callejón Diagon donde, además de hacerse lo anterior, se compró una gorra de malla rosada a la cual le puso chapitas de estrellas y unas zapatillas DC, luego se bajó sus, afortunadamente, anchos pantalones hasta que todo el mundo pudiera ver qué boxers había decidido usar ese día y se puso su nuevo cinturón de cuadros negros ("por el color del alma de la gente que me trata mal") y rojos ("porque combinado con el negro da una rudeza tal que oculta mis delicados sentimientos"). Ahora Harry se sentía realizado y sonrió. Luego recordó que el no debía sonreír: Su vida era terrible, así que se empezó a delinear de nuevo los ojos hasta que una voz lo llamó:

-¡Harry!- Era Ron, su no-emo amigo, quien era el único que lo comprendía en este feo mundo ¡Ojalá la vida de Harry fuera de color rosa como la de su amigo!

- ¡Ron! ¡Qué sorpresa!- Harry saludó a Ron con un beso en la mejilla y luego lo abrazó- Necesitaba hablar contigo "Amigui". Estaba harto de los Dursley.

- Lo sé. Acabábamos de estar allí con Fred y George, pero nos dijeron que habías escapado. ¡Qué bien que estás aquí! Pero… ¿Por qué estás vestido así?- Preguntó como si recién se hubiese dado cuenta, abriendo muchos los ojos.

Harry tenía la respuesta para aquello.

Es que quiero ser diferente, estoy harto de las modas. – Se emocionó mucho: Aquella frase era preciosa.

Sin previo aviso, Harry se percató de que quería mucho a Ron. Y, a pesar de que su mejor amigo lo miraba con los ojos muy abiertos, lo abrazó fuertemente.

Te quiero mucho, amigo. – Y rompió en llanto. ¡Y es que el pelirrojo era su arcoiris en este mundo de oscuridad! Cuando ya no fue posible que estuvieran más cerca uno del otro, le dio un sonoro beso en la mejilla y soltó a su amigo, quien estaba inmóvil y con los ojos aún más abiertos que cuando había visto su aspecto. – Oh vamos, es sólo cariño fraternal- Lo tranquilizó Harry.

¡Ah! Bueno, si es así- Entonces Ron hizo algo que había querido hacer hace mucho tiempo: Tomó la mano de Harry y se dirigieron juntos a la chimenea más cercana para llegar a La Madriguera.

¿Alguna vez has pensado en tener un flequillo como el mío? – Preguntó Harry mientras estaban en la cocina de los Weasley, esperando que la madre de Ron les sirviera la cena.

Bueno- Ron parecía confundido.- La verdad no. De hecho Harry, es la primera vez que te veo así ¿Es que recién te viniste a dar cuenta de que el mundo era muy cruel, poco amable y cariñoso contigo?

Harry se rompió a llorar y se fue directo a la habitación de Ron. Es que sus duras palabras eran ciertas: El mundo lo odiaba. Después de desahogarse golpeando las paredes, miró su reflejo en el espejo: Estaba divino con el rimel corrido hacia abajo, formando un recorrido negro desde sus tristes y llorosos ojos hasta sus mejillas, sus heroicas mejillas rojas de la furia que sentía con todos; su pelo alborotado y decolorado con excepción del flequillo pegado a la frente, también decolorado, su expansión que le daba aspecto de rudo y de alguien que se auto-mutilaba por sufrimiento. Todo era casi-perfecto.

Con un hechizo hizo aparecer un esmalte de uñas negro ("Negro, como el mundo en el que me tocó vivir" pensó Harry) y unas pinzas. Acto seguido se sacó cualquier vello que no siguiera el camino de sus cejas y se pintó las uñas. "Aunque rosado (el color del cual quisiera que fuera este feo mundo) también hubiera quedado bien" pensó.

Había otro detalle, mientras Harry depilaba sus perfectas cejas, se le ocurrió la posibilidad de perforársela, y así lo hizo. Después de todo, mientras más riesgo corría, más heroico, reconocido y emo sería. Hubiera sido mal visto ir a un lugar especial para realizarse la perforación.

Entonces se abrió la puerta y la visión más hermosa que Harry hubiera visto apareció. Una chica con un desordenado peinado que se destacaba por un moño alto y lateral, muchas horquillas a su alrededor (la mayoría estrellas) y un gran flequillo que recorría su frente en forma diagonal, al igual que el de Harry; pantalones sueltos como los que él traía, que también estaban abajo y mostraban el borde de sus fosforescentes calzones, un peto blanco con enormes lunares negros, las uñas fosforescentes, cada una pintada de un diferente color y unas muñequeras llenas de chapitas de estrella, como las que él tenía. Para complementar esa perfecta imagen, llevaba un chupete a modo de collar.

Ginny Weasley, la cachonda y camboyana hermana pequeña de Ron, también era emo.

Las lágrimas aparecieron en los ojos de Harry con una rapidez asombrante, pero esta vez eran de dicha ya que comprendió que no estaba sólo en este mundo.

-¡Estrella mía!- La voz de Harry era tan conmovedora, que hasta las mismas estrellas lloraron esa noche.

Ginny corrió donde Harry y lo abrazó.

Escuché tu conmovedor llanto, mi niño.- Dijo Ginny.- Yo también me he dado cuenta que el mundo es cruel ¿Sabes? ¡Sólo quiero vestirme diferente y no seguir la moda y ahora toda la gente me mira feo!

Es un infierno- Concordó Harry.- ¡Es que el mundo no nos deja tranquilo!

Ginny se separó de Harry y miró por la ventana.

-Mira las estrellas, Harry. Parecen tan tristes como nosotros.

- Sí- Dijo Harry al darse vuelta, que, conmovido por las profundas palabras de Ginny, se había puesto a llorar.- Sólo esos mágicos astros que nos observan nos comprenden.

- Deberías ser poeta, Harry. Me has hecho llorar.

Los días siguientes en la madriguera fueron llenos de sufrimiento. Fred y George se burlaban de su aspecto. Hermione, quien había llegado unos días después que Harry, no entendía por qué si según el, era diferente y original, seguía una moda muggle ("Es una inmadura, Harry" Le había dicho Ginny para confortarlo mientras Harry lloraba desconsoladamente). Ron le decía que no era propio de los hombres llorar tanto. Harry luego de decirle "¡Los hombres también tenemos sentimientos!" Se paró de la mesa y corrió a un bosque cercano que estaba lleno de preciosas flores, donde Harry pudo gritar en paz.

Sin embargo algo había ahí que a Harry le gustaba: Estaba llamando la atención como nunca, le encantaba ver como la señora Weasley se conmovía con sus profundas y tristes palabras, y como todos se quedaban mirándolo siempre que hacía un escándalo.

En fin, su sufrimiento fue tanto, que el último día de vacaciones, cuando el alma de Harry ya no podía guardar más sufrimiento, escribió una preciosa canción que hablaba de sus sentimientos, mundos de arcoiris y estrellas, y que, sobretodo, no le importaba lo que dijeran los demás. Harry pensó en reunir a guapos y emocionales compañeros de Hogwarts para formar un grupo en el cual podría expresar lo que sienten.

Al día siguiente, en el expreso de Hogwarts, Harry, quien estaba en su vagón abrazado con Ginny (quien llevaba un estridente cintillo rosa con lunares verde eléctrico), junto a Ron y Hermione, estaba tan orgulloso, que le mostró su canción a Hermione, quien, en tono reprobatorio, dijo.

Si dices tanto que no te importa lo que piensen los demás ¿Para qué gastas tiempo en escribir una canción? Además eso no es cierto: siempre que te criticamos, sales corriendo, gritas, y te pones a llorar como una niña- En cualquier circunstancia normal, Harry habría llorado, pero Ginny, su preciosa estrella, se encontraba con él, por lo que era feliz.

Cuando Harry, su cachonda novia y sus dos guardaespaldas amigos salieron del tren para llegar a Hogwarts, el niño que lloró sobrevivió noto que la gente lo miraba como si fuera un bicho raro, a Harry le encantó ser el centro de atención, sin embargo, no sonrió. Se limitó a bajar la mirada mientras ponía la cara más triste del mundo para generar más atención. Decidió caminar, subirse al carro tirado por los thestrals y bajar solo, sin sus amigos, para que la gente viera que era infeliz y solitario.

Al llegar al banquete la gente ya dejó de ser disimulada: Apuntaba a Harry con el dedo y murmuraba. Y es que Harry, para darles a entender que sufría mucho, había arañado su cara. "Soy solo una sombra que vaga por el mundo queriendo teñir mi vida de colores" Pensó. Esa frase era tan linda que la anotó en una hoja de papel: Luego la incluiría en alguna canción y entonces, se le ocurrió una gran idea para llamar la atención: se sentó en un lugar estratégico para que todos lo vieran. Escondió la cabeza entre sus manos y gritó.

¡Bienvenidos, alumnos!- Dijo una voz profunda que emocionó mucho a Harry. Dumbledore, una de las pocas personas que Harry supuso que no lo discriminaría por ser como es, le daba la bienvenida.- Como al igual que ustedes, tengo hambre, así que ¡A comer!- Los platos al frente de ellos se llenaron de comida.

Ese era el momento perfecto para que Harry hiciera lo que quería hacer: Se tiró el pelo con sus propias manos y gritó fuertemente y todas las sonrientes cabezas giraron para verlo y el salón quedó en silencio, entonces se levantó de su silla y corrió gritando - ¡Odio esta vida!- Pero antes de atravesar las grandes puertas del Gran Salón, la figura de su enemigo Draco Malfoy, flanqueado por Crabe y Goyle lo detuvo.

¡Pero por Morgana! ¿Qué demonios llevas puesto?- Le preguntó mientras se tiraba al suelo de tanta risa.

¡Madura! ¿Quieres?- Fue la única respuesta que se le ocurrió. Malfoy empezó al golpear el suelo y lloraba de la risa.- ¡Déjame en paz!- Pero todo el colegio, incluido Dumbledore lo apuntaba con el dedo y se reía de él. Harry agarró su pelo, se tiró al suelo y se encogió lo más que pudo- ¡Déjenme vivir!- Gritó desesperadamente. Pero sus súplicas sólo provocaban más risas.

Aquello era suficiente. Harry salió corriendo en dirección al baño. Allí miró su triste reflejo y lloró hasta que alguien abrió la puerta. Era Ginny, quien le dijo:

-No llores, mi niño, este mundo es poco tolerante con la gente diferente. No cabemos en este feo mundo.- Suspiró y lo abrazó.- ¿Recuerdas aquella noche en que nos quedamos mirando las estrellas?

- Sí, estrella mía. De no ser por ti y las preciosas estrellas no sé que sería de mi vida.

- ¿Sabes? Ahí no seríamos infelices. Si viviéramos en las estrellas tendríamos un paraíso de sueños y arcoiris.

- Tienes razón- Dijo Harry, abrazó a Ginny y se quedaron toda la noche ahí (llorando, para variar)

Al amanecer Harry siente un dolor terrible en todo el cuerpo y se sintió muy extraño. Pero lo peor fue ver a una chica con un horrible moño y ropa digna de una persona sin clase a su lado. Harry se espantó y se alejó de ella.

Entonces se incorporó y contempló su reflejo. Tardó unos segundos en comprobar que aquel homosexual de pelo teñido con flequillo y el negro delineador corrido era él. Y ahí recordó su extraño comportamiento durante los últimos días. Entonces el desgarrador grito de horror que salió de su boca fue tan fuerte que todo Hogwarts y el bosque prohibido pudo oírlo. Ginny se sobresaltó y también gritó, se escondió en un cubículo del baño a gritar tan fuerte como podía.

"¡Qué demonios estaba pensando!" Pensó Harry mientras, corriendo hacia la sala común de Gryffindor, rogaba a Merlín no volver a ver a un emo en su vida, pero algo lo hizo soltar un grito aún más atronador que el anterior: En la habitación que él compartía con sus compañeros, se encontraba una alta figura de cabello rojo con un gran flequillo que atravesaba su frente y un gorro ladeado con chapitas. Calzaba zapatillas de skate, y tenía unos anchos pantalones de los cuales se asomaban unos boxers. Y Harry comprendió: Ron Weasley era emo.

Hoooola! Bueno, espero que la gente (en especial algunos) no s ehayan sentido ofendidos, pero Harry ahí no era más que un exagerado estereotipo. En fin casi todos los capitulos de este fict tendrán más o menos la misma organización. Harry descubre que quiere ser de tal forma y al final del cap se horroriza.

En fin, luego de quedarse sin lágrimas de tanto llorar, Harry buscará un nuevo estilo ¿Cuál será?

Tomatazos en el libro de visitas xD.

Ah! Por cierto! Se fijaron que Dumbly sigue vivo? ¡ Es que Hogwarts no es Hogwarts sin el! Y luego tendrá un papel importante en el fikkie, esperen y verán.