— ¡Y fue justo en ese momento en el que esas palabras fueron pronunciadas, que supo que su vida estaba completa! — Leía en voz alta Twilight Sparkle, una chica de cabello azul con franjas rosadas. — ¡Lo juro Starlight! No se como me lograste convencer de que leyera una novela romántica... ¡Es tan aburrido! — Exclamó con disgusto, entregándole el libro a Starlight.

— ¡Oh, vamos Twilight! No puedo creer que no te interese ni un poquito el romance... ¡Tienes quince años! Ya es tiempo que te intereses en el romance y menos en estar metida en la biblioteca todo el santo día!

— ¡Prefiero la aventura e incluso el drama! — Murmuró. — Además... No creo en el amor, es sólo una mera manera de perder el tiempo.

— Twilight, Twilight, Twilight... Eso es sólo porque no ha llegado la persona que hará temblar todo tu ser. — Dijo mientras sacudía la cabeza en forma de negación ante las palabras de su amiga. — ¡Quiero verte cuando te enamores... Eso será muy interesante de presenciar! — Exclamó con una sonrisa un tanto lasciva.

Twilight abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpida cuando dos acontecimientos pasaron en unos cuantos segundos.

El primer evento fue la puerta del salón abriéndose dándole paso a una chica de cabello blanco azulado mientras exclamaba. — ¡La gran y poderosa Trixie!

Y el segundo evento fue la ventana siendo destroza por un balón de fútbol; que además le dió de lleno en la cara a la chica que acaba de entrar.

— ¡Trixie! — Grito Starlight corriendo a socorrer a la chica caída, mientras Twilight evitaba fallidamente reír.

— ¡Perdon por eso! — Se aclaro la garganta, al ver como la miraba Starlight. — ¡Dejame ayudarte!

Y entre las dos intentaron inútilmente hacer que Trixie reaccionará. Al final Starlight tuvo que llevársela en la espalda hasta la casa.

— Bueno, nos vemos más tarde. Iré a dejar a Trixie.

— Claro, sólo no llegues muy tarde.

Ambas se desripieron y tomaron caminos distintos, en el camino Twilight pensaba en lo que había hablado con Starlight.

— ¡Se que Starlight sabe de lo que habla! Ella tiene a Trixie... — Pensó deteniéndose un momento. — Pero el amor no es para todas las personas. — Murmuró comenzando a caminar.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir que alguien le golpeaba la espalda mientras otra persona le pasaba un abrazo por los hombros. Twilight sabía perfectamente quienes eran, así que solo suspiró.

— ¿Ustedes dos fueron las que lanzaron el balón por la ventana?

— Lo siento Twily, espero que no hablamos lastimado a alguien. — Dijo Applejack rascándose la nuca.

— Bueno... El balón le cayó en la cara a Trixie... Pero no fue nada grave.

— ¿Lo ves? Te dije que no había de que preocuparse. — Exclamó Raibow aún con su brazo en los hombros de Twilight.

— Aún así... ¿Como lograron que el balón llegará hasta la tercera planta?

— Es que mis tiros son veinte por ciento más genial. — Exclamó con orgullo.

Applejack y Twilight rodaron los ojos ante la pose de Raibow.

— Por cierto Twily... ¿Donde esta Starlight? ¿No vino contigo?

— Fue a dejar a Trixie a su casa, lo más probable es que este en casa más tarde.

— A menos que se quede con Trixie a hacer cosas de pareja. — Dijo Raibow con una sonrisa.

Tanto Applejack como Twilight rodaron los ojos ante las locas ideas de Raibow.

— Bueno chicas, yo tengo que ir a traer a Apolebloom. ¡Nos vemos mañana! — Se despidió la vaquera de ambas, para luego retirarse.

— Pero ya en serio... Yo siempre pensé que Starlight terminaría contigo.

— ¿Que? ¿Porque suponias eso?

— Bueno... Ambas son... Cerebritos.

— No somos cerebritos... — Murmuró entre dientes. — Además no soy el tipo de Starlight. Ni ella el mío; digo, ella es una excelente opción para cualquiera, pero no siento que encajemos como pareja.

— ¡Si! Creo que se a lo que te refieres.

— ¿En serio?

— Si, no te preocupes... Ya llegará alguien que encaje con nosotras.

— ¿Nosotras?

— Pues claro, se que soy súper genial, y por eso, a quien escoja como pareja, debe ser, tan genial como yo.

— Je, eso va estar difícil, no hay mucha gente tan genial como tú.

— Lo se, por eso cuando encuentre a esa persona. No pienso dejarla ir.

Conversaron un rato más. Hasta que llegaron al cruce en donde se separaban.

— Nos vemos mañana, ¡Pasa buenas noches Raibow!

— Igualmente Twilight, descansa, adiós.

Ambas se despidieron y tomaron sus respectivos caminos. Al llegar a casa, Twilight subio rápidamente a su habitación y se dejó caer a su cama, ese día fue realmente agotador, lo que causó que casi inmediatamente se quedará dormida.

— ¡Voy a llegar tarde! ¡Voy a llegar tarde! ¡Mi futuro esta arruinado! — Pensaba Twilight mientras corría frenéticamente hacia el instituto. — Estaba tan cansada que olvidé poner la alarma.

Twilight no destacaba por su forma física, pero seguro que en ese momento le podría ganar a Raibow en una carrera.

Llegó a la puerta principal del edificio, y fue justo ahí, en ese preciso momento; en el que Twilight observó a tres chicas, quienes parecían estar pérdida en el enorme patio.

— ¿¡Que se supone que debo hacer!? ¿Parecen pérdidas? ¡Podria ayudarlas! Pero... — Pensó mirano su reloj. — ¡Llegare tarde! — Posó su mirada en la entrada y luego en las tres chicas. — ¡Al diablo todo!

Twilight corrio hacia las tres chicas, una de las chicas, era del tipo refinada, cabello azul más claro que el de Twilight, la otra chica tenía el cabello bastante esponjado y era de color rosa, y la que más captó la atención de Twilight, era la que tenía un hermoso cabello rosado pálido y se notaba que estaba bastante nerviosa.

— Uhm... ¡Disculpen! ¿Puedo ayudarlas? — Dijo captando la atención de ellas.

— Oh, por supuesto que si querida. — Respondió la chica de cabello azulado. — Necesitamos llegar a la dirección, pero alguien se le olvidó el folleto. — Vocifero mirando acusadoramente a la chica de cabello esponjado.

— Bueno... Las guiare hasta la dirección. — Dijo haciendo una seña para que la siguieran.

— Muchas gracias cariño, por cierto, mi nombre es Rarity.

— Oh, Oh, el mío es Pinkameka Diane Pie, pero puedes llamarme Pinki Pie. Y el de ella es Fluttershy. — Dijo señalando a la mencionada, quien sólo pudo esconder su cara en su cabello.

— Mucho gusto, soy Twilight Sparkle. — Dijo con una sonrisa.

Mientras caminaban Twilight miraba de reojo de vez en cuando a Fluttershy, le había parecido adorable su tremenda timidez, esa chica tímida había captado tanto la atención de Twilight, que incluso se olvidó de que llegaría súper tarde a su salón.

— Bien, esta es la oficina de la directora Celestia. — Dijo señalando la puerta. — Ahora si me disculpan, me retiro. — Se despidió para luego dirigirse a su salón.

Twilight en todo el camino, no lograba sacar a Fluttershy de su mente. — ¿¡Porque no puedo dejar de pensar en esa chica!? Ni siquiera hablé con ella.

"Eso es sólo porque no ha llegado la persona que hará temblar todo tu ser"

Esas palabras resonaron en la mente de Twilight, haciendo que se parara en seco. — ¿¡Acaso...!? No... Simplemente ese libro que Starlight me hizo leer me tiene confundida. ¡Si, eso es todo!