Tanto los personajes de Card Captor Sakura como los de Kimagure Orange Road no me pertenecen. Pertenecen a sus autores: CLAMP e Izumi Matsumoto, respectivamente, por lo que yo no me beneficio con esto en absoluto. Aunque el guión de esta historia sí es mio!.

Aviso de Manami-chan: Este fic es la segunda parte de "Aquellas vacaciones contigo". Si eres un nuevo lector, te recomiendo que te leas primero el otro para que no te pierdas en la historia y comprendas mejor a los personajes ^_¬

"El tesoro escondido de Clow"

Capitulo 1: Complicaciones.

Hong-Kong.

El día de clases tocaba a su fin. Los alumnos salían de sus aulas de manera apresurada. La vida en la Universidad era dura y requería mucho esfuerzo. Por ello, era lógico que todos los chicos y chicas salieran rápidamente para encaminarse a sus casas, directos a encontrar un receso entre tanto estudio.

En la puerta de la facultad de arqueología, esperaba un elegante coche negro. Un señor mayor, con el pelo blanco por las canas esperaba pacientemente junto al coche.

Los chicos y chicas ya se habían acostumbrado a esa situación. Todos los días la misma escena: el coche negro estacionado y el hombre silencioso esperando tranquilamente.

Casi como un resorte, los alumnos, inmersos en sus conversaciones y sus asuntos, miraban de soslayo hacia la entrada de la facultad. En unos segundos tenía que aparecer ella.

Y efectivamente, allí aparecía…

Su delgado cuerpo se desplazaba con rapidez por el campus. Su corta melena moviéndose con el viento y sus preciosos ojos verdes, que hacían suspirar a más de uno, siempre clavados en la nada, pensativos, ausentes… extraños.

Ciertamente, esa chica era extraña. No sólo por todo el lujo que la rodeaba, ni por su extraño guardaespaldas. Sino porque lo único que sabían de ella, era que su nombre era Sakura Kinomoto y que, por lo que se podía deducir por su nombre, era japonesa.

Muy pocos alumnos, sobre todo chicos desesperados por conocerla, habían podido hablar con ella a lo largo de todo ese año y pico. Algunos decían que era simpática, otros que demasiado tímida, otros que… no había nada que hacer con ella.

Porque su mirada delataba que había algo mucho más importante para ella tras los muros del campus Universitario. Sí, ella llegaba, saludaba a todos, era amable con todo el mundo, tomaba nota de las lecciones y después… desaparecía con el mismo hombre y en el mismo misterioso coche.

Nunca se quedaba a hablar con los compañeros, o quedaba con alguno para salir…

Era la extraña chica solitaria.

¿Qué habría en la cabeza de esa chica para que no le importara nada del mundo que la rodeaba?.

La chica hizo una solemne reverencia al señor que la esperaba y este le abrió la puerta de la parte de atrás del coche. A continuación se subieron al coche y unos segundos después se marcharon del campus.

De nuevo hasta el día siguiente.

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-….Hey…!Chiharu!... ¡Yamazaki!...-

-…!Mei Ling!...- gritó Chiharu sonriente.

Mei Ling vio feliz como la chica y su novio se acercaban a ella con sus carpetas en la mano. La chica de ojos ámbar les indicó que les había guardado un sitio en la cafetería del campus. Como cada día, habían quedado para almorzar juntos.

-…¿Qué tal te fue hoy…?...- dijo la chica mientras se sentaba junto a su amiga.

-… hoy tuvimos clase práctica de anatomía…- dijo Mei Ling con una sonrisa.

-… ahórrate los detalles… ¿quieres?...- dijo Yamazaki con cara de asco mientras se sentaba en frente de las chicas.-… todavía me acuerdo de la última vez que Kazuya me contó con detalles su primera clase de anatomía…-

Chiharu sonrió mientras que la chica china rió, aunque con un poco de tristeza en la mirada.

-… por eso yo prefiero la Psicología…- dijo Chiharu animada.-…quién sabe… a lo mejor acabo siendo una buena psiquiatra…-

Yamazaki rió ante el comentario de su novia.-… o acabas loca…-

Chiharu lo miró con desdén.-… no guapito, me voy a especializar para poder encerrarte de una vez…-

Los dos chicos seguían riendo y bromeando cuando se dieron cuenta de que su interlocutora estaba muy ausente de la conversación.

-…¿Mei Ling?... ¿Te ocurre algo…?...- le dijo Chiharu.

-…Umm…- dijo la chica saliendo de su ensimismación.-… perdona Chiharu… ¿qué decías…?-

Chiharu la analizó con la mirada y pudo adivinar por qué Mei Ling parecía tan ausente.

-…¿Y Kazuya..?... ¿No come hoy con nosotros…?...- le dijo la chica.

-… eso, ¿dónde está ese canalla…?- dijo Yamazaki con una sonrisa.-… me gustaría jugar con él en las recreativas…-

Mei Ling suspiró un poco. No podía contarles a sus amigos lo que de verdad pensaba. Además, sonaría demasiado paranoica, en cierto modo, ¿qué le importaba a ella…?. Si de todas maneras, Kazuya y ella no eran nada de nada.

-… umm no sé… creo que se marchó…-dijo ella con desdén.-… alguien lo llamó al móvil…-

-…¿no me digas que ha ligado?...- dijo Yamazaki con una sonrisa. Tras oír eso, Chiharu le dio un codazo en las costillas y lo miró como si lo fuera a matar con la mirada.

"Estupendo", pensó Mei Ling. "Mis sentimientos son un secreto a voces…"

Y es que de seguro que Chiharu y Yamazaki ya se habían dado cuenta de… lo irremediablemente enamorada que estaba de Kazuya.

Pero, desgraciadamente, no era correspondida.

Sí, era verdad que durante ese año, su relación con Kazuya había cambiado. No sólo eran todavía compañeros de piso, sino también compañeros de clase, y muy muy amigos.

Pero nadie ama a una amiga muy amiga.

Por eso, no tenía derecho a sentirse triste o celosa porque él hacía un par de semanas, recibía llamadas casi a diario de una chica. Sí, porque ya había comprobado que era una chica. Lo supo aquel día que cogió el teléfono mientras él se duchaba.

-… Buenas tardes… ¿está Kazuya?...- había dicho la desconocida ese día.

-…No… no puede ponerse…- había murmurado la nerviosa chica en respuesta.

-… no importa llamaré luego…- la había interrumpido la chica, para luego colgar.

Había tenido la esperanza de que la chica fuera Sakura, pero al oír esa voz… una voz que no conocía en absoluto.

El chico tenía todo el derecho a rehacer su vida. Era estupendo que hubiera encontrado a alguien, porque aquello quería decir que había olvidado a Sakura. Pero no podía dejar de sentirse… desilusionada.

Porque en lo más profundo de su corazón aún tenía una pequeña esperanza.

Recordó ese beso, aquella noche tras la boda de Tomoyo y Eriol.

Era inútil albergar esperanzas por aquello. Porque él jamás le había comentado a qué vino aquel beso. Y a ella le daba mucho miedo preguntarle.

Porque no quería escuchar de su boca que él no recordaba aquel beso.

Parpadeó un par de veces para salir de su mundo, para darse cuenta de que Chiharu permanecía a su lado mirándola con preocupación.

-…¿dónde ha ido Yamazaki…?...- dijo ella al darse cuenta de que el chico no estaba.

-… el idiota quiere saltarse Macroeconomía el lunes para no madrugar, y pretende que aquel chico le pase los apuntes…-dijo la otra poniendo los ojos en blanco, a lo que Mei Ling sonrió.

Chiharu puso su mano sobre la de ella.-… sabes que puedes contar conmigo, si te sientes mal…-

Aquellas palabras hicieron que los ojos de Mei Ling se pusieran vidriosos. Vaya, y ella que pretendía distraerse para que no le ocurriera eso. Y se encontró con que no tenía ganas de estar en público.

-… gracias Chiharu…- dijo ella mirándola con dulzura.-… pero necesito estar sola…-

Y dicho esto, cogió su bolso, se levantó de la mesa y salió de la cafetería, dejando a su amiga con cara de preocupación.

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Tomoyo rasgaba su lápiz sobre la hoja de papel una y otra vez. El estampado de ese abrigo debía recordar a las luces de Tokio, por lo que cientos de puntos debían de difuminarse y fundirse a la vez. Se imaginaba la tela en su cabeza: cálida, aterciopelada, de colores oscuros y con un toque divertido a la vez, gracias a los bordados superpuestos.

El suave calor de unos labios invadió su mejilla derecha, para después notar el roce de la suave piel de su cara.

-… me gusta ese abrigo…- le dijo él.-… pero ¿no crees que te adelantas demasiado?, aún estamos en septiembre…-

Tomoyo miró a su marido con cariño.-… es para la colección de invierno que tengo que presentar el mes que viene… ¿crees que estará bien…?- dijo ella repasando los dibujos.

-… créeme princesa…- dijo él con una sonrisa.-… después de un curso entero en la escuela, hasta el decano sabe que serás una gran diseñadora…-

Tomoyo torció el gesto.-… no será para tanto…- dijo ella un poco avergonzada.

-…. No a todo el mundo le ofrecen hacer un desfile el año que viene…-

Tomoyo sonrió, aunque estaba segura que Eriol tan sólo pretendía sonrojarla.

-… la cena está lista…- dijo él con una sonrisa mientras le tendía la mano.-…. Y princesa… no quiero coartar tu creatividad… pero necesitas descansar… llevas cuatro horas ahí sentada…-

-…!¿cuatro horas?..- dijo ella sorprendida mirando el reloj para comprobar que eran las diez de la noche. Las luces de los edificios de Tokio estaban encendidas y se veían por los ventanales de su apartamento en la planta veintidós de un céntrico rascacielos. Por eso le había venido a la cabeza la idea de las luces…

Rayos, una idea así no convencería a ningún decano… Iba a continuar dibujando, cuando Eriol la tomó de la mano y casi la obligó a soltar el lápiz.

Se dejó llevar por su esposo hasta el salón. En la amplia sala, había una mesa baja de madera oscura, repleta de manjares exquisitos, y dos copas de finísimo cristal. La habitación solo estaba iluminada por unas cuantas velas distribuidas por los rincones de la sala.

Un ambiente súper romántico, como cada día de su vida en ese año y dos meses que llevaba casada con Eriol.

Los mejores meses de su vida.

Eriol la condujo hasta la mesa, y ambos se sentaron en el suelo. El chico le echó vino en su copa sonriéndole.

-…¿Cómo lo haces…?...- dijo ella con una sonrisa.

-…¿el qué…?...- dijo él divertido mientras daba un sorbo a su copa.

-… ser tan… perfecto…- dijo ella con una sonrisa, acurrucándose a su lado.

-…¿crees que soy perfecto…?...- dijo él riendo.-… te ciega el amor, princesa…-

Tomoyo hizo un mohín mientras comía un poco de sushi.-… dime algo que no hagas bien…-

El chico se quedó pensativo.-… no sé cambiar una rueda al coche, por ejemplo…- dijo él sonriendo.

-… hay mucha gente que no sabe hacer eso…- dijo ella divertida.

-… pues… ah sí… no sé hacer andar adecuadamente a la maldita lavadora…- dijo él mientras comía.

Tomoyo rió con ganas.-… ya sabes, déjame a mí todo lo relacionado con la ropa…-

-…Tú mandas…- dijo él riendo.

Siguieron cenando tranquilamente, riendo mientras Eriol intentaba sacarse algún que otro defectillo más y Tomoyo se lo negaba. Sin darse cuenta, acabaron con todo.

-… bueno, recogeré y…- dijo el chico, pero fue interrumpido porque su esposa, que se abrazó a él y le dio un seductor beso en el cuello.

Tomoyo lo miró ensimismada tras el beso.-… gracias por hacerme tan feliz…-

-… gracias a ti princesa…- dijo él sonriendo.

Ella hizo un gracioso gesto con su boca, como si estuviera meditando algo.-… ¿qué te parece si te agradezco todo esto… con un baño…?-

-… depende de cómo sea ese baño…-dijo él pícaramente.

-… caliente, con espuma y agua…-dijo ella sonrojándose un poco.

Eriol rió.-… ¿habrá algo más…?

-… aceites…- dijo ella sonriente, aunque con un poco de nerviosismo.

-…umm qué bien ¿Y?...-

-… y tu esposa…-dijo roja como una manzana.

Eriol sonrió satisfecho.-… me gusta la idea…-

Y ambos se levantaron y se encaminaron al baño, dejando atrás todos los platos.

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Hong Kong

Sakura estiró sus brazos por encima de la cabeza. Llevaba horas estudiando y le dolía todo el cuerpo. Miró el reloj de su escritorio. Las once y media. Vistas las pocas expectativas que mostraban ese día, mejor sería irse a la cama temprano.

Se levantó de la silla y apagó la luz de su mesita, para después meterse en la cama. Miró a la Luna a través de la ventana. Ciertamente, su día había sido tan monótono y aburrido como en las dos últimas semanas. Últimamente tan sólo se limitaba a levantarse, ir a la facultad, comer, estudiar y dormir.

Pero hoy esperaba algo más.

Por lo menos, poder verse un rato mientras cenaba.

Se entristeció un poco al llegar al gran salón de la mansión Li, y encontrarse allí tan solo a Ieran Li. La mujer era muy amable con ella y se preocupaba por sus clases y porque estuviera cómoda en la mansión.

Pero ella, al igual que todos en esa mansión, iba con prisas a todas partes. La mujer comió apresurada, charloteando con ella sin apenas dejarla abrir la boca. Cuando por fin se iba a dirigir a preguntarle por él, la mujer se había levantado comentando lo ocupada que estaba en esos días y deseándole muy buenas noches.

Y es que Shaoran y ella no habían hablado en dos semanas. Coincidían por los pasillos de la gran mansión, a lo lejos lo veía ir y venir escoltado por los miembros del Consejo o por ese hombre tan estricto, Liang-Chew.

Últimamente siempre lo tenían ocupado, reunido, entrenando… sin ni siquiera un segundo para estar los dos solos.

Sabía que él también deseaba estar con ella. Lo leía en sus sonrisas y en sus miradas cada vez que se cruzaban por los pasillos con un simple hola o buenos días.

No siempre había sido así.

Recordaba sus idílicos primeros días en la misma mansión, compartiendo cada minuto juntos y, aunque no dormían en la misma habitación, ellos… siempre encontraban algún momento para estar a solas.

Por eso no se podía sentir triste por la situación que estaba viviendo durante esas dos semanas. Porque nunca antes Shaoran había estado tan ocupado. Más bien se sentía preocupada… muy muy preocupada.

Sospechaba que algo raro se cocía en el centro del Consejo.

Mañana sería sábado… a lo mejor Shaoran encontraba un momento para poder hablar con ella y contarle qué pasaba.

Estaba casi quedándose dormida cuando sintió como alguien destapaba su cama lentamente y se tendía a su lado, acurrucándose contra ella y abrazándola por la cintura.

Al fin.

Sakura se giró para encontrarse con los ojos de su prometido. Casi seguidamente, se encontraba sumergida en un pasional beso, que subió la temperatura de su cuerpo y aceleró su cohibido corazón.

Fue ella la que quiso regresar a la Tierra para poner cordura a una situación un tanto comprometida.

-… Shaoran… es muy pronto… pueden oírnos…- susurró ella todo lo sonrojada que podía.

Escuchó un gran suspiro de su chico, que ella intentó acallar interponiendo sus dedos en su boca. Pero lejos de serenarse, Shaoran se dedicó a besar uno por uno sus dedos y a apretarla aún más contra el colchón de su pequeña cama.

-…Shaoran…- lo volvió a llamar ella a la cordura, ya que ella se encontraba en el límite de la pérdida total de control y del comienzo de algo mucho más serio.-… ¿por qué tengo que ser yo siempre la que…?…-

Pero el chico pareció por fin desistir en su empeño y se apartó de ella, tumbándose a su lado, aunque manteniéndola muy muy cerca de él con sus brazos. Sakura parecía un farolillo rojo encendido en medio de la oscuridad.

-… pues porque solo tú sabes poner freno a mi locura…- dijo él entre susurros mientras le acariciaba el pelo.

Sakura intentó serenarse mientras decía.-… ¿qué ha pasado…?... es la primera vez que podemos hablar en semanas…-

Aquello hizo que el semblante seductor del chico se borrara al instante.-… demasiado largo y complicado para contártelo ahora…-

La chica torció el gesto.-… entonces, ¿tendré que esperar otras dos semanas para poder hablar contigo?...-

Él dibujó una sonrisa.-… ¿qué te parece si esperas hasta mañana?... tendremos el día para nosotros solos…-

-… ¿en serio?...- los ojos de Sakura lo miraron ilusionados. Hacía meses que no salían ellos dos solos. Se abrazó a su cuello para mostrarle que le encantaba la idea

Ambos permanecieron así abrazados un buen rato, hasta que otro pensamiento saltó a la mente de Sakura.

-…¿cómo sigue Yi-Jie-san…?...- dijo ella con tristeza.

Sakura vio como el rostro del chico se ponía serio.-… al parecer igual…-

-…umm…-

El bisabuelo de Shaoran había caído enfermo hacía un par de meses y permanecía descansando en su habitación desde entonces.

Sakura notó como el chico comenzaba a besar la parte de arriba de su cabeza, para después bajar por su mejilla hasta su cuello y su hombro. Sus besos tiernos al principio, se estaban tornando de nuevo mucho más insinuadores.

-… si sigues de esta manera, te voy a tener que mandar a tu habitación…- murmuró ella con una sonrisa mientras le hacía cariños en el pelo.

Shaoran volvió a resoplar.-… ¿y pretendes que duerma a tu lado quietecito después de dos semanas?...- el chico rozó su nariz por su cuello una y otra vez.-… no sabes nada de hombres, Sakura mía…-

Sakura se sintió avergonzada por su comentario. ¿Cómo iba a saber nada?. Si era toda una principiante en eso de intimar con él. Todavía tenía cosas que aprender.

El chico la miró con ternura ante su graciosa expresión.-… creo que podré hacer un esfuerzo hasta que te duermas…- dijo él con dulzura.-… nos veremos en el desayuno para nuestro día especial…-

Ella asintió mientras bostezaba. Poco a poco se dejó llevar por el sueño, acurrucada entre sus brazos. Entre el sueño y la duermevela, pudo notar como él le besaba la mejilla y la recostaba suavemente en la almohada, para después abandonar la cama, dejando su aroma y su calor entre las sábanas.

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-¿En serio?...- había dicho Chiharu ante la noticia.

Tomoyo se sonrojó un poco y trató de disimular su felicidad.-… será un desfile pequeñito, en un hotel del centro de Tokio…-

Mei Ling sonrió maravillada.-… pero es una gran oportunidad, quién sabe, a lo mejor hay buenos diseñadores viéndolo… ¿ y si te contrata una firma de moda como Kenzo*?...-

Tomoyo negó con la cabeza efusivamente.-… ¿Kenzo?... estás loca, cómo me iba a contratar?... es un genio…-

Ciertamente, sería genial que algún diseñador se fijara en ella. Si la contrataran en una firma, aunque fuera como una simple aprendiz, estaría feliz, porque así podría aprender muchísimas cosas y corregir sus errores.

Chiharu bebió un sorbo de su zumo.-… seguro que Eriol está muy orgulloso de ti…-

Tomoyo sonrió levemente sonrojada.-… me está apoyando muchísimo… el pobre lo hace prácticamente todo en casa, con tal de dejarme trabajar más tiempo… este desfile tiene que tener mis mejores prendas…-

Mei Ling ladeó la cabeza con una tierna sonrisa.-… pues añade también tu vestido de novia, porque era increíble…-

Tomoyo rió ante el comentario.-… que va… si lo hicimos en cuatro días…-

-… pues te quedó fabuloso…- decía la chica china.

Chiharu se quedó mirando a Mei Ling con una sonrisa.-… me alegro que estés más animada…- le dijo a su amiga.

-… a mi no me pasaba nada…- murmuró la chica con desdén.

Mei Ling trató de disimular comiendo tarta. La verdad que es la tarde de compras y de chicas le había sentado bien. Por fin había desconectado.

Tomoyo observó la situación en silencio. Al parecer había algo que preocupaba a Mei Ling y, conociéndola, seguro que tenía que ver con Kazuya. Intentaría que Eriol hablara con el chico.

-… ahora que me acuerdo…- dijo Mei Ling para evitar que Chiharu siguiera con eso.-… ¿se lo has contado a Sakura?.-

Tomoyo negó con la cabeza.-… ayer no pude llamarla, pero esta noche lo haré sin falta. Hace días que no hablamos…-

-… salúdala de mi parte, y a Shaoran también…- le dijo Chiharu con una sonrisa.

En ese momento, Eriol acababa de entrar en la cafetería y se acercaba a la mesa de las chicas. A Tomoyo le pareció que el hombre más guapo del planeta acababa de entrar por la puerta.

Su marido.

-… ¿hola, que tal chicas?...- dijo el chico mientras besaba en la mejilla a su esposa.

-… muy bien…- dijo Chiharu sonriente.

Pero Mei Ling no dijo nada, ya que se había llevado una decepción al verle. Esa mañana, Kazuya le había dicho que estaría fuera todo el día porque había quedado.

Ella mantenía la esperanza de que hubiese ido a ver a Eriol. Pero al parecer no…

Debía de dejar de imaginarse cosas y aceptar lo evidente. Kazuya estaba saliendo con una chica.

-… disculpad chicas, pero os voy a robar a Tomoyo…- dijo él con una sonrisa.

Tomoyo se puso de pie mientras miraba con tristeza y apuro a sus amigas.-… es que le prometí que iríamos al cine y a cenar… siento dejaros chicas, me lo he pasado genial…-

Ambas chicas negaron con la cabeza y rieron.-… no te preocupes, nosotras también nos íbamos…-dijo Chiharu.-… que os divirtáis…-

Chiharu miró ensimismada como Eriol recogía las bolsas de Tomoyo y se despedía de ellas con la mano, para después rodear con delicadeza la cintura de Tomoyo y salir del local.

-… Takashi jamás será tan encantador…- dijo Chiharu con desdén.

-… a lo mejor cambia cuando os caséis…-dijo Mei Ling.

Chiharu se sonrojó todo lo que pudo.-… ¿ca.. casarme con Takashi…?- dijo riendo nerviosa.

Mei Ling la miró extrañada. Sabía que Chiharu y Yamazaki llevaban juntos muchos años, más que Sakura y Shaoran, prácticamente toda la vida.

-…¿No te hace ilusión casarte con él…?- le inquirió la chica de ojos ámbar.

Chiharu parecía nerviosa.-… bueno… no sé… es que no me veo casada…-

-…¿Qué quieres decir…?- dijo la chica confundida.

-… pues… que…- dijo muy sonrojada.-… primero me gustaría vivir con él algunos años… Takashi es un desastre y no me gustaría casarme y llevarme sorpresas…- rió nerviosa.

Aquello era cierto. Convivir con Kazuya era genial. Ya sabía de qué pie cojeaba el chico. Era desordenado, ruidoso, descuidado, no tenía hora para irse a dormir con sus estúpidos videojuegos, y después dormía muchísimo… aunque también era un excelente cocinero y le encantaba hacer él mismo la colada.

Ciertamente, esas eran cosas que una chica tenía que saber de su futuro esposo.

Trató de descartar esa idea de su cabeza. Sólo se hacía falsas ilusiones, porque Kazuya, estaba claro, que no era para ella.

-… no sé…- añadió Chiharu.-… algo así como lo que ha hecho Sakura…-

-… te aseguro que ellos no están conviviendo tanto…- le dijo con seriedad, un poco afectada por sus propios pensamientos, más que por las palabras de su amiga.

Seguro que el Consejo estaba haciendo de las suyas entre esos dos…

Pero Chiharu, la cual no sabía nada de Consejos, interpretó su frase por otro lado…

-… que rollo… vivir juntos y dormir en habitaciones separadas…-

Mei ling se sonrojó al máximo por su comentario. No quería ni imaginarse aquel aspecto de la relación de su primo y su prometida…

Pero dejó a Chiharu pensar eso. Era una buena tapadera para lo del Consejo. Chiharu no entendería por qué un grupo de ancianos dirigían la vida privada de su primo.

-… mi familia… es… muy… tradicional…- añadió avergonzada.

-… ¿y tú qué?... entonces te hace ilusión eso de casarte…- dijo la chica sonriente.

Mei ling sonrió con melancolía.-… de pequeña… siempre he soñado con casarme…-

Recordaba sus años de infancia, cuando se creía la prometida de Shaoran… ¿Cuántas veces había soñado con ir vestida de novia cogida de su brazo…?

-… entonces…- dijo Chiharu tocándole la mano.-… seguro que encontrarás a alguien que sepa cumplir tu sueño…-

Mei Ling le sonrió con amabilidad. La pobre Chiharu no sabía qué hacer para animarla, y ella le estaba agradecida por eso. Era estupendo tener a una amiga como ella.

-… espero que tengas razón…- le sonrió la chica apretando su mano.

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Hong-Kong

El sol de la tarde se filtraba entre los árboles. El suave siseo del viento se escuchaba como en cascada en esa parte de la montaña. Los pájaros piaban alegres en los alrededores, como si quisieran darles la bienvenida. El alegre cantar le recordaba lo bien que se lo habían pasado juntos ese día.

Y eso que todavía no había llegado a su fin…

Ambos habían paseado por el centro de Hong Kong, y almorzado en un lujoso restaurante. El chico había sido tan dulce y paciente mientras Sakura curioseaba por las tiendas del centro. Después, Shaoran había dicho que quería mostrarle un lugar y tras conducir hacia las afueras de la ciudad, habían llegado a los pies de una gran montaña con abundante vegetación.

Shaoran había dejado su coche y la había conducido a través del bosque hasta un lugar un poco insólito. Porque para nada se esperaba que una escalinata de cientos de peldaños de piedra se elevara sinuosa hacia la montaña.

-… arriba hay un antiguo templo abandonado, es muy bonito, pero si no tienes ganas de subir…- había dicho ante la expresión del rostro de Sakura.

-… no, seguro que merece la pena…-

Apenas se había dado cuenta del montón de escalones, mientras parloteaba con Shaoran y recordaban otros tiempos. Shaoran no había querido recordar nada a cerca del Consejo.

"…por favor, disfrutemos de nuestro día especial…", había dicho el chico.

Así que ella no había insistido más en el asunto. Seguro que Shaoran se lo contaría cuando lo viera oportuno.

En la cima de la escalinata, había un antiguo templo ruinoso, sostenido por algunas piedras que se mantenía en equilibrio casi como un milagro. Las piedras estaban cubiertas de musgo y enredaderas que daban al paraje, aspecto de salvaje e inhóspito. Era muy hermoso, había merecido la pena subir hasta allí.

Shaoran le enseñó el lugar, indicándole dónde se suponía que debieron estar las diferentes dependencias del templo, mientras le indicaba cómo el paso de los cientos de años, habían dejado tan solo las piedras de las altas columnas de la estancia en pie. Siguieron charlando un buen rato, mientras paseaban por los alrededores. Sin darse cuenta, Shaoran la había conducido a un claro del bosque detrás del templo. Una pequeña pradera con flores rojas, rodeada de árboles frondosos.

-… todavía no me explico cómo tuviste valor de bailar conmigo delante de todos…- reía Sakura.-… Shaoran Li, doce años, me sonrojo con todo…- se burlaba ella.

-… no con todo, sólo contigo…- dijo él con dulzura mientras le apretaba la mano.-… nunca creí que sería tan feliz haciendo esa obra de teatro… estabas tan preciosa y yo era tan… niño y vergonzoso…-

-… era parte de tu encanto…- dijo ella con una sonrisa.

-… no te puedes imaginar lo adorable que estabas… – dijo él mientras se detenían bajo un árbol. -… recuerdo cada detalle a la perfección…-

-..¿ah sí..?…- dijo ella sonriendo feliz.

El chico dibujó una media sonrisa.-… llevabas cintas en el pelo…- dijo mientras le acariciaba la cabeza.-… tu vestido era blanco de una tela muy suave… aún recuerdo cuando te tomé por la cintura…- dijo repitiendo ese mismos gesto y atrayéndola con ternura hacia él.-… la música era muy tranquila, y tú me guiaste por el escenario bailando con tu dulce sonrisa….-

Shaoran empezó a balancearse suavemente con ella por la pradera, mientras fundía su mejilla con la de ella. Sakura estaba maravillada con el relato tan vivido del chico, y ella ambientó más el momento tatareando una canción con una risa floja, mientras el chico seguía allí haciendo el amago de bailar tímidamente. Sin apenas darse cuenta, ambos se pararon bajo un árbol y Sakura se recostó suavemente contra el tronco mientras él la miraba con infinito cariño.

Para su sorpresa, el chico deslizó la mano que estaba en su cintura hacia su pierna.-… también recuerdo que llevabas una cinta roja atada a una de tus piernas… y acababa en un lazo justo aquí…- dijo acariciando con sutileza su muslo.

Sakura se sonrojó ante ese gesto. Se quedó asombrada de aquello, ya que era la primera vez que Shaoran hacía un gesto así, en un lugar casi público... ¿y si alguien los veía…?

Sakura dio una rápida mirada a los alrededores. Su corazón acelerado estaba delatando su nerviosismo, porque Shaoran apartó su mano y ladeó la cabeza para mirarla con cierta pizca de gracia en su rostro.

-… no hay nadie más…- dijo el chico apartándose de ella un par de pasos.-… creo que este lugar lo conoce muy poca gente…-dijo mientras miraba la copa de los árboles junto a ella.

Sakura se dio una vuelta por los alrededores para intentar calmarse, mientras Shaoran parecía ensimismado con algo que se encontraba en alguna parte del cielo. Había muchos árboles y arbustos alrededor de ese claro. No se oía más que el sonido de los árboles y los pájaros.

Se sentía muy extraña, casi ansiosa. Shaoran sólo la había acariciado, nada más. Pero ella sentía como si aquello fuera como un mensaje en una botella que ella debía leer y descifrar. Pero aquel mensaje cada vez era más fácil de leer, porque Shaoran había vuelto al mundo terrenal, y no le quitaba ojo de encima, su rostro estaba serio y sus ojos brillaban con el fulgor del deseo.

Se notó el rostro sonrojado y ardiente cuando, intentando hacer que observaba unas flores, miró de soslayo al chico. Sakura se agachó y decidió concentrarse en una flor roja muy bonita que crecía en el lugar, mientras notaba su corazón martilleándole en el interior de su pecho.

De repente, notó como el chico estaba detrás de ella y se arrodillaba a su espalda. Lentamente y con mucha delicadeza, acarició con sus dedos la piel de sus brazos, ascendiendo muy lentamente hasta llegar a sus hombros. Después, apartó un mechón de pelo de su cuello e inclinó su rostro para inhalar su perfume.

Lo escuchó suspirar levemente. El aire de su aliento era cálido. Seguidamente, el chico la tomó por la cintura, deleitándose en su tacto y tomándola suavemente entre sus brazos.

Sakura pudo ver el fulgor en sus ojos ambarinos. Su boca estaba roja y entreabierta. Esperaba allí a que la besara, a que la matara de una vez con el sabor de sus besos. Pero el chico no lo hizo.

Para su sorpresa, Shaoran la recostó sobre la hierba, sin dejar de mirarla y sin decir nada. El chico la miraba profundamente a los ojos, como si quisiera mostrarle sin palabras cuál era su deseo, deseo que ella adivinaba a la perfección.

Pero el roce de nuevo de sus dedos volvió a llevarla al cielo. Sobre todo cuando Shaoran bajó con su mano por su cuello y su clavícula y… más abajo… comenzó a desabrochar los primeros botones de su blusa. Sakura notó como su cuerpo le quemaba ante ese gesto, pero no por eso dejó de mirarle a los ojos tal como lo hacía él. Quería que supiera que le encantaba el roce de sus manos, aunque pudiera sentirse un poco avergonzada. Pero Shaoran no parecía avergonzado, más bien parecía decidido a dejarse llevar por sus más bajas pasiones…

Y ella no era nadie para negarle aquel enloquecedor deseo.

Sintió su cara arder cuando Shaoran decidió recorrer con su boca el mismo camino que habían hecho sus dedos, acabando en el mismo lugar, deleitándose por saborear aquella parte de su cuerpo.

-…Shaoran…- gimió ella y el sonido de su boca se perdió en el bosque.

A esas alturas, el chico estaba tumbado sobre ella, besando ardientemente su boca mientras sus manos la recorrían con urgencia. Notó como el chico, perdía sus manos por dentro de sus ropas y, poco a poco, la llevaba a la locura y al éxtasis.

Sí, aquel momento mágico estaba sucediendo de nuevo. Era real, no era un sueño.

Siempre pasaba lo mismo. Disfrutaba tanto y se perdía tanto entre sus brazos, que siempre creía estar viviendo un sueño.

Y siempre debía recordarse que Shaoran era real, y que hacer el amor con él era lo más hermoso que jamás podría regalarle al hombre de su vida.

No supo si pasaban horas o minutos. Tampoco pensó en si de verdad ese lugar era tan solitario como parecía. Tan solo se dejó llevar, incluso más que de costumbre, porque ambos necesitaban expresar su amor.

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Hong Kong

Shaoran miraba de reojo a Sakura mientras conducía. Su chica estaba toda roja de rubor y su pelo estaba un poco enmarañado, dándole un toque algo cómico.

Ahora que lo pensaba, había sido muy loco lo que había pasado en ese templo. Casi no había pensado en nada y eso lo había llevado a la pérdida completa del control de sus acciones.

Se recordó mentalmente lo peligroso que podía resultar que él se dejara llevar… tanto.

Pero últimamente era así con ella. Casi se sentía avergonzado por comportarse de esa manera. No podía evitar visitarla en mitad de la noche, y aunque sólo fueran unas caricias, su cuerpo se llenaba de deseo casi incontrolado solo con tenerla entre sus brazos. Rayos, ¿por qué cada vez le resultaba tan difícil?

Echó de menos no tener a alguien con quién charlar del asunto, aunque se muriera de vergüenza. La imagen de Eriol le vino a la mente.

Sí, ciertamente lo echaba mucho de menos…

Pero el caso era que verla allí en ese prado que sabía tan solitario, en el que él había entrenado con su magia en tantísimas ocasiones… Sakura siempre estaba guapa, pero había elegido una blusa blanca y una corta falda que dejaba tan poco a la imaginación…

Notó sus orejas arder por el rubor.

-… vaya, creía que era yo la única que se iba a sonrojar esta tarde…- dijo ella con una sonrisa.

-… ejem… yo… que va…-dijo él mientras intentaba controlar su acelerado corazón.

Y es que había estado demasiado bien… Ciertamente, necesitaban un lugar en el que estar a solas, porque intentar esconderse de todos en la mansión era últimamente casi imposible.

El chico notó como el calor dentro del coche era asfixiante y abrió la ventanilla para dejar que entrara aire fresco. Sakura rió ante eso.

-…pues mírate…- dijo ella, mientras ponía un dedo en su mejilla.-… ¿en que está usted pensando, Shaoran Li…?-

Shaoran se miró en el espejo retrovisor. Era cierto, ambos eran farolillos de navidad.

-… vamos Sakura déjalo…- protestó él.-… no te aproveches de mi debilidad…-

Sakura sonrió tiernamente.-… no me has parecido muy débil antes… más bien demasiado… decidido…-

Shaoran dibujó una media sonrisa ante los ojos sugerentes de su chica.-…. ¿Crees que lo tenía planeado?... pues sí… y no….-

-… ¿Ah sí?...- dijo ella con una sonrisa.-… ¿tenías planeado atacar a tu novia en el bosque?...-

El chico la miró con suspicacia.-… en cierto modo… pero no creí que llegáramos a…- dijo mirando de soslayo su blusa y su falda.-… a lo mejor es que me estoy volviendo loco…-

-… por favor, cambiemos de tema…- dijo ella riendo nerviosa.-… o todos se darán cuenta cuando volvamos…-

Y Shaoran escuchó por boca de la temblorosa y nerviosa chica, lo que le preocupaban los exámenes de segundo curso de carrera, que bien aunque aún quedaba mucho tiempo, los veía mucho más densos y complicados que los del curso anterior.

-…pero si los aprobaste sin problema…- dijo el chico con tono preocupado.-… no quiero que te agobies Sakura, no hay prisa por pasar de curso, puedes presentarte a unos pocos exámenes sólo, y dejarte otros para septiembre próximo…-

La chica negó con la cabeza.-…no, quiero intentarlo, no pierdo nada… me gustaría que papá estuviera orgulloso de mi cuando me viera la próxima vez…-

Shaoran vio de reojo como su chica decía eso con algo de melancolía.-… Sakura, sabes que eres libre de volver a visitarlos cuando quieras… no te preocupes por el dinero ni por nada….- le dijo con cariño.

Sakura dibujó una sonrisa.-… seguro que pronto podremos ir juntos…- dijo ella con una sonrisa esperanzadora.-… este verano me preguntaron un montón por ti… no es justo que yo sólo pueda a ver a nuestros amigos….-

Shaoran frunció el entrecejo al escuchar eso.-… pues tal vez vaya antes de lo previsto…- dijo con el ceño fruncido.

-…¿Cómo?... ¿Por qué dices eso…?.-

El chico sentía la necesidad y la obligación de ser totalmente sincero con ella. Sakura debía de estar al corriente de todos sus problemas.-… verás, los miembros del Clan están dudando… otra vez…-

-…¿Otra vez?...-

-…Sí… y la verdad… me importa un bledo… me iré contigo a Japón y me olvidaré de todo esto…- dijo el chico enfadado.

-… No puedes hacer eso… ¿y tu bisabuelo…? … y ¿tú madre…?...-

El rostro del chico se enserió. Sakura tenía razón, siempre tenía ese impulso, dejarlo todo… a él no le importada nada en el mundo… solo Sakura. Pero su interior se lo impedía, porque le debía mucho a su bisabuelo y su madre que tanto se habían esforzado para que siguiera la tradición del Clan…

Y es que cuando Sakura y Shaoran llegaron a Hong Kong juntos, Liang-Chew se había encargado de convencer al Clan de que Shaoran era un inmaduro irresponsable que corría tras las faldas de su novia o sus amigos japoneses para desatender su deber dentro del Clan. Les dijo que no estaba demostrando en absoluto la seriedad y el compromiso que requería el cargo, y con Sakura ahora en Hong Kong, no hacía más que distraerse y no centrarse en su formación y sus estudios.

Incluso la intervención de Yi-Jie no sirvió para nada. Liang-Chew lo desacreditó ante el Clan al dejarse sucumbir por los poderes de Kazuya.

"… un ancestral miembro del Clan Li, no muestra su poder ante nadie extraño y ni mucho menos se deja influenciar voluntariamente por la magia de otro… no sabemos quién ese chico, podría ser un espía…"

Aquello rayaba lo absurdo. Liang-Chew estaba obsesionado con tiempos remotos en los que los Clanes mágicos eran enemigos entre sí, y las luchas y conflictos eran continuos. Aquel día, en el que Shaoran se enfrentó ante el Consejo por las barbaridades que estaba diciendo Liang-Chew, el chico tuvo que sacar todo su genio y mal humor para que le tomara en serio.

-… daría mi vida por mis amigos…- había dicho el chico dando un golpe en la mesa.-… y desde luego que me condenaría al mismísimo infierno por Sakura…-

-… veis… lo irresponsable que es… ¿Y sin embargo no te sacrificas por tu Clan?... es increíble que no haya calado en ti nada de lo que te he enseñado…- dijo el hombre con rostro serio.

-… señor, usted me ha enseñado muchas cosas….- dijo con furia al hombre ante el atónito Consejo por su subida de tono.-… pero gracias al cielo, sólo mi madre me enseñó a confiar en mis amigos… y, Kazuya, mis amigos y por supuesto mi prometida, son mi familia… cosa que usted no es… -dijo mientras se levantaba y se marchaba de la reunión.

A partir de ese día, Liang-Chew pareció calmarse un poco y la opinión del Consejo estaba dividida. Una gran mayoría estaba de acuerdo con Shaoran, ya que sentían desde hace tiempo que Liang-Chew estaba tomando decisiones que no le correspondían. No, mientras un ancestral miembro del Clan siguiera con vida, y mucho menos aun existiendo un directo heredero.

Sin embargo, a Shaoran le sorprendió muchísimo la actitud de su abuelo.

-… Xiao Lang… guarda las apariencias, no pierdas el control, y recupera la confianza de Liang-Chew en ti… es por tu bien…-

Aquello lo descolocó tanto. Su bisabuelo, que siempre lo había defendido, que siempre había abogado a su necesidad de libertad, de ser feliz. Ahora le pedía que se sometiera al yugo del Consejo y de Liang-Chew.

Pero Shaoran siempre hacía caso de lo que le decía su sabio bisabuelo.

Por eso, a partir de esas palabras del anciano, Sakura y él se habían comportado de lo más obediente que se podía ser. Acataban órdenes, escuchaban, atendían y se comportaban con exquisita educación y cortesía. Aunque algunas veces no podía evitar algún acto de rebeldía, como sus ratos de visitas nocturnas o la escapada romántica de ese fin de semana…

Solo Yi-Jie sabía por qué le pedía una cosa así… esperaba que se lo explicara algún día.

Cuando mejorara….

Porque Ji-Yie se marchitaba cada día más, postrado en una cama de la mansión, sin que nada ni nadie pudiera hacer nada…

Suponía que el anciano ya se sentía enfermo cuando le pidió eso. Shaoran creía que su bisabuelo se sentía cansado y no tenía ganas de intervenir por él ante el Consejo. Había llegado la hora de resolver sus problemas solo…

-… Shaoran…-

Las palabras de Sakura lo trajeron otra vez al mundo. Echó el coche a un lado de la carretera y lo detuvo.

-…¿te encuentras bien…?- dijo la chica con aire preocupado.

-…verás, Sakura, por lo que he oído entre los ancianos, Liang-Chew está planeando todo para… para cuando muera el abuelo…-

Sakura soltó un grito ahogado-… Yi-Jie no…-

Shaoran negó con la cabeza.-… a mí también me gustaría que fuera de otra manera, pero… pero no podemos negar que es una posibilidad…-

Los ojos de Sakura se pusieron vidriosos.

-… verás…- dijo el chico apesadumbrado.-… Liang-Chew ha convencido al Clan para que yo no tome el cargo cuando él… nos deje…-

-… pero si tú eres…-

-… Sí, soy el heredero… pero Liang-Chew está ciego de poder…- dijo apesadumbrado, mirando el atardecer desde el parabrisas del coche.-… si ostenta el cargo sin Yi-Jie, podrá hacer lo que le plazca….-

Sakura bajó la cabeza comprendiendo.

El chico continuo su relato.-… hemos tenido muchas reuniones y discusiones…. el Consejo continua dividido, pero Liang-Chew ha ganado algunos adeptos… espero que todavía tengamos algunos representantes que odien a Liang-Chew…- dijo con una sonrisa.-… pero, a pesar de todo, han tomado un acuerdo….-

Sakura lo miró interrogante, mientras Shaoran la miraba un poco nervioso.-… seré jefe de mi Clan cuando… me case contigo…-

Shaoran notó como el corazón se le aceleraba y vio como Sakura se tensaba y se sonrojaba levemente. Hubo unos segundos de silencio.

-… aahh… bueno… pues… vale…-murmuró ella tímidamente.

Shaoran la miró con ternura y tomó su rostro entre sus manos.-… Sakura, mi pequeña, lo siento…-dijo con la mayor ternura que podía mientras se perdía en sus ojos esmeralda.-… pero no me voy a casar contigo porque me lo imponga un estúpido Clan…-

Sakura desvió la mirada ante su comentario, pero el chico la cogió del mentón para que lo mirara.

-… tú te mereces algo más…- dijo casi con tristeza.-… créeme…- continuó acariciándole la mejilla.-… si te estuviera pidiendo que te casaras conmigo, no sería en la cuneta de una carretera y subida a un coche…-

Sakura sonrió ante su comentario, y se dejó mimar por sus caricias y sus besos en el pelo.

- …eres muy joven, tienes que estudiar… pasarlo bien… bastante he hecho con traerte aquí a meterte en esta cárcel conmigo…- la abrazó con fuerza.

Sakura sonrió ante sus palabras.-… por ti haría cualquier cosa…-

-… lo sé… pero… dejemos que Liang-Chew piense que estamos de acuerdo con él en todo…-

-… tal como te dijo tu bisabuelo…- reafirmó ella.

Shaoran la miró con ternura.-… exacto, así tendré tiempo para investigar…-

-… ¿investigar?...- dijo ella curiosa.

-… necesito averiguar qué quiere obtener Liang-Chew con todo esto…-dijo pensativo.-… y algunos datos más…- murmuró para sí.

Tenía sospechas, incertidumbres… pero necesitaba aliados en esa lucha. Y sabía dónde encontrarlos.

-… tal vez si hablaras con tu bisabuelo…- dijo ella con tristeza.

-… tendré que hacerlo, pero me da tanta pena molestarlo con mis tonterías...-dijo él con tristeza.-… no quiero que se preocupe por nada…-

-…te comprendo…-

-… no estés triste…- dijo él dejándola libre de su abrazo y mirándola con melancolía.

-…. No lo estoy….- dijo ella forzando una sonrisa.

-…¿Sabes lo que nos animaría…?- dijo mirándola con ternura.

Sakura negó con la cabeza.

-…. ¿qué te parece si esta noche tenemos una conversación con Eriol y Tomoyo?...-

Sakura asintió enérgicamente. Su sonrisa forzada delataba, que la chica se había quedado algo preocupada y… decepcionada. Pero no iba a permitir que Liang-Chew ni nadie le dijera cuando se casaría con Sakura.

Ambos serían libres de decidir qué hacer con su vida…

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Hong Kong

-… Vamos deja de bromear, te estoy hablando en serio…-dijo Shaoran malhumorado al otro lado del teléfono.

-… y tengo que creerme que le ibas a enseñar las ruinas de ese templo para que practicara arqueología…- de carcajeaba Eriol.

-… pues… claro… tiene que ver muchos lugares así…- dijo el otro disimulando su sonrojo. Suerte que no le veía la cara.

-… apuesto que la besaste…- dijo el otro.

-… pues… claro…-

-… ¿Y…?-

-…¿Y…?- repitió el otro imitándole.

-… vamos, Shaoran he pasado por esa fase… ¿lo hicisteis…?.-

Shaoran se puso rojo de rubor.-… no te voy a contestar a eso…-

No sabía cómo su conversación había derivado en ello. Eriol le había preguntado por cómo habían pasado la última semana. Él le había contado muchas cosas, entre ellas, su día juntos y al final el perspicaz chico de ojos azules había sacado sus conclusiones.

¿Cómo conseguía hacer eso…?.

Eriol continuaba riéndose al otro lado del teléfono.-… esa fase puede durar años… créeme, yo todavía no he salido de la mía…-

-… y quién te ha pedido consejo…- dijo el chico malhumorado.

-… tú has sido el que ha llamado y has sacado el tema…-dijo el otro con sorna.

-… ¡!eso no es cierto!... ¡eres tú, con tu mente pervertida!...-apretó el teléfono por su enojo.

-… de eso nada, tú me has conducido a esa parte de la conversación… a lo mejor necesitabas contarme algo…-murmuró el chico.-… ¿es que no ha ido bien…?-

-..no… ha estado…. ¡!Que yo no te he llamado para eso!...- gritaba el chico mientras escuchaba al otro reírse a carcajadas.-… conecta el maldito internet, Sakura quiere hablar con Tomoyo…- y dicho esto le colgó el teléfono a su amigo lleno de rabia.

Estaba destinado a ser el blanco de las bromas de Eriol aún en la distancia.

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Hong Kong

-…¿en serio?...- decía Sakura a la webcam. Tomoyo sonreía al otro lado del océano.

-… será un desfile pequeñito…- dijo emocionada.-… ¡Oh!.. ¡Sakura quiero que seas mi principal modelo!... estarás preciosa estoy segura…-

Sakura rió nerviosa, no quería decepcionar a su amiga.-… no sé… a lo mejor…. es que creo que estaré de exámenes…-

-… no te preocupes... podremos hacer una sesión de fotos aunque sea…- le dijo su amiga con una sonrisa.

En ese momento, Shaoran entró en la habitación, vestido con ropa de estar por casa. Cogió una silla y sentó junto a Sakura frente a la cámara.

-… hola Shaoran…- le saludó Tomoyo con la mano.

El chico repitió el gesto.-… ¿cómo estás…?...-

Tomoyo le dio a Shaoran la gran noticia y Shaoran la felicitó. El chico apoyó la idea de Tomoyo de que Sakura fuera su modelo.

-…. Hay que ayudar a los amigos…- le dijo el chico con una media sonrisa, acariciando la cabeza de su prometida, mientras ella sonreía.

En ese momento, Eriol entró en escena. Hubo un poco de movimiento ante la cámara, cosa que Shaoran y Sakura no llegaron a entender.

Al cabo de unos segundos, la imagen nítida de la webcam último modelo había cambiado. Ahora, Eriol estaba sentado en el gran sillón del despacho, y Tomoyo parecía feliz, sentada sobre sus rodillas, mientras el chico la abrazaba por la cintura y le hacía carantoñas en el pelo.

Sakura se sonrojó, al ver a esos dos con una actitud tan acaramelada.

Pero Shaoran no movió un ápice la actitud de su rostro. Sabía lo que pretendía Eriol. Sacarle de sus casillas y ponerlo nervioso. Insinuarle con la mirada y sus gestos que sabía que Shaoran se moría de ganas de hacer cosas de ese tipo con Sakura.

Estúpido.

-… esto…- dijo Sakura nerviosa.-…¿Qué tal Eriol…?...-

Ambos mantuvieron una pequeña conversación sobre sus estudios y lo divertido que era para Eriol hacer las tareas de la casa para su querida esposa. Y mientras hablaba, el de ojos azules le dedicaba miradas y risitas a Shaoran.

Imbécil.

-… también puedes meter el pollo en el horno mientras planchas la ropa…- decía el de ojos azules.-… o mientras haces cualquier otra cosa que te apetezca… mucho más…-dijo remarcando esas dos últimas palabras y mirando de soslayo a Shaoran.

-… Bueno…- dijo Shaoran en un tono malhumorado.-… hay algo importante que quiero que averigües…-dijo en tono tajante el de ojos marrones.

Todo se quedaron sorprendidos por la forma tan brusca de cortar la conversación.-… ¿por qué no ocupas tu tiempo de amo de casa en ayudarme?…-

Eriol no pudo más que reír ante su comentario.-… dime en que puedo ayudarte, mi querido descendiente…-

Aquello hizo que le saliera humo por las orejas a Shaoran. Eriol sabía que odiaba que le llamara de esa manera.

-… pues verás, amo Clow…-dijo remarcando con mala gana esas palabras, ante las cuáles Eriol dibujó una mirada enigmática.

-… ¿Chicos…?... ¿qué pasa…?...- dijo Sakura ante el evidente cruce de palabras molestas para ambos.

-… nada… - dijo secamente Shaoran.

Eriol sonrió a Sakura.-… digamos que tu chico, lleva muy mal eso de estar tan liado con el Consejo. Le quita tiempo para hacer otras cosas que le gustaría mucho practicar…-

Ante aquellas palabras Shaoran se puso hecho una furia, mientras Eriol reía y las chicas no se enteraban de nada de lo sucedido.

-…. Ya sabes, que es broma… amigo mío…- dijo con él de ojos azules con una tierna sonrisa.

Aquellas palabras, calmaron un poco al chico, que dibujó una media sonrisa. Solo Eriol sabía sacarlo de sus casillas. Solo Eriol conocía sus puntos débiles. Sólo Eriol lo pinchaba de esa manera, para luego pedirle perdón con una sonrisa.

Sólo un amigo de verdad hacía esas cosas.

-… averigua qué sabes…- dijo más calmado.-… sobre "El tesoro oculto de Clow"…-

Las chicas miraron a Shaoran con una gran sorpresa, pero, por primera vez, Eriol no parecía saber nada al respecto de algo que se refiriera al amo Clow.

-… no tengo recuerdos sobre nada parecido…- dijo el otro serio.-… pero intentaré investigar lo que pueda…-

-…¿Qué es eso Shaoran…?...- preguntó Sakura curiosa.

-… la verdad es que aún no lo sé…- dijo el chico cruzándose de brazos en tono serio.-… pero un día escuché a dos miembros del Clan hablar a escondidas en la biblioteca…-

Todos se quedaron muy callados para escuchar su relato.

-… uno de ellos decía que "El tesoro oculto de Clow" estaba a buen recaudo…- dijo con la mirada perdida.-… y que ese "indigno" no se haría con él jamás…-

Sakura lo miró preocupada.-… ¿Un "indigno"…?... ¿A quién se referiría…?.-

Eriol se enserió.-… seguramente a Liang-Chew… por eso quiere el poder del Clan…-

Pero Shaoran negó con la cabeza.-… o tal vez se referían a mí…-

Sakura abrió sus ojos de sorpresa al escuchar eso.-… No, Shaoran tú no eres indigno de ningún tesoro….-

El chico la miró serio.-… no sabemos cuántos adeptos tenemos entre los miembros del Clan… puede que esos dos, Jun-Ya y Xiawang, estén de nuestra parte… o no…-

Todos se quedaron un poco melancólicos ante los ojos tristes de Shaoran.

-… entonces, averigua quién está de nuestro lado en el Consejo, y yo investigaré por mi parte…- dijo Eriol seriamente.-… creo que le pediré a Kazuya que nos ayude… creo que ese granuja necesita algo en lo que ocupar el tiempo libre últimamente….-

Sakura sonrió ante el comentario de Eriol.-… ¿Cómo está Kazuya?...-

Tomoyo miró de reojo a su marido.-… hace unos cuantos días que no le vemos, al parecer anda… ocupado…-

Sakura sonrió.-… pues mandadle un abrazo de mi parte…-

Tomoyo y Eriol rieron nerviosos. No sabían si contarles las sospechas que todos se temían respecto a la vida privada de Kazuya.

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-…¿ Y dices que Mei Ling piensa eso…?...- decía Eriol mientras se ponía el pijama.

-… es lo que sospecha Chiharu, por su reacción cuando Yamazaki insinuó que tenía novia…- decía Tomoyo desde el baño, donde se estaba desmaquillando para irse a dormir.

-… la verdad es que lleva unos días un poco… ausente…- dijo el chico mientras se sentaba en el filo de la cama.-… siempre responde con evasivas cuando lo llamo…-

Tomoyo salió del baño con su pijama lila claro y su pelo largo suelto. Se sentó junto a su marido.

-… en cierto modo…- dijo la chica pensativa.-… Kazuya nunca le ha prometido nada…. es libre de buscarse otra chica…-

-… es lo lógico, después de lo que pasó con Sakura…- dijo Eriol un poco ausente.

-… pero la pobre Mei Ling está muy desanimada…- dijo ella con tristeza.-… son muchos fracasos sentimentales…-

Eriol miró a su esposa con el ceño fruncido.-… debe de ser horrible que la persona a quien amas no te corresponda….-

Tomoyo resopló melancólica.-… ojala pudiera hacer algo por ella…-

Eriol le acarició el pelo.-… iré a ver a Kazuya, le diré que intente hablar con ella, que aclare las cosas… lo hará, estoy seguro…-

Tomoyo asintió tristemente.

De repente, se vio envuelta en los brazos de su marido, el cual la recostó con suavidad en la cama. Tomoyo, por un instante, se sonrojó… ya estaba otra vez. Pero sus pensamientos se desvanecieron al ver cómo, aún en su abrazo, Eriol la miraba seriamente.

-… ¿Qué pasa…?-dijo ella sin entender su expresión.

-… No me dejes de amar nunca, por favor…- dijo el chico casi con tristeza.

Tomoyo sonrió y le acarició el rostro.

-…claro que no, mi amor… - dijo ella con ternura.-… soy tu esposa, ¿recuerdas?...-

El chico dibujó una media sonrisa.-… pero cuando seas una diseñadora famosa, tendrás a cientos de modelos a tus pies…- dijo con sorna.

La chica sonrió con picardía.-… es cierto, pero sólo dejaré entrar en mi habitación a uno…-

El chico rió ante su juego.-… ah sí, ¿es guapo?, ¿le conozco?...-

-… pues es moreno, de ojos azules, piel clara...- dijo ella sonriendo mientras acariciaba su mejilla.

-… y de cuerpo... ¿está bien?...-dijo él con burla.

-… bueno, creo que le hace falta hacer un poco de ejercicio…- rió ella divertida.

-… de acuerdo, pongámonos en marcha…- dijo él riendo.

-…Eriol, no quiero que vayas al gimnasio, ¡tonto!...- dijo ella sin aguantarse la risa.

El chico la miró con ojos enigmáticos.-…. No me refiero a esa clase de ejercicio…-

Y antes de que Tomoyo pudiera entender su comentario, Eriol la besaba apasionadamente, mientras rodaba con ella por la cama.

Sin darse cuenta y en unos segundos, estaba sentada sobre él, mientras Eriol la besaba por el cuello y le desabrochaba los botones de la parte de arriba de su pijama.

Tomoyo sintió su cara arder cuando su marido acariciaba sus piernas, su cintura, todo su cuerpo… para después buscar su boca con deseo y estrecharla contra su cuerpo.

Y, sin decir nada, se dejó llevar por ese modelo lujurioso que tenía por marido.

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Mei Ling dejó el lápiz sobre la mesa baja. Llevaba horas repasando apuntes y haciendo esquemas. Miró el horizonte anaranjado que a lo lejos, se teñía ya de oscuridad. Otra vez se hacía de noche, y otra vez él no había llegado…

Las cosas habían empeorado durante las dos últimas semanas.

Últimamente, Kazuya llegaba muy tarde a casa. Era cierto que su nuevo trabajo como ayudante de oficina le quitaba todas las tardes, pero últimamente el chico no cenaba en casa y llegaba solo para irse a dormir.

Por la mañana, cuando coincidían en el desayuno, nunca le explicaba dónde había cenado, a pesar de que la chica tenía su mente plagada de preguntas preparadas para que él las leyera.

Pero nada… Kazuya las ignoraba todas y, últimamente, parecía como si el chico no tuviera el poder de leer mente con ella.

La chica desvió la mirada hacia una colorida revista que yacía tirada encima de la mesa.

En la portada, había una preciosa chica de ojos marrones, con un precioso abrigo y botas. La chica sonreía perfectamente maquillada, con su media melena castaña clara cayendo sensualmente de sus hombros. La chica era guapísima, de una figura envidiable y una cara de ensueño.

Mei Ling reprimió su deseo por un segundo, pero no pudo evitar releer aquel artículo.

LA FAMOSA MODELO KURUMI HATTA SE SEPARA.

Kurumi Hatta, modelo muy famosa en todo Japón, por sus anuncios de ropa para el centro comercial Ruppongi Hills*, ha confirmado su reciente separación del dibujante de manga Kenji Hatta. Según los rumores, el temprano matrimonio, con tan solo veinte años, y los compromisos profesionales de ambos, han hecho mella en la vida sentimental de la pareja, que finalmente ha roto su matrimonio que duraba ya nueve años.

Sin embargo, la modelo no parece afectada por su divorcio, porque se pasea por las calles de Tokio muy a menudo, y asiste a muchas fiestas y eventos. Los contratos con las casas de moda japonesas le llueven y es, actualmente, la modelo mejor pagada de Japón. Se rumorea, que la chica ha podido encontrar un nuevo amor, ya que se le ha visto pasear con un apuesto chico algo más joven que ella, aunque la noticia está aún por confirmar.

La pareja no quiere hacer declaraciones acerca de si van a comenzar los trámites del divorcio, o si tan solo se trata de un simple descanso en la convivencia. Mientras tanto Kenji Hatta continúa con su proyecto de …

Mei Ling resopló con tristeza y cerró la revista, para dejarla con desdén sobre la mesa.

Aquel artículo no sería más que palabras, un mero cotilleo, de no ser por lo sucedido algunos días antes….

-… en serio chicos… gracias por hacerme compañía esta tarde… por favor, subid a mi casa un rato… si no tenéis nada que hacer, claro…- dijo Mei LIng sonriendo a Chiharu y Yamazaki.

-… gracias, es Viernes, y no tenemos nada que hacer….- le dijo la chica sonriendo.

-… es verdad, así podré ver de una vez a Kazuya y… auch…-

Yamazaki se quejó cuando sus palabras fueron interrumpidas por un codazo de Chiharu en las costillas, algo Mei Lig notó al instante.

-… a ver si … se encuentra en casa…-dijo ella buscando las llaves en su bolso

Mei Ling abrió la puerta de portal e invitó a Yamazaki y Chiharu a subir al apartamento. Les dijo que si el chico no estaba, podrían esperar un rato a Kazuya tomando un refresco con ella.

Los tres subieron al segundo piso, donde se encontraba el apartamento Li. Iban conversando animadamente cuando de repente escucharon una risa al fondo del pasillo.

Mei Ling se quedó de piedra al escuchar también la voz de Kazuya junto a esa risa femenina.

-…¿estás segura…?...-decía el chico mientras salía del apartamento seguido de una hermosa joven.

-… Claro, será muy divertido… ya verás…- decía riendo la chica mientras Kazuya se entretenía en cerrar la puerta con llave.

Casi por instinto y sin saber por qué, empujó a Yamazaki y Chiharu hacia las escaleras, y los tres bajaron corriendo para esconderse. Mei Ling miró a Chiharu y esta le devolvió la mirada asintiendo, dándole a entender que sabía a la perfección lo que pretendía.

Saber a quién escondía el chico con tanto celo.

Mei Ling vio como Yamazaki se asomaba un poco para espiar a la pareja, mientras esperaban el ascensor.

-…OH!..VAYA…!- pero Chiharu le tapó la boca rápidamente al oírlo alzar la voz, para luego tirar del chico hacia atrás e indicarle que callara.

Arriba no se oía nada. Al cabo de unos segundos, se escuchó como unos pasos se adentraban en el ascensor y este se cerraba.

Rápidamente, los tres subieron las escaleras y se apresuraron por el pasillo para entrar en el apartamento y cerrar la puerta.

-… ufff… ¡idiota! ¡Casi te descubre!...- le dijo Chiharu a su novio.

Pero el chico no le hizo caso, y se encaminó hacia la habitación de Kazuya.

-… ¿A dónde vas?... maleducado, no te han dado permiso…- dijo mientras iba tras él y tiraba de su brazo.

-… ¡Guau!...- dijo Yamazaki mientras miraba hacia adentro de la habitación de Kazuya.-… este tío es la máquina… se la llevado a la cama….-

CLONCK

Chiharu le había dado un cocotazo con el bolso en la cabeza, mientras lo miraba sonrojada.

-…IMBÉCIL!... Kazuya es un desordenado como tú y jamás hace su cama!...-

Chiharu arrastró a su chico hasta el salón, maldiciendo la cruz que tenía encima por tener a un desastre con patas por novio. Cuando ambos chicos entraron, se dieron cuenta de que Mei Ling estaba sentada en el sofá, mirando fijamente la portada de una revista.

-…¿Qué pasa Mei Ling…?...- le dijo Chiharu sentándose a su lado.

-… esto… no…. No es mío….- murmuró la chica extrañada.

Yamazaki echó un vistazo por encima de su hombro a la chica de la portada.

-… lo sabía!...- dijo el chico arrebatándole la revista a Mei Ling.-… sabía que era ella!...-

Mei Ling lo miró temiéndose lo que ya ella sospechaba.

-… ¿a qué te refieres Takashi…?.-le dijo Chiharu mirando la revista con su novio.

-… la… la chica que iba con Kazuya…- dijo nervioso el chico.-… es Kurumi Hatta… la modelo…-

-… debes de estar confundido…- le dijo Chiharu.

Mei Ling lo miró con tristeza. Sus sospechas desde que vio la revista se confirmaban.

-… estoy segurísimo…- dijo el chico con cara de ensoñación.-… jamás confundiría esa cara, ese cuerpo y esas.…- dijo mordiéndose el labio el chico.

CLONCK

-… ya me has dado dos…- murmuró el chico con un chichón en la cabeza.

-… te mereces un camión lleno de coscorrones…- dijo Chiharu de brazos cruzados.

Mei Ling miró la revista pensativa.-… así que está saliendo con… ella…- su voz sonaba distante.

-… qué tío, con una modelo, nada más y nada menos….-

Mei Ling no recordaba mucho más de esa tarde con Chiharu y Yamazaki. Chiharu se enfadó mucho con su novio como siempre, y al final de la tarde se reconcilió con él, como siempre. Pero ambos fueron muy amables quedándose con ella un rato, charlando y tratando de animarla.

Al parecer, se le notaba en la cara el shock que le había provocado la noticia, a pesar de que trataba de disimularlo. Le dolía mucho que Kazuya hubiera actuado de esa manera. Porque dudaba mucho de que Kazuya no supiera que los tres lo estaban espiando en las escaleras. Seguro que había oído sus amargos pensamientos con su maldito poder.

Y más le dolía ver esa revista encima de la mesa. Estaba segura que lo habían hecho deliberadamente, para tener que ahorrarse darle explicaciones.

En el fondo, tenía la esperanza de que Kazuya lo aclarara todo. Porque esa… mujer… le sacaba casi diez años a Kazuya, aunque no podía negarse que aparentaba muchos menos.

¿Cómo iba estar una mujer mayor con un… jovencito inmaduro como Kazuya?

Pero, a pesar de tener muy claras sus preguntas en su mente para que Kazuya respondiera a todas. De nuevo al volver, el chico las ignoró.

Se comportó frío y distante desde ese día…

Lo que confirmaba la noticia.

Mei Ling cruzó los brazos sobre la mesa, y enterró su rostro entre ellos.

Lo peor de todo, era que no conseguía ser fuerte.

Que desde aquel nefasto día, sólo tenía ganas de llorar.

¿Quién puede competir con una modelo…?

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La noche era ya cerrada en Tokio.

El cri cri de los grillos se confundía con el sonido de alguna que otra moto que pasaba por la calle.

Kazuya se apareció en su habitación.

Al reposar los pies en el suelo, el cuerpo le tambaleó.

Vaya, se estaba pasando de la raya con el vino últimamente.

Pero es que a Kurumi le encantaba…

Se sonrió al recordar la última cogorza que había pasado la chica esa misma noche.

La de tonterías que habían pasado por su mente en ese momento de disfrute.

Resopló divertido mientras se cambiaba de ropa y se ponía el pijama. Iba a irse a dormir, cuando se notó una punzada en el pecho.

No, no podía seguir así. Ignorándola a cada instante. Aquello estaba rayando lo insano, sobre todo para la pobre Mei Ling.

Se odió a sí mismo por dejarse engatusar por Kurumi…

El chico de ojos verdes, salió despacio de la habitación. Era muy tarde, pero a lo mejor estaba viendo la tele y podría por fin hablar con ella y aclarar las cosas. Acabar por fin con todo aquello.

Lo había decidido.

Salió despacio al salón para encontrarse a la chica. Estaba arrodillada junto a la mesa, con todos los apuntes a su alrededor. Su cara estaba enterrada entre sus brazos, encima de los apuntes.

La dichosa revista estaba tirada en el suelo, a su lado.

El chico se acercó sigilosamente y la miró con detenimiento. Mei Ling se había quedado dormida entre papeles arrugados y mojados.

Rayos, se había quedado dormida llorando.

Estúpido.

¡Qué imbécil era!.

Se inclinó sobre ella y apartó con delicadeza un mechón de pelo de su cara. Ahí estaba de nuevo, la historia de su vida repetida… ¿Cuándo iba a escarmentar?.

Acarició levemente la mejilla de su compañera de piso, su amiga.

Sonrió viéndola así, dormida como un bebé.

Con delicadeza, pasó un brazo por detrás de su espalda y otro por debajo de sus piernas, para cogerla suavemente en brazos.

Se quedó mirándola unos segundos. La chica parecía encontrarse cómoda entre sus brazos, porque su rostro dibujó una sonrisa en sueños.

A pesar de todo, estaba soñando con él.

El chico se sintió feliz con eso.

Lentamente la llevó hasta la habitación de la chica y con sumo cuidado, la dejó en su cama, para después taparla con una manta.

Después se quedó mirándola unos segundos desde el umbral de la puerta.

"No te merezco, Mei Ling" pensó el chico con melancolía. Para después, dejara a la chica sola en su habitación.

Disfrutando de sus sueños…

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Notas de Manami: Qué tal, Manami os saluda desde su nueva historia… Bueno, no tan nueva porque es la segunda parte de "Aquellas vacaciones contigo" que tiene muuuchos años. Espero que la primera impresión haya sido buena… espero no haber dejado indiferente a nadie con las escenas S+S y E+T **^_^** he intentado ser un poco más explícita y menos sutil para el deleite de algunos, pero recuerdo que no escribo lemons! Que por qué? Pues porque a mi me gusta dejar a la imaginación hacer de las suyas en mis lectores, que para eso estamos en fanfiction!.

Las complicaciones aparecen para todos, menos para Yamazaki y Chiharu que siguen como siempre… me encantan sus escenas cómicas! Y para mi pareja ideal E+T ains!**^_^*** ellos viven en su nube de amor, su matrimonio ideal…. Qué bonito!^^

Shaoran sigue con su complicada vida ligada al Clan y todos sus arcaicos miembros… pobre T_T… menos mal que está Sakura por allí para alegrarle la existencia y el cuerpo de vez en cuando XDDD… la escena del templo no tiene desperdicio, porque recuerda a la obra de teatro de la segunda peli de CCS y porque hace un guiño a mi fic AVC. Para mis lectores, que sé que les encantan las escenas en los prados una, subidita de tono XXDD

Y por último, mi canalla favorito, mi niño rebelde Kazuya! Haciéndolo todo más complicado y por desgracia, haciendo sufrir a la pobre Mei Ling. Cuándo será feliz esta chica? T_T

Bueno y diréis ustedes: y qué pasa con Touya, Yukito, Kero, Spinel, el padre de Sakura ect…. Paciencia, ya irán apareciendo poco a poco. También diréis quién era esa Kurumi Hatta, preciosa modelo que según Yamazaki está que no veas XDDD Como que os lo voy a decir… he decidido introducir algunos personajes más para darle más movimiento al asunto. También diréis que qué es eso del "Tesoro escondido de Clow" ja ja ja, como que os lo voy a contar también, tendréis que leer la historia para saberlo… ya sabési que esta historia resolverá la gran incoginta de AVC. Que no sabéis cuál es?. Pues leedlo y lo sabréis!

Por requeteúltimo, este fic me lo tomaré con calma, así que no esperéis que me de mucha prisa en subir los capítulos. Estoy requeteocupada y de verdad, este final más… largo… de esta trama lo he hecho sólo pensando en mis queridos lectores. Va por ustedes, por eso no pidáis peras al olmo.

Aclaraciones:

Kenzo*:Kenzo Takada es un diseñador de moda japonés y fundador de la marca de ropa Kenzo. Asistió brevemente a la Universidad de Kobe, pero luego lo abandonó, asistiendo a la Bunka Fukusō Gakuin, una academia de moda en Tokio. Al graduarse, empezó su carrera en París en 1964, trabajó allí durante un tiempo, pero produjo colecciones independientes. En 1970 empezó una tienda llamada la Jungle Jap, y es conocido por sus ideas innovadoras y uso de diseños tradicionales. Kenzo se caracteriza por la innovación basada en un estilo oriental, con prendas amplias que se acoplan perfectamente al estilo europeo.

Ruppongi Hills*: son unos grandes almacenes de Tokio, al parecer muy famosos. Es el Harrods japonés.

Sin más se despide Manami-chan hasta el próximo capitulo. Esta vez no adelantaré el titulo, por si surge algún imprevisto!