Realidad
Nunca se había puesto a reflexionar sobre todos los cambios que había sufrido su vida hasta ahora, solo recordaba lo impotente que se sentía cuando estuvo con su familia, la limitación a una vida sin precedentes en la que el nunca podía decidir por si mismo.
Ahora, veía todo lo que tenía y sonreía ante ello. Había aprendido muchas cosas, y comenzó a valorarse más a si mismo y a los que lo rodean. Obtuvo cosas que nunca pensó tener, una verdadera familia y amigos que nunca lo abandonarían. Cada día era nuevo para el, y el sentimiento que tenía crecía por si solo, el de proteger aquello que le había sido otorgado y agradecer a las personas que le abrierón los ojos.
– Si, vale la pena...– susurro con nostalgia para si mismo. Valía la pena luchar por eso, por esa nueva realidad en la que se había convertido su vida, y por todo aquello que vendría, fuera para bien o para mal, el nunca se rendiría y lucharía como lo había estado haciendo hasta ahora.
Porque su realidad era esa, y no la cambiaría por nada, ni nadie. Tenía todo lo que podría desear ahí.
