Inuyasha pertenece a Rumiko Takahashi

Cambiando el destino

Prólogo

Después de una ardua batalla contra Naraku, en la que recibieron la ayuda de Sesshomaru, Inuyasha y sus amigos tuvieron que enfrentarse a las ratas monstruo, que salían de forma interminable del nicho. Naraku había dejado en libertad a las ratas para encontrar a Kikyo, quien al ver la destrucción que las ratas dejaban a su paso, decidió salir de su escondite en la montaña. Como sabemos, Inuyasha quedó embelesado al verla pero ella simplemente se alejó.

Posterior a esto, Kagome se fue a su época para reabastecer su mochila y sus amigos se quedaron en la aldea de la anciana Kaede para descansar. Inuyasha habló con la anciana sobre su micro-encuentro con Kikyo y la anciana le comentó que pudo observar dos niñas extrañas recogiendo tierra de la tumba de la sacerdotisa, muy probablemente para curar su heridas.

En la época actual, Kagome pensaba en el encuentro con Kikyo y cómo Inuyasha seguía amándola tan intensamente a pesar de que en muchas ocasiones era bueno y cariñoso con ella. Mientras tanto, en la época antigua, Inuyasha se molestaba con Sango y Miroku por dejar ir Kagome.

Es en este punto en el que Sango le indicó a Inuyasha que había empeorado las cosas con Kagome al quedarse embelesado con Kikyo. Y es también en este momento en el que la joven de pelo negro le presentó al chico con orejas de perro la oportunidad de tomar una decisión.

- Inuyasha, en este momento tienes tres opciones - dijo la joven exterminadora con cara de seriedad absoluta mientras el moje asentía leve pero insistentemente.

- ¿A qué te refieres con tres opciones Sango? - dijo con curiosidad y algo de humildad en su voz

- Opción 1: ve detrás de Kagome... Opción 2: quédate aquí aprovechando que Kagome no está y define claramente tus sentimientos por ella y por Kikyo para que al fin puedas tomar una decisión. - dijo de forma determinante la joven, hizo una pausa para que Inuyasha asimilara ambas opciones

- ¿Y la tercera? - preguntó con inquietud el joven de cabellos blancos

- La tercera es... que dejes a Kagome y vayas directamente con Kikyo... - hizo una pausa corta - pero si haces eso, lo mejor es que no vuelvas con nosotros a buscar los fragmentos... Kagome no lo soportaría. - terminó la chica con un dejo de tristeza en su voz, el monje miró atentamente a Inuyasha quien se quedó largo rato pensativo

Pasó aproximadamente una hora, Miroku y Sango miraban atentamente al joven mitad perro, estaban ansiosos de conocer su decisión. Él levantó la mirada de forma determinante y sin cambiar su expresión dijo: - ¡Voy con la opción 2! -

Los otros dos suspiraron de alivio. Al menos era lo suficientemente ¿maduro? como para querer pensar las cosas y entender sus sentimientos... o eso creían...

NA:

¡Hola! Espero les guste :)

Este prólogo está basado en los capítulos 158-159-160 del anime (hasta el punto de cambio en el que Inuyasha toma la decisión) ¡para ponernos en contexto!