Aclaración: la historia y los personajes le pertenecen al gran Masashi Kishimoto.

Bueno aquí mi nueva fic, espero que les guste y si antes de que pregunten tengo una ligera obsesión por los ángeles (tanto caídos como bondadosos)

Este fic ya tiene determinado el número de capítulos, habrá dos iniciales, después otros siete (uno por cada pecado capital) y evidentemente el final :D, es decir un total de 10 en el que se incluye este.

- Bueno instrucciones:

- Pensamiento -

- Suceso a recalcar - (es decir que será utilizado posteriormente o provocará alguna reacción en concreto)

Llegando al séptimo pecado

Los demonios no nacen "mueren"

Sasuke Uchiha, descrito con suficiencia y perfección por una única palabra, demonio.

Y no estamos hablando solo de su actitud, su apariencia sobrenaturalmente oscura o sus ojos que en ocasiones centelleaban como hierros candentes, hablamos de que esa es su verdadera naturaleza.

Con el paso de los eones, los humanos nos hemos quedado ciegos ante el pánico que provocaba en nuestro interior la observación de un verdadero demonio. Hemos creado un velo protector para evitar los temores que revivíamos al verlos, pero eso implica que no sabemos realmente lo que nos jugamos al conocer súbitamente a un extraño.

Los demonios se jactaban de aquella ineptitud, sin duda aquello facilitaba mucho las cosas para encontrar seguidores o inducir al pecado. Una mayor diversión provocaba el hecho de que no supieran nada de sus siempre eternos rivales, los ángeles.

Nadie sabía a donde habían ido, porque habían dejado desamparados a sus mimadas mascotas, pero algo tenían claro los malignos, y es que ahora la tierra era suya, para uso y disfrute.

Como toda raza buscaba la supremacía y perpetuar la especie, pero los demonios no nacen como los ángeles, los demonios "mueren".

Para que hubiera un nuevo demonio era necesario inducir a un humano a los siete pecados capitales uno por uno pudriendo y aniquilando su alma para que así un nuevo ente demoníaco se erigiera sobre aquel mundo.

Pero a pesar de los esfuerzos de los demonios, seamos realistas ellos lo hacían porque cada pecado inducido por ellos les hacía mas fuerte y una sensación de placer les recorría de pies a cabeza, su naturaleza es caótica.

Esto implica que no guarden una jerarquía ordenada como sus enemigos los ángeles, ellos vivían simplemente en una violenta anarquía donde un día podía reinar Lucifer y el siguiente Belcebú.

Se aniquilaban unos a otros buscando ascender en la escalera de poder, pero eran así, su esencia les inducía a la destrucción, a la soberbia, a la ira, a la envidia, a la pereza, a la avaricia, a la gula y a la lujuria.

No se arrepentían de matar puesto que eso suponía la "obligación" de crear un nuevo demonio, sinónimo de poder y clímax.

Sasuke Uchiha, conocido entre los suyos como Araziel, andaba por las calles de la caótica Nueva York con las manos en los bolsillos y la apariencia de un joven atractivo inconformista, sin duda el mayor de los pecados no le era difícil de inducir…pero ahora algo serio ocupaba sus pensamientos.

Para su desgracia, su último encontronazo había sido con el demonio Fenriz, un molesto ente que suele adoptar la forma de lobo que últimamente no hacía más que retarle y robarle las presas.

La desgracia no residía en la lucha, ya que obviamente había vencido y alzado la cabeza decapitada del demonio, sino en que ese estúpido parecía ser una de las mascotas directas del ahora reinante Lucifer.

Si, Lucifer había sido el demonio que más había permanecido en el trono de espinas por su increíble poder, aunque antes que el habían reinado otros, incluso hace pocos centenarios Astaroth le había sacado de su pedestal durante casi 300 años pero una vez más el actual rey volvió para reclamar su asiento.

Sasuke era un demonio poderoso, y sabía perfectamente que no era recomendable encontrarse con los altos cargos sino tenías gran certeza de vencer y un par de trampas bajo la manga.

Volviendo al asunto, Lucifer se había aparecido ante el molesto, decepcionado porque uno de sus juguetes no funcionaba, pero para suerte o desgracia de Sasuke no había elegido la muerte, no solía hacerlo, Lucifer era de aquellos que imponen castigos más que retorcidos.

A pesar de eso, el chico no estaba destinado a 10.000 años entre las espinas envenenadas del inframundo, sino a llevar a cabo un pequeño experimento del tirano.

Con un escalofrío recordó como Lucifer había interrumpido en su Loft de Nueva York, sobre su moqueta blanca entre los fríos muebles de cristal y madera negra.

- Todos los demonios saben que la forma mas fácil de crear a otro es empezar por el pecado de la lujuria, la más animal y básica de las necesidades humanas, tras eso es fácil llegar a inducir las otros seis…- había comenzado sin necesidad de presentación, con voz cavernosa.

- No le sigo mi señor…- convaleció sudoroso ante la situación con la rodilla hundida en la mullida alfombra.

- Veras querido Araziel, quiero una diablesa virgen. - finalizó con una sonrisa aterradora.

No, tenía cuernos, patas de carnero, perilla de chivo, ni rabo puntiagudo, tenía la apariencia de un importante ejecutivo, frío e impasible, con pulcra perilla, pelo cano y ojos del más gélido de los fuegos infernales, puede que los humanos fueran ciegos a su tremenda aura oscura, pero aun sabían que no debían a acercarse a el, su mermado instinto les gritaba "peligro".

Eso era lo que le diferenciaba de los demás, había evadido el escudo humano y sin necesidad de adquirir una forma demoníaca les infundía el mayor de los temores con solo mirarles.

- No lo entiendo mi señor… ¿como pretende que una mujer llegue virgen al estado demoníaco…?...la lujuria implica que…

- ¡Lo sé pequeño e insignificante ser! - le cortó con algo de furia - si la lujuria es el último de los pecados cometidos y llega a anhelar tanto que la abordes su intimidad antes de que lo hagas puede que su alma se haga demoníaca antes de lo esperado…no es más que un pequeño ensayo…tu solo sigue la pauta que quieras a excepción de la lujuria…veremos que ocurre…

Finalizó dándose la vuelta y desvaneciéndose antes de alcanzar la pared del salón del otro demonio, el cual inevitablemente aún temblaba ligeramente recordando el aura de su visitante.

Ni siquiera se había atrevido a bufar molesto o a hacer un mohín de desacuerdo, pero sin duda aquello era problemático.

Dejó caer la cabeza hacia atrás con un suspiro ahora caminando cerca de Central Park.

Inducir a una mujer a la ira no era difícil, lo difícil era que una relación entre sexos opuestos durara más de una semana sin relaciones sexuales.

Tenía dos posibilidades, trabajar rápido o buscar a una chica peculiar, de carácter fuerte pero inocente a la vez…

- Si claro, como si eso existiera en pleno siglo XXI - pensó con mofa.

En ese momento chocó contra algo que cayó al suelo con una exclamación de sorpresa y dolor.

El demonio bajó la mirada para encontrarse a una joven pelirosa sentada en el suelo con los ojos cerrados ante el golpe y los apuntes desparramados por la sucia calzada de aquel sumidero que se hacia llamar ciudad.

- Damn it…- calumnió en inglés levantándose cogiendo las hojas más próximas a sus pies. - podrías mirar por donde vas - desafió al chico sin aun haberle mirado.

- Parece que tu tampoco mirabas por donde ibas - contestó con recelo analizándola de pies a cabeza… ¿era posible que esa chica sirviera?

- Escúchame engreído de mierd…- vociferó pero al alzar la mirada topándose con los hipnóticos ojos del demonio sus cuerdas vocales dejaron de obedecer a su cerebro balbuceando tontamente mientras se sonrojaba ligeramente.

- Parece que si Sasuke…- pensó con una sonrisa arrogante en su interior.

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Espero que merezca alguna review n.n

Matane!!! n.n