Buenas, Bienvendios a este pequeñísimo one-short. Es un momento entre Ginny y Draco puesto adoro esta pareja y me apetecía mucho escribir algo de ellos. Espero que les guste.
Obviamente estos personajes no me perteneces, al igual que no lo hace Hogwarts etc etc…
Saludos espero que les guste y que me hagan llegar sus críticas tanto positivas como negativas.
Genial, menudo día de locos. Primeramente, se había dormido y eso había causado que llegara tarde a su primera clase de ese día . Y encima, dicha clase era Pociones ¿¡Cómo no!?
Seguidamente había hecho explotar su caldero, causando así que su raído y viejo uniforme lo pareciera aún más. Y para más inri sus compañeros se habían burlado de ella tanto como habían querido. ¡Pero vamos! Ella era Ginny Weasley así que no se desanimó, se lo tomo tan bien como pudo y se encamino hacia su segunda clase del día. ¡Historia de la Magia! Y como no… algo también tuvo que pasarle ahí ¡Se durmió! Así tal como suena.
Por suerte el viejo profesor Binns jamás prestaba la atención necesaria a sus estudiantes por lo que salió de esa clase con una sonrisa de victoria dibujada en su cara. Y por supuesto unas enormes líneas que pretendían simular el bigote de un gato sobre sus mejillas.
Así que ahí estaba ella, una Weasley: Sentada al borde del lago, apartada de las miradas de todos leyendo un libro sobre criaturas mágicas algo asquerosas y vomitivas. Con unos adorables bigotes adornándole la cara gracias a los simpáticos compañeros de su curso y con una radiante sonrisa adornando su cara.
-¡Eh Pecas! Bonitos bigotes –
Se giró encontrándose cara a cara con el causante de su desastroso día –Ni se te ocurra reírte Malfoy, esto que ves aquí –Dijo señalando su cara –Es cortesía de mis compañeros, he tenido un día desastroso todo por tu estúpida idea.
-Oh vamos Ginebra, no podrás negar que te encanto la idea –
- Yo no he dicho que lo negara Draco, simplemente digo que pasara mucho tiempo hasta que me vuelvas a convencer de pasar la noche contigo-
El rubio soltó una carcajada algo ronca y se sentó a su lado, le paso un brazo por los hombros y le susurró al oído –Mucho tiempo es demasiado pelirroja- le mordió el ovulo de la oreja y añadió: -Es más yo estaba pensando en seguir la cuenta de tus pecas esta misma noche, ayer me desconté y sería interesante resolver por fin el misterio.
Ahora fue el turno de Ginny para soltar una salvaje carcajada. Se acercó peligrosamente a los labios del rubio y susurro: -Tu siempre te descuentas hurón.
