El mundo y los personajes de Digimon no me pertenecen. Es/será una colección de drabbles/viñetas sin orden o relación entre ellos, basadas en las palabras propuestas en el foro Proyecto 1-8.
Enredado en las palabras
Ame: Lluvia. Propuesta por Chia Moon
1.
A Sora le gustan los días de lluvia y Piyomon, al principio, no puede entenderlo.
En el Mundo Digital, los días de tormenta eran los que ella más odiaba y no entendía por qué cambiaría ello en el Mundo Real.
Piyomon era de los primeros en ocultarse en cualquier cueva o escondite, sin importarle donde estuviese. A veces, incluso, podía elegir entrar en edificios sin otra razón de existir que el caos mismo de la red. No iba sola, nunca sola, pero eran esos momentos donde extrañaba más a Sora. Su amiga siempre le hizo sentir segura, protegida. Gatomon era buena pero no tan cariñosa como Piyomon deseaba (aunque Patamon había estado trabajando en ello); así que generalmente, ella y Agumon se acurrucaban junto a Gabumon frente a la fogata. Tentomon, que tenía la extraña necesidad de mantenerse escondido en la lluvia, no decía mucho y zumbaba de impaciencia cada vez que Gomamon insistía para salir a jugar con alguno de ellos. Solo él y Palmon, que amaba la lluvia como cualquier digimon de la tierra, se les unían en su refugio solo después que los truenos llegasen.
Los truenos son lo que Piyomon más odia de las tormentas.
Por eso es una sorpresa cuando descubre que a Sora le gusta la lluvia, que no le importan los truenos y las tormentas. Que incluso, en las lloviznas de verano, puede quedarse bajo el agua sin que sea demasiado molesto. Piyomon piensa que si a Sora le gusta, a ella también debería gustarle, ¿no? Se supone que son compañeras.
Pero.
Pero...
¿Por qué iba a preferir Sora esos días grises, pesadas nubes cubriendo el cielo, en lugar del color que vibra bajo el azul? ¿Por qué ella disfrutaría más de las cortinas de agua, gotas trazando dibujos sin sentido, y no la tibia caricia del sol?
Piyomon no puede entender.
—Son cosas que no tienen explicación—responde Sora, riendo. Pero no es la forma de reír que tiene para cuando encuentra algo divertido, no es que se ríe de sus miedos. Es la risa suave que hace cuando algo le parece adorable—. No importa si a ti no te gustan. No tenemos que ser iguales, ¿sabes? Está bien que no lo seamos.
Piyomon no entiende del todo, pero ella es Sora y pocas veces ella entiende a Sora.
Entonces, una mañana lluviosa, Sora decide quedarse en la cama y Piyomon se queda con ella. En la noche hubo algunos truenos en el fondo, distantes en el mundo fuera de las paredes del hogar, y también luces fugaces filtrandose en las rendijas de la ventana.
Las mantas se vuelven su escondite y los brazos de Sora, su refugio. Está oscuro todavía pero no hace frío y tampoco escucha el rugido del viento en ninguna parte.
—Descuida, Piyomon. Solo es la lluvia—murmura Sora. Sus ojos están cerrados pero una sonrisa toca sus labios—. Solo es la lluvia.
Sora canta en voz baja. Un arrullo suave y dulce que no cesa hasta que se queda dormida. Al final, Piyomon se olvida que está lloviendo.
N/A: Tenía muchas ganas de escribir sobre la lluvia, al parecer, porque esto fue lo primero que vino a mi mente de todas las palabras geniales que aparecieron en la actividad. Es muy, muy probable que no tenga sentido pero solo voy a decir que está basado en hechos reales y que en mi headcanon Sora realmente ama quedarse en la cama escuchando la lluvia. Piyomon aprende a disfrutar esos momentos después de esto.
¡Muchas gracias por leer!
