Advertencias:
Este fic es yaoi (ChicoxChico) si no te gusta no lo leas.
El fic es RiRen, lo que quiere decir que Levi es el seme (activo) y Eren es el uke (pasivo).
Este fic es completamente ficticio, ambientado en un universo alterno (U/A).
El fic es únicamente para personas mayores de edad, ya que contendrá lemon más adelante.
Esta historia está ambientada a una fecha inexistente, es decir, habrán cosas que parecerán del futuro pero otras que serán antiguas.
Disclaimer: Todos los derechos reservados. Shingeki no Kyojin no me pertenece.
Dedicado a Sora Yoru Hasiba, gracias por meterme al hermoso mundo de los dragones, nunca me había fijado tanto en su belleza como ahora lo hago. Feliz cumpleaños muy, pero muy, atrasado. Espero te guste el fic, está hecho con amor.
Epilogo.
Los pulmones de Eren ardían a causa de la fuerza con la que respiraba al correr tomando con fuerza la mano de su madre por aquellas calles desoladas donde lo único audible eran las respiraciones agitadas y sollozos de ambos haciendo eco por los muros destrozados.
La mujer morena de nombre Carla sostenía con un brazo una canasta en la que guardaba la poca comida y ropa que logró rescatar cuando su casa se incendiaba.
—¡Eren, cariño, corre más rápido! —pidió la mujer de cabello castaño largo.
—Es que estoy cansado mami —gimoteó el pequeño niño de apenas 9 años que entre su pequeño brazo sostenía una mantita azul. Sus ojos verdes estaban brillando a causa de las lágrimas próximas a salir y su cabello castaño estaba húmedo a causa del sudor.
—¡Eren! Por fav… —la voz de Carla fue interrumpida por un estruendo frente a ellos.
Carla con rapidez colocó a su hijo detrás de ella protegiéndole con su cuerpo.
—¿Mami? —preguntó Eren asomando un poco su cabeza para ver frente a él.
La piel canela de ambos se volvió pálida cuando frente a ellos una enorme figura se acercaba a ellos con lentitud, acechándolos esperando el momento oportuno para atacarles.
De entre el humo negro que se disipaba salió una criatura enorme semejante a una serpiente por la manera tan grácil en la que se movía. Sus ojos, negros como el carbón, observaban atentamente a Eren y a Carla, su hocico se abrió con lentitud mostrando sus dientes puntiagudos y amarillentos gracias a la sangre de las personas a las que se había comido antes, lo más impactante de esta criatura era su piel, el color rojo que emanaba de entre sus escamas le daba la impresión de que estaba cubierto de lava.
Eren le miró tanto asustado como embelesado por aquella criatura nueva para él tan cerca de su cuerpo.
Carla al contrario conocía perfectamente a aquello que prontamente iba a atacarlos.
—Eren —habló en un hilo de voz—. Huye.
Eren miró a su madre con duda y luego miró los enormes ojos de la criatura, Eren tenía algo de miedo, pero algo dentro de él le hacía ver una extraña belleza dentro de lo aterrador.
—Eren… —susurró su madre la cual fue interrumpida por aquella criatura que se abalanzó hacía ellos para devorarlos de una vez.
Carla como acto reflejo lanzó la canasta hacia aquél que los iba a atacar para después tomar a su hijo e intentar correr.
Ella sabía que la velocidad de un monstruo como ese superaba la suya por mucho así que como la única solución que pudo pensar arrojó a su hijo con todas sus fuerzas.
—¡Eren corre! —gritó ella par al final tropezar en la tierra—. ¡Corre!
Eren obediente comenzó a correr bastante ansioso y sin saber realmente por qué corría. El pequeño comenzó a escuchar como su madre en un intento de protegerlo lanzaba rocas y lo que encontrara para llamar la atención de la criatura.
No había llegado tan lejos cuando un grito desgarrador le hizo voltearse.
En ese momento el pequeño vio a su madre siendo arrastrada por la boca del dragón el cual con un movimiento rápido calló a la mujer tragándola sin piedad alguna.
Eren se quedó quieto con un dolor en el estómago tan desagradable que casi lo hace vomitar, sus piernas temblaban, de pronto un frío enorme comenzó a recorrer su espina dorsal y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos sin permiso.
Su madre había muerto delante de sus ojos por la criatura que él había visto como algo hermoso.
—¿M-mami? —llamó el pequeño y al no recibir respuesta alguna comenzó a llorar con fuerza atrayendo la atención del asesino.
Aquella criatura al oír a Eren corrió hacia él abriendo sus fauces listo para devorarlo.
Su plan hubiera sido un éxito de no ser por la cuchilla enorme y filosa que le destrozó la mandíbula y le obligó a retroceder.
—Quédate detrás de mí, niño, y no llores… atraerás más —un hombre rubio se colocó frente a Eren envainando su cuchilla, su rostro se mostraba furioso— ¡Hanji, es todo tuyo!
—¡A la orden! —gritó una chica que apareció balanceándose por los muros sacando una cuchilla parecida a la del hombre rubio y en un ágil movimiento cortó la cabeza de la bestia.
Eren asustado salió de su shock y corrió hacía la criatura que yacía muerta en el suelo.
—¡No! —gritó el castaño con dolor y cayó de rodillas frente al ya fallecido monstruo—. ¡Ya no van a poder sacar a mi mamá de su estómago!
La chica que había gritado anteriormente se acercó a Eren y lo tomó con delicadeza de los hombros.
—¿Tu mamá está allí dentro? —preguntó la chica, su piel era morena, su cabello era un castaño casi rozando un rojo oscuro y frente a esos enormes ojos color chocolate llevaba unas gafas.
Eren asintió.
—Sí y ahora ya no va a poder salir nunca —dijo y después comenzó a llorar.
—Deberíamos llevarlo a un lugar seguro Hanji —dijo el hombre rubio acercándose a ambos.
—De acuerdo Erwin —contestó la mujer para después dirigirse a Eren—. Oye pequeñín ¿Qué te parece si vamos a un refugio y ahí buscamos a tu papá?
—Yo no tengo papá —contestó Eren entre sollozos.
Hanji y Erwin se quedaron en silencio.
—Demonios, es peor de lo que creí —murmuró Erwin por lo bajo.
—Erwin ¿Y si me lo quedo? —dijo Hanji abrazando melosamente al pequeño que lloraba con desconsuelo—. Míralo, es precioso, es como un muñeco y además ¡Mira esos ojotes verdes!... o azules, bueno no importa el color ¡Son divinos!
—Hanji, no creo que sea una buena idea, además, recuerda tu profesión, si mueres ¿Quién cuidará de él?
—Pues alguien más de la legión, mira, piénsalo, será nuestra motivación para matar a estos hijos de puta.
—¿Estás loca?
—Ellos ¿Qué son? —preguntó Eren cesando el llanto mirándolos con duda.
—¿No lo sabes? ¿Acaso tus padres no te han hablado de ellos? —preguntó confundida Hanji.
Eren negó con la cabeza.
—Son dragones, unas bestias desalmadas que solo causan destrucción, se alimentan de humanos, es increíble que tus padres nunca te hayan hablado de ellos, tienden a aparecer a cada momento, seguro alguna vez has visto alguno aunque sea de lejos.
Eren volvió a negar y se talló los ojos borrando las lágrimas.
Hanji miró a Erwin con estupefacción y éste le regresó la mirada.
—Tengo sueño —comentó Eren tallando con más fuerza sus ojos—. No me siento bien.
—Descuida, te llevaremos a un refugio —dijo Erwin—. Hanji, tú lleva a el pequeño…
—Soy Eren —interrumpió.
—Bueno… Hanji, lleva a 'Eren' a un refugio, yo te cubriré.
—A la orden —dijo la mujer de gafas y delicadamente tomó a Eren en sus brazos—. Oh pequeño, tienes mucho que aprender. Si sobrevivo esta noche juro que iré a por ti y te adoptaré.
—¿Sacarán a mi mamá? —preguntó el castaño haciendo caso omiso a Hanji.
Ella sonrió agriamente.
—Haré lo que pueda bebé.
Dicho esto, Eren se quedó dormido con un poco de sosiego…
Fin del epilogo.
N/A: Si alguien de por aquí ha leído alguna de mis historias sabrá que acostumbro a poner mis Playlist al final de mis capítulos que son las canciones que escuché mientras escribía o de las que me inspiré para hacer algún capitulo, y bueno, me estoy debatiendo si hacer lo mismo en este fic o no ¿Qué opinan? ¿Este fic debería tener Playlist?
Espero les haya gustado el epilogo, ya saben que estoy abierta a cualquier critica constructiva.
¿Review?
