Fandom: The Office (US)

Disclaimer: Obra de los Reyes Magos: Gervais, Merchant y Daniels. Y es que no habría ni que darles porque su genialidad desde luego no es cosa mía xD y es tan única y suya, que me ha poseído ella a mí por completo :P

Rating: PG --NR-17

Spoilers: 5ª temporada completa.

Género: Múltiple. O eso se intentará…

Nota: Como un ff pOrn me sabía a poca cosa y probablemente iba a fracasar en crear algo que valiera lo suficiente por sí mismo, en teoría he intentado escribir una colección de minifics abordando todos esos pequeños pero decisivos momentazos Might que nos ha brindado la temporada. Al menos los que mi mala memoria me deja recordar. Me he enfrentado al meme de los diez géneros… pero el proyecto se ha quedado en eso, pura teoría xD porque no he podido abarcar ni la mitad de ellos a tiempo:3/10 xD how sad is that FAIL XD. Y encima el primero tiene interés 0% para ti xD Espero que sepas disculparme, Lau, por la mediocridad. Yo al menos pienso que he escrito tres ffs independientes (y hace tiempo que nanay de la china xD) y eso me ayuda a dormir mejor por las noches… je xD De todas maneras me propongo continuarlo para completar los otros siete relatos cuando tenga tiempo de rever la temporada y sobre todo inspiración para hacerle un homenaje más digno.

Probablemente no sea el regalo de cumpleaños más sorprendente evah, ni el más currado (no por no intentarlo con todas mis fuerzas!), que yo o nadie te haya hecho nunca, pero espero de corazón satisfacer la ilusión que albergabas y esa comezón insistente que tienes desde hace meses con que regrese al fandom. Sigo preguntándome por qué querrías eso, siendo la Queen del ff officero Xddd pero aquí las padawan hacen lo posible por emular a las mejores.

Nota 2 (en el día D xDD): Dios mío. mira que me pasé todo el viernes-sábado-domingo sufriendo frente al documento en blanco del word, sin que las musas se dignaran a visitarme. salió algo. pero creo que no suficiente… y hoy, de buenas a primeras, mientras escuchaba a the killers en mi benripod, unas lyrics me iluminaron un poquito más, quizás para un próximo segmento. prometo tenerlo cuanto antes y añadirlo a estos… ai…siento la cutrez xD


CASSIDY & MOZART

Where no man has gone before (TWSS)[crossover]

En los casi dos meses que convivió en la granja Schrute jamás vio a Dwight en pijama. El hombre no parecía poseer en su armario más que una gama ilimitada de insípidos trajes de tonos térreos, austeros como sus formas, y una pila de camisas oscilando en tonos de amarillo calabaza. Ah, y las camisillas bajeras sin mangas, que era en lo que le había visto siempre bajar a desayunar o irse a dormir por las noches. La prenda constante que le ayudaba a soportar el calor de justicia mientras araba y sembraba, y con el que se enfrentaba a la adversidad de los elementos hasta en la mañana de sábado más fría de abril.

Luego regresaba con ella empapada de sudor, pegada al pecho agitado, al hueco entre sus escápulas, con la suciedad de la tierra coloreándola hasta que tenía el mismo aspecto que su uniforme laboral habitual. Eso le había dado una extraña sensación de familiaridad a aquella estancia forzosa bajo su techo.

Y sin embargo, la escena que le sorprendió al entrar en la oficina resultaba pintoresca y aún más surrealista que aquel paréntesis de remolachas y hacer tortitas para Mose. Dwight había decidido aprovechar por primera vez el viernes "casual" para colgar la corbata y acudir a trabajar en pijama. Un pijama con la parte de arriba de color mostaza, eso sí, y de lo que de lejos parecía algo más hortera que el algodón o la seda. Espumilla. Reflectante bajo los halógenos de la oficina.

Más curioso que irritado por el mal gusto de su empleado, disfrazó su intriga de la misma sorna con la que los demás celebraban la elección de atuendo de Dwight. Apoyado sobre el mostrador de la recepción, compartió la risa de Pam y encajó el guiño que Jim le envió desde detrás de su escritorio.

Dwight se volvió y se le secó la garganta.

Se había dejado convencer por su nuevo mejor amigo para ir a un Comic Con en Nueva York el fin de semana, mascullaba, justificándose. Y como la primera sesión empezaba esa misma noche, no iba a perder tiempo volviendo a casa para cambiarse, claro.

Pero no pudo prestar demasiada atención a aquella explicación con que defendía lo que llevaba puesto. Había obviado la estricta raya central que normalmente le separaba el pelo en dos como un libro. En su lugar la había desplazado lateralmente y había repeinado el flequillo engominado hacia atrás sin disimular la naturaleza ondulada que amenazaba con hacerse notar. De hecho, el efecto no era demasiado diferente al look que solía llevar él. Tampoco se había calado esa mañana las gafas de montura pasada de moda, y le azoró descubrir que las lentillas le favorecían, al no reducir sus ojos claros a pequeñas pulgas sin gracia alguna.

La camiseta se le ceñía al cuerpo de un modo que probablemente le resultaba incómodo, consciente de los ángulos y curvas de su figura. Se convenció de que el cosquilleo en la boca del estómago era resultado de la impresión que había hecho que el café se le indigestara, y no de la apenas refrenable necesidad de dibujar con un dedo el logotipo familiar que lucía sobre el pectoral izquierdo. Se dijo que aquello no era ni de lejos la misma ilusión que experimentaba de niño frente al televisor cuando sus héroes infantiles aparecían en pantalla para explorar nuevos mundos o salvar razas alienígenas.

La sonrisa satisfecha que se curvó en la comisura de los labios de Dwight, sabedora, le devolvió a la realidad. Al hecho de que probablemente toda mueca de burla o jocoso desprecio había desaparecido de su rostro. Se le antojó despiadadamente atractiva.

Turbado, rompió la magia soltando una risotada por la nariz que más bien sonó a ronquido. Hizo algún juego de palabras de mal gusto y corrió a refugiarse en su despacho.

Ignoró la pulsión de cerrar las persianas, abrir el cajón y sacar las orejas puntiagudas que había rescatado del ático en la última visita a la casa de Nana.

Conociendo a Dwight, estaba casi seguro de que estaba al tanto de qué significaban.

Era irónico – no, ilógico – notar la punzada por no ser él el segundo de abordo en la camioneta de Dwight.