Esta es una serie de drabbles que escribí hace mucho tiempo!, pero como no tenía cuenta y me daba una pajita enorme (flojera) hacerme una no lo subía, ahora que me animé a hacerme una cuenta, pues… Aquí lo ven. Abajito aclararé otras cositas, sin más los dejo con la lectura!
Disclaimer: Si fuera Jotaká tendría mucho dinero, si tuviera mucho dinero no tendría que trabajar para poder pagar un preuniversitario y luego entras a la universidad. Entonces… Queda más que claro que ni Harry Potter ni sus personajes me pertenecen y hago esto sin ánimos de lucrar.
No te vayas.
Él se iría.
Se marcharía. Y ella no lo vería hasta después de cuántos meses, quizás y lo más probable, después de un par de años. Pero eso no era lo que quería Rose, la pelirroja lo que más quería era tener a su rubia serpiente junto a ella.
–– ¿Me escribirás? ––preguntó Rose cuando despedían al rubio desde el aeropuerto con su familia.
–– Todos los días ––susurró y abrazó con fuerzas a su novia.
Él no quería ir, pero debía ir, debía ir a estudiar a Nueva York para ser el mejor en leyes mágicas, se lo debía a sus padres, a sus abuelos y por sobre todo a ella. Quería ser el mejor por ella, porque ella se lo merecía, él debía tener mucho dinero para criar a cuantos hijos iban a tener y darles lo mejor, por eso se iba a otro país, por eso se iba a otro continente, por eso se alejaba de ella.
–– La carrera dura cuatro años ––Siguió Rose al separarse de Scorpius y mirarlo fijo a sus orbes grises, la pelirroja suspiró ––serán cuatro años sin verte.
Scorpius negó rápidamente, ya se había despedido de toda su familia y había dejado a Rose para el final, a lo más difícil de decir adiós para el final.
–– Vendré el verano a verte Rose, todos los veranos y feriados largos, lo prometo ––prometió el rubio y la chica sonrió con tristeza y lágrimas en sus ojos contenidas.
–– Te extrañaré ––susurró bajito la chica Weasley y Scorpius acarició su mejilla limpiando la lágrima que había resbalado de los ojos azules de la muchacha.
–– Yo también, Rose, te extrañaré muchísimo.
Rose hizo un puchero y abrazó con intensidad a su novio.
–– No te enamores de nadie más…
Scorpius soltó una risa que no sintió salir del alma.
–– Nunca lo haría, Rose ––dijo el chico y Rose sonrío mientras las lágrimas caían una tras otra por sus mejillas.
La chica se separó un poco de el rubio y lo miró fijamente, besó tiernamente sus finos labios, un beso corto y conciso, sin embargo lleno de amor.
–– Te amo, Scorpius.
Aquellas palabras salidas por los labios sonrojados de Rose llenaron el pecho de Scorpius y sintió como su corazón se hinchaba.
–– También te amo mucho Rose ––le respondió el rubio para besar nuevamente los labios de su novia, sería el último beso de despedida, después vendrían más, pero él quería que aquel beso quedará ahí en los labios de su pelirroja hasta su regreso.
Scorpius se separó de ella y fue nuevamente a despedirse de sus padres con un fraternal abrazo, tomó su bolso de mano y comenzó a avanzar por un angosto pasillo para ponerse en aquella fila y entregar su ticket de viaje.
Al entregárselo a la auxiliar de vuelo se volteó una vez más, su madre lloraba con una sonrisa plasmada en su rostro, melancolía, pensó el chico, su padre le sonreía con orgullo y su novia, tan solo su novia lo miraba irse, sin ninguna sonrisa y los ojos y nariz rojos producto al llanto que aun no cesaba.
Sintió un amargo sabor en la boca, sintiendo aun la calidez de el último beso de Rose en sus labios, la extrañaría, Merlín sabe cuánto. Bajó su cabeza y se volteo para seguir, para abordar el maldito avión lleno de muggle e ir hacía el ministerio de magia de Nueva York.
Querida Rose.
El viaje en avión resultó ser más cómodo de lo que había creído, los muggle son realmente tranquilos y ni siquiera me prestaron atención, para mi eso fue perfecto. La verdad es que no sé que puedo decirte, recién han pasado dos días desde que llegué y no me han pasado cosas que sean divertidas para contar. Aquí los magos son igual que haya y he estado tan enfrascado en los libros que debo leer para los próximos exámenes que tendré, que no me ha dado tiempo para al menos conocer la ciudad, ¡he estado encerrado en mi cuarto en el hostal los dos días!, aunque realmente eso no me molesta mucho, digamos que Nueva York no llama mucho mi atención.
¿Sabes?, lo único que me molesta es que te he extrañado por montones y sinceramente no me dejas leer en paz mis condenados libros, te apareces en mi mente cada minuto, no es que me moleste pero desearía que pudieras estar aquí conmigo obligándome a leerlos antes de que no me dejes hacerlo por tu ausencia. Merlín no sabes lo difícil que es esto…
No sé qué más puedo decirte, sólo que te extraño mucho y espero que tu también a mi.
S.H.M
PD: Te amo…
Rose suspiró, aquella había sido la primera carta que había recibido de su novio y también la más larga. Había pasado cinco meses ya y las cartas que le enviaba Scorpius se hacían cada vez más cortas y distantes.
Rose sintió sus ojos abnegarse en lágrimas al leer la última nota que había recibido de su… ya no sabía ni siquiera como llamar a Scorpius.
Querida Rose.
Lo siento de verdad, pero no podré ir a Londres para noche buena.
En serio lo lamento mucho, pero por problemas que no me gustaría contar no podré viajar.
Cuídate mucho y saludos a todos los Weasley 's.
S.H.M
Esa había sido la última carta de Scorpius, ni siquiera había una explicación y lo que más le dolía a la pelirroja era que no había ningún te amo adornando el trozo de pergamino frío. Se molestó, se molestó mucho mientras pensaba en qué iba a hacer…
¿Se cruzaría de brazos y no haría nada?, no, eso no era lo que Rose Weasley haría… pero, ¿por qué diablos Scorpius ya no le escribía todos los días?, ¿por qué ya no le decía te amo?, ¿por qué se volvía cada vez más distante?, ¿es que acaso había dejado de amarla?, es que acaso… ¿él habría encontrado a alguien mejor que ella?
Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas involuntariamente e intento retenerlas para que no resbalaran por sus mejillas, pero le fue imposible, ¿cómo no le iba a doler si amaba más que nada en el mundo a ese rubio cabeza hueca?
Él había prometido ir a verla todos los veranos y feriados largos, sin embargo al primero no volvió, falló a su promesa.
Rose se sentó en el suelo al no sentir fuerzas para estar ya de pie, pegó sus piernas a su pecho y pegó su mentón en las rodillas mientras lloraba con amargura. Golpearon la puerta, pero ella no quiso siquiera hablar, sólo esperó a que su visitante se marchara, más aun no pasó aquello y abrieron la puerta con suavidad para luego cerrarla.
–– Rosie… ––la voz de su prima Dominique se oyó apagada y cautelosa.
La pelirroja no respondió a su rubia prima, la rubia Weasley se acercó hasta donde ella para ponerse en cuclillas y quedar a la altura de su prima. Dejó un sobre que llevaba en la mano encima de la cama y quitó un mechón de cabello pelirrojo de la cara de su prima.
–– ¿Qué pasa, cariño? ––preguntó mientras limpiaba una de las lágrimas que caían por la mejilla de Rose.
–– Scorpius ya no me ama, Niki ––soltó la pelirroja quien sintió su corazón oprimirse en su pecho creando una herida en el, una herida que producía profundo dolor. Rose soltó un sollozo y se llevo una mano a sus labios mientras su cuerpo comenzaba a convulsionar, haberlo dicho, haberse dado cuenta de la cruda verdad hizo que todo el peso y dolor se sintiera más palpable.
Dominique abrazó a su prima y acaricio su espalda y cabello rizado, mientras la pelirroja lloraba y convulsionaba en brazos de su prima favorita.
–– No sabes si eso es verdad, Rosie ––razonó Niki mientras acariciaba la espalda de su prima.
–– Claro que sí ––dijo testaruda Rose, ––es por eso que no vendrá, es por eso que ya no me escribe a diario y no me escribe ni me dice te amo… él ya no me ama, perdí al hombre que amo Dominique, lo perdí… ––nuevamente un gemido de dolor y un llanto desgarrador.
–– Eso no lo sabes Rose.
La pelirroja ya no la oía, sólo era consiente de el dolor que sentía en ese momento, aquel dolor tan profundo. Él en ocho meses había podido olvidarla, sin embargo ella aun lo amaba con la misma intensidad que antes, y aunque se le hacía imposible, ella creía amarlo aun más.
–– Eso no lo sabes, y deberías averiguarlo Rose, tú siempre has sido directa y haz ido al grano en todos los asuntos ––le dijo Dominique y separo un poco a Rose de su cuerpo, ––eso no es lo que haría una titulada en medicina mágica.
Rose abrió los ojos y se secó las lágrimas que habían caído.
–– ¿Qué? ––preguntó y Dominique sonrió.
Tomó el sobre que antes había dejado encima de la cama de su prima y se lo extendió.
–– Léelo ––pidió y Rose con rapidez rompió el sobre y comenzó a leer la carta.
–– Recibí el titulo ––titubeo y Dominique asintió orgullosa de su prima
––Eres una recién graduada en medicina, sonríe mujer.
Rose sonrió, sonrió mientras una lágrima nueva caía por su mejilla, no estaba feliz, no se sentía feliz ni con el titulo de medicina en mano. Dominique la abrazó, y también lloró, lloró junto con su prima, porque eso era lo único que quedaba, compartir junto con Rose su dolor.
Para noche buena, Rose lo pasó con su familia, con todos los Weasley' s, ocultando su gran tristeza que sólo su madre, Dominique y Albus pudieron notar detrás de esa sonrisa que portaba la pelirroja. Apenas terminó la cena Rose quiso irse ha su departamento, dónde se había mudado hace aproximadamente un año atrás. No tenía ganas de celebrar nada y por eso se marchó sola a su departamento diciendo que tenía un horrible dolor de estómago, mintiendo a toda su familia.
Rose llegó a su departamento y sintió el frío recorrer su cuerpo, se quitó su abrigo y se puso el pijama para acostarse en la cama, sin embargo se paseo por su habitación y se acercó a su armario. Saco una caja de color plateada y la abrió cuando se sentó en el suelo de su habitación, ahí dentro estaban las cosas que tenían alguna relación con Scorpius Malfoy. Estaban sus cartas, algún que otro objeto de valor, como una cadenita de oro con un dije que rezaba "Scorpius & Rose", una caja de música y algunas fotos. Rose con lágrimas nuevamente en los ojos tomó las fotografías y comenzó a verlas.
Rio con ganas al ver una foto de ellos dos completamente empapados, donde miraban la cámara con asombro, luego se miraban a los ojos y reían cómplices de alguna travesura y también lloró amargamente al ver una foto que el mismo Scorpius había sacado, dónde ellos dos se sonreían y se besaban con profundo amor.
Dejó las fotografías de lado y se encontró con el osito de peluche que le había regalado para su cumpleaños. Lo tomó entre sus manos y lo acercó a su nariz para olerlo, aun conservaba el olor de él, su embriagador y dulce olor. Sonrió con profunda tristeza, tomó el peluche y lo puso encima de su cama, tomó las cartas y los obsequios y los metió dentro de la caja para volver a ponerla en su lugar. Caminó perezosamente hacia su cama y tomó al muñeco, lo abrazó, se cubrió con las mantas de la cama y abrazado al peluche se durmió.
Al otro día se levantó perezosa al sentir que llamaban a la puerta, se preguntó quién podría ser, se imaginó de inmediato que podía ser Lily dando cualquier excusa con tal de no dejarla sola y eso la hizo sonreír.
Se puso una bata para que no se congelara y salió mientras gritaba un pobre.
–– ¡Ya voy!
Y abrió la puerta.
Se extrañó al ver a una persona alta con un ramo de rosas rojas y que le tapaba la cara, luego como un balde de agua fría cayó en cuenta de quién era aquel sujeto.
–– ¿Q-qué diablos? ––preguntó.
Scorpius sacó el ramo de flores de su rostro con una sonrisa enorme en su cara que se borró de inmediato al ver el rostro y los ojos de Rose.
–– ¿Qué haces aquí? ––preguntó Rose sin poder salir de su asombro.
Scorpius estiró el ramo de flores hacía Rose quien las tomó con cuidado, aun sin poder salir de su asombro.
–– No iba a romper mi promesa, Rose ––dijo el chico entrando detrás de Rose al departamento.
–– Pues… ya habías roto una, si que no me sorprendería que hayas roto está ––dijo la pelirroja dejando el ramo de flores encima de la mesa y mirando con rabia al rubio.
–– ¿Por qué estás molesta, Rose? ––preguntó el chico sin entender.
–– ¿Qué por qué estoy molesta Scorpius? ––preguntó la chica apretando la mandíbula.
–– Oye…, lamento haberte dicho eso en la carta pero mi idea era darte una sorpresa…
–– Bien, me sorprendiste, ahora vuelve a Nueva York ––soltó la pelirroja y aquello le partió el alma al rubio.
–– ¿Qué pasa? ––preguntó el chico dando un paso tambaleante hacia su novia.
Rose sintió su corazón romperse aun más y sintió sus ojos llenarse de lágrimas que rápidamente corrieron por sus mejillas y esta no se molestó en quitar.
–– Me hiciste creer que ya no me amabas por una estúpida sorpresa, no me escribías, no me decías que me extrañabas y habías dejado de escribir te amo… ––La pelirroja apretó los puños y gritó, –– ¡me dejaste de amar Malfoy!
Scorpius frunció el cejo y sintió como en su pecho se hacía un hoyo profundo.
–– No es cierto, Rose ––susurró Scorpius.
Rose lo miraba furiosa y Scorpius no sabía que hacer o decir.
–– Sí lo es… ––gimoteo la pelirroja, ––por eso dejaste de escribirme, por eso no me decías te amo… dejaste de amarme.
Scorpius dio unas zancadas hacia ella y la abrazó con fuerzas, con mucha fuerza y a la vez con suavidad.
–– Eso es lo más estúpido que haz dicho Rose Weasley, jamás deje de pensar en ti y eso fue la peor tortura, es por eso que vuelvo a Londres Rose, porque maldita sea intenté ser fuerte pero te necesito a mi lado para serlo ––afirmó el chico y Rose se puso a llorar amargamente, ––te amo Rose, ¿es muy difícil creerme?, te amo más que mi vida.
Rose lloró aun más y levanto su cabeza mientras las lágrimas caían una tras otra, Scorpius le sonrió con profundo amor y Rose se inclinó para besarlo en los labios.
–– También te amo más que a mi vida Scorpius ––susurró Rose antes de fundirse en un beso llenó de sentimientos, ––no vuelvas a irte nunca más…
Scorpius negó.
–– Nunca más ––afirmó y fue suficiente para Rose quien sonrió y volvió a besar a su novio.
Ambos corazones volvieron a tener sus latidos frenéticos al sentir a su lado a quién más necesitaban.
Scorpius la miró fijo y sentenció mientras limpiaba el rastro de lágrimas en el rostro de su novia.
–– No me iría ni al cielo si tu no estás en el.
Bueno y… qué les pareció! Pues, ustedes sabrán que la única forma de saber si apesta esta idea o realmente está bien es dejando comentarios con críticas, tomatazos y felicitaciones C:
La última frase dicha por Scorpius tampoco me pertenece, es de la "nana de Bella en español" es una frase que amo, si que no podía dejarla afuera y pues… gracias a esa canción se me ocurrió está cosilla :Z Eso sería todo.
Ah y obvio, si llegaron hasta aquí es porque leyeron el Drabble si que muchas gracias por darse el tiempo! Saludos!
